En septiembre de 1830, el Señor le dijo a José Smith que fue llamado “para efectuar el recogimiento de mis escogidos” (DyC 29:7).1 En una conferencia posterior a esta revelación, se les dijo a los miembros a “comenzar el recogimiento de Israel, y se le dio una revelación al Profeta sobre este tema”.2 Los Santos de los Últimos Días más tarde se reunirían en varios lugares, incluyendo Ohio, Missouri, Illinois y las Montañas Rocosas.3 Sin embargo, los primeros santos también reconocieron que el recogimiento de Israel tenía un elemento espiritual además de lo físico (DyC 29:1-2, 7-8). El Libro de Mormón puede haber ayudado a José a entender la conexión entre el recogimiento espiritual y físico de Israel.4
La casa de Israel fue dispersada en varias ocasiones. La primera fue en el año 721 a. C., cuando el imperio asirio dispersó las diez tribus del norte.5 La segunda fue en el año 586 a. C., cuando los babilonios conquistaron Jerusalén y reubicaron a muchos de los judíos.6 Finalmente, en el año 70 d. C., los romanos quemaron el templo en Jerusalén y vendieron a gran parte de la población judía en la esclavitud, como Nefi profetizó que sucedería (2 Nefi 25:14-15).7 Sin embargo, Nefi también sabía por Isaías que algún día Dios “levantará estandarte a las naciones, y congregará a los desterrados de Israel, y reunirá a los dispersos de Judá de los cuatro cabos de la tierra” (2 Nefi 21:12; Isaías 11:12).8
El Libro de Mormón deja en claro que el recogimiento será un evento físico, y que los esparcidos de Israel “serán congregados de su larga dispersión, desde las islas del mar y desde las cuatro partes de la tierra… a las tierras de su herencia” (2 Nefi 10:8).9 Cristo declaró: “Y me acordaré del convenio que he hecho… con ellos de que los recogería en mi propio y debido tiempo, y que otra vez les daría por herencia la tierra de sus padres” (3 Nefi 20:29). Estas parecen ser promesas de un regreso físico a las tierras prometidas, y es posible que esta fuese una de las formas en que la idea de un recogimiento físico se plantó en la mente de José.10
Sin embargo, el Libro de Mormón habla del recogimiento de Israel en términos espirituales y físicos. Para Lehi, por ejemplo, el hecho de ser recogido era equivalente a reconocer el Mesías. Él declaró que “después que la casa de Israel fuese esparcida, sería de nuevo recogida… o llegarían al conocimiento del verdadero Mesías, su Señor y su Redentor” (1 Nefi 10:13-14). También enseñó que “después que los hayan dispersado los gentiles” a los hijos de Israel (1 Nefi 15:17) “llegarán al conocimiento de… su Redentor y de los principios exactos de su doctrina, para que sepan cómo venir a él y ser salvos” (v. 14). Estas enseñanzas implican que venir a Cristo es el remedio por ser “dispersado[s por] los gentiles”.
Jacob, el hijo de Lehi, conectó de manera similar el recogimiento espiritual y física, diciendo que los judíos serían “restaurados a la verdadera iglesia y redil de Dios, cuando sean reunidos en las tierras de su herencia, y sean establecidos en todas sus tierras de promisión” (2 Nefi 9:2, Isaías 14:2). Cristo mismo también hizo la conexión entre un recogimiento física y espiritual. Dijo que “los dispersos de mi pueblo” estarían preparados para “venir a mí, a fin de que invoquen al Padre en mi nombre” (3 Nefi 21:27). Él siguió esto diciendo que serían reunidos para “volver a la tierra de su herencia” (3 Nefi 21:28). Lo que parece sugerir una conexión entre venir a Cristo, un recogimiento espiritual, y estar reunido en las tierras de su herencia, que es un recogimiento físico.
Una conexión entre el recogimiento físico y espiritual es la manera en que el Libro de Mormón y los primeros miembros de la iglesia usaban Isaías 11:11.11 Este versículo declara que “el Señor volverá a extender su mano, por segunda vez, para recobrar los restos de su pueblo” de varios países, y el versículo hace referencia cuatro veces en el Libro de Mormón.12
En una de esas ocasiones, Nefi declaró que el Señor volvería a poner su mano una segunda vez no simplemente para restaurar a su pueblo del exilio físico, sino para restaurarlo espiritualmente “de su estado perdido y caído” (2 Nefi 25:17), mostrando la estrecha conexión entre el recogimiento físico y espiritual. Emily M. Coburn Austin, uno de los primeros miembros de la iglesia, usó este versículo para referirse a la reunión física y espiritual. Y en Doctrina y Convenios 137:6, José Smith relacionó directamente este versículo con el bautismo.13
Puede ser fácil pensar en el recogimiento como algo que sucederá en el futuro. Sin embargo, el Libro de Mormón y Doctrina y Convenios muestran que el recogimiento espiritual está teniendo lugar en este momento. El profeta José Smith enseñó: “Todo cuanto han escrito los profetas… que se refiere a la salvación de Israel en los últimos días, procura mostrar que dicha salvación consiste en la obra del recogimiento”.14 Aquellos que desean contribuir a la salvación espiritual de Israel pueden ayudar a reunir al Israel disperso a través de la obra misional. El Señor le dijo a Ezra Thayre que si él abría la boca para predicar el evangelio, su boca sería “llena, y seréis como Nefi el de antaño” (DyC 33:7-8). Lo mismo es cierto hoy.
