Nota del editor: Esta es una parte de nuestra serie continua sobre quiasmos, en celebración del 50 aniversario del descubrimiento del quiasmo en el Libro de Mormón. Asegúrese de consultar nuestros otros KnoWhy sobre quiasmos y el sitio Chiasmus Resources para más información.
En los últimos cincuenta años, cientos de quiasmos han sido propuestos en el Libro de Mormón.1 Como lo señaló John W. Welch en 1995, hay “diversos grados de quiasticidad”, y mientras “muchos quiasmos propuestos son impresionantes e interesantes; otros parecen ser artificiales o poco importantes”.2 En otras palabras, no todos los quiasmos fueron creados de la misma manera.
Por lo que, para celebrar el descubrimiento del quiasmo hace 50 años, nosotros en Book of Mormon Central en Español presentaremos 10 de los quiasmos más interesantes en el Libro de Mormón. Tres fueron presentados la semana pasada,3 y ahora presentamos cuatro más. Cada uno es interesante por diferentes razones. Algunos son impresionantes por su desarrollo artístico y creatividad, otros son importantes por las verdades doctrinales que ayudan a enseñar, aclarar o enfatizar, mientras que otros son importantes por causa de las conexiones antiguas hebreas o mayas.
Se invita a los lectores a evaluar estos quiasmos por ellos mismos utilizando los criterios discutidos anteriormente.4
Después del primer descubrimiento del quiasmo en Mosíah 5:10-12, John W. Welch regresó al inicio del discurso del rey Benjamín y luego descubrió un segundo ejemplo de quiasmo, en Mosíah 3:18-19.5 Al igual que en Mosíah 5:10-12, estadísticamente es uno de los quiasmos más fuertes del Libro de Mormón.6 Es también “uno de los quiasmos más largos, precisos y el punto central del discurso del rey Benjamín”,7 el cual está organizado como un quiasmo.8
El término hombre natural no aparece en ninguna otra parte del Libro de Mormón, lo que refuerza la probabilidad de que este quiasmo sea intencional.9 Con este pasaje en el centro, “todo el discurso de Benjamín se centra en la proclamación por la necesidad de la expiación/purificación”.10 Es “claramente el punto de inflexión de una relación justa con Dios, el punto de conversión, y la precondición del convenio”.11
A los hombres beben condenación para sus propias almas, a menos que se humillen
B y se vuelvan como niños pequeños,
C y crean que la salvación fue, y es, y ha de venir en la sangre expiatoria de Cristo, el Señor Omnipotente.
D Porque el hombre natural
E es enemigo de Dios,
F y lo ha sido desde la caída de Adán,
F y lo será para siempre jamás,
E a menos que se someta al influjo del Santo Espíritu,
D y se despoje del hombre natural,
C y se haga santo por la expiación de Cristo el Señor,
B y se vuelva como un niño:
A sumiso, manso, humilde, paciente, lleno de amor y dispuesto a someterse a cuanto el Señor juzgue conveniente infligir sobre él, tal como un niño se somete a su padre.
En este pasaje Alma llevó a cabo “un caso inusual pero extremadamente exitoso de quiasmo”.12 Alma explicó el principio de la “restauración” de la vida venidera al establecer cuatro términos pares, los cuales repitió en orden inverso dos veces. Como lo expresó John W. Welch de manera sucinta, “Alma escribe una lista de pares y luego un par de listas”.13
En la lista de pares, la primera aparición de bueno, recto, justo y misericordioso cada uno está describiendo una recompensa que se empareja con una condición que debe cumplirse en la segunda aparición de bueno, recto, justo y misericordioso. Este orden está invertido en la lista de pares —la primera lista insta a Coriantón a ser misericordioso, justo, recto y bueno, mientras que la segunda lista promete que, si hace estas cosas, será recompensado con misericordia, justicia, rectitud y bondad. Esto se añade a la quiasticidad del pasaje, y le da fuerza a las enseñanzas de Alma. John W. Welch se maravilló de este “gran juego de palabras”.14
A el significado de la palabra restauración es volver de nuevo
B mal por mal, o carnal por carnal, o diabólico por diabólico;
C bueno por lo que es bueno,
C b recto por lo que es recto,
C h justo por lo que es justo,
C d misericordioso por lo que es misericordioso.
