4 fascinantes perspectivas sobre los Videntes, las Piedras de Vidente y los Intérpretes

4 fascinantes perspectivas sobre los Videntes, las Piedras de Vidente y los Intérpretes

4 fascinantes perspectivas sobre los Videntes, las Piedras de Vidente y los Intérpretes

abril 28, 2020
Post contribuido por: Equipo BMC

En Mosíah 8, Limhi preguntó a Ammón1 quién podría traducir las 24 planchas jareditas. El resultado es una larga explicación sobre qué es un vidente y cómo trabajan con los instrumentos reveladores.

Puedo de seguro decirte, oh rey, de un hombre que puede traducir los anales; pues él tiene algo con lo que puede mirar y traducir todos los anales que son de fecha antigua; y es un don de Dios. Y las cosas se llaman intérpretes, y nadie puede mirar en ellos a menos que le sea mandado, no sea que busque lo que no debe, y así perezca. Y a quien se le manda mirar en ellos, a ese se le llama vidente. Y he aquí, el rey del pueblo que se halla en la tierra de Zarahemla es el hombre a quien se manda hacer estas cosas, y es el que tiene este alto don de Dios. Y dijo el rey que un vidente es mayor que un profeta.

Y Ammón dijo que un vidente es también revelador y profeta; y que no hay mayor don que un hombre pueda tener, a menos que posea el poder de Dios, que nadie puede tener; sin embargo, el hombre puede recibir gran poder de Dios. Mas un vidente puede saber de cosas que han pasado y también de cosas futuras; y por este medio todas las cosas serán reveladas, o mejor dicho, las cosas secretas serán manifestadas, y las cosas ocultas saldrán a la luz; y lo que no es sabido, ellos lo darán a conocer; y también manifestarán cosas que de otra manera no se podrían saber. Así Dios ha dispuesto un medio para que el hombre, por la fe, pueda efectuar grandes milagros; por tanto, llega a ser un gran beneficio para sus semejantes. (Mosíah 8:13–18)

Incluso con esta explicación, los lectores podrían tener algunas preguntas sobre qué es un vidente, en qué se diferencian de un profeta, qué son los “intérpretes” nefitas y por qué los videntes podrían usar instrumentos oraculares como piedras de vidente para recibir revelación.

1. La diferencia entre un Vidente y un Profeta

Imagen “Seer Stones and the Translation of the Book of Mormon” (Piedras de Vidente y la Traducción del Libro de Mormón) a través de Historia de la Iglesia.

Cuando Ammón le contó al rey Limhi sobre la capacidad de traducción de Mosíah, el rey declaró que “un vidente es más que un profeta” (Mosíah 8:15). Explicó que la videncia es mayor que la profecía porque un vidente revela lo que sucedió en el pasado, incluidos misterios, secretos, enseñanzas oscuras, escrituras perdidas y conocimiento oculto. La videncia a menudo implica el uso de instrumentos divinos para discernir estos misterios.

Un profeta, por otro lado, es un portavoz de Dios que puede predecir con autoridad divina lo que sucedería, podría o debería ocurrir si las personas se comportan de cierta manera. Básicamente, un profeta comunica la voluntad de Dios. Un vidente puede recibir revelación sobre el pasado o el futuro, a menudo utilizando instrumentos especiales.

El antiguo llamamiento de vidente permanece activo hoy. La Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles que son designados profetas, videntes y reveladores, dirigen la Iglesia por medio de la revelación divina.

Pero nosotros, también, podemos recibir revelación para nuestras vidas. Podemos discernir la voluntad de Dios para nosotros. Miramos hacia el pasado y tenemos el Espíritu Santo susurrándonos lecciones para que aprendamos. Podemos mirar con devoción hacia el futuro y recibir orientación para dirigirnos a medida que avanzamos.

Otras lecturas

Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué razón es un vidente mayor que un profeta? (Mosíah 8:15)”, KnoWhy 86 (18 de abril, 2017).

Walker, Steven C., “Seer” en Encyclopedia of Mormonism, editado por Daniel H. Ludlow. Vol. 3. Nueva York: Macmillan, 1992.

 

2. ¿De dónde vinieron los intérpretes?

“Mosiah Interprets the Jaredite Stone” (Mosíah interpreta la piedra jaredita) de Minerva Teichert.