Hoy, el reunir a personas en la iglesia permitirá que todo el mundo sea un lugar de recogimiento. Cuando José Smith reveló por primera vez el área donde se reunirían los santos, una mujer en Canadá le preguntó si el condado de Jackson sería lo suficientemente grande como para reunir a todas las personas. Brigham Young respondió esta pregunta diciendo que “Sion se extenderá, tarde o temprano, por toda la tierra. No habrá ningún rincón o esquina sobre la tierra, sino lo que estará en Sion. Todo será Sion… Vamos a reunir a todos los que podamos, los bendeciremos [y] les daremos sus investiduras”.15
Participar en el recogimiento espiritual puede transformar vidas de manera profunda. La hermana Austin dijo que participar en el recogimiento le dio una “vida de benevolencia para aquellos que eran desafortunados y necesitados; una vida para vendar a los quebrantados de corazón y consolar al que llora; una vida para enseñar con el ejemplo, así como con el precepto; una vida de caridad; una vida para mostrar al mundo que hemos estado con Cristo y hemos aprendido de Él”.16 Al darse cuenta de que el recogimiento tiene un elemento espiritual, les recuerda a los fieles que pueden ayudar a reunir al Israel disperso, mejorando sus vidas para ellos y para quienes los rodean.
Andrew C. Reed, “Framing the Restoration and Gathering: Orson Hyde and Early Mormon Understanding of Israel, Jews, and the Second Coming”, en Foundations of the Restoration: Fulfillment of the Covenant Purposes, ed. Craig James Ostler, Michael Hubbard MacKay y Barbara Morgan Gardner (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book y Religious Studies Center, Brigham Young University, 2016), 225–244.
Janiece Johnson y Jennifer Reeder, The Witness of Women: Firsthand Experiences and Testimonies from the Restoration (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2016), 155–165.
Elizabeth Maki, “‘Trasladaos a Ohio’“, en Revelaciones en Contexto, Enero 4, 2013, en línea en history.lds.org.
Robert L. Millet, “Israel, Gathering of”, en Book of Mormon Reference Companion, ed. Dennis L. Largey (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2003), 403–406.
1. Para más información sobre el recogimiento en los tiempos modernos, véase Joseph F. Darowski, “El camino de la Rama Colesville”, en Revelaciones en Contexto, Febrero 12, 2013, en línea en history.lds.org.
2. Newel Knight, Autobiography, hacia el año 1871 (Salt Lake City, UT: Church History Library, 2013), 268–269.
3. Elizabeth Maki, “‘Trasladaos a Ohio’,” en Revelaciones en Contexto, Enero 4, 2013, en línea en history.lds.org.
4. De los 69 versículos bíblicos citados por Moroni a José Smith durante “la visión nocturna”, 31 se refieren a Israel de los últimos días y 26 al recogimiento de Israel, por lo que parece que Moroni hizo una conexión entre el Libro de Mormón y el recogimiento. Véase Gerald E. Smith, Schooling the Prophet: How the Book of Mormon Influenced Joseph Smith and the Early Restoration (Provo, UT: Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2015), 26.
5. Edward F. Campbell Jr., “A Land Divided: Judah and Israel from the Death of Solomon to the Fall of Samaria,” en The Oxford History of the Biblical World, ed. Michael D. Coogan (New York, NY: Oxford University Press, 1998), 239.
6. Mordechai Cogan, “Into Exile: From the Assyrian Conquest of Israel to the Fall of Babylon”, en The Oxford History of the Biblical World, 266.
7. Amy-Jill Levine, “Visions of Kingdoms: From Pompey to the First Jewish Revolt”, en The Oxford History of the Biblical World, 383.
8. Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué los primeros profetas nefitas hablaron de la dispersión de los judíos? (2 Nefi 15:13; Isaías 5:13-25)”, KnoWhy 42 (Febrero 22, 2017).
9. Para más información sobre la recogimiento, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué dijo Jesús que había ‘otras ovejas’ que escucharán su voz? (3 Nefi 15:21; cf. Juan 10:16)“, KnoWhy 207 (Septiembre 18, 2017).
10. Andrew C. Reed, “Framing the Restoration and Gathering: Orson Hyde and Early Mormon Understanding of Israel, Jews, and the Second Coming”, en Foundations of the Restoration: Fulfillment of the Covenant Purposes, ed. Craig James Ostler, Michael Hubbard MacKay y Barbara Morgan Gardner (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y Religious Studies Center, Brigham Young University, 2016), 226.
11. Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Moroni citó Isaías 11 a José Smith? (2 Nefi 21:10; Isaías 11:10)”, KnoWhy 50 (Marzo 3, 2017).
12. Véase 2 Nefi 21:11; 25:17; 29:1; y Jacob 6:2.
13. Janiece Johnson y Jennifer Reeder, The Witness of Women: Firsthand Experiences and Testimonies from the Restoration (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2016), 157.
14. Joseph Fielding Smith, compilador y editor, Enseñanzas del Profeta José Smith (Salt Lake City, UT: The Church of Jesus Christ of Latter Day Saints, 1954), 95.
15. Brigham Young, Journal of Discourses (Liverpool, UK: George Q. Cannon, 1861), 1:138.
16. Johnson y Reeder, Witness of Women, 158.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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