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KnoWhy #409

¿Cómo pueden los intérpretes y el pectoral afirmar la realidad de las planchas?

agosto 15, 2018
KnoWhy #409
Réplica hecha por David A. Baird, foto por Daniel Smith
Réplica hecha por David A. Baird, foto por Daniel Smith
“[A]sí que he sellado los intérpretes, de acuerdo con el mandamiento del Señor”.
Éter 4:5

El conocimiento

Algunos podrían no darse cuenta que José Smith obtuvo dos reliquias nefitas, los intérpretes y el pectoral, los cuales fueron enterrados juntos con las planchas de oro que descubrió sobre un cerro cerca de la granja de su familia. Afortunadamente, varios testigos dejaron descripciones detalladas de cómo eran estos artefactos. Estos objetos son dignos de una consideración cuidadosa debido a su realidad tangible e histórica la cual ayuda a confirmar la realidad de las planchas de oro y el registro nefita que fue grabado sobre ellas.

José Smith describió a los intérpretes nefitas (los cuales, con el tiempo, llegaron a conocerse como el Urim y Tumim)1 como “un par de piedras transparentes en el borde de un arco sujeto a un pectoral”.2 Martin Harris dijo que “eran de aproximadamente diez centímetros de diámetro, perfectamente redondas, y cerca de trece a veinte centímetros de espesor en el centro; pero no tan grueso en los bordes donde estaban dentro del arco”. Agregó que eran “blancas, como mármol pulido, con unas rayas grises”.3 John Whitmer las llamó “dos cristales o anteojos”.4 Lucy Mack Smith dijo que se asemejaban a “dos diamantes grandes y brillantes”.5

David Whitmer mencionó que eran “piedras blancas, cada una de las cuales estaban encerradas como lentes, en una especie de cubierta de plata, pero el arco entre las piedras era más pesado y más largo entre las piedras, de lo que usualmente encontramos en los lentes”.6 William Smith explicó además que “un arco de plata corría sobre una piedra, bajo la otra, alrededor de aquella misma y bajo la primera en la forma de una figura de ocho muy parecida a un par de anteojos”.7

The Spectacles (Los Anteojos) por Anthony Sweat
The Spectacles (Los Anteojos) por Anthony Sweat

También se dieron descripciones detalladas del pectoral. Como Lucy explicó:

Era cóncavo de un lado y convexo del otro lado y se extendía desde el cuello hacia abajo hasta el centro del estómago de un hombre de extraordinario tamaño. Tenía cuatro tiras del mismo material con el propósito de sostenerse en el pecho, dos de las cuales se desplazaban hacia los hombros y las otras dos estaban diseñadas para sujetarse en las caderas. Tenían justo el ancho de dos de mis dedos (porque los medí) y tenían hoyos al final para poder sujetarlas.8

Lucy no solo lo vio, sino que también físicamente sostuvo el pectoral. Ella explicó: “Yo… he sostenido en mis manos el pectoral sagrado. Está compuesto de oro puro, y está hecho para ajustarse exactamente en el pecho”.9 En otro registro, ella dijo que tenía “metal reluciente” y estimaba que su valor era de “al menos quinientos dólares”.10

Aparentemente, los intérpretes y el pectoral, incluyendo una vara que podría conectarlos, pertenecían juntos como un conjunto. William Smith explicó:

En un extremo estaba adjuntada una vara la cual se conectaba con el borde exterior del hombro derecho del pectoral. Al presionar la cabeza un poco hacia enfrente, la vara sostenía el Urim y Tumim ante los ojos, como un par de lentes. Se preparó un bolsillo en el pectoral por el lado izquierdo, inmediatamente sobre el corazón. Cuando no se usaban los [intérpretes eran] colocados en esta bolsa, la vara tenía la longitud justa para permitir que fuera depositada.11

El porqué

Golden Plates and other replicas (Planchas de Oro y otras réplicas) por David A. Baird.Imagen a través de Wikimedia Commons
Golden Plates and other replicas (Planchas de Oro y otras réplicas) por David A. Baird. Imagen a través de Wikimedia Commons

Los intérpretes y el pectoral estaban entre los artefactos nefitas que se mostraron a los tres testigos.12 Estos registros adicionales no solo ayudan a confirmar su realidad, sino que también demuestran consistencia concerniente a su apariencia. De manera colectiva, estas declaraciones documentadas proveen una sólida evidencia histórica de que José Smith de hecho poseyó los artefactos antiguos específicos que él afirmaba haber recibido con las planchas.