Los “intérpretes” tienen su origen al final del Libro de Mormón en Éter 3:28, cuando el Señor le ordenó al hermano de Jared que “sellara las dos piedras que había recibido, y que no las mostrara sino hasta que el Señor las manifestase a los hijos de los hombres”. El propósito de los intérpretes era traducir la visión del hermano de Jared, cuando el Señor lo ordenara.

La historia, los registros y los artefactos de los jareditas provienen de tres lugares:

  1. Una “piedra grande” que relata historias de los jareditas, que Mosíah1 tradujo (Omni 1:20).
  2. 24 planchas de los jareditas, que fueron descubiertas por el pueblo de Limhi y fueron entregadas a Mosíah2 (Mosíah 22:14). Estas 24 planchas llegan a ser una fuente para el libro de Éter.
  3. La visión del hermano de Jared sellada con los intérpretes (Éter 4:1–5). Este registro no fue traducido por José Smith y continúa sellado hasta el día de hoy.

Los nefitas no podrían haber obtenido los intérpretes de Limhi, ya que Mosíah2 ya los tenía en su poder cuando Limhi le entregó las 24 planchas jareditas. Dado que la visión del hermano de Jared parece haber estado “sellada” por separado de las 24 planchas, es posible que los nefitas de alguna manera se encontraran con este registro y estos intérpretes por separado. Quizás los nefitas los descubrieron por la guía del Señor, o tal vez los mulekitas los descubrieron y los entregaron a los nefitas cuando combinaron sus fuerzas en Zarahemla.

Es posible que esta información sobre los intérpretes se haya perdido en el manuscrito de las 116 páginas, o simplemente sea información que Mormón decidió no incluir en su compendio del Libro de Mormón.

Lo que sí sabemos es que estos objetos sagrados se utilizaron para traducir milagrosamente registros antiguos. Con los intérpretes, Mosíah1 tradujo la gran piedra jaredita (Omni 1:20), y su nieto, el Rey Mosíah2 también tuvo el don de traducción para interpretar las 24 planchas jareditas (Mosíah 21:28). En 1828, José Smith obtuvo estos mismos elementos sagrados para traducir el Libro de Mormón por el don y el poder de Dios. Un día, cuando los gentiles “se vuelvan puros ante el Señor” (Éter 4:6), quizás Dios autorice una vez más el uso de videntes para traducir la visión sellada del hermano de Jared.

Otras Lecturas

Book of Mormon Central en Español, “¿Cuál rey nefita tenía el don de interpretación? (Mosíah 21:28)”, KnoWhy 99 (3 de mayo, 2017).

Michael Hubbard Mackay y Nicholas J. Frederick, “Seer Stones of the Book of Mormon” en Joseph Smith’s Seer Stones (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y Brigham Young University Religious Studies Center, 2016, 89–110).

Don Bradley,The Lost 116 Pages: Reconstructing the Book of Mormon’s Missing Stories (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2019, 254–258).

John A. Tvedtnes “Unanswered Questions in the Book of Mormon”, en The Most Correct Book: Insights from a Book of Mormon Scholar (Salt Lake City: Cornerstone Publishing, 1999) 317–327.

3. La naturaleza de los Intérpretes

Réplica realizada por Brian Westover, fotografía de Daniel Smith

José Smith describió el Urim y Tumim como “dos piedras transparentes, en aros de plata, aseguradas a un pectoral” (José Smith—Historia 1:35). El Señor las describió al hermano de Jared como “dos piedras” (Éter 3:23). Alma hijo, instruyó a su hijo Helamán en cuanto a que los intérpretes funcionarían para sacar la iniquidad de los jareditas “de las tinieblas a la luz” (Alma 37:25).

Está claro que estos instrumentos eran piedras translúcidas que funcionaban para traducir registros antiguos por el don y el poder de Dios y para sacar las cosas “a la luz”. Estos intérpretes tienen varios paralelismos significativos con el Urim y Tumim bíblicos.

