¿Qué dice el Libro de Mormón acerca de la Segunda Venida?

El conocimiento

Desde 1823, José Smith fue consciente de que su misión incluiría preparar el mundo para la Segunda Venida de Jesucristo.¹ En 1831, se le dijo a José:

Sí, óigase el pregón entre todo pueblo: Despertad y levantaos y salid a recibir al Esposo; he aquí, el Esposo viene; salid a recibirlo. Preparaos para el gran día del Señor. (DyC 133:10)

Algunas de las primeras palabras de advertencia con respecto a la Segunda Venida del Señor en esta la última dispensación vino por medio de la traducción del Libro de Mormón. El profesor de la BYU, W. Jeffrey Marsh señaló que el Libro de Mormón generalmente aclara la doctrina de la Segunda Venida de varias maneras:

• Contiene profecías específicas acerca de los últimos días que preceden a la Segunda Venida;
• La historia del registro nefita de alguna manera representa nuestros días; nuestra historia moderna hace eco o repetirá los temas principales de la historia del Libro de Mormón;
• Los profetas que escribieron el Libro de Mormón vieron y hablaron acerca de los eventos modernos; y
• El Libro de Mormón contiene un registro de un pueblo que experimentó la venida profetizada del Cristo resucitado. Su experiencia es un presagio en muchas maneras de cosas que sucederán.²

Marsh delineó las señales más significativas de la Segunda Venida que se encuentran específicamente en el Libro de Mormón, incluyendo las siguientes:

La restauración del evangelio

Pasajes como 1 Nefi 14:7-17 contienen profecías de la restauración del evangelio y la “iglesia del Cordero de Dios” en los últimos días (v. 10). Nefi usó la frase de Isaías 29:14 para describir su visión de esta restauración como “una obra grande y maravillosa entre los hijos de los hombres” (v. 7). Nefi declaró que “en ese día, empezará la obra del Padre, preparando la vía para el cumplimiento de sus convenios que él ha hecho con su pueblo que es de la casa de Israel” (v. 17).

El ministerio del profeta José Smith

2 Nefi 3 preserva una profecía hecha por José de Egipto que uno de sus descendientes, vendría como un “vidente escogido” (v. 6). Este vidente de los últimos días sería llamado José, como su padre (v. 15), y restauraría el “conocimiento de los convenios” del Señor (v. 7) y le sería dado “poder para llevar mi palabra” y también para “convencerlos de mi palabra” (v. 11). El mismo Salvador profetizó de la misión de José Smith, llamándola “una obra grande y maravillosa” en la cual Él protegería a Su “siervo” para que pudiera resistir a sus enemigos y llevar la palabra de Dios “a los gentiles” (3 Nefi 21:9-11).

La salida a luz del Libro de Mormón

2 Nefi 27 interpreta Isaías 29 para describir la aparición del Libro de Mormón.3 El libro saldría con las palabras de “los que han dormido” (v. 6). La traducción del libro sería un evento milagroso, parte de la “obra maravillosa y un prodigio” del Señor (2 Nefi 27:26). Jesucristo, durante su visita posterior a su resurrección entre los nefitas, profetizó que el Señor revelaría el Libro de Mormón con el propósito de “[mostrar] su poder a los gentiles” (3 Nefi 21:6) y que “les será por señal” de que el convenio del Señor está a punto de cumplirse (v. 7).

Book of Mormon Stories (Historias del Libro de Mormón) por Melody Greenlief

La restauración de Judá

El Libro de Mormón contiene varias profecías concernientes al regreso de los judíos a las tierras de su herencia antes de la Segunda Venida.⁴ La restauración del evangelio y la obra misional de los últimos días tendrán una función importante en el cumplimiento de esta promesa.

Obra misional en los últimos días

El Libro de Mormón enseña mucho acerca de cómo hacer la obra misional,⁵ y también sobre el papel que tales esfuerzos tendrían en el período previo a la Segunda Venida (Jacob 5:61, 71-72). El Libro de Mormón es la herramienta misional que se usará para traer a los gentiles y a la casa de Israel de regreso al Señor (3 Nefi 21: 2-7).