C d Por tanto, hijo mío, procura ser misericordioso con tus hermanos;
C h trata con justicia,
C b juzga con rectitud,
C a y haz lo bueno sin cesar;
C y si haces todas estas cosas, entonces recibirás tu galardón;
C d sí, la misericordia te será restablecida de nuevo;
C h la justicia te será restaurada otra vez;
C b se te restituirá un justo juicio nuevamente;
C a y se te recompensará de nuevo con lo bueno.
B Porque lo que de ti salga, volverá otra vez a ti, y te será restituido;
A por tanto, la palabra restauración condena al pecador más plenamente, y en nada lo justifica.
Este pasaje es otro de los cuatro quiasmos estadísticamente fuertes del Libro de Mormón.15 Este pasaje hace referencia al año sesenta y cuatro del reinado de los jueces y todo el año se resume en un quiasmo. Los quiasmos eran el recurso literario perfecto para expresar este “punto de inflexión de la historia nefita” cuando había una gran “prosperidad, viajes libres y paz entre los nefitas y los lamanitas”.16
“Puesto que este quiasmo abarca todo el informe del año”, es probable que fuera “una sola unidad literaria que Mormón encontró en las planchas mayores de Nefi”.17 Por lo tanto, el reconocer este quiasmo, revela una fuente subyacente en el compendio de Mormón. Lo más notable, los términos paralelos en el centro son Señor y Sedequías. En hebreo, Sedequías incluye el sufijo -yah, una forma abreviada de Yahvé (Jehová/Señor). Por lo tanto, “la estructura central del quiasmo en Helamán 6:10 en realidad habría funcionado mejor y habría sido más obvia en hebreo… que en la traducción en inglés”.18
A Y he aquí, hubo paz en toda la tierra,
B a de modo que los nefitas iban
B b a cualquier parte de la tierra que querían,
B h ya fuera entre los nefitas o los lamanitas.
B a Y aconteció que también los lamanitas iban
B b a donde querían,
B h bien fuese entre los lamanitas, o entre los nefitas;
y así tenían intercambio libre los unos con los otros, para comprar y vender, y para sacar utilidades, según sus deseos.
C Y sucedió que tanto los lamanitas como los nefitas se hicieron sumamente ricos;
D a y tenían gran abundancia de oro, y de plata, y de toda clase de metales preciosos, tanto en la tierra del sur como en la tierra del norte.
E a Ahora bien, la tierra del sur
E b se llamaba Lehi,
E h y la del norte
E d se llamaba Mulek,
E e por el hijo de Sedequías;
E e porque el Señor
E d condujo a Mulek
E h a la tierra del norte,
E b y a Lehi
E a a la tierra del sur.
D Y he aquí, había en ambas tierras toda clase de oro, y de plata, y de minerales preciosos de todo género;
C y había también ingeniosos artífices que trabajaban y refinaban toda especie de minerales; y de este modo se hicieron ricos.
B a Cultivaron grano en abundancia,
B b tanto en el norte como en el sur;
B a y prosperaron sobremanera,
B b así en el norte como en el sur.
Y se multiplicaron y se hicieron sumamente fuertes en la tierra. Y criaron muchos rebaños y hatos, sí, muchos animales gordos. Y he aquí, sus mujeres trabajaban e hilaban, y elaboraban toda clase de telas, de lino finamente tejido y ropa de toda especie para cubrir su desnudez.
A Y así pasó en paz el año sesenta y cuatro.
Las reflexiones poéticas de Alma en Alma 29, probablemente de la cúspide del año del jubileo,19 están entre algunos de los pasajes más paralelos en todo el Libro de Mormón, incluyendo varios ejemplos de quiasmos.20 En el centro de la estructura quiástica de Alma 29:1-7 está la repetición triple de una estructura a-b-c, creando un esquema único A-B-C-C-B-A para toda la estructura, en lugar de la estructura esperada A-B-C-C-B-A. Esta repetición doble en el centro resalta fuertemente el mensaje central de este pasaje quiástico: que, si tenemos deseos injustos en esta vida, también cosecharemos consecuencias indeseables.
