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KnoWhy #513

¿Por qué Mormón y Moroni escribieron en egipcio reformado?

mayo 9, 2019
KnoWhy #513
Réplica de las planchas de oro con caracteres en egipcio reformado, vía Church News
Réplica de las planchas de oro con caracteres en egipcio reformado, vía Church News
“[H]emos escrito estos anales según nuestro conocimiento, en los caracteres que entre nosotros se llaman egipcio reformado”.
Mormón 9:32

El conocimiento

Cuando su padre Mormón le confió las planchas, el profeta Moroni hizo un comentario breve acerca de los caracteres que él y otros nefitas y profetas habían utilizado al redactar los anales. Él dijo: “Y he aquí, hemos escrito estos anales según nuestro conocimiento, en los caracteres que entre nosotros se llaman egipcio reformado; y los hemos transmitido y alterado conforme a nuestra manera de hablar” (Mormón 9:32, énfasis añadido). Moroni continuó diciendo que “si nuestras planchas hubiesen sido suficientemente amplias, [los nefitas que guardaban los registros] habríamos escrito en hebreo; pero también hemos alterado el hebreo; y si hubiésemos podido escribir en hebreo, he aquí, no habríais tenido ninguna imperfección en nuestros anales”. Esto se acentuó con el comentario de que “por motivo de que ningún otro pueblo conoce nuestra lengua, por lo tanto, [el Señor] ha preparado los medios para su interpretación”, esto significa que hace referencia a los intérpretes nefitas que Moroni depositó con las planchas (Mormón 9:32–34; véase también Mosíah 8:13,19; Alma 37:21; Éter 4:5).

Mil años antes del tiempo de Moroni, Nefi hizo referencia al egipcio, pero en un sentido diferente. Al principio de 1 Nefi, él dijo que estaba escribiendo su registro en “el lenguaje de [su] padre [Lehi], que se compone de la ciencia de los judíos y el idioma de los egipcios” (1 Nefi 1:2, énfasis añadido). Cualquier caracter que Nefi hubiera utilizado alrededor de 550 años antes de Cristo, no se debe confundir con el “egipcio reformado” del que habla Moroni.1 Los “caracteres” llamados “egipcio reformado” por Moroni fueron evidentemente utilizados para registrar el compendio de las llamadas “planchas mayores” de Nefi (1 Nefi 9)2 y del registro jaredita en las veinticuatro planchas de oro, es decir, los registros compendiados por Mormón y su hijo Moroni en el nuevo mundo del siglo IV d. C. que incluyen los libros de Lehi, Mosíah, Alma, Helamán, 3 Nefi, 4 Nefi, Mormón, Éter y Moroni. (También parece probable que Palabras de Mormón fuera escrito con estos mismos caracteres).

Es importante señalar que “Moroni explícitamente dijo que el término egipcio reformado se refiere a los caracteres [utilizados para registrar el Libro de Mormón] en lugar del idioma [hablado por los nefitas]”.3 Además, Moroni parece haber indicado que el nombre “egipcio reformado” se estaba utilizando específicamente en su cohorte de historiadores nefitas. En otras palabras, egipcio reformado parece haber sido una técnica de escritura utilizada específicamente para describir el tipo de escritura utilizada para grabar las planchas de Mormón, no necesariamente el nombre de un idioma ampliamente hablado o una escritura antigua.4

Ejemplos de jeroglíficos, caracteres hieráticos y demóticos
Ejemplos de jeroglíficos, caracteres hieráticos y demóticos

Los nefitas, por supuesto, pudieron haber adoptado mucho o parte de uno o más idiomas indígenas del nuevo mundo como el idioma que a diario hablaban no mucho después de que se encontraran con un panorama cultural más amplio de la antigua América.5 En cualquier caso, el egipcio reformado que utilizó Mormón y Moroni en el siglo IV d. C. habría sido comparado con varios escritos, literatura, liturgia o idioma religioso que incluso ahora en día se estudian y se utilizan en algunos panoramas académicos y tradicionales pero que no son activamente utilizados en una comunicación oral diaria como el eslovaco antiguo de la iglesia, eslavo, copto, hebreo bíblico, siriaco, pali, sánscrito, avéstico y latín.6