Algunas personas han sugerido que la experiencia que los tres y ocho testigos tuvieron con las planchas fueron meramente imaginarias.13 Otros han supuesto que José Smith simplemente forjó un juego de planchas falso.14 Los registros de los intérpretes nefitas y el pectoral, sin embargo, hacen que estas teorías, ya tenues, sean aún más difíciles de sostener. Esto se debe a que ellos presentan dos artefactos tangibles más, descritos meticulosamente, artefactos que fueron vistos por personas distintas a los testigos oficiales.

Cuando los detalles descritos de estas reliquias adicionales se suman a los reportes de cerca de dos docenas de personas que tuvieron algún tipo de encuentro sensorial con las planchas de oro,15 una alucinación masiva se convierte en una explicación insostenible.16 Al mismo tiempo, las teorías donde José simplemente forjó un juego de planchas de oro —una proeza ya improbable17— también tienen que explicar dónde obtuvo el tiempo, las habilidades y los recursos para crear un conjunto creíble de intérpretes nefitas, así como también un pectoral impresionante.18

José Smith y el pectoral a través de lds.org
José Smith y el pectoral a través de lds.org

De acuerdo con varios testigos, los intérpretes fueron colocados en bordes de plata los cuales, como William Smith lo describió, estaban doblados haciendo una figura de ocho. Esto sugiere que los intérpretes y el pectoral habrían requerido talento metalúrgico adicional para crearlos. Además, se registró que Lucy Smith creía que el pectoral fue hecho de metales preciosos (en un registro, oro puro) y que era caro.

¿Realmente José Smith tenía los materiales y el conocimiento para crear un artefacto que su madre estimaba que valía por lo menos 500 dólares? Parece que no. Martin Harris, por ejemplo, en una ocasión levantó las planchas mientras estaban en una caja de madera y comentó que eran ya sea de “plomo u oro” y que él sabía que José “no tenía el suficiente crédito para comprar tanto plomo”.19 En otras palabras, los Smith realmente fueron destituidos y solo el peso de las planchas por sí solas ayudaron a convencer a Martin que no fue engañado. De manera similar, Lucy probablemente habría sabido si José tenía o no los materiales, las habilidades o los fondos para producir el pectoral que ella contempló.

Lo que sea que uno elija pensar acerca de estos objetos, parece que los allegados a José Smith creyeron que los tenía. Varias personas describieron en detalle una o ambas cosas, y no hay reportes de estos individuos que negaran sus experiencias. Como se demostró, es históricamente improbable que José hubiera poseído tales objetos peculiares a menos que los encontrara como él lo afirmaba, enterrados en la tierra. Por lo tanto, aunque los intérpretes y el pectoral no prueban nada, el fuerte argumento de su existencia histórica invita a creer en la realidad y el origen divino del Libro de Mormón, el cual fue enterrado junto con ellos.

Otras lecturas

John W. Welch, “The Miraculous Timing of the Translation of the Book of Mormon“, en Opening the Heavens: Accounts of Divine Manifestations, 1820–1844, ed. John W. Welch, 2nd edition (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Press, 2017), 79–228.

Roger Nicholson, “The Spectacles, the Stone, the Hat, and the Book: A Twenty-first Century Believer’s View of the Book of Mormon Translation“, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 5 (2013): 121–190.

Daniel C. Peterson, “Tangible Restoration: The Witnesses and What They Experienced“, presentación de FairMormon, 2006, en línea en fairmormon.org.

 