La edificación de la Nueva Jerusalén

El Libro de Mormón presenta la idea que antes de la Segunda Venida, aquellos que establecieron la iglesia del Señor (gentiles convertidos y el remanente de Israel en América), construirán una ciudad “que será llamada la Nueva Jerusalén” (3 Nefi 21:23). La ciudad será dotada con “el poder del cielo” y el mismo Cristo “estar[á] en medio” de ella (v. 25). Cristo también declarará que cuando la ciudad se edifique, “las tribus que han estado perdidas” serán recogidas de “todas las naciones” y heredarán este lugar como “la tierra de su herencia” (vv. 26-29).⁶

Combinaciones secretas

Moroni declaró que las “combinaciones secretas… han causado la destrucción de [los jareditas]… y también la destrucción del pueblo de Nefi” (Éter 8:19-21). Moroni advirtió que cualquier nación que “favorezca tales combinaciones… hasta que se extiendan sobre la nación, he aquí, [esa nación] será destruida” (v. 22). Dirigiéndose a los lectores de sus palabras en los últimos días, Moroni declara que “no permitáis que os dominen estas combinaciones asesinas” y que “cuando veáis surgir estas cosas entre vosotros, que despertéis a un conocimiento de vuestra terrible situación” (vv. 23-24).

El Porqué

Las enseñanzas del Libro de Mormón con respecto a la Segunda Venida habrían sido fundamentales para los primeros miembros de la iglesia. Al leer o escuchar revelaciones subsecuentes, como aquellas en Doctrinas y Convenios 29, 39, 45, 133 y otras, probablemente habrían aceptado aquellas enseñanzas más fácilmente, ya sea la primera vez que las escucharon o al reflexionar sobre ellas después, a la luz de la primera vez que aparecieron aquellas doctrinas autoritativas en el Libro de Mormón.

El presidente Ezra Taft Benson declaró que el “registro de la historia nefita justo antes de la visita del Salvador revela muchos paralelos a nuestros propios días, mientras anticipamos la Segunda Venida del Salvador.⁷ Por lo tanto, el estudiar el Libro de Mormón puede ayudar a las personas a pasar por las complejidades de los tiempos modernos. Marsh enlistó varias señales que preceden la aparición de Cristo en el Libro de Mormón que también profetizan de su Segunda Venida, incluyendo:

• Los lamanitas “florecerán” y llegarán a ser justos (3 Nefi 2:14–16; Helamán 6:1; cf. DyC 49:24).
• Los justos fueron reunidos (3 Nefi 3:22; cf. DyC 115:6).
• Se mostraron muchas señales y maravillas (Helamán 14:6; cf. DyC 45:40).
• Disturbios físicos se incrementaron; temblores y tempestades causaron que la tierra se estremeciera (Helamán 14:20-24; 3 Nefi 8:6-18; cf. DyC 45:48).
• El sol, la luna y las estrellas se oscurecieron (3 Nefi 8:22; cf. DyC 34:9).
• Los justos fueron separados y los inicuos fueron destruidos a su venida (3 Nefi 9:1-13; 3 Nefi 10:12; cf. DyC 29:11).
• Aquellos que estaban más preparados fueron los que sostuvieron y siguieron a los profetas (3 Nefi 10:12; cf. DyC 45:32; 124:45-46).
• Cuando Cristo habló, su voz traspasó la oscuridad y se escuchó en todas partes al mismo tiempo: “[S]oy Jesucristo, el Hijo de Dios… Y las Escrituras concernientes a mi venida se han cumplido” (3 Nefi 9:1, 15-16; cf. DyC 45:49).
• Bajó del cielo y se presentó a su pueblo en el templo (3 Nefi 11:1-11; cf. Malaquías 3:1-5).
• Mostró las heridas en sus manos y pies (3 Nefi 11:14; cf. DyC 45:51-52).⁸

Tal como el presidente Benson señaló las similitudes entre la primera venida de Cristo en el Libro de Mormón y Su Segunda Venida, él también enfatizó que los eventos del Libro de Mormón nos proveen con “un modelo para prepararnos para la Segunda Venida”.⁹ Una de las grandes funciones de José Smith fue seguramente preparar al mundo para la Segunda Venida de Cristo. La traducción del Libro de Mormón, con todo lo que relevó sobre este evento, fue una parte importante de esa misión.

Los lectores del Libro de Mormón pueden estar seguros que el libro es un manual de preparación confiable porque los profetas del Libro de Mormón verdaderamente vieron nuestros días. Moroni habló directamente a las personas que viven en la actualidad:

He aquí, el Señor me ha mostrado cosas grandes y maravillosas concernientes a lo que se realizará en breve, en ese día en que aparezcan estas cosas entre vosotros.

He aquí, os hablo como si os hallaseis presentes, y sin embargo, no lo estáis. Pero he aquí, Jesucristo me os ha mostrado, y conozco vuestras obras. (Mormón 8:34–35)