Esta es la primera de una serie de KnoWhys que analizan la pregunta “¿Por qué aparecen palabras y frases del Nuevo Testamento en el Libro de Mormón?”
Los lectores del Libro de Mormón, desde su primera publicación, han estado conscientes de la existencia de alusiones, ecos o citas de pasajes bíblicos esparcidos a lo largo de su texto, incluyendo material tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. La apariencia de algún lenguaje del Antiguo Testamento se entiende y acepta a la luz del hecho de que Lehi y su familia dejaron Jerusalén en los tiempos del Antiguo Testamento y llevaron con ellos escrituras (sobre las planchas de bronce) que constituyeron una gran parte de lo que conocemos como el Antiguo Testamento (1 Nefi 5:10-13).
Sin embargo, además de los escritos bíblicos más obvios que pudieron haber sido presentados en las planchas de bronce, también hay una cantidad considerable de lenguaje en el Libro de Mormón que parece haberse originado después del tiempo en que Lehi dejó Jerusalén, tanto del Antiguo y también del Nuevo Testamento. Mucho de este material del Nuevo Testamento aparece en el Libro de Mormón en 3 Nefi, donde el Cristo resucitado hizo una visita personal a los pueblos del Libro de Mormón y compartió muchas de las mismas enseñanzas con ellos que Él había previamente enseñado durante Su ministerio mortal en Galilea y Judea.1
Sin embargo, más allá de 3 Nefi, muchos otros paralelos o similitudes a los pasajes se pueden encontrar a lo largo del Libro de Mormón, la presencia de los cuales pueden ser más difícil de entender. De acuerdo con algunas cuentas, aproximadamente 850 frases o pasajes del Antiguo Testamento y 700 del Nuevo Testamento se pueden encontrar en el Libro de Mormón.2
¿Cómo se explican frases como, por ejemplo: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” encontrado en Mateo 3:2, la cual aparece cuatro veces, en diferentes formas, en el Libro de Mormón?3 La aparición de frases bíblicas, muchas de las cuales coinciden con el lenguaje de la Biblia King James, ha llevado a una crítica engañosa y repetida de que José Smith debió haber plagiado mecánica e intencionalmente largas porciones de la Biblia cuando dictaba el Libro de Mormón.
Aunque no sabemos con certeza las razones exactas, varias explicaciones son posibles por la gran cantidad de citas y frases en el texto. La explicación que mejor se adapte a una situación dada dependerá sobre muchos factores complejos, incluyendo la autoría, fecha y naturaleza del texto del Libro de Mormón en el que se produce la redacción bíblica.
Los siguientes puntos representan varias de las posibles razones (más allá del hecho de que mucho del Antiguo Testamento probablemente estuvo disponible en las planchas de bronce) del por qué frases y pasajes bíblicos aparecen en el Libro de Mormón.
1. Las enseñanzas de Jesucristo durante Su ministerio personal entre los nefitas puede explicar una parte sustancial de citas y frases bíblicas en el texto. Por ejemplo, tiene sentido que Jesús repita, con algunas variaciones, Sus enseñanzas del sermón del monte en el Nuevo Testamento a los nefitas en el templo de la tierra de Abundancia.4 La enseñanza de Cristo de este sermón entre los nefitas también podría explicar las citas o alusiones al sermón del monte encontrado más tarde en los escritos de Mormón y Moroni (por ejemplo, Mateo 5:22/3 Nefi 12:22 en Mormón 8:17).
2. La presencia de texto del Antiguo Testamento como Isaías 54 y Malaquías 3–4 (encontrados en 3 Nefi 22 y 24–25) tampoco son difíciles de explicar porque fueron citados a los nefitas por Jesús mismo. Tal como Cristo explicó: “Estas Escrituras que no habíais tenido con vosotros, el Padre mandó que yo os las diera; porque en su sabiduría dispuso que se dieran a las generaciones futuras” (3 Nefi 26:2).
3. Incluso después de Su visita inicial entre los nefitas, Jesús continuó reuniéndose con ellos y hablando a Sus discípulos en el nuevo mundo (véase 3 Nefi 26:13). Es probable que, de manera similar que el sermón del monte, Jesús entregó otras enseñanzas a ellos que había enseñado durante Su ministerio entre los judíos en el viejo mundo. De hecho, Mormón dijo que no pudo registrar “ni la centésima parte de las cosas que Jesús verdaderamente enseñó al pueblo” (3 Nefi 26:6). Además, se debe recordar que Jesús más tarde reveló cosas directamente a Mormón y Moroni.5 Por lo que es posible que muchas de las enseñanzas de Cristo encontradas en el Nuevo Testamento también se tuvieran entre los nefitas o fueran entregadas directamente a Mormón o Moroni, pero simplemente no fueron registradas en el registro de Mormón sobre el ministerio de Cristo.