1. Roger Nicholson, “The Spectacles, the Stone, the Hat, and the Book: A Twenty-first Century Believer’s View of the Book of Mormon Translation“, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 5 (2013): 136–139.
2. John W. Welch, “The Miraculous Timing of the Translation of the Book of Mormon“, en Opening the Heavens: Accounts of Divine Manifestations, 1820–1844, ed. John W. Welch, 2nd edition (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Press, 2017), 138, doc. 28.
3. Welch, “The Miraculous Timing“, 147, doc. 47.
4. Welch, “The Miraculous Timing“, 179, doc. 104. Orson Pratt agregó que eran “claros como el cristal”. Appendix: Orson Pratt, A[n] Interesting Account of Several Remarkable Visions, 1840, p. 13, accedido el 3 de diciembre de 2017, en línea en josephsmithpapers.org. Pomeroy Tucker de igual manera los describió como “dos cristales transparentes”. Welch, “The Miraculous Timing“, 214, doc. 174.
5. Welch, “The Miraculous Timing“, 181, doc. 107.
6. Welch, “The Miraculous Timing“, 163, doc. 81.
7. Welch, “The Miraculous Timing“, 184, doc. 112.
8. Lucy Mack Smith, Biographical Sketches of Joseph Smith the Prophet and His Progenitors for Many Generations (Liverpool, UK: S. W. Richards, 1853), 107.
9. Welch, “The Miraculous Timing“, 181, doc. 107.
10. Smith, Biographical Sketches, 107.
11. J. W. Peterson y W. S. Pender, entrevista de William Smith, 1891, The Rod of Iron 1, no 3 (Febrero 1924): 6–7, como se cita en Michael Hubbard MacKay y Gerrit J. Dirkmaat, From Darkness unto Light: Joseph Smith’s Translation and Publication of the Book of Mormon (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y Religious Studies Center, Brigham Young University, 2015), 89.
12. Una afirmación divina de que los tres testigos pudieron ver estos objetos se encuentra en DyC 17:1. Para una confirmación de que en realidad los sostuvieron cuando vieron al ángel y las planchas, véase History, circa June 1839–circa 1841 [Draft 2], p. 25, n. 79, accedido el 15 de diciembre de 2017, en línea en josephsmithpapers.org: “David Whitmer dijo en varias entrevistas en las décadas de 1870 y 1880 que él vio objetos adicionales en esa ocasión. La mayoría de estos relatos posteriores mencionan las planchas de oro, los intérpretes o el Urim y Tumim, la espada de Labán, los ‘directores’, [la Liahona] y registros adicionales; en algunos, Whitmer también menciona el pectoral”.
13. Para conocer varias respuestas a estas preocupaciones, véase Richard Lloyd Anderson, “Attempts to Redefine the Experience of the Eight Witnesses“, Journal of Book of Mormon Studies 14, no. 1 (2005): 18–31, 125–27; Steven C. Harper, “The Eleven Witnesses”, en The Coming Forth of the Book of Mormon: A Marvelous Work and a Wonder, ed. Dennis L. Largey, Andrew H. Hedges, John Hilton III y Kerry Hull (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y Religious Studies Center, Brigham Young University, 2015), 117–132; una versión corta y anterior de este artículo fue impresa como “Evaluating the Book of Mormon Witnesses“, Religious Educator 11, no. 1 (2010): 36–49; Richard Lloyd Anderson, “Explaining Away the Book of Mormon Witnesses“, presentación de FairMormon, 2004, en línea en archive.bookofmormoncentral.org.
14. Véase Daniel C. Peterson, “Tangible Restoration: The Witnesses and What They Experienced“, presentación en FairMormon, 2006, 32–33, en línea en fairmormon.org.
15. Estos individuos incluyen a José Smith, hijo, los tres y ochos testigos y varios testigos informales, incluyendo a Emma Smith, Lucy Mack Smith, William Smith, Katherine Smith, Mary Whitmer, Josiah Stowell, Joseph Knight, padre, Alva Beaman y la esposa e hija de Martin Harris. Para el poder del testimonio de estos testigos combinados, véase Neal Rappleye, “‘Idle and Slothful Strange Stories’: Book of Mormon Origins and the Historical Record“, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 20 (2016): 21–37; Peterson, “Tangible Restoration“, en línea en fairmormon.org; Richard Lloyd Anderson, Investigating the Book of Mormon Witnesses (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1981), 21–37. Véase también, Book of Mormon Central en Español, “Evidences of the Book of Mormon: Plates“, en línea en bookofmormoncentral.org.
16. Para conocer más sobre los problemas de las teorías de alucinaciones masivas, véase Daniel C. Peterson, “The Divine Source of the Book of Mormon in the Face of Alternative Theories Advocated by LDS Critics“, presentación de FairMormon, 2001, 7–9, en línea en archive.bookofmormoncentral.org.
17. Para conocer la dificultad de forjar un juego de planchas falsos, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Las descripciones de las planchas son creíbles? (Testimonio de los ocho testigos)”, KnoWhy 403; Read H. Putnam, “Were the Golden Plates Made of Tumbaga?” The Improvement Era 69, no. 9 (1966): 788; Shanna Butler, “A Golden Opportunity“, New Era, febrero de 2006, 34–37, en línea en lds.org; “A Model of the Plates“, hecho por Steven Pratt, en línea en lds.org.
18. Aunque no se presenciaron por otras personas que los tres testigos, la Liahona y la espada de Labán se pueden añadir a los objetos que José habría necesitado crear con el propósito de engañar al menos a algunos de sus seguidores.
19. Joel Tiffany, “Mormonism—No. II”, Tiffany’s Monthly 5, agosto de 1859, 169–170.

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Referencia a las escrituras

Traducido por Central del Libro de Mormón