Pero ¿Por qué Mormón y Moroni no habían escrito utilizando caracteres hebreos? Moroni explicó que “si nuestras planchas hubiesen sido suficientemente amplias, habríamos escrito en hebreo”. Sin embargo, su hebreo “también [había sido] alterado”. Si él había podido escribir en buen hebreo, Moroni estaba confiando de que los lectores modernos “no [habrían] tenido ninguna imperfección en [sus] anales” (Mormón 9:33). Con respecto a los cambios en los caracteres hebreos con el paso de los siglos, el hebreo de hecho se desarrolló en forma durante el primer milenio a. C.7 Con respecto a lo abreviado, el hebreo es una escritura alfabética, lo cual significa que cada palabra debe ser pronunciada letra por letra (en este caso solamente las consonantes sin vocales) para transmitir su sonido y significado.8 El egipcio, por otro lado, contiene alfabetos (fonogramas o señales de sonidos) así como también caracteres logográficos (ideogramas o sentido sígnico), es decir, caracteres con significado que pueden representar una palabra, frase o idea.9

Adicionalmente, los caracteres egipcios como el hierático y especialmente el demótico pueden ser escritos de una manera corta o abreviada.10 Esto significa que varias formas del egipcio pueden ser escritas posiblemente de manera más compacta que el hebreo, pero a expensas de claridad y exactitud.11 Esto tal vez explica por qué escribas del Libro de Mormón—preocupados por el espacio limitado de las planchas—escogieron el egipcio como su escritura preferida sobre el hebreo, a pesar de la dificultad que esto creaba para ellos al escribirlo.12

Papiro Amherst 63. Imagen a través de Biblical Archaeology Society
Papiro Amherst 63. Imagen a través de Biblical Archaeology Society

El que los caracteres egipcios hayan sido “reformados” o “alterados” por generaciones de escribas nefitas “conforme a [su] manera de hablar” no es del todo inusual (Mormón 9:32). Los idiomas y escrituras inevitablemente se transforman con el paso del tiempo para acomodarse a las necesidades de aquellos que lo hablan, leen y escriben. Esto incluye el egipcio antiguo y, aparentemente, la forma en que los nefitas utilizaban el egipcio.13

Más allá de los muchos caracteres preservados por el llamado documento “Anthon Transcript” o “Caractors”,14 nunca podremos saber cómo era el egipcio reformado nefita. Sin acceso a las planchas de oro, probablemente nunca sepamos con precisión la manera en que funcionaba escrito.15 Sin embargo, los eruditos han recuperado textos del antiguo Cercano Oriente que tal vez ofrecen ejemplos comparables del “egipcio reformado”.16

El más atractivo de estos, es el texto conocido ahora en día como el Papiro Amherst 63. Descubierto en la isla de Elefantina al sur de Egipto a finales del siglo XIX, este papiro, el cual se remonta a los tiempos de Lehi por cuatro siglos, “contiene tres salmos que se originaron en el reino de Israel antes de la caída de Samaria (722 BCE)”. Lo que hace que este texto sea tan notable es que “el escriba del rollo utilizó caracteres egipcios demóticos para escribir los textos en el idioma arameo”, un idioma semítico relacionado con el hebreo.17 Esto se compara a lo que se representa en el Libro de Mormón: caracteres egipcios modificados siendo utilizados para registrar textos israelitas.18

El porqué

Pintura de los intérpretes nefitas por Anthony Sweat. Utilizado con permiso
Pintura de los intérpretes nefitas por Anthony Sweat. Utilizado con permiso

Los factores complicados descritos anteriormente revelan varios puntos. Primero, estos detalles nos ayudan a entender por qué los autores del Libro de Mormón se habrían sentido cohibidos por las limitaciones y fallas en su propia habilidad para escribir. Esto es especialmente evidente con Moroni, quien imploró a sus lectores que no “condene[n el registro] por las imperfecciones que haya en” él (Mormón 8:12; cf. Mormón 9:31,33; Éter 12:23–24). Las dificultades para escribir una obra literaria histórica extensa y compleja sobre planchas de metal en pequeños caracteres con una escritura altamente abreviada y alterada que probablemente no refleja el idioma común, seguramente hizo que la composición del Libro de Mormón no fuera una tarea fácil para los profetas nefitas, quienes francamente admitieron que “si hay faltas [en el registro], estas son equivocaciones de los hombres” (Portada del Libro de Mormón).

