Una colección de Escrituras que nos recuerdan nuestra relación con Cristo y Su “Templo”

Una colección de Escrituras que nos recuerdan nuestra relación con Cristo y Su “Templo”

Una colección de Escrituras que nos recuerdan nuestra relación con Cristo y Su “Templo”

octubre 2, 2019
Post contribuido por: Equipo BMC

Efesios 4:11–14 es un pasaje muy conocido que declara que Cristo llamó a los apóstoles, profetas y otros líderes para “perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios”. En esta analogía, varios líderes y miembros de la Iglesia son como varias partes del cuerpo y articulaciones que son necesarias para el correcto funcionamiento de todo el cuerpo.

Anteriormente, en Efesios 2, Pablo usó imágenes diferentes pero relacionadas para describir a la Iglesia. Él enseñó que todos los santos eran “miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:19). La palabra “miembros de familia” (en inglés household) deriva de una raíz griega (oikos) que puede significar “casa” o “templo”. Así como una casa o templo debe construirse sobre una base sólida, la Iglesia de Cristo está “edificad[a] sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor” (Efesios 2:20–21).

La analogía de Pablo se basa en gran medida en dos pasajes del Antiguo Testamento: Salmo 118, que habla de una “piedra” que fue desechada y después se convirtió en “la cabeza del ángulo” ó “piedra del ángulo” (Salmo 118:22), e Isaías 8, que declara que aunque el Señor sería un templo para algunos, él sería una “piedra de tropiezo” para otros (Isaías 8:14–15). En otros lugares (véase Romanos 9:32–33), Pablo usó este mismo pasaje de Isaías 8, pero lo unió con partes de Isaías 28, que también utiliza las imágenes de la piedra angular del templo: “He aquí, yo soy el que ha puesto en Sion como fundamento una piedra, piedra probada, preciosa piedra angular, cimiento estable” (Isaías 28:16).

Debido al número de veces que se reutiliza en el Nuevo Testamento, parece que este grupo de pasajes del Antiguo Testamento (Salmo 118:22; Isaías 8:14–15 e Isaías 28:16) puede haber sido parte de lo que se conoce como florilegio— una colección o antología de escrituras clave sobre un tema en particular. Como prueba adicional de ello, si nos fijamos en 1 Pedro 2:6–7, los mismos pasajes clave aparecen de nuevo:

Por lo tanto, también está contenido en la Escritura, “He aquí, pongo en Sion (Isaías 28) la principal piedra del ángulo (Salmo 118), escogida, preciosa (Isaías 28) y el que crea en él, no será avergonzado (Isaías 28). Él es, pues, honor a vosotros los que creéis (Isaías 28)  pero para los desobedientes, la piedra que los edificadores desecharon, esta ha venido a ser la cabeza del ángulo (Salmo 118).

Y piedra de tropiezo y roca de escándalo para aquellos que (Isaías 8), siendo desobedientes para lo cual fueron también señalados” (énfasis añadido).

Increíblemente, estos mismos pasajes bíblicos se encuentran a menudo juntos en el Libro de Mormón. En su discurso en el templo, el profeta Jacob (en Jacob 4:15–17) utilizó una combinación de Salmo 118, Isaías 828, pero con un énfasis ligeramente diferente y usando diferentes partes de esos mismos versículos:

Y ahora el Espíritu me impulsa a mí, Jacob, a profetizar … que a causa del tropiezo de los judíos (Isaías 8) ellos rechazarán la roca (Salmo 118) sobre la cual podrían edificar (Salmo 118) y tener fundamento seguro (Isaías 28).

Mas he aquí que esta roca, según las Escrituras, llegará a ser el grande, y el último, y el único y seguro fundamento (Isaías 28), sobre el cual los judíos podrán edificar (Salmo 118).

Y ahora bien, amados míos, ¿cómo será posible que estos, después de haber rechazado (Salmo 118) el fundamento seguro (Isaías 28), puedan jamás edificar sobre él, para que sea la principal piedra angular? (Salmo 118; énfasis añadido).

Cualquier cosa que se repita tantas veces en las Escrituras merece nuestra atención. Pedro, Pablo y Jacob todos usaron esta colección de pasajes mesiánicos/templo para indicar que necesitamos ser parte de una estructura similar a un templo. Aquellos que rechazan a Cristo y se alejan de Su Iglesia divinamente establecida encontrarán que esta decisión será una “piedra de tropiezo” en sus vidas. Por otro lado, los que edifican su fundamento sobre Cristo y sus siervos designados disfrutarán de una “unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios” (Efesios 4:13).

 

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