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KnoWhy #279

¿Por qué José y Oliver buscaron la autoridad para bautizar?

diciembre 28, 2017
KnoWhy #279
Juan el Bautista, bautizando a Jesús, por Harry Anderson
“Y he aquí, estas son las palabras que pronunciaréis, llamándolos por su nombre, diciendo: Habiéndoseme dado autoridad de Jesucristo, yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén”.
3 Nefi 11:24–25

El Conocimiento

Durante el proceso de traducir el Libro de Mormón, José Smith y Oliver Cowdery se “retira[ron] al bosque un cierto día [del mes de mayo] para orar y preguntar al Señor acerca del bautismo para la remisión de los pecados” (JS-H 1:68).1 En respuesta, el Señor envió a Juan el Bautista para conferirles el Sacerdocio Aarónico, para instruirlos sobre la naturaleza de su autoridad y luego mandarles a que se ordenaran y bautizaran uno a otro (vv. 68-72).2

Algunos pueden preguntarse qué fue, en primer lugar, lo que inició la preocupación de José y Oliver acerca del bautismo y la autoridad necesaria para llevarlo a cabo. En 1834, Oliver Cowdery recordó: “Ningún hombre, en su estado sensato, podría traducir y escribir las instrucciones que de los labios del Salvador recibieron los nefitas, referentes a la forma precisa en que los hombres deberían edificar su Iglesia… sin anhelar el privilegio de mostrar la disposición de su corazón mediante la inmersión en la sepultura líquida ‘como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios por la resurrección de Jesucristo’”.3

Esta declaración indica que fue el mismo Libro de Mormón, y especialmente las instrucciones del Salvador con respecto al bautismo que se encuentran en 3 Nefi 11, lo que condujo a este evento importante en la historia de la Iglesia.4 Sin embargo, considerando cuán frecuentemente el bautismo y la autoridad eran discutidas en el Libro de Mormón, 3 Nefi pudo haber sido el ímpetu final que los llevó al bosque a orar.

Parece probable que Mosíah 18 hubiera sido la primera instancia en el proceso de traducción que prominentemente presentó información acerca de la autoridad del sacerdocio, bautismo y la fundación de una de las iglesias de Cristo.5 Afirma que Alma bautizó “teniendo autoridad del Dios Todopoderoso” (v. 13), y “quienquiera que era bautizado por el poder y autoridad de Dios, era agregado a su iglesia” (v. 17). Además, “Alma, teniendo autoridad de Dios, ordenó sacerdotes” entre sus seguidores (v. 18, énfasis agregado).

Sin embargo, Mosíah 18 fue solo el comienzo. Los historiadores de la iglesia Michael H. MacKay y Gerrit J. Dirkmaat explicaron: “En una repetición casi en cadencia, Smith dictó registros adicionales del bautismo semana tras semana” y durante todo este proceso “la necesidad del bautismo [se reveló] casi todos los días”.6

Por ejemplo, Alma hijo ordenó sacerdotes y élderes en la iglesia de Zarahemla “por la imposición de sus manos, según el orden de Dios” (Alma 6:1). En Alma 13, los traductores encontraron frecuentemente el término sacerdocio y habrían aprendido que aquellos que lo obtuvieron fueron “llamados con un santo llamamiento, y ordenados con una santa ordenanza” (v. 8). Y de Alma 49:30 habrían entendido que se requiere el arrepentimiento, el bautismo y la ordenación antes de poder ser “enviados a predicar entre el pueblo”.

Sin embargo, la importancia de recibir el bautismo autorizado y apropiadamente administrado habría sido especialmente pronunciada en el registro del ministerio del Salvador que se encuentra en 3 Nefi. Como en los días de José Smith, el modo correcto del bautismo fue discutido antiguamente entre los nefitas (véase 3 Nefi 11:28).7 Esto llevó al Salvador a describir y aclarar explícitamente el proceso.

Jesús enseñó: “Y he aquí, estas son las palabras que pronunciaréis, llamándolos por su nombre, diciendo: Habiéndoseme dado autoridad de Jesucristo,8 yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Y entonces los sumergiréis en el agua, y saldréis del agua” (3 Nefi 11:24-26).9

Según Daniel C. Peterson: “El pasaje [en 3 Nefi] que presenta la ordenación de la autoridad para bautizar probablemente se tradujo, como mucho, a cinco semanas [después de la traducción] del informe de Alma y las aguas de Mormón”.10 Por lo que, debido al rápido ritmo de traducción, los traductores habrían tenido, en tan solo un mes, muchas referencias del bautismo y la autoridad del sacerdocio—temas que terminaron siendo importantes durante el ministerio del Salvador en 3 Nefi.11

El Porqué

Reconocer que la atribución de la autoridad del sacerdocio en esta dispensación se desencadenó al traducir el Libro de Mormón y reflexionar sobre su mensaje es instructivo. Richard L. Bushman informó que, durante el proceso de traducción, José y Oliver se detenían “ocasionalmente para hablar sobre el desarrollo de la historia nefita”.12 Tales discusiones indican un interés intencional en el registro antiguo y la voluntad de estudiar sus revelaciones en sus mentes (véase DyC 9:8).