Más adelante estas dificultades explican por qué los “intérpretes” nefitas (más tarde llamados el “urim y tumim”) fueron preparados por el Señor para que se utilizaran al traducir el Libro de Mormón “por el don y el poder de Dios” en los últimos días.19 Tal como Moroni lo reconoció, “ningún otro pueblo conoce nuestra lengua”, es decir, los caracteres del egipcio reformado utilizados para registrar la historia de los nefitas (Mormón 9:34). Probablemente esta fue una consecuencia de siglos de evolución lingüística, alteraciones de los escribas y la destrucción deliberada de las fuentes de escritura nefita (Enós 1:13–14; Mormón 6:6).20 Además de esto, la realidad es que los eruditos apenas comenzaron a descifrar el egipcio en la década de 1820 cuando el Libro de Mormón salió a la luz, y de inmediato vemos por qué eran necesarios instrumentos especiales divinamente preparados para permitir al joven e inculto José Smith que tradujera el Libro de Mormón.21

Si bien hay muchas preguntas sin responder acerca de la naturaleza del egipcio reformado nefita, existe suficiente evidencia que sobrevive para armar una idea creíble de lo que fue, cómo funcionaba y por qué los historiadores nefitas escogieron utilizarlo como una escritura para registrar el Libro de Mormón. Sin embargo, más importante que batallar en analizar los detalles desconocidos (e incognoscibles) acerca del egipcio reformado, Moroni nos anima y exhorta como sus lectores a disfrutar de las preciosas palabras de Cristo preservadas en el Libro de Mormón por los profetas antiguos y llevado al mundo por uno moderno.

 

Este KnoWhy fue posible gracias al generoso apoyo de la Fundación Duane y Marci Shaw.

Otras lecturas

Bruce E. Dale, “How Big A Book? Estimating the Total Surface Area of the Book of Mormon Plates”, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 25 (2017): 261–268.

William J. Hamblin, “Reformed Egyptian”, FARMS Review 19, no. 1 (2007): 31–35.

Janne M. Sjodahl, “The Book of Mormon Plates”, Journal of Book of Mormon Studies 10, no. 1 (2001): 22–24, 79.

John Gee, “Epigraphic Considerations on Janne Sjodahl’s Experiment with Nephite Writing”, Journal of Book of Mormon Studies 10, no. 1 (2001): 25, 79.

John A. Tvedtnes, “Reformed Egyptian”, en The Most Correct Book: Insights from a Book of Mormon Scholar (Salt Lake City, UT; Cornerstone Publishing, 1999), 22–24.

John A. Tvedtnes y Stephen D. Ricks, “Jewish and Other Semitic Texts Written in Egyptian Characters”, Journal of Book of Mormon Studies 5, no. 2 (1996): 156–163.

John Gee, “Two Notes on Egyptian Script”, Journal of Book of Mormon Studies 5, no. 1 (1996): 162–176.

Brian D. Stubbs, “Book of Mormon Language”, Encyclopedia of Mormonism, ed. Daniel H. Ludlow (New York, NY: Macmillan, 1992), 1:179–181.

 