1. Mucho más a menudo que los lectores generalmente se dan cuenta, muchos pasajes del Nuevo Testamento citan o parafrasean el Antiguo Testamento u otros documentos antiguos (como una versión del Libro de Enoc) que pudo haber estado disponible para los nefitas a través de las planchas de bronce (por ejemplo, Mosíah 16:7–8 y 1 Corintios 15:54–56 relacionados con Isaías 25:8 y Oseas 13:14).6
2. Algunos pasajes del Libro de Mormón tienen similitudes con pasajes del Nuevo Testamento que son citas de o alusiones a textos del Antiguo Testamento que datan de la partida de Lehi de Jerusalén, haciéndolas presumiblemente no disponibles para los nefitas. Sin embargo, es posible que estas expresiones del Antiguo Testamento pueden derivar de una fase del lenguaje y literatura hebrea que data antes de que Lehi dejara Jerusalén. Este escenario los haría potencialmente disponibles y que hayan sido incluidos en las planchas de bronce o de alguna manera hayan pasado a los pueblos del Libro de Mormón.7
1. Antes de que Jesús se manifestara en el nuevo mundo (o Su ángel) habló a Nefi, Jacob, Abinadí, Benjamín, Alma y otros, quienes aprendieron frases del estilo del Nuevo Testamento directamente de Él en estas revelaciones. Por ejemplo, a Nefi se le mostró en una visión de los últimos días donde se le dijo que sería registrado por un apóstol del Cordero llamado Juan (véase 1 Nefi 14:18-27). Incluso se reveló a Nefi que otros habían recibido la misma o una visión similar de “todas las cosas” que Nefi había recibido (v. 26).8
2. Las revelaciones que fueron dadas en otras formas a los profetas nefitas también podrían haber revelado doctrinas y principios que posteriormente serían enseñadas o reveladas a los cristianos del Nuevo Testamento (véase Alma 32:38 y Mateo 13:6).
1. Mientras que Mormón hacía el compendio en el siglo IV d. C. del registro histórico nefita, él pudo haber insertado palabras o frases que Jesús había introducido en la costumbre nefita (como se mencionó anteriormente). Dado que el lenguaje o dialecto nefita había cambiado con el paso de los siglos a tal punto que los lectores en los días de Mormón no podían entender algo del idioma anterior, uno puede suponer que, en ocasiones, Mormón pudo haber evitado la copia literal y utilizar en su lugar expresiones más familiares a sus contemporáneos (y un lenguaje más similar al Nuevo Testamento) para que sus lectores pudieran comprender mejor (véase Mateo 6:25/3 Nefi 13:25 y Alma 31:37).
2. Hipotéticamente, es posible que Mormón simplemente no haya agregado las planchas menores de Nefi al final de sus planchas,9 pero en su lugar copió las palabras de Nefi, Jacob y otros de las planchas menores en las nuevas planchas que había creado. No sabemos si este fue el caso, pero si lo fue, Mormón pudo haber utilizado más tarde frases de sus días (al estilo del Nuevo Testamento) para hacer que las primeras enseñanzas nefitas fueran más comprensibles para una futura audiencia que él sabía tendrían la Biblia (véase Marcos 9:31/2 Nefi 25:13; Mateo 9:22/Enós 1:8; Juan 10:16/1 Nefi 22:25).
3. Algunas secciones en el Libro de Éter fueron escritas por Moroni a finales del siglo IV d. C. como sus propias inserciones editoriales, por lo que no debería ser inesperado encontrar lenguaje “cristiano” en estas secciones (Mateo 25:28/Éter 12:35). También es posible que Moroni haya insertado lenguaje cristiano en otras porciones de la historia jaredita al resumirla, contextualizarla e interpretar sus narrativas.
1. El lenguaje ordinario de José Smith probablemente incluía algunas expresiones bíblicas que eran comunes a principios del siglo XIX. Bajo la teoría de que él era responsable de expresar las ideas en las planchas utilizando sus propias palabras y frases, es posible que algunos de los pasajes bíblicos pudieran haber aparecido en la traducción sin que él pensara (tal vez ni siquiera sabía) dónde aparecían en el Nuevo Testamento (como tal vez Gálatas 5:1/Mosíah 23:13; Efesios 6:4/Enós 1:1; Filipenses 2:12/Mormón 9:27).
2. José Smith tal vez memorizó o aprendió al escuchar algunos pasajes comunes del Nuevo Testamento, los cuales el Espíritu indicó en su mente cuando fueron entretejidos en la traducción para que tuvieran un buen sentido de traducción apropiado en ese contexto.
3. La idea de que José Smith abrió la Biblia, localizó y leyó de ella a medida que avanzaba parece completamente improbable, por varias razones: (1) No hay evidencia de que él tuviera su propia Biblia antes de 1829; (2) los testigos presenciales, como Emma, dijeron que no utilizaba libros, notas o la Biblia en dictar las palabras en inglés del Libro de Mormón; (3) ningún testigo o asociado cercano involucrado de alguna manera en la publicación del Libro de Mormón afirmó que José tenía o utilizó la Biblia; (4) ninguno de los observadores u hostiles reportaron o sugirieron que José tuviera una Biblia mientras traducía; (5) si José estuviera utilizando la Biblia King James, él habrían necesitado haber hecho un amplio estudio y alteración del texto antes de dictar, debido a las complejas citas compuestas, combinación de textos y algunas modificaciones extensas pero precisas hechas a la cita del texto bíblico.10
4. Varias líneas de evidencia escritural, lingüística e histórica sugieren que José Smith no era responsable por el idioma inglés de la traducción y que en cambio era revelado a él palabra por palabra.11 En este escenario, es posible que cualquier proceso divino fuese responsable de producir la traducción al inglés y también fuera responsable por integrar extensivamente frases del Nuevo Testamento en el texto. Estas “palabras reveladas” explica bien el hecho de que no solamente hay frases cortas del Nuevo Testamento encontradas en el Libro de Mormón, sino también citas largas. La complejidad de cómo estas largas citas a veces se entrelazan y se adaptan a la narrativa del Libro de Mormón, hacen que la idea de que vinieron de la memoria de José Smith parezca inadecuada. Teniendo en mente que José Smith probablemente no estaba utilizando la Biblia durante la traducción (como se discute más arriba), la presencia y naturaleza de estas citas bíblicas respaldan esta teoría.
En resumen, puede haber muchas razones del por qué palabras bíblicas y frases aparezcan en el Libro de Mormón. El texto del libro y su relación con la Biblia y otros textos de escritura antiguos, son complejos en muchos sentidos. Aunque no sabemos por seguro cuál de las explicaciones mencionadas o combinación de explicaciones, respalda cada una de las frases y expresiones del Antiguo y Nuevo Testamento encontrados en el Libro de Mormón, parece claro que varias fuentes lógicamente plausibles pueden estar detrás de la redacción y traducción de sus diversos pasajes.
Por sobre todo, es importante recordar que, aunque el Libro de Mormón fue escrito por profetas antiguos, fue con la intención de que lo leyeran las personas de nuestros tiempos—personas que a menudo conocían bien la Biblia, especialmente el Nuevo Testamento, y están acostumbrados a reconocer el estilo literario de la Biblia como escritura sagrada. Como tal, encontrar un lenguaje bíblico en el Libro de Mormón bien puede ser un cumplimiento de las palabras inspiradas del antiguo profeta Nefi cuando enseñó que Dios “habla a los hombres de acuerdo con el idioma de ellos, para que entiendan” (2 Nefi 31:3; DyC 1:24).
Este KnoWhy fue posible gracias a la generosa donación de Keller Family Trust.
Book of Mormon Central en Español, “¿Qué era lo que contenían las Planchas de Bronce? (1 Nefi 5:10)“, KnoWhy 410, (16 de agosto de 2018).
Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Jesús enseñó una versión del Sermón del Monte en el templo de Abundancia? (3 Nefi 12:6)“, KnoWhy 203, (12 de septiembre de 2017).
Nick Frederick, “’Full of grace, mercy, and truth’: Exploring the Complexities of the Presence of the New Testament within the Book of Mormon“, presentación dada en la Conferencia del Libro de Mormón en BYU 2015: Exploring the Complexities in the English Language of the Book of Mormon Conference, BYU, 14 de marzo de 2015, en línea en archive.bookofmormoncentral.org.
Royal Skousen, “How Joseph Smith Translated the Book of Mormon“, Journal of Book of Mormon Studies, Vol. 7, No. 1 (1997).