Los lingüistas mayas han identificado una estructura quiástica muy similar en la Estela C en Quiriguá, la cual “habla acerca de eventos que tuvieron lugar en la fecha de la creación” y utiliza una “estructura quiástica” A-B-C-C-C-B-A.21 Además, los tres elementos centrales (líneas C) usan tres declaraciones paralelas en una estructura a-b-c/a-b-c/a-c-b, similar al ejemplo en Alma 29. La única diferencia es que la Estela C usa un cambio en la secuencia final para indicar el “evento cúspide” o el clímax del pasaje.22 La aparición de este arreglo quiástico único tanto en el texto del Libro de Mormón como en los jeroglíficos mayas, es solo un ejemplo de muchos que ilustran lo bien que el Libro de Mormón encaja con la “tradición literaria más antigua de América”.23
Estructura quiástica de Alma 29:1–7 |
Estela C de Quiriguá |
A ¡Oh, si fuera yo un ángel y se me concediera el deseo de mi corazón, para salir y hablar con la trompeta de Dios, con una voz que estremeciera la tierra, y proclamar el arrepentimiento a todo pueblo! … para que no haya más dolor sobre toda la superficie de la tierra. |
A 13 baktunes, 4 Ahau 8 Cumku, el evento de la creación tuvo lugar. |
B Mas he aquí, soy hombre, y peco en mi deseo; porque debería estar conforme con lo que el Señor me ha concedido. |
B Tres piedras fueron atadas: |
C a No debería, en mis deseos, perturbar los firmes decretos de un Dios justo, porque sé que él concede a los hombres |
C a Los dioses remeros hincaron una piedra, |
b según lo que deseen, |
b en el lugar de los primeros cinco cielos; |
c ya sea para muerte o para vida; |
c era la piedra trono de Jaguar. |
C a sí, sé que él concede a los hombres, |
C a La Deidad Negra erigió una piedra, |
b según la voluntad de ellos, |
b en el lugar de la Ciudad Grande; |
c ya sea para salvación o destrucción. |
c era la piedra del trono de serpiente. |
C a Sí, y sé que el bien y el mal han llegado ante todos los hombres; |
C a Y luego sucedió que Itzamna puso una piedra, |
b a este le es dado según sus deseos, |
c la piedra del trono de Agua, |
c sea que desee el bien o el mal, la vida o la muerte, el gozo o el remordimiento de conciencia. |
b en el lugar del cielo. |
B Ahora bien, en vista de que sé estas cosas, ¿por qué he de desear algo más que hacer la obra a la que he sido llamado? |
B Estas fueron las primeras tres piedras |
A ¿Por qué he de desear ser un ángel para poder hablar a todos los extremos de la tierra? |
A 13 baktunes fueron completados, bajo la égida del sexto señor del cielo |
1. “Chiasmus Index: Book of Mormon“, en Chiasmus Resources; Donald W. Parry, Poetic Parallelisms in the Book of Mormon: The Complete Text Reformatted (Provo, UT: Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2007).
2. John W. Welch, “Criteria for Identifying and Evaluating the Presence of Chiasmus“, Journal of Book of Mormon Studies 4, no. 2 (1995): 14, 13, uso de mayúsculas alterado.
3. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Qué podemos aprender de los 10 mejores quiasmos en el Libro de Mormón? Parte 1, (2 Nefi 25:26)“, KnoWhy 349 (Abril 23, 2018).
4. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Qué es lo que se considera un quiasmo? (1 Nefi 19:7)“, KnoWhy 337 (Marzo 28, 2018).
5. John W. Welch, “The Discovery of Chiasmus in the Book of Mormon: Forty Years Later“, Journal of Book of Mormon Studies 16, no. 2 (2007): 80.
6. Boyd F. Edwards y W. Farrell Edwards, “Does Chiasmus Appear in the Book of Mormon by Chance?” BYU Studies 43, no. 2 (2004): 118–120.