El élder Joseph B. Wirthlin enseñó: “A través de las Escrituras constantemente se nos recuerda que debemos dar a las cosas de Dios mucho más de lo que suele ser una consideración superficial. Debemos meditarlas hasta llegar a descubrirnos completamente y a darnos cuenta de nuestras posibilidades”.13 Al estudiar y reflexionar sobre las revelaciones ya dadas en el Libro de Mormón, José Smith y Oliver Cowdery descubrieron en qué podrían convertirse: portadores del Santo Sacerdocio de Dios.

Lucy Mack Smith incluso recordó que, en respuesta a su interés, estos jóvenes traductores recibieron una revelación directa de ir al bosque a orar: “Una mañana se sentaron a su trabajo, como siempre, y lo primero que se presentó a través del Urim y Tumim, era un mandamiento para que José y Oliver acudieran al agua y atendieran la ordenanza del Bautismo”.14 El proceso de crecimiento espiritual es, por lo tanto, “revelación tras revelación, conocimiento sobre conocimiento” (DyC 42:61), las cosas previas preparando y señalando el camino hacia un mayor conocimiento, instrucción y autoridad (véase Alma 12:9-11, cf. Abraham 1:2).

Jesucristo y los profetas en el Libro de Mormón no solo enseñaron frecuentemente sobre el bautismo y la autoridad del sacerdocio,15 sino como lo describe Scott H. Faulring, ellos “directamente asociaron la ordenanza del bautismo con la membresía en la iglesia del Señor”.16 Por lo tanto, no es del todo sorprendente que este texto sagrado inspirara a quienes lo tradujeron a buscar una guía sobre cómo restaurar de nuevo la iglesia de Cristo en la “dispensación del cumplimiento de los tiempos” (DyC 112:30).

De las páginas del Libro de Mormón, y especialmente de las palabras del Salvador resucitado, José y Oliver llegaron a saber que necesitaban obtener la remisión de los pecados, un convenio para unirlos al Señor y a los demás y la autoridad para traer a otros a este convenio. Debido a que nadie sobre la tierra poseía esa autoridad, ¡Juan el Bautista “entregó el mensaje ansiosamente buscado y las llaves del evangelio de arrepentimiento!.”17 Describiendo la profunda importancia de este evento, Oliver Cowdery exclamó: “¡Qué gozo! ¡Qué admiración! ¡Qué asombro!”18

Otras Lecturas

Michael Hubbard MacKay y Gerrit J. Dirkmaat, From Darkness Unto Light: Joseph Smith’s Translation and Publication of the Book of Mormon (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y Religious Studies Center, Brigham Young University, 2015), 130–134.

John W. Welch, “The Book of Mormon as the Keystone of Church Administration,” en A Firm Foundation, ed. David J. Whittaker y Arnold K. Garr (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y Religious Studies Center, Brigham Young University, 2011), 15–58.

Daniel C. Peterson, “Authority in the Book of Mosiah,” FARMS Review 18, no. 1 (2006): 149–185.

Scott H. Faulring, “The Book of Mormon: A Blueprint for Organizing the Church,” Journal of Book of Mormon Studies 7, no. 1 (1998): 60–69, 71.

Larry C. Porter, “The Restoration of the Aaronic and Melchizedek Priesthoods,” Ensign, December 1996, en línea en lds.org.

 

1. José Smith aclaró que esto fue “el día quince de mayo de 1829” (JS-H 1:72).
2. Aunque de gran importancia, José y Oliver inicialmente se abstuvieron de compartir abiertamente esta atribución milagrosa de autoridad y sus ordenaciones y bautismos mutuamente administrados. En cambio, guardaron para sí esta experiencia sagrada, debido al “espíritu de persecución que ya se había manifestado en la región” (JS-H 1:74 ). Para un análisis más detallado de las razones de José y Oliver para salvaguardar esta experiencia espiritual, véase Steven C. Harper, “Trustworthy History?FARMS Review 15, no. 2 (2003): 288–293; Richard Lyman Bushman, Joseph Smith: Rough Stone Rolling (New York, NY: Knopf, 2005), 75–76.
3. Oliver Cowdery, “Letter I,” Messenger and Advocate 1, no. 1 (1834): 15.
4. Oliver Cowdery comentó que después de escribir y reflexionar sobre el relato de 3 Nefi: “Pues se podría preguntar: ¿Tienen los hombres que niegan las revelaciones la autoridad para obrar en el nombre de Cristo?” Esta pregunta retórica sugiere además que fue 3 Nefi lo que más fuertemente influyó en la búsqueda de José y Oliver para el bautismo y la autoridad. Cowdery, “Letter I,” Messenger and Adovcate, 15.
5. Reconocer que el Libro de Mosíah fue probablemente la primera porción del Libro de Mormón en ser traducida (además de las 116 páginas), Daniel C. Peterson comentó que sus páginas contienen una “pieza importante de evidencia para lo que los primeros Santos de los Últimos Días habrían conocido o por lo menos encontrado acerca del sacerdocio”. Daniel C. Peterson, “Authority in the Book of Mosiah,” FARMS Review 18, no. 1 (2006): 150.
6. Michael Hubbard MacKay y Gerrit J. Dirkmaat, From Darkness unto Light: Joseph Smith’s Translation and Publication of the Book of Mormon (Provo y Salt Lake City, UT: Deseret Book y Religious Studies Center, Brigham Young University, 2015), 131.
7. Cuando el presidente Martin Van Buren preguntó si los Santos de los Últimos Días “diferían en [su] religión de las otras religiones del día”, José Smith dijo, “diferimos en el modo de bautismo y el don del Espíritu Santo por la imposición de manos”. Letter to Hyrum Smith and High Council, December 5, 1839, p. 88, en línea en josephsmithpapers.org. Para una breve descripción de cómo se corrompió la ordenanza del bautismo en los primeros siglos de la historia cristiana, véase Tad R. Callister, The Inevitable Apostasy and the Promised Restoration (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2006), 233–236. Para un estudio del tema separado, pero relacionado, de las disputas sobre el bautismo de infantes en el Libro de Mormón, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Moroni incluyó la condena de Mormón sobre el bautismo infantil? (Moroni 8:12)”, KnoWhy 253 (Noviembre 21, 2017).
8. Scott H. Faulring ha notado que “la oración bautismal en los artículos de 1829 y en los artículos y convenios de 1830 inician con la frase Habiéndoseme dado autoridad de Jesucristo (3 Nefi 11:25) en lugar de: Habiendo sido comisionado por Jesucristo, como se lee hoy en DyC 20:73. El profeta José Smith revisó la fraseología anterior en ese versículo cuando publicó los Artículos y Convenios en la primera edición de Doctrina y Convenios en 1835″. Esto sugiere que las ordenanzas bautismales en la iglesia primitiva usaron la frase directamente del Libro de Mormón en lugar de la redacción revisada en Doctrina y Convenios 20. Scott H. Faulring, “The Book of Mormon: A Blueprint for Organizing the Church,” Journal of Book of Mormon Studies 7, no. 1 (1998): 66.
9. La importancia de recibir autoridad para bautizar también se habría confirmado cuando Jesús declaró que le dio “poder” a Sus discípulos para que pudieran bautizar al pueblo en el agua (3 Nefi 12:1).
10. Peterson, “Authority in the Book of Mosiah,” 186, n. 49. Peterson aquí parece haber estado hablando específicamente de 3 Nefi 7:25, lo que habría sido traducido poco tiempo antes de las declaraciones del Salvador en 3 Nefi 11. Véase también John W. Welch, “The Miraculous Translation of the Book of Mormon,” en Opening the Heavens: Accounts of Divine Manifestations, 1820–1844, ed. John W. Welch (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y BYU Press, 2005), 92–93.
11. Para más información sobre el bautismo y la autoridad del sacerdocio en el Libro de Mormón, véase Faulring, “A Blueprint for Organizing the Church,” 65–66.
12. Bushman, Rough Stone Rolling, 74.
13. Joseph B. Wirthlin, “Pondering Strengthens the Spiritual Life,” Ensign, abril 1982, en línea en lds.org.
14. Lucy Mack Smith, Biographical Sketches of Joseph Smith the Prophet and His Progenitors for Many Generations (Liverpool, UK: S. W. Richards, 1853), 131.
15. Véase Faulring, “A Blueprint for Organizing the Church,” 65: “Ellos encontraron la palabra bautismo en sus diferentes formas más de cien veces en el registro nefita, más seguido que en la Biblia, de hecho”.
16. Faulring, “A Blueprint for Organizing the Church,” 65.
17. Cowdery, “Letter I,” Messenger and Advocate, 15.
18. Cowdery, “Letter I,” Messenger and Advocate, 15.

Traducido por Central del Libro de Mormón