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KnoWhy #435

¿El Libro de Mormón menciona a otros pueblos en las Américas?

octubre 1, 2018
KnoWhy #435
"Dawn on the Land of Desolation" (Amanecer sobre la tierra de Desolación) por James Fullmer
"Dawn on the Land of Desolation" (Amanecer sobre la tierra de Desolación) por James Fullmer
“Y ni la centésima parte de los actos de este pueblo, que empezaba ya a ser numeroso, se puede escribir sobre estas planchas”.
Jacob 3:13

El conocimiento

La investigación antropológica moderna nos dice que el nuevo mundo ya estaba muy poblado cuando llegaron los jareditas, lehitas y mulekitas. Esto puede llevar a los lectores a preguntarse por qué nunca se mencionan otras sociedades en el Libro de Mormón. Lo primero a considerar es que en realidad hay bastantes pistas en el texto las cuales sugieren que “otros” pueblos estaban viviendo en las regiones donde estas colonias se asentaron. La siguiente lista resume algunas de estas pistas:1

  1. El reporte del tamaño de las primeras poblaciones nefitas, el registro de sus guerras y su poligamia no sancionada de matrimonios plurales indican que tenían un increíble promedio de población alta.2 Esto sugiere que los extranjeros se mezclaron y añadieron a su población desde un principio.
  2. En el Libro de Jarom, los lectores aprenden que los lamanitas que cazaban y recolectaban se habían vuelto “mucho más numerosos” que los nefitas quienes cultivaban la tierra (Jarom 1:6). Esta situación va en contra de la tendencia histórica la cual indica que las sociedades agrícolas tienen un mayor crecimiento de la población. Esto indica que los extranjeros habían sido necesarios para aumentar la población lamanita de manera desproporcionada.3
  3. Algunos investigadores habían sentido que las declaraciones de Jacob acerca de Sherem, quien “buscó mucho una oportunidad” de hablar con Jacob y quien “tenía un conocimiento perfecto de la lengua del pueblo”, sugiere que Sherem era un extranjero de la sociedad nefita (Jacob 7:3-4).4 Estos es porque tiene poco sentido enfatizar que una persona dentro de una comunidad tenga una buena comprensión de su lengua o que él tuviera que buscar una oportunidad de encontrarse con Jacob.
  4. Por varias razones, la rápida habilidad de los nefitas para cosechar el maíz y criar rebaños y manadas parece improbable a menos que hayan obtenido este conocimiento de los nativos locales.5
  5. El idioma de los mulekitas parece haberse “corrompido” demasiado rápido por la evolución del lenguaje natural. Esto indica que su idioma se había mezclado con otro u otros idiomas de grupos foráneos (Omni 1:17).6
  6. Los términos “nefita” y “lamanita” fueron lo suficientemente amplios como para incluir una variedad de subgrupos étnicos y culturales.7 Además, hay ejemplos de las sociedades del Libro de Mormón que adoptaron el nombre de un grupo anfitrión al unirse a ellos.8
  7. La manera en que la cultura y los nombres jareditas fueron preservados entre los nefitas demuestra como la influencia cultural de un grupo sobre otro no se menciona ni se explica en el texto.9
  8. El uso de ciertos términos o grupo de designaciones, tales como “siervos lamanitas” (Alma 17:26) o “mujeres ismaelitas” (Alma 3:7), sugiere en inglés la existencia de grupos afiliados de extranjeros.10 En inglés, la terminación es “ish” (Lamanitish y Ishmaelitish) la cual significa “como” o “que parece a”. No se refleja el concepto en español. Por lo tanto, en inglés, el texto indica que eran siervos “como” los lamanitas o mujeres “parecidas a” las israelitas y pudieron haber sido extranjeros que fueron adoptados en aquellos grupos. Si la identidad social de los siervos o mujeres era uno de los nombres de los grupos en el Libro de Mormón, entonces podemos esperar una etiqueta directa.
  9. Varias interpretaciones proféticas de Isaías insinúan que los nefitas estaban preocupados por el bienestar espiritual de “otros” pueblos en la tierra.11

 

Estas pistas textuales sugieren que el Libro de Mormón y la historia secular de las Américas están realmente de acuerdo acerca de la presencia de otros pueblos en la tierra. Sin embargo, estas pistas todavía no explican por qué los extranjeros nunca fueron mencionados directamente en el texto. Una posible respuesta se puede encontrar al comparar el Libro de Mormón con otros documentos históricos de la antigua América.

