El 1 de marzo de 1842, el periódico de la Iglesia Times and Seasons publicó una carta que José Smith había escrito a un reportero de un periódico de Chicago llamado John Wentworth.1 En esta carta, José escribió una lista de declaraciones sobre la doctrina SUD que más tarde se convertiría en los Artículos de Fe,2 incluyendo la familiar declaración de “los primeros principios y ordenanzas del Evangelio”; como la fe, el arrepentimiento, el bautismo y recibir el Espíritu Santo (Artículos de Fe 1:4). Es posible que muchos Santos de los Últimos Días no sepan que José Smith probablemente se enteró de este patrón de cuatro pasos del Libro de Mormón.3
Aunque Doctrina y Convenios habla de los primeros principios y ordenanzas del Evangelio, es probable que el Libro de Mormón fuera el primer lugar donde José Smith vio esta doctrina presentada de manera sistemática.4 Doctrina y Convenios 20:8-9, revelada en algún momento después de abril de 1830, afirma que el Libro de Mormón (publicado en marzo de 1830) contiene “la plenitud del evangelio de Jesucristo” y que el Libro de Mormón establece los principios que constituyen esta “plenitud del evangelio”.5 Estos principios son exactamente los mismos principios que se encuentran en el cuarto Artículo de Fe: fe en Jesucristo, arrepentimiento, bautismo, recibir el don del Espíritu Santo y perseverar hasta el final.6
Es posible que José haya encontrado esta formulación al traducir las palabras de Cristo mismo, tal como se presentan en 3 Nefi. En 3 Nefi 27, Cristo define su evangelio declarando que nadie podía entrar en su reposo excepto aquellos que habían lavado “sus vestidos en mi sangre, mediante su fe… Y este es el mandamiento: Arrepentíos, todos vosotros, extremos de la tierra, y venid a mí y sed bautizados en mi nombre, para que seáis santificados por la recepción del Espíritu Santo…en verdad os digo que este es mi evangelio. (3 Nefi 27:19-21, énfasis agregado).7
Versículos como este muestran que el Libro de Mormón es una de las mejores fuentes para comprender claramente los primeros principios y ordenanzas del evangelio. Noel B. Reynolds explicó que, en el Libro de Mormón, Dios prometió la salvación de sus hijos a través de “la fe en su Hijo, el arrepentimiento y el bautismo, recibiendo la remisión de los pecados a través del bautismo de fuego y del Espíritu Santo y perseverando en la fe, esperanza y caridad hasta el final de la vida mortal. Esta enseñanza central dio coherencia y fundamento a todas las enseñanzas de los profetas del Libro de Mormón”.8
Una vez que un lector sabe que José Smith probablemente obtuvo estas ideas sobre los primeros principios y ordenanzas del Evangelio del Libro de Mormón, todo el libro se abre como una fuente importante para una mejor comprensión de estos principios. Alma 32:27, por ejemplo, enseña a las personas sobre cómo ejercitar la fe incluso cuando no sienten que tienen mucha fe: “Mas he aquí, si… ejercitáis un poco de fe, sí, aunque no sea más que un deseo de creer, dejad que este deseo obre en vosotros, sí, hasta creer… una porción de mis palabras”. Moroni 7:33 muestra cómo, a través de esta fe, los individuos pueden hacer lo que Dios necesita que hagan: “Y Cristo ha dicho: Si tenéis fe en mí, tendréis poder para hacer cualquier cosa que me sea conveniente”.
El Libro de Mormón también explica el arrepentimiento con más detalle que el que se encuentra en la Biblia.9 2 Nefi 2:7 les recuerda a los lectores la importancia de la humildad para el arrepentimiento. Afirma que Cristo se ofreció a sí mismo como “sacrificio por el pecado… por todos los de corazón quebrantado y de espíritu contrito”. Alma 5:13 declara que para las personas que verdaderamente se habían arrepentido, “y en sus corazones también se efectuó un potente cambio; y se humillaron, y pusieron su confianza en el Dios verdadero y viviente”.
De manera similar, aclara el bautismo.10 Una forma de hacerlo es enfatizar la conexión íntima entre el arrepentimiento y el bautismo: “[D]ebéis arrepentiros y nacer de nuevo… [v]enid, pues, y sed bautizados para arrepentimiento, a fin de que seáis lavados de vuestros pecados” (Alma 7:14). 2 Nefi 31:17 de manera similar enseña que “la puerta por la cual debéis entrar es el arrepentimiento y el bautismo en el agua; y entonces viene una remisión de vuestros pecados por fuego y por el Espíritu Santo”.
Moroni 8:11 agrega que “el bautismo es para arrepentimiento a fin de cumplir los mandamientos para la remisión de pecados”. El Libro de Mormón subraya aún más la conexión íntima entre el bautismo y la recepción del Espíritu Santo: “¿[Q]ué os impide ser bautizados en el nombre del Señor… para que él derrame su Espíritu más abundantemente sobre vosotros?” (Mosíah 18:8-10).
El Libro de Mormón también proporciona ideas sobre el don del Espíritu Santo.11 Alma 5:46, por ejemplo, muestra el esfuerzo que a veces se hace por recibir respuestas del espíritu. “He aquí, he ayunado y orado muchos días para poder saber estas cosas por mí mismo. Y ahora sé por mí mismo que son verdaderas; porque el Señor Dios me las ha manifestado por su Santo Espíritu”.
1 Nefi 10:19 reafirma esto: “Porque el que con diligencia busca, hallará; y los misterios de Dios le serán descubiertos por el poder del Espíritu Santo”. Sin embargo, el Libro de Mormón también les recuerda a los lectores todo lo que pueden aprender del espíritu: “[Y] por el poder del Espíritu Santo podréis conocer la verdad de todas las cosas” (Moroni 10:5).
Finalmente, el Libro de Mormón recuerda a todos los lectores que continúen avanzando hacia el reino de Dios. 2 Nefi 31:19-20 dice: “Y ahora bien, amados hermanos míos, después de haber entrado en esta estrecha y angosta senda, quisiera preguntar si ya quedó hecho todo. He aquí, os digo que no… Por tanto, si marcháis adelante, deleitándoos en la palabra de Cristo, y perseveráis hasta el fin, he aquí, así dice el Padre: Tendréis la vida eterna”.
Para el lector moderno, como para José Smith, