Hacia el final de su registro, Nefi enseñó acerca de la doctrina de Cristo (2 Nefi 31). 1 Nefi enseñó que después de ejercitar la fe, arrepentirse, ser bautizado y recibir el don del Espíritu Santo, “entonces podéis hablar con lengua de ángeles” (2 Nefi 31:13, cf. v. 14).2 Nefi luego aclaró: “Los ángeles hablan por el poder del Espíritu Santo; por lo que declaran las palabras de Cristo”. Por lo tanto instruyó: “[D]eleitaos en las palabras de Cristo” (2 Nefi 32:3; cf. 31:20).
A lo largo de 2 Nefi 31-32, Nefi hizo varias referencias a la visión del árbol de la vida, que se había registrado anteriormente (1 Nefi 8; 11-15).3 Él describió un “estrecho y angosto camino” por el que debemos “seguir adelante” y habló sobre “deleitarse”.4 Sin embargo, Nefi cambió las representaciones. En la visión de Lehi, la “palabra de Dios” era una barra de hierro que conducía a una fruta dulce (1 Nefi 8:19–20; 11:25; 15:23–24). En las enseñanzas de Nefi acerca de la doctrina de Cristo en 2 Nefi 32, es la misma palabra de Cristo sobre la cual uno se “deleita”.
Ezequiel, un sacerdote del templo que escribió en la misma época que Nefi,5 uso símbolos similares en su visión de un rollo, escrito en ambos lados con un mensaje de advertencia del Señor (Ezequiel 2:9–10). El Señor le mandó que comiera el rollo (Ezequiel 2:8; 3:1-4). En los antiguos escritos judíos y egipcios, “comer” o “masticar” palabras escritas representaba internalizarlas o memorizarlas.6 Por lo tanto, una vez que Ezequiel “comió” las palabras del Señor, pudo hablarlas porque las conocía.7
A pesar de las terribles advertencias de las palabras, Ezequiel dijo que era “dulce como la miel” (Ezequiel 3:3). Algunos Salmos también describen que la palabra del Señor era tan dulce como la miel (Salmos 19:10; 119:103). Jeremías, otro profeta contemporáneo de Nefi en Jerusalén, dijo que había comido las palabras del Señor y experimentó un gozo (Jeremías 15:16).8 A la luz de estas descripciones de las escrituras, los simbolismos del sueño de Lehi en 2 Nefi 31-32 comparan adecuadamente la palabra de Cristo con el fruto del árbol de la vida, que era “de lo más dulce” y que llenaron a Lehi “de un gozo inmenso” (1 Nefi 8:11-12).
Dominio de la Doctrina 2 Nefi 32:8-9. Infografía de Book of Mormon Central.
El sueño de Lehi y la lección de Nefi sobre la doctrina de Cristo en 2 Nefi 31-32 también contienen mucho simbolismo del templo.9 En este contexto, “deleita[rse] en las palabras de Cristo” puede aludir al pan de la proposición en el templo,10 que representa el convenio eterno entre Israel y el Señor. 11 También estaba relacionado con la observancia del día de reposo al corresponder a la porción extra del maná otorgada cada sexto día mientras Israel deambulaba en el desierto.12 Comer el pan podría representar el participar de los convenios con el Señor, tanto en el espacio sagrado (el templo) como en el tiempo sagrado (el día de reposo).
La palabra deleitar implica más que una simple y única comida de un solo plato.13 De hecho, el rico contexto discutido en las enseñanzas de Nefi indica las muchas maneras de participar de las palabras de Cristo y de esta manera adquirir conocimiento espiritual.