Tanto los intérpretes como el Urim y Tumim bíblicos, fueron asegurados a un pectoral ceremonial. Aparentemente, ambos artículos fueron utilizados como instrumentos oraculares para recibir revelación de Dios. Ambos elementos probablemente funcionaron con algún tipo de iluminación. Los intérpretes nefitas hacen que la traducción del Libro de Mormón “[brille] de entre las tinieblas” (Mormón 8:16) y los términos Urim y Tumim de la Biblia se traducen como “luces y perfecciones” en hebreo. Un erudito bíblico cree que el Urim y Tumim iluminaban las letras como parte del proceso de recibir revelación.

Si bien los intérpretes nefitas y el Urim y Tumim bíblicos no son lo mismo, sí enseñan una lección importante. Muestra cómo Dios a menudo usa medios similares de revelación para comunicarse con sus profetas en diferentes momentos y circunstancias. Como explico el KnoWhy 417: “Esto muestra cómo Dios a menudo se comunica con sus profetas en una forma similar, pero no exactamente igual”. Como declaró Nefi, Dios habla “a los hombres de acuerdo con el idioma de ellos, para que entiendan” (2 Nefi 31:3).

Otras Lecturas

Book of Mormon Central en Español, “¿Los instrumentos de traducción de José Smith fueron como el Urim y Tumim israelita? (Alma 37:24)”, KnoWhy 417 (29 de agosto, 2018).

Paul Y. Hoskisson, “Urim and Thummim”, en Encyclopedia of Mormonism, editado por Daniel H. Ludlow.

Stan Spencer, “What Did the Interpreters (Urim and Thummim) Look Like?Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scholarship 33 (2019): 223–256.

4. ¿Por qué José Smith usó una Piedra Vidente?

En Mosíah 8:18, Ammón explica que “Dios ha dispuesto un medio para que el hombre, por la fe, pueda efectuar grandes milagros”. Aprendemos en el Libro de Mormón y en la Historia de la Iglesia que Dios utiliza medios pequeños y sencillos para realizar obras poderosas. Estos “medios” divinos han tenido diferentes formas a lo largo de la historia de las Escrituras. A veces Dios obra a través de una serpiente de bronce, un poco de barro, el Urim y Tumim, o piedras videntes. A veces Dios incluso trabaja a través de nosotros.

José Smith utilizó tanto los intérpretes nefitas como su propia piedra vidente en la traducción del Libro de Mormón. La práctica de usar piedras o cristal para recibir revelación divina se encuentra en muchas culturas, incluso entre los antiguos israelitas y mayas. Aunque es posible que nunca lleguemos a entender completamente la naturaleza de la traducción del Libro de Mormón, José testificó repetidamente que tradujo las planchas por el don y el poder de Dios.

Otras Lecturas

Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué se usó una piedra como ayuda para traducir el Libro de Mormón? (Alma 37:23)”, KnoWhy 145 (26 de junio, 2017).

Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué surgió el Libro de Mormón como un milagro? (2 Nefi 27:23)”, KnoWhy 273 (19 de diciembre, 2017).

Book of Mormon Central en Español, “¿Influyó una ‘visión mágica del mundo’ en la aparición del Libro de Mormón? (2 Nefi 27:26)”, KnoWhy 538 (20 de noviembre, 2019).

Neal Rappleye, “The ‘Mean of a Seer’”, Studio et Quoque Fide (25 de abril, 2010).

Conclusión

Las piedras videntes en el Libro de Mormón y en la Historia de la Iglesia son fascinantes. Se remontan a los días del antiguo Israel cuando el Sumo Sacerdote usaba el Urim y Tumim para conocer la voluntad del Señor. Los nefitas continuaron esa tradición y usaron el don y el poder de Dios para traducir los registros antiguos. José Smith luego obtuvo estos emblemas sagrados de la realeza y del sacerdocio en su papel de profeta de la Restauración.

Si bien todavía hay mucho que desconocemos sobre el uso y el origen de los intérpretes y las piedras videntes, podemos mirar a nuestro Profeta, Vidente y Revelador actual Russell M. Nelson para obtener orientación en el mundo de hoy. También podemos recibir revelación personal para nuestras vidas. Podemos discernir la voluntad de Dios para nosotros. Miramos hacia el pasado y tenemos el Espíritu Santo susurrándonos lecciones para que aprendamos. Podemos mirar con devoción hacia el futuro y recibir orientación para dirigirnos a medida que avanzamos.

 

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