El antropólogo John L. Sorenson ha señalado que las historias antiguas mesoamericanas son similarmente etnocéntricas—lo que significa que, como el Libro de Mormón, se enfocan casi exclusivamente en una sociedad en particular o linaje y que se excluye información política, cultural o religiosa que no es directamente relevante.12 Con este contexto de la antigua América en su lugar, la falta de información en el Libro de Mormón acerca de las sociedades extranjeras es perfectamente entendible e incluso esperado.

El porqué

Estos descubrimientos sugieren que la falta de detalles en el Libro de Mormón acerca de los pueblos y culturas circundantes es una evidencia sutil de su autenticidad histórica. También es consistente con las afirmaciones hechas por varios autores del Libro de Mormón de que no pudieron registrar “ni la centésima parte” de la historia de su pueblo.13

Esto nos dice directamente que muchas cosas más estaban sucediendo en el fondo. Por lo tanto, no debe sorprendernos el descubrir que grandes cantidades de información histórica y cultural, como las descripciones de otras sociedades, están ausentes del texto. Tal como el presidente Anthony W. Ivins de la primera presidencia declaró en 1929: “Debemos tener cuidado en las conclusiones a las que llegamos. El Libro de Mormón… no nos dice que no había nadie aquí antes que ellos. No nos dice que no llegaron personas después”.14

La gran probabilidad de que había otros en la tierra también tiene implicaciones en los estudios del ADN. El ensayo de la iglesia sobre este tema explica:

Cuando una pequeña población se mezcla con una de gran tamaño, las combinaciones de marcadores autosómicos típicos del grupo más pequeño son rápidamente arrolladas o dominadas por las del grupo más grande. Los marcadores del grupo más pequeño pronto llegan a ser poco comunes en la población y pueden extinguirse debido a los efectos de la deriva genética.15

En otras palabras, cuando una colonia pequeña como los jareditas, lehitas o mulekitas se combinan con una población grande, como esperaríamos que se hayan encontrado en la antigua América, entonces el ADN de las colonias migrantes podría haberse perdido para nosotros dentro de pocas generaciones. Por esta y otras razones, “no se puede hacer uso de los estudios del ADN de manera decisiva para afirmar o rechazar la autenticidad histórica del Libro de Mormón”.16

Finalmente, la presencia no mencionada de otros pueblos en primer lugar debe de ayudarnos a recordar por qué el Libro de Mormón fue escrito. Nefi explicó que “no escribo nada sobre planchas a no ser que yo lo considere sagrado” (1 Nefi 19:6).17 Mormón de manera similar declaró que su registro fue escrito para que un remanente de su pueblo conociera “concerniente a vuestros padres, y también las obras maravillosas que se efectuaron entre ellos por el poder de Dios” (Mormón 7:9).18

En esencia, el Libro de Mormón es una historia espiritual y religiosa. Su enfoque es sobre grupos particulares de personas, sus revelaciones sagradas y sus experiencias milagrosas. Nunca pretendió ser un estudio de los nefitas y jareditas o cualquier otro pueblo que haya interactuado con ellos. Su estrecho enfoque espiritual puede ayudarnos a recordar a priorizar de manera similar las cosas espirituales—especialmente la realidad y las enseñanzas de Jesucristo—en nuestras propias vidas.

Como explicó el élder Russell M. Nelson:

Hay escritores que se han concentrado en sus relatos, en su gente o en las breves descripciones de la historia [del Libro de Mormón]. Otros se han interesado en su estructura lingüística o su registro de las armas, la geografía, la vida animal, las técnicas de construcción o los sistemas de pesos y medidas.