En el contexto del antiguo Cercano Oriente, en el que los profetas simbólicamente comían palabras sagradas, indica que una forma clave para “deleita[rse] en las palabras de Cristo” es por medio de un profundo estudio de las escrituras. El élder Richard G. Scott enseñó: “Aprender, meditar, escudriñar y memorizar las Escrituras es como llenar un archivo con amigos, valores y verdades a las que podemos recurrir en cualquier momento, en cualquier parte del mundo. Se obtiene un gran poder al memorizar pasajes de Escrituras”.14
Aunque el estudio de las escrituras es la manera más obvia y común de “deleita[rse] en las palabras de Cristo”, no es la única. Utilizando los simbolismos del sueño de Lehi, el élder Neil L. Andersen enseñó:
La palabra de Dios contiene tres elementos muy importantes que se entrelazan y se sostienen entre sí para formar una barra inamovible. Estos tres elementos son: Primero, las Escrituras o las palabras de los profetas antiguos… El segundo elemento de la palabra de Dios es la revelación y la inspiración personales que se reciben mediante el Espíritu Santo. … [y la] tercera parte de la barra de hierro representa la palabra de los profetas vivientes.15
Todas estas son fuentes importantes de conocimiento espiritual, y el contexto adicional de 2 Nefi 31-32 agrega aún más. Las referencias al templo del antiguo Israel, por ejemplo, debe recordar a los Santos de los Últimos Días de hoy que los templos modernos son lugares importantes para ir a “deleita[rse] en las palabras de Cristo”. Por medio de los convenios del templo, Dios promete a las personas acceso espiritual al conocimiento, y el templo es especialmente un lugar para buscar inspiración y revelación personal.
Los servicios de adoración del domingo también brindan a los Santos de los Últimos Días oportunidades para “deleita[rse] en las palabras de Cristo”. En los servicios dominicales, uno puede “deleitarse” con la Santa Cena, por medio de la cual se renuevan los convenios del bautismo y del templo.16 Los servicios de la iglesia también proveen instrucción basada en las escrituras y las enseñanzas de los profetas modernos. Tal vez lo más importante, los servicios regulares de cada semana dan a cada persona la oportunidad de “deleitarse” en las palabras de Cristo tal como se encuentran en las ideas inspiradas del prójimo, la familia y amigos (DyC 68:4).
Muchas veces, en muchos de estos entornos, el Espíritu puede inducir a las personas a arrepentirse, o los profetas y apóstoles pueden emitir un llamado divinamente inspirado para que todos se arrepientan y mejoren. Aunque estas experiencias pueden ser incómodas o penosas para algunos, Ezequiel dejó claro que aun cuando las palabras del Señor nos entristezcan, todavía pueden ser agradables. La expiación permite al pecador arrepentido a que finalmente pruebe el dulce regocijo en el consejo del Señor. Como Brian K. Ashton enseñó: “Las palabras de Cristo testifican de Su sacrificio expiatorio y nos dicen cómo podemos obtener el perdón, las bendiciones y la exaltación”.17
El estudio de las escrituras, el asistir al templo y la adoración en el día de reposo permiten a las personas participar del agradable y regocijante muestra de amor del Salvador. Estas muchas maneras de participar de las palabras de Cristo se unen para formar un verdadero banquete de oportunidades de aprendizaje divinamente inspiradas. Sin embargo, como el élder Joseph B. Wirthlin lamentó: “Demasiadas personas se sientan a la mesa del banquete del Evangelio de Jesucristo y no hacen más que mordisquear los manjares que se les ponen delante”.18 Todos están invitados para aprovechar al máximo estas muchas oportunidades y no solo mordisquear sino verdaderamente deleitarse en las palabras de Cristo.
Brian K. Ashton, “La doctrina de Cristo”, Liahona, Noviembre 2016, 106–109.
Élder Richard G. Scott, “El poder de las Escrituras”, Liahona, Noviembre 2011, 6–8.
Élder Neil L. Andersen, “Asiros con firmeza a las palabras de los profetas”, Charla Fogonera del SEI para los jóvenes adultos, 4 de marzo de 2007, en línea en speeches.byu.edu.
1. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Qué es la doctrina de Cristo? (2 Nefi 31:21)”, KnoWhy 58 (Marzo 13, 2017).
2. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Qué significa hablar con lengua de ángeles? (2 Nefi 32:2)”, KnoWhy 60 (Marzo 15, 2017).
3. Véase Jared T. Parker, “The Doctrine of Christ in 2 Nephi 31–32 as an Approach to the Vision of the Tree of Life”, en The Things My Father Saw: Approaches to Lehi’s Dream and Nephi’s Vision, ed. Daniel L. Belnap, Gaye Strathearn y Stanley A. Johnson (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y Religious Studies Center, Brigham Young University, 2011), 161–178.
4. 2 Nefi 31:9, 18–20; cf. 1 Nefi 8:20–21, 24.
5. Ezequiel profetizó continuamente desde alrededor de 593–571 a. C. Véase John H. Walton y Craig S. Keener, eds., NIV Cultural Background Study Bible: Bringing to Life the Ancient World of Scripture (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2016), 1332; William R. Osborne, “Ezekiel the Prophet”, en The Lexham Bible Dictionary, ed. John D. Barry, et al. (Bellingham, WA: Lexham Press, 2016).
6. Walton y Keener, eds., NIV Cultural Background Study Bible, 1336 n. 3:3.
7. Véase Neal Rappleye, “‘With the Tongue of Angels’: Angelic Speech as a Form of Deification”, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 21 (2016): 316, 321.
8. Nótese también que mientras viajaban en el desierto, la comida de los lehitas era “sabrosa” por la palabra del Señor (1 Nefi 17:12).
9. Parker, “The Doctrine of Christ in 2 Nephi 31–32”, 172–175; Joseph Spencer, An Other Testament: On Typology, 2nd edition (Provo, UT: Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2016), 46–49; D. John Butler, Plain and Precious Things: The Temple Religion of the Book of Mormon’s Visionary Men (Lexington, KY: autopublicada, 2012), 47–61, 133–154; David E. Bokovoy, “‘Thou Knowest That I Believe’: Invoking The Spirit of the Lord as Council Witness in 1 Nephi 11”, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 1 (2012): 1–23.
10. Parker, “The Doctrine of Christ in 2 Nephi 31–32”, 174, y la tabla en la p. 173.
11. Véase Thomas B. Dozeman, “Bread of the Presence”, en Eerdmans Dictionary of the Bible, ed. David Noel Freedman (Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans, 2000), 199; Joseph Kelly, “Bread of the Presence,” en Lexham Bible Dictionary.
12. Kelly, “Bread of the Presence”. Véase también Elder D. Todd Christofferson, “‘Danos hoy el pan nuestro de cada día’”, Charla fogonera del SEI para jóvenes adultos, 9 de enero de 2009, en línea en lds.org. Nótese que, como la palabra del Señor, el maná fue descrito con el sabor de “miel” (Éxodo 16:31).
13. Véase Richard Dilworth Rust, Feasting on the Word: The Literary Testimony of the Book of Mormon (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1997), 245; Monte S. Nyman, Book of Mormon Commentary, 6 vols. (Orem, UT: Granite Publishing, 2003), 1:751.
14. Élder Richard G. Scott, “El poder de las Escrituras”, Liahona, Noviembre 2011, 6.
15. Élder Neil L. Andersen, “Asiros con firmeza a las palabras de los profetas”, Charla Fogonera del SEI para los jóvenes adultos, 4 de marzo de 2007, en línea en speeches.byu.edu.
16. A menudo se piensa que la Santa Cena es una “renovación de los convenios bautismales”, pero el élder Neil L. Anderson recientemente aclaró que la Santa Cena es una oportunidad de “renovar todos nuestros convenios, todas nuestras promesas“. Citado en Ugo A. Perego, “The Changing Forms of the Latter-day Saint Sacrament”, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 22 (2016): 14.
17. Brian K. Ashton, “La doctrina de Cristo”, Liahona, Noviembre 2016, 106.
18. Élder Joseph B. Wirthlin, “La vida abundante”, Liahona, Mayo 2006, en línea en lds.org. Véase también Joseph Fielding McConkie y Robert L. Millet, Doctrinal Commentary on the Book of Mormon, 4 vols. (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1987–1992), 1:367.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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