1. Sobre la escritura de Nefi en egipcio, véase “¿Los antiguos israelitas escribieron en egipcio?” KnoWhy  4 (28 de diciembre de 2016).
2. Las llamadas “planchas mayores” de Nefi nunca son llamadas así por el mismo Nefi. Mas bien, Nefi habla simplemente de dos juegos de planchas: una que contenía “la historia completa de [su] pueblo” que incluía “la historia del reinado de los reyes, y las guerras y contiendas de[l] pueblo [de Nefi]” las cuales ahora son llamadas “las planchas mayores” por contener una narrativa amplia sobre Nefi, su familia y sus descendientes (1 Nefi 9:2,4). Estas planchas fueron las que compendió Mormón en el siglo IV d. C. Sin embargo, Nefi también habló de “otras planchas” o “estas planchas” las cuales inmediatamente él estaba escribiendo en 1 Nefi 9 y hoy son llamadas las “planchas menores”. Estas “otras planchas” o “planchas menores” fueron escritas “para el objeto especial de que se grabase una relación del ministerio de [su] pueblo” (v.3) y son aquellas que contienen los libros de 1 Nefi a Omni. Véase Grant Hardy y Robert E. Parsons, “Book of Mormon Plates and Records”, en Encyclopedia of Mormonism, ed. Daniel H. Ludlow (New York, NY: Macmillan, 1992), 1:195–201, esp. 199–200.
3. John Gee, “Two Notes on Egyptian Script”, Journal of Book of Mormon Studies 5, no. 1 (1996): 162n1.
4. Esto es consistente con las palabras de Mosíah 1:2 donde Benjamín dice que había hecho que sus hijos fueran “instruidos en todo el idioma de sus padres”, y que él mismo les enseñó concerniente a lo que estaba “[grabado] sobre las planchas de bronce”, sin decir nada acerca de los caracteres de las planchas. Véase William J. Hamblin, “Reformed Egyptian”, FARMS Review 19, no. 1 (2007): 31; John Gee, “La Trahison des Clercs: On the Language and Translation of the Book of Mormon”, Review of Books on the Book of Mormon 6, no. 1 (1994): 79–82, 94–99.
5. Brant A. Gardner, Traditions of the Fathers: The Book of Mormon as History (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2015), 151–154, 220–223, 292, 339n41. Para conocer diferentes puntos de vista, véase Brian D. Stubbs, “Book of Mormon Language”, Encyclopedia of Mormonism, ed. Daniel H. Ludlow (New York, NY: Macmillan, 1992), 1:179–181; John L. Sorenson, Mormon’s Codex: An Ancient American Book (Provo, UT: Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship; Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2013), 173–183.
6. Esto, en cambio, debe mitigar preocupaciones que algunos tienen de que el “egipcio reformado” no es reconocido como una categoría lingüística propia por los modernos egiptólogos, dado que el nombre fue peculiar para los muchos escribas nefitas que lo utilizaron; “pudieron haber sido el único pueblo en utilizar esa frase descriptiva”. Hamblin, “Reformed Egyptian”, 31–32. De hecho, no es fuera de lo común que el nombre de una escritura o idioma, utilizado por una cultura específica o subcultura, sea llamado de otra manera por los extranjeros. Los antiguos egipcios, por ejemplo, no llamaron a sus propios caracteres “jeroglíficos”, sino mdw nṯr (“palabras de dios”, “palabras divinas”). Los antiguos griegos fueron los que llamaron a los caracteres que encontraron en Egipto jeroglíficos, que significa “escritura sagrada”. Lo mismo ocurre para los caracteres que los egiptólogos de hoy llaman demótico (del griego que significa “popular” o “del pueblo”)—o anteriormente “Enchorial Egyptian” (del griego que significa “de la ciudad, rural”)—pero que los mismos antiguos egipcios llamaron sẖȝ šˁ.t (“idioma de las letras”). De la misma manera, la palabra “cuneiforme” (del latín “forma de cuña”) es una invención moderna utilizada por los eruditos para describir la escritura utilizada en la antigua Mesopotamia debido a la apariencia general de los caracteres. Ninguna de las culturas antiguas que utilizaron caracteres cuneiformes (incluyendo sumerios, acadios, babilonios, elamitas, hititas y asirios) fueron llamados de esta manera.
7. “North-West Semitics”, “Cursive Script”, y “Square Script” bajo “Alphabet, Hebrew”, en Encyclopaedia Judaica, ed. Fred Skolnik, 2nd ed. (Farmington Hills, MI: Macmillan Reference; Jerusalem: Keter Publishing House, 2007), 1:689–718.
8. Thomas O. Lambdin, Introduction to Biblical Hebrew (New York, NY: Scribner’s, 1971), xxi–xxii.
9. Alan Gardiner, Egyptian Grammar, 3rd ed. (Oxford: Griffith Institute, 1957), §6; James E. Hoch, Middle Egyptian Grammar, SSEA Publication XV (Mississauga: Benben Publications, 1997), §4.
10. Véase Hoch, Middle Egyptian Grammar, §3, quien describe el demótico como una derivación “más abreviada” de los caracteres hieráticos, o Janet H. Johnson, Thus Wrote ˁOnchsheshonqy: An Introductory Grammar of Demotic, 3rd ed. (Chicago, IL: Oriental Institute, 2000), §§3–4, quien describe al demótico como “un desarrollo abreviado del hierático” que se destaca por sus muchas “ligaduras de dos o más” signos; o James P. Allen, Middle Egyptian: An Introduction to the Language and Culture of Hieroglyphs, 3rd ed. (Cambridge: Cambridge University Press, 2014), §1.10, quien describe al demótico como una escritura “más cursiva y abreviada”.