John W. Welch, Illuminating the Sermon at the Temple and Sermon on the Mount, (Provo: FARMS, 1999), sobre “The Differences” (125-150), sobre “The Translation” (179-198), y sobre “The Greek New Testament Manuscripts” (199-210).
1. Por ejemplo, una versión modificada del sermón del monte aparece en 3 Nefi 12-14. Para una investigación profunda sobre este tema, véase John W. Welch, Illuminating the Sermon at the Temple and the Sermon on the Mount: An Approach to 3 Nephi 11–18 and Matthew 5–7 (Provo, UT: FARMS, 1999).
2. El profesor de BYU, Nick Frederick, menciona que son aproximadamente 600 frases del Nuevo Testamento, sin incluir los largos paralelos de Mateo 5-7 encontrados en 3 Nefi 12-14. Él da una lista de probables interacciones entre el Libro de Mormón y el Nuevo Testamento aquí: Nicholas J. Frederick, “The Book of Mormon and Its Redaction of the King James New Testament: A Further Evaluation of the Interaction between the New Testament and the Book of Mormon“, Journal of Book of Mormon Studies, Vol. 27 (2018): 44–87
3. Véase, por ejemplo, Alma 7:9; 9:25; 10:20; Helamán 5:32.
4. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Jesús enseñó una versión del Sermón del Monte en el templo de Abundancia? (3 Nefi 12:6)”, KnoWhy 203 (12 de septiembre de 2017).
5. Véase, por ejemplo, 3 Nefi 28:36; Mormón 1:15; Éter 12:39.
6. Para conocer más sobre este tema, véase David Larsen, “Death Being Swallowed Up in Netzach in the Bible and the Book of Mormon“, BYU Studies Quarterly 55, no. 4 (2016): 123–134.
7. Por ejemplo, la alegoría del árbol del olivo en el Libro de Jacob contiene muchos paralelos a una alegoría similar en Romanos 11. Ambos poseen similitudes con pasajes de Ezequiel, donde el profeta habla de problemas con la copa de un árbol, toma ramas jóvenes y tiernas y las planta en otro lugar (Ezequiel 17). Los escritos de Ezequiel se registraron después de que Lehi había dejado Jerusalén. Sin embargo, también hay paralelos de la alegoría de Ezequiel en escritos preexílicos como Oseas 14, Isaías 15 y Jeremías 11. Los eruditos han argumentado que la alegoría de Zenós en Jacob 5 puede preceder y servir como inspiración para todos esos. Véase David Rolph Seely y John W. Welch, “Zenos and the Texts of the Old Testament“, en The Allegory of the Olive Tree: The Olive, the Bible, and Jacob 5, ed. Stephen D. Ricks y John W. Welch (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1994), 322–346.
8. Para conocer otro posible ejemplo de revelaciones compartidas o similares, compárese Alma 7:9–10 con Mateo 1:21 y Lucas 1:35.
9. No es probable que las planchas de Nefi fueran del mismo tamaño que las planchas con las que Mormón estaba trabajando, lo cual pudo haber necesitado copiar en las planchas nuevas.
10. Véase, por ejemplo, la naturaleza compleja de la combinación de palabras y frases de Hebreos 6:18, Santiago 1:17, 2 Corintios 6:17, Efesios 5:14, Isaías 52:1–2, Isaías 54:2, y Éxodo 34:24 en Moroni 10:30–31. Royal Skousen y Stanford Carmack, The History of the Text of the Book of Mormon, Part Three: The Nature of the Original Language (Provo, UT: FARMS, 2018), 1033–34; también, Nick Frederick, “‘Full of grace, mercy, and truth’: Exploring the Complexities of the Presence of the New Testament within the Book of Mormon“, presentación dada en la Conferencia de 2015 Exploring the Complexities in the English Language of the Book of Mormon, BYU, 14 de marzo de 2015.
11. Véase, por ejemplo, Royal Skousen, “How Joseph Smith Translated the Book of Mormon“, Journal of Book of Mormon Studies, Vol. 7, No. 1 (1997); Royal Skousen and Stanford Carmack, The History of the Text of the Book of Mormon, Part Three: The Nature of the Original Language (Provo, UT: FARMS, 2018); Stanford Carmack, “Is the Book of Mormon a Pseudo-Archaic Text?” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 28 (2018): 177–232; Stanford Carmack, “Joseph Smith Read the Words“, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 18 (2016): 41–61.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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