En 1 Nefi 11–14, Nefi tuvo una visión en donde mensajeros celestiales le mostraron varias cosas que pasarían en el futuro. También le explicaron la visión simbólica de su padre. La visión de Nefi es semejante en muchas maneras a los textos apocalípticos, como el Libro de Daniel y el Libro de Enoc.1 Es aún más similar a los textos del Antiguo Testamento, como Zacarías, que generalmente son considerados como precursores de toda la literatura apocalíptica desarrollada.2 Sin embargo, debido a que esos textos fueron escritos mucho tiempo después de que Lehi y Nefi dejaran Jerusalén, uno podría preguntarse cómo una visión, como la que se encuentra en 1 Nefi, pudo aparecer en el siglo VI a. C. Nueva evidencia de un texto asirio provee una posible explicación de la naturaleza apocalíptica de la visión de Nefi.
Un texto llamado La visión del inframundo de un príncipe asirio, escrito en el idioma acadio, representa a un hombre visionario llamado Kummay, a quien se le mostró una visión del inframundo.3 De acuerdo con Richard J. Clifford, un erudito del apocalipticismo, este texto es de interés “como un precedente para los viajes del cielo y el infierno que son populares en los apocalipsis… posteriores”.4 Este texto es especialmente interesante para los estudios del Libro de Mormón porque datan a principios del siglo VII a. C., poco antes de la época de Lehi.
Este texto es similar a 1 Nefi 11–14. En él, el príncipe asirio Kummay experimentó una visión expansiva.5 De una manera similar, Nefi, quien finalmente llegaría a ser rey, experimentó una visión importante. Tales experiencias elevadoras típicamente validaban las prerrogativas reales.
El príncipe asirio pidió recibir la visión y consecuentemente los dioses le concedieron su deseo.6 De la misma manera, Nefi pidió al Espíritu del Señor si él podía ver lo que su padre había visto y le fue concedido una visión basándose en esta petición (1 Nefi 11:3).
A Kummay se le mostró un rey ideal llamado el pastor exaltado, a quien se le dio la responsabilidad de muchas cosas por el dios del inframundo.7 De la misma manera, a Nefi se le dijo que “hay un Dios y un Pastor sobre toda la tierra” (1 Nefi 13:41), y en su visión el reinado de Cristo fue celebrado (véase v. 37).
Kummay vio objetos simbólicos extraños, al igual que Nefi y el dios Nergal explicó a Kummay algo de lo que él estaba viendo, tal como el Espíritu del Señor lo hizo con Nefi.8
En el texto asirio, el dios Nergal decretó una gran destrucción sobre el pueblo de Kummay: “[P]uede que la angustia, junto con los actos de violencia y rebelión te hagan caer, de modo que, por su clamor opresivo, puede que el sueño no venga a ti”.9 De la misma manera, a Nefi se le dijo que su pueblo experimentaría calamidades e incluso que finalmente serían destruidos (1 Nefi 12:19-20).
Además, se le dijo a Kummay que si él olvidaba a este dios importante, entonces ese dios “emitiría un veredicto de aniquilación” sobre él.10 Esta idea también aparece en el Libro de Mormón (véase 2 Nefi 1:20).
El erudito bíblico Robert Gnuse ha argumentado que algunas partes del Antiguo Testamento, escritas en el reino del norte llamado Israel, muestran signos de influencia asiria. De acuerdo a él, algunos de estos textos datan aproximadamente 100 años antes de Lehi.11 Debido a que Lehi era de la tribu de Manasés, en el reino del norte, estas conexiones tienen sentido. Teniendo esto en cuenta, estas similitudes entre este texto asirio y el Libro de Mormón, sugieren que la visión de Nefi no es un anacronismo ni está fuera de lugar. La visión de Nefi es similar a los textos del antiguo Cercano Oriente que personas como Lehi y Nefi hubieran conocido.
Algún material en el libro de Isaías ayuda en apoyar esta idea. Isaías 24 al 27, es generalmente conocido como el “apocalipsis de Isaías”, y contiene algunas ideas que se pueden encontrar en la literatura apocalíptica posterior. Muchos eruditos bíblicos han asumido que esta parte de Isaías fue escrita muchos años después de que Lehi dejara Jerusalén. Sin embargo, Christopher Hays ha argumentado, basándose en el lenguaje de esos capítulos, que fueron escritos probablemente antes de que Lehi dejara Jerusalén.12 Matthew Scott Stenson ha señalado que Isaías 49:23-26 también es parecido al apocalíptico.13 Esto ayuda a explicar cómo los textos apocalípticos podrían haber aparecido en el Libro de Mormón.
Debido a que La visión del inframundo de un príncipe asirio no fue descubierta hasta 1849, mucho después de que el Libro de Mormón fue publicado, las similitudes entre este antiguo texto asirio y el Libro de Mormón sirve como evidencia para su autenticidad. Debido a este ejemplo históricamente temprano de una experiencia y expresión apocalíptica, no es inapropiado indentificar el registro de Nefi de su visión expansiva en 1 Nefi 11–14 como apocalíptica.
El descubrimiento de este texto asirio también hace otra cosa: nos ayuda a ver en los escritos de Nefi una manera en la que Dios se comunica con Sus hijos. Dios pudo haber respondido la oración de Nefi y haber explicado la visión de Lehi utilizando diferentes formas de revelación y comunicación. Pero por sobre todo, Dios parece haber explicado la visión de Lehi a Nefi de una manera en que Nefi probablemente estaba familiarizado. Debido a textos como La visión del inframundo de un príncipe asirio, Nefi pudo haber estado ya familiarizado con los rudimentos de la tradición apocalíptica primitiva, por lo que cuando experimentó su visión, la manera en que la experimentó pudo haber tenido sentido para él.
