Los capítulos iniciales del Libro de Mormón contienen un relato de un sueño o visión del árbol de la vida otorgado al profeta Lehi (1 Nefi 8). Esta visión contiene muchos elementos que han llegado a ser muy conocidos—casi familiares—entre los lectores miembros de la iglesia: un desierto obscuro y lúgubre (v. 4), un ángel de guía (v. 5), un campo grande y espacioso (v. 9), el árbol de la vida con un fruto blanco (v. 10), un río con agua (v. 13), una barra de hierro (v. 19), un camino estrecho y angosto (v. 20), un vapor de tinieblas (v. 23) y un edificio grande y espacioso (v. 26). La visión del árbol de la vida ha llegado a ser icónico por su simbolismo poderoso y su doctrina profunda.
De manera sorprendente, muchos de estos elementos se mencionan que fueron presenciados por José Smith padre, en un sueño o visión que él tuvo muchos años antes de que saliera a luz el Libro de Mormón. Como lo señala la esposa de José, padre, Lucy Mack Smith, el patriarca de la familia Smith comenzó a experimentar sueños peculiares desde el año de 1811. Durante este tiempo, de acuerdo con Lucy, el señor Smith, al igual que su hijo José algunos años después, “llegó a estar muy inquieto por el tema de la religión, sin embargo, él no se uniría a ningún sistema de fe en particular”.1
Sin comprometerse a alguna denominación religiosa, José padre buscó el verdadero evangelio de Jesucristo por su cuenta. Lucy recuerda profundamente a su esposo “contemplando la confusión y discordia que reinaba en el mundo religioso” durante ese tiempo.2 Como se conserva en la memoria de Lucy, José Smith padre, recibió la siguiente visión durante su periodo de búsqueda y dudas religiosas:
“Pensé … que viajaba en un campo desolado abierto, que parecía ser muy desértico; y mientras viajaba de esta manera, la idea de repente me vino a la mente que había de parar mejor y reflexionar sobre lo que estaba haciendo, antes de ir más lejos. Entonces me pregunté, ¿qué motivo puedo tener al viajar aquí, y qué lugar puede ser este? Mi guía, que estaba a mi lado, dijo: ‘Este es el mundo desolado, pero siga viajando’. El camino era tan amplio y desértico que me preguntaba por qué tenía que viajar por él, porque, dije, “ancho es el camino, y espaciosa es la puerta que conduce a la muerte, y muchos son los que por ella entran, pero angosto es el camino, y estrecha es la puerta que conduce a la vida eterna, y pocos son los que entran por ella”. Viajé una corta distancia más, llegué a un camino estrecho. Entré en él, y cuando había viajado una poca distancia hacia adelante, vi un hermoso arroyo de agua, que corría desde el este hacia el oeste. De este arroyo, no podía ver ni la fuente ni tampoco la desembocadura, pero hasta donde podían ver mis ojos, pude ver una cuerda a lo largo de la orilla, de la altura de un hombre; y más allá de donde estaba yo, había un valle bajo pero muy agradable, en el que había un árbol como yo nunca había visto antes. Era extremadamente hermoso, tanto que lo miré con asombro y admiración. Sus hermosas ramas se extendían, de alguna manera, en forma de un paraguas y cargaba un tipo de fruta, en forma muy similar a una avellana y era tan blanca o más blanca que la nieve.
“Contemplé la fruta con considerable interés—en ese momento las avellanas comenzaron a abrirse y arrojar sus partículas o la fruta que contenían, las cuales eran de una blancura deslumbrante. Me acerqué y comencé a comerla y me pareció deliciosa más allá de su descripción; y, mientras la comía, dije en mi corazón, no puedo comerla solo, debo de traer a mi esposa y a mis hijos, para que puedan participar de ella conmigo. En consecuencia, fui y traje a mi familia que consistía en mi esposa y siete hijos, y todos comenzamos a comer y a alabar a Dios por sus bendiciones. Estábamos sumamente felices, a tal punto que nuestro gozo no podía expresarse fácilmente. Mientras estábamos ocupados de esta manera, contemplé un edificio espacioso, parado al lado opuesto de donde estábamos, y dicho edificio parecía alcanzar los mismos cielos. Tenía muchas puertas y ventanas y todas ellas estaban llenas de personas que estaban finamente vestidas. Cuando estas personas nos observaron en la parte baja del valle, bajo el árbol, nos señalaron con el dedo de escarnio; y nos trataron con toda falta de respeto y desprecio. Pero su desprecio no lo tomamos en cuenta en absoluto. Pronto me dirigí a mi guía y le pregunté por el significado del fruto. Me dijo que es el amor puro de Dios que derrama en los corazones de todos aquellos que lo aman y guardan sus mandamientos. Luego él mandó que fuera y trajera al resto de mis hijos. Le dije que todos estábamos aquí. ‘No’, él respondió, ‘mira más allá. Tienes dos más y debes de traerlos también’. Por lo que levanté mis ojos y vi a dos niños pequeños, parados a cierta distancia. Inmediatamente fui a ellos y los traje al árbol y ellos comenzaron a comer con el resto, y todos nos regocijamos juntos. Entre más comíamos, parecía que deseábamos más, hasta que nos arrodillamos y lo recogimos, comiéndolo con las manos llenas.
“Después de deleitarnos de esta manera por poco tiempo, pregunté a mi guía cuál era el significado del espacioso edificio que yo vi. Él respondió: ‘Es Babilonia, es Babilonia, y debe caer. Las personas en las puertas y ventanas son sus habitantes, quienes se burlan y desprecian a los santos de Dios por causa de su humildad’. Pronto me desperté, aplaudiendo de gozo”.
Varias similitudes entre las visiones de Lehi y José padre, son inmediatamente reconocibles:
LA VISIÓN DE LEHI SOBRE EL ÁRBOL DE LA VIDA (LIBRO DE MORMÓN DE 1830) | JOSÉ SMITH PADRE, VISIÓN DE 1811 (HISTORIA DE LUCY SMITH, 1845) |
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“un campo grande y espacioso” | “un campo desolado abierto” |
“Vi a un hombre. . . el cual llegó y se puso delante de mí “ | “Mi guía que estaba a mi lado” |
“un sendero estrecho y angosto” | “un camino estrecho” |
“un río de agua” | “un hermoso arroyo de agua” |
“una barra de hierro que se extendía por la orilla del río” | “una cuerda a lo largo de la orilla” |
“un árbol” | “un árbol” |
“su fruto era blanco, y excedía a toda blancura” | “un tipo de fruta… más blanca que la nieve” |
“percibí que era de lo más dulce, superior a todo cuanto yo había probado antes” | “me pareció deliciosa más allá de su descripción” |
“por lo que deseé que participara también de él mi familia” | “mientras la comía, dije en mi corazón, no puedo comerla solo, debo de traer a mi esposa y a mis hijos” |
“[el] fruto era deseable para hacer a uno feliz” | “Estábamos sumamente felices, a tal punto que nuestro gozo no podía expresarse fácilmente” |
“vi del otro lado del río un edificio grande y espacioso que parecía erguirse en el aire, a gran altura de la tierra”. | “contemplé un edificio espacioso, parado al lado opuesto de donde estábamos, y dicho edificio parecía alcanzar los mismos cielos” |
“Y estaba lleno de personas, tanto ancianas como jóvenes, hombres así como mujeres; y la ropa que vestían era excesivamente fina” | “todas ellas estaban llenas de personas que estaban finamente vestidas” |
“se hallaban en actitud de estar burlándose y señalando con el dedo”. | “señalaron con el dedo de escarnio a nosotros; y nos trataron con toda falta de respeto y desprecio” |
“pero no les hicimos caso” | “Pero su desprecio no lo tomamos en cuenta en absoluto” |
Estas similitudes demuestran una clara relación entre el Libro de Mormón y la historia de Lucy sobre los sueños de su esposo. Por motivo de que Lucy recordó que José padre había tenido este sueño en 1811, años antes de la publicación del Libro de Mormón, el punto de vista escéptico por lo general ha sido que José Smith simplemente utilizó estos detalles del sueño de su padre y lo reelaboró en su propio texto.4 Por muchas razones, sin embargo, la opinión escéptica es debatible.
Debido a que “no hay evidencia de que Lucy Mack Smith haya dedicado tiempo para escribir antes de 1845 y por motivo de que el Libro de Mormón fue escrito en 1829”, cuestiones acerca de la dirección de dependencia textual entre estas dos fuentes pueden nacer justificadamente.5 Se podría argumentar fácilmente, y de hecho parece más probable, que el relato de Lucy o las fuentes en las que se basó (se habla más abajo de esto), dependen del texto del Libro de Mormón.
Por ejemplo, el recuento de Lucy sobre el sueño de su esposo incluye este pasaje: “Pronto me dirigí a mi guía y le pregunté por el significado del fruto. Me dijo que era el amor puro de Dios, que es derramado en los corazones de todos aquellos que lo aman y guardan sus mandamientos”.6 Este lenguaje se toma directamente de la propia explicación de Nefi para el significado del árbol de la vida: “[E]s el amor de Dios que se derrama ampliamente en el corazón de los hijos de los hombres” (1 Nefi 11:22, énfasis añadido).7
Un análisis reciente por Sharalyn D. Howcroft indica una historia composicional compleja detrás de las memorias de Lucy que complica aún más las cosas.8 Basado en su investigación, Howcroft concluyó que la historia de Lucy era “una producción más capaz” que la que fue realizada anteriormente, la cual alentaría “a los historiadores a continuar utilizando su historia con cautela”.9 Estas capas descubiertas por Howcroft aparentemente incluían aportaciones y ediciones de escribas por parte de Martha y Howard Coray, quienes fueron escribas de Lucy en la producción de su historia.
En lugar de ser “una obra de autoría singular”,10 como lo han entendido de manera rutinaria los lectores promedio, la historia de Lucy debe ser vista más apropiadamente como “un ejemplo de publicación de escribas que se basa en gran medida en textos preexistentes que desarrollan la amplia vida de la familia Smith”.11 Además de las fuentes identificadas por Howcroft,12 incluyendo una fuente potencial de José padre,13 parece probable, por los ejemplos antes mencionados, que la historia de Lucy tomara del lenguaje del Libro de Mormón y otras escrituras.14 Al conocer esto, dado que no existe una fuente de primera mano para la visión de José padre,15 mucho menos uno que precede a la publicación del Libro de Mormón, “la naturaleza compleja de las posibles influencias en narrar la experiencia del sueño [de José, padre] durante un periodo de tiempo prolongado está más allá de cualquier reconstrucción cierta”.16
Nada de esto quiere decir que Lucy o los Coray estaban mintiendo intencionalmente o engañando en la manera en que contaron la historia de la visión de José, padre. Las prácticas de autoría y editoriales en el siglo XIX no siempre fueron tan rígidas como lo son el día de hoy y los escribas a menudo reformateaban o modificaban el material original que consideraban apropiado para elaborar una historia convincente.17 Por lo tanto, sería injusto juzgar a Lucy o a los Coray basándose en los estándares editoriales modernos. En su lugar, este punto se menciona simplemente para aumentar la conciencia de la alta probabilidad de que la versión del sueño de José padre, que registró Lucy más de treinta años después, fue altamente influenciada por el lenguaje del Libro de Mormón.18
El profeta Joel predijo un tiempo en el que Dios mencionó: “[D]erramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones” (Joel 2:28). Antes de aceptar el evangelio restaurado en 1830,19 José Smith padre, era un “buscador” religioso o uno “que [tomaba] la Biblia y la oración personal en serio, pero que presentía que la cristiandad en general se había alejado de la Biblia”, por lo que buscó las enseñanzas puras de Cristo por sí mismo.20 Él era un hombre de gran fe, pero también escéptico de las denominaciones religiosas de sus días.21
De acuerdo con la profecía de Joel, la fe de José, padre, fue lo suficientemente fuerte que, al igual que su hijo, fue bendecido con sueños y visiones impresionantes.22 No cabe duda que las visiones de José padre, tuvieron una importante función en motivarlo a creer en el testimonio de su hijo José con respecto a la salida a luz del Libro de Mormón y que al final se uniera él mismo a una denominación religiosa al llegar a ser miembro de la iglesia restaurada de Jesucristo.
Los escépticos pueden descartar las similitudes entre los sueños de José padre, y los sueños de Lehi como una evidencia de fraude (una idea que no ha sido contemplada por ningún miembro de la familia Smith). Pero esa no tiene que ser necesariamente la conclusión por defecto. Cualquiera sea la función que el Libro de Mormón probablemente haya tenido en darle forma al recuerdo de Lucy Smith sobre el sueño de su esposo (o en darle forma al propio recuerdo de José padre, sobre el sueño tal como lo conservó Lucy), no hay nada que evite que Dios otorgue visiones similares a hombres y mujeres espiritualmente inquisitivos de cualquier tiempo o lugar.23
Hablando de dones espirituales, incluyendo los dones de revelación y de profecía, el profeta Moroni exhortó a sus lectores a que recuerden “que él es el mismo ayer, hoy y para siempre, y que todos estos dones de que he hablado, que son espirituales, jamás cesarán, mientras permanezca el mundo” (Moroni 10:19).
Richard Lloyd Anderson, “Joseph Smith’s Home Environment“, Ensign, julio de 1971, en línea en lds.org.
Donald L. Enders, “Los fieles primeros creyentes“, Liahona, febrero de 2001, en línea en lds.org.
“La influencia de Joseph Smith’s New England Heritage“, en La Historia de la Iglesia en el Cumplimiento de los Tiempos (Salt Lake City, UT: The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, 2003), 15–30.
Book of Mormon Central en Español, “¿Cómo ayudó el Libro de Mormón a los primeros santos a entender los dones espirituales?” KnoWhy 299 (Enero 26, 2018).
Sharalyn D. Howcroft, “A Textual and Archival Reexamination of Lucy Mack Smith’s History”, en Foundational Texts of Mormonism: Examining Major Early Sources, ed. Mark Ashurst-McGee, Robin Jensen y Sharalyn D. Howcroft (New York, NY: Oxford University Press, 2018), 298–335.
1. Lucy Mack Smith, History, 1845, 52, en línea en josephsmithpapers.org.
2. Lucy Mack Smith, History, 52.
3. Lucy Mack Smith, Historia, 53–55
4. Fawn M. Brodie, No Man Knows My History: The Life of Joseph Smith, 2nd rev. ed. (New York, NY: Knopf, 1971), 58; Dan Vogel, Joseph Smith: The Making of a Prophet (Salt Lake City, UT: Signature Books, 2004), 14–15, 131, 395.
5. C. Wilfred Griggs, “The Book of Mormon as an Ancient Book”, en Book of Mormon Authorship: New Light on Ancient Origins, ed. Noel B. Reynolds (Provo, UT: FARMS, 1982), 95n4.
6. Lucy Mack Smith, History, 54–55, énfasis añadido.
7. Véase The Book of Mormon: An Account Written by the Hand of Mormon, upon Plates Taken from the Plates of Nephi (Palmyra, NY: Joseph Smith Jr., 1830), 25, en línea en josephsmithpapers.org.
8. Sharalyn D. Howcroft, “A Textual and Archival Reexamination of Lucy Mack Smith’s History”, en Foundational Texts of Mormonism: Examining Major Early Sources, ed. Mark Ashurst-McGee, Robin Jensen y Sharalyn D. Howcroft (New York, NY: Oxford University Press, 2018), 298–335.
9. Howcroft, “A Textual and Archival Reexamination of Lucy Mack Smith’s History”, 299.
10. Howcroft, “A Textual and Archival Reexamination”, 323.
11. Howcroft, “A Textual and Archival Reexamination”, 325, énfasis añadido.
12. Howcroft, “A Textual and Archival Reexamination”, 307–315.
13. Howcroft, “A Textual and Archival Reexamination”, 324–325, ha señalado que “el uso dominante del punto de vista en primera persona en [el relato de la visión de José padre] sugiere que “no fue dictado por Lucy, sino que viene de los primeros manuscritos escritos por José Smith padre, antes de su muerte en 1840”.
14. Véase también Lucy Mack Smith, History, 14 (Mateo 6:20), 70 (Salmos 136:1), 142 (Lucas 18:4); Lucy Mack Smith, History, 1844–1845, página [2], bk. 14 (=Eclesiastés 12:7; Mateo 6:23), en línea en https://www.josephsmithpapers.org. Estas y muchas otras citas bíblicas y alusiones adicionales han sido identificadas en toda la historia de Lucy por Lavina Fielding Anderson, ed., Lucy’s Book: Critical Edition of Lucy Mack Smith’s Family Memoir (Salt Lake City, UT: Signature Books, 2001), por todo el libro.
15. Una descripción de la visión de José padre, con las claras similitudes a la visión de Lehi no está exenta en cualquiera de las primeras fuentes de Coray, siendo preservada en el manuscrito que conocemos hoy en día como Fair Copy 2. Howcroft, “A Textual and Archival Reexamination”, 312, n. 50.
16. Griggs, “The Book of Mormon as an Ancient Book”, 95, n. 4.
17. Howcroft, “A Textual and Archival Reexamination”, 326. Esto también es evidente en mucha de la historia publicada de José Smith. Véase la discusión en Dean C. Jessee, “The Writing of Joseph Smith’s History“, BYU Studies 11, no. 4 (1971): 439–473; “The Reliability of Joseph Smith’s History”, Journal of Mormon History 3 (1976): 23–46.
18. Véase Blake T. Ostler, “The Book of Mormon as a Modern Expansion of an Ancient Source“, Dialogue: A Journal of Mormon Thought 20, no. 1 (primavera de 1987): 71.
19. José Smith padre, fue bautizado por Oliver Cowdery en la Iglesia de Cristo recién organizada el 6 de abril de 1830. Véase “Smith, Joseph, Sr”., en línea en josephsmithpapers.org.
20. Donald L. Enders, “Los fieles primeros creyentes“, Liahona, febrero de 2001, 52; Richard L. Anderson, Joseph Smith’s New England Heritage, rev. ed. (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Press, 2003), 141–142.
21. “Joseph, padre, tenía hambre de la verdad, pero pensaba que era preferible no asistir a ninguna iglesia antes que asistir a la denominación incorrecta. Siguiendo el consejo de su padre, José padre, buscaba en las Escrituras, oraba fervientemente y creía que Jesucristo había venido para salvar al mundo. Sin embargo, no podía conciliar lo que pensaba que era verdadero con la confusión y discordia que veía en las iglesias a su alrededor”. Véase “Pedir con fe“, en Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días, en línea en history.lds.org.
22. Lucy relató al menos siete visiones que su esposo tuvo aproximadamente durante los años de 1811 a 1819. Howcroft, “A Textual and Archival Reexamination”, 312; A. Gary Anderson, “Smith, Joseph Sr“., en Encyclopedia of Mormonism, 4 vols. ed. Daniel H. Ludlow (New York, NY: Macmillan, 1992), 3:1348.
23. Las Escrituras contienen muchos relatos de profetas que compartieron experiencias visionarias similares. Por ejemplo, Nefi y Juan vieron la misma visión de los últimos días (1 Nefi 14:18–30). Con respecto a la visión de los hijos de perdición, el Señor declaró: “[S]in embargo, yo, el Señor, lo manifiesto en visión a muchos, pero enseguida lo cierro otra vez” (DyC 76:47). Las teofanías del trono también son a menudo muy similares en los relatos de las Escrituras. Véase Book of Mormon Central en Español, ‟¿Cómo llamaba Dios a profetas en la antigüedad?” KnoWhy 17, (20 de enero de 2017). Al conocer esto, la idea de que el Señor haya mostrado a José padre, algo muy similar a la visión del árbol de la vida del Libro de Mormón no es tan extenso y de hecho podría explicar por qué Lucy volvió a contar la visión de su esposo en el lenguaje del Libro de Mormón de una manera que enfatizaría las similitudes.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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