Por interesantes que sean esos temas, el estudio del Libro de Mormón es más satisfactorio cuando el lector se concentra en el objetivo principal del libro, que es testificar de Jesucristo. En comparación, todos los otros asuntos son secundarios.19

Otras lecturas

Matthew Roper, “Nephi’s Neighbors: Book of Mormon Peoples and Pre-Columbian Populations“, FARMS Review 15, no. 2 (2003): 91–128.

Brant A. Gardner, “The Other Stuff: Reading the Book of Mormon for Cultural Information“, FARMS Review 13, no. 2 (2001): 29–37.

John L. Sorenson, “When Lehi’s Party Arrived in the Land, Did They Find Others There? Journal of Book of Mormon Studies 1, no. 1 (1992): 1–34.

 

1. Estas pistas textuales son en su mayoría adaptadas y resumidas por John L. Sorenson, “When Lehi’s Party Arrived in the Land, Did They Find Others There?Journal of Book of Mormon Studies 1, no. 1 (1992): 1–34.
2. Véase Sorenson, “When Lehi’s Party Arrived“, 1–4.
3. Véase Sorenson, “When Lehi’s Party Arrived“, 26–32.
4. Véase Sorenson, “When Lehi’s Party Arrived“, 4; A. Keith Thompson, “Who Was Sherem?” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 14 (2015): 1–15; Kevin Christensen, “The Deuteronomist De-Christianizing of the Old Testament“, FARMS Review 16, no. 2 (2004), 86‒88.
5. Véase Sorenson, “When Lehi’s Party Arrived“, 4–6.

6. Véase Sorenson, “When Lehi’s Party Arrived“, 18–19.
7. Véase Sorenson, “When Lehi’s Party Arrived“, 8–17.
8. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Qué enseña el Libro de Mormón sobre las familias? (Mosíah 25:12)“, KnoWhy 382, (21 de junio de 2018); Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué hay siete tribus de Lehi? (Jacob 1:13)“, KnoWhy 319, (26 de febrero de 2018).
9. Véase Sorenson, “When Lehi’s Party Arrived“, 19–21. Véase también Hugh Nibley, Lehi in the Desert/The World of the Jaredites/There Were Jaredites, The Collected Works of Hugh Nibley, Volume 5 (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1988), 242–263.
10. Véase Sorenson, “When Lehi’s Party Arrived“, 31.
11. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Es posible que la interacción con “otros” pueblos influyera en Nefi para seleccionar ciertos capítulos de Isaías? (2 Nefi 24:1)“, KnoWhy 45, (25 de febrero de 2017).
12. Véase John L. Sorenson, Mormon’s Codex: An Ancient American Book (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2013), 104–106.
13. Véase Jacob 3:13; Palabras de Mormón 1:5; Helamán 3:14; 3 Nefi 5:8; 26:6–7; 4 Nefi 1:40–42; Éter 15:33.
14. Anthony W. Ivins, en reporte de conferencia, 15 de abril de 1929, como se cita en “El Libro de Mormón y los estudios de ADN“, Temas del Evangelio, en línea en lds.org.
15.El Libro de Mormón y los estudios de ADN“, en línea en lds.org.
16.El Libro de Mormón y los estudios de ADN“, en línea en lds.org. Véase también, Matthew Roper, “Nephi’s Neighbors: Book of Mormon Peoples and Pre-Columbian Populations“, FairMormon Conference, 2003, en línea en archive.bookofmormoncentral.org; Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué no se ha encontrado el ADN de Lehi? (Introducción)“, KnoWhy 280, (29 de diciembre de 2017).
17. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué todos los autores de las planchas menores siguieron un patrón? (Jacob 7:27)“, KnoWhy74, (1 de abril de 2017).
18. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Cuál fue el propósito de Mormón en escribir el Libro de Mormón? (Mormón 5:14)“, KnoWhy230, (19 de octubre de 2017).
19. Russell M. Nelson, “Un testimonio del Libro de Mormón“, Liahona, noviembre de 1999, en línea en lds.org.

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Referencia a las escrituras

Traducido por Central del Libro de Mormón