11. Tal como el egiptólogo Joachim Friederich Quack señaló, “la escritura curvisa [egipcia] hace más difícil reconocer los signos” cuando se leen. Debido a que el demótico a menudo es tan abreviado y cursivo, “es normalmente considerado como una escritura muy difícil, casi ilegible. Incluso dentro de la egiptología, es un nicho para pocos afortunados”, y requiere capacitación especial para leer y traducir. Joachim Friederich Quack, “Difficult Hieroglyphs and Unreadable Demotic? How the Ancient Egyptians Dealt with the Complexities of Their Script”, en The Idea of Writing: Play and Complexity, ed. Alex de Voogt y Irving Finkel (Leiden: Brill, 2010), 239, 244.
12. Véase Jacob 3:13; Jacob 4:1–3; Mormón 8:5; Mormón 9:33; Éter 12:23–24. Sobre el espacio físico que se necesitaba para grabar el Libro de Mormón. Véase Janne M. Sjodahl, “The Book of Mormon Plates”, Journal of Book of Mormon Studies 10, no. 1 (2001): 22–24, 79; John Gee, “Epigraphic Considerations on Janne Sjodahl’s Experiment with Nephite Writing”, Journal of Book of Mormon Studies 10, no. 1 (2001): 25, 79; Bruce E. Dale, “How Big A Book? Estimating the Total Surface Area of the Book of Mormon Plates”, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 25 (2017): 261–268.
13. Gardiner, Egyptian Grammar, §7; Antonio Loprieno, Ancient Egyptian: A Linguistic Introduction (Cambridge: Cambridge University Press, 1995), §2.4; Hoch, Middle Egyptian Grammar, §§2–3; Johnson, Thus Wrote ˁOnchsheshonqy, §1; Friederich Junge, Late Egyptian Grammar: An Introduction, trans. David Warburton, 2nd ed. (Oxford: Griffith Institute, 2005), §0.2.2; Allen, Middle Egyptian, §§1.8–1.11; The Ancient Egyptian Language: An Historical Study (Cambridge: Cambridge University Press, 2013), §§1.2–1.4.
14. Sobre esto, véase Stanley B. Kimball, “The Anthon Transcript: People, Primary Sources, and Problems”, BYU Studies 10, no. 3 (1970): 325–352; Michael Hubbard MacKay, Gerrit J. Dirkmaat y Robin Scott Jensen, “The ‘Caractors’ Document: New Light on an Early Transcription of the Book of Mormon Characters”, Mormon Historical Studies 14, no. 1 (2013): 131–152.
15. Para conocer varios puntos de vista, véase las fuentes citadas y discutidas en John A. Tvedtnes y Stephen D. Ricks, “Jewish and Other Semitic Texts Written in Egyptian Characters”, Journal of Book of Mormon Studies 5, no. 2 (1996): 156–157n1–3; véase también Gee, “La Trahison des Clercs”, 79–82, 94–99.
16. Véase Tvedtnes and Ricks, “Jewish and Other Semitic Texts Written in Egyptian Characters”, 156–163; John A. Tvedtnes, “Reformed Egyptian”, en The Most Correct Book: Insights from a Book of Mormon Scholar (Salt Lake City, UT; Cornerstone Publishing, 1999), 22–24; Hamblin, “Reformed Egyptian”, 32–35.
17. Karel van der Toorn, “Three Israelite Psalms in an Ancient Egyptian Papyrus”, The Ancient Near East Today 6, no. 5 de mayo 2018, en línea en www.asor.org. Véase further Karel van der Toorn, “Egyptian Papyrus Sheds New Light on Jewish History”, Biblical Archaeology Review 44, no. 4 (julio/agosto 2018): 32–39, 66, 68, en línea en www.members.bib-arch.org.
18. Hamblin, “Reformed Egyptian”, 34.
19. Para conocer más sobre la traducción del Libro de Mormón, véase “¿Por qué se usó una piedra como ayuda para traducir el Libro de Mormón?” KnoWhy  145 (26 de junio de 2017); “¿Los instrumentos de traducción de José Smith fueron como el Urim y Tumim israelita?” KnoWhy 417 (29 de agosto de 2018).
20. Curiosamente, la fallecida Linda Shele, una de las eruditas preeminentes del último siglo, observó que probablemente había muchos sistemas de escritura en la antigua Mesoamérica que simplemente no han sobrevivido. “Stone Slab in Mexico Reveals Ancient Writing System”, New York Times, 8 de marzo de 1988, C4. Tal vez el “egipcio reformado” fue uno de esos sistemas que no sobrevivieron junto con los nefitas y solo se conservó en las planchas de oro.
21. El mismo profeta reconoció el significado de esto. “El hecho es que por el poder de Dios yo traduje el Libro de Mormón de jeroglíficos, cuyo conocimiento estaba perdido para el mundo; en un maravilloso evento en el cual estuve solo, un joven inculto, para combatir la sabiduría mundana y la ignorancia multiplicada por dieciocho siglos”. Joseph Smith to James Arlington Bennet, 13 November 1843, gramática y puntuación estandarizada, en línea en www.josephsmithpapers.org. Véase además “¿Por qué surgió el Libro de Mormón como un milagro?” KnoWhy  273 (19 de diciembre de 2017).

Traducido por Central del Libro de Mormón