7. John W. Welch, “Parallelism and Chiasmus in Benjamin’s Speech“, en King Benjamin’s Speech: “That Ye May Learn Wisdom”, ed. John W. Welch y Stephen D. Ricks (Provo, UT: FARMS, 1998), 348.
8. Welch, “Parallelism and Chiasmus in Benjamin’s Speech“, 326–327, 350, 352, 373–376. Véase también John W. Welch, “Chiasmus in the Book of Mormon“, en Chiasmus in Antiquity: Structures, Analyses, Exegesis, ed. John W. Welch (Hildesheim, GER: Gerstenberg Verlag, 1981; reimpreso en Provo, UT: Research Press, 1999), 203.
9. Welch, “Parallelism and Chiasmus in Benjamin’s Speech“, 352.
10. Welch, “Chiasmus in the Book of Mormon” (1981), 203.
11. Welch, “Parallelism and Chiasmus in Benjamin’s Speech“, 376.
12. John W. Welch, “Chiasmus in the Book of Mormon“, en Chiasmus in Antiquity: Structures, Analyses, Exegesis, ed. John W. Welch (Hildesheim, GER: Gerstenberg Verlag, 1981; reimpreso en Provo, UT: Research Press, 1999), 208.
13. John W. Welch, “Chiasmus in the Book of Mormon“, en Book of Mormon Authorship: New Light on Ancient Origins, ed. Noel B. Reynolds (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1982; reimpreso en FARMS, 1996), 49.
14. Welch, “Chiasmus in the Book of Mormon” (1982), 49.
15. Boyd F. Edwards y W. Farrell Edwards, “Does Chiasmus Appear in the Book of Mormon by Chance?” BYU Studies 43, no. 2 (2004): 118–120. Debido a las limitaciones de la técnica estadística, solamente el centro de Helamán 6:9-11 puede ser probado.
16. John W. Welch, “Chiasmus in Helaman 6:7–13“, en Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1992), 231–232; John W. Welch, “A Steady Stream of Significant Recognitions“, en Echoes and Evidences of the Book of Mormon, ed. Donald W. Parry, Daniel C. Peterson, y John W. Welch (Provo, UT: FARMS, 2002), 346–347; Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué se utilizaron los quiasmos en el registro nefita? (Helamán 6:10)”, KnoWhy 177 (Agosto 7, 2017).
17. Welch, “A Steady Stream of Significant Recognitions“, 346; cf. Welch, “Chiasmus in Helaman 6:7–13“, 231, mayúsculas alteradas.
18. Welch, “A Steady Stream of Significant Recognitions“, 347; cf. Welch, “Chiasmus in Helaman 6:7–13“, 232.
19. Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Alma quería hablar ‘con la trompeta de Dios’? (Alma 29:1)”KnoWhy 136, (15 de junio de 2017).
20. En Donald W. Parry, Poetic Parallelisms in the Book of Mormon: The Complete Text Reformatted (Provo, UT: Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2007), 298–299 cada versículo encaja en una estructura paralela, con dos quiasmos generales en los vv. 1-7 y 8-17, y un quiasmo adicional en los vv. 9, 9-10, 14-16.
21. J. Kathryn Josserand y Nicholas A. Hopkins, Maya Hieroglyphic Writing: Workbook for a Short Course on Maya Hieroglyphic Writing, 2nd edition (Tallahassee, FL: Jaguar Tours, 2011), 18–21; Hutch Kinsman, “Grammar in the Script: Literary and Visual Devices in Grammatical Constructions“, The Codex 17, no. 3 (2009): 37–38.
22. Josserand y Hopkins, Maya Hieroglyphic Writing, 19; Kinsman, “Grammar in the Script“, 38.
23. Michael D. Carrasco y Kerry M. Hull, “Introduction”, en Parallel Worlds: Genre, Discourse, and Poetics in Contemporary, Colonial, and Classic Maya Literature, ed. Kerry M. Hull y Michael D. Carrasco (Boulder, CO: University Press of Colorado, 2012), 1.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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