Nosotros experimentamos cosas similares en nuestros días.14 Dios nos revela verdades individualmente y a los profetas que nos hablan colectivamente hoy de una manera que nos permite comprender en nuestro propio contexto cultural, tal como lo hizo en los tiempos antiguos. El Señor reveló en los primeros días de esta dispensación del evangelio: “He aquí, soy Dios, y lo he declarado; estos mandamientos son míos, y se dieron a mis siervos en su debilidad, según su manera de hablar, para que alcanzasen entendimiento” (DyC 1:24). Aplicando este principio, el profesor de BYU Mark Wright ha señalado amablemente: “Los santos de los últimos días modernos creen en la revelación continua, colectiva e individual y el contexto cultural continua influenciando la manera en que las manifestaciones divinas son recibidas por personas consolidadas dentro de varias culturas que comprometen a la iglesia mundial”.15
Nicholas J. Frederick, “Mosiah 3 as an Apocalyptic Text“, Religious Educator 15, no. 2 (2014): 40–63.
Matthew Scott Stenson, “Lehi’s Dream and Nephi’s Vision Apocalyptic Revelations in Narrative Context“, BYU Studies Quarterly, 51, no. 4 (2012): 155–179.
Jared M. Halverson, “Lehi’s Dream and Nephi’s Vision as Apocalyptic Literature“, en The Things Which My Father Saw: Approaches to Lehi’s Dream and Nephi’s Vision (2011 Sperry Symposium), ed. Daniel L. Belnap, Gaye Strathearn y Stanley A. Johnson (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y Religious Studies Center, Brigham Young University, 2011), 53–69.
1. Para conocer más sobre temas apocalípticos, véase Christopher Rowland, The Open Heaven: A Study of Apocalyptic in Judaism and Early Christianity (Eugene, OR: Wipf y Stock, 1982), 49–70; Klaus Koch, The Rediscovery of Apocalyptic (Naperville, IL: Allenson, 1970), 28; John J. Collins, “From Prophecy to Apocalypticism: The Expectation of the End”, en The Encyclopedia of Apocalypticism, ed. John J. Collins (Lexington: The Continuum Publishing Company, 1998), 1:145–159.
2. Isaías 24–27, así como también Ezequiel es visto como un precursor apocalíptico. Véase Silviu Bunta, “In Heaven or on Earth: A Misplaced Temple Question About Ezekiel’s Visions”, en With Letters of Light: Studies in the Dead Sea Scrolls, Early Jewish Apocalypticism, Magic, and Mysticism in Honor of Rachel Elior, ed. Daphna V. Arbel y Andrei A. Orlov, Ekstasis: Religious Experience from Antiquity to the Middle Ages, 2 (Berlin: De Gruyter, 2011), 28–44. Algunos han asumido que este material de Isaías fue escrito en la época de Lehi, sin embargo, un análisis lingüístico demuestra que data desde antes del tiempo de Lehi. Véase Christopher Hays, “Hebrew Diachrony and Linguistic Dating in the Book of Isaiah”, presentación dada en la reunión anual de la Sociedad de Literatura Bíblica en el año 2017.
3. Véase Richard J. Clifford, “The Roots of Apocalypticism in Near Eastern Myth”, The Encyclopedia of Apocalypticism, 3 vols., ed. John J. Collins (New York, NY: Continuum Publishing Company, 2000), 1:14–15.
4. Clifford, “The Roots of Apocalypticism”, 1:15.
5. Para conocer más sobre la función de las visiones apocalípticas, véase Rowland, The Open Heaven, 70, así como también John J. Collins, “Toward the Morphology of a Genre”, Semeia 14 (1979): 9.
6. Véase Seth L. Sanders, “The First Tour of Hell: From Neo-Assyrian Propagands to Early Jewish Revelation”, Journal of Ancient Near Eastern Religions 9, no. 2 (2009): 157.
7. Véase Clifford, “The Roots of Apocalypticism”, 1:15.
8. Véase Clifford, “The Roots of Apocalypticism”, 1:15.
9. Alasdair Livingstone, Court Poetry and Literary Miscellanea, State Archives of Assyria 3 (Helsinki, FI: Helsinki University Press, 1989), 74.
10. Livingstone, Court Poetry, 74.
11. Robert Karl Gnuse, The Elohist: A Seventh-Century Theological Tradition (Eugene, OR: Cascade Books, 2017), 63.
12. Véase Christopher Hays, “Hebrew Diachrony and Linguistic Dating in the Book of Isaiah”, SBL Presentation (Boston, MA, 2017).
13. Matthew Scott Stenson, “Lehi’s Dream and Nephi’s Vision Apocalyptic Revelations in Narrative Context“, BYU Studies Quarterly, 51, no. 4 (2012): 155–179.
14. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué el Señor le habla a los hombres ‘de acuerdo con el idioma de ellos’? (2 Nefi 31:3)“, KnoWhy 258, (28 de noviembre de 2017).
15. Mark Alan Wright, “‘According to Their Language, unto Their Understanding’: The Cultural Context of Hierophanies and Theophanies in Latter-day Saint Canon“, Studies in the Bible and Antiquity 3 (2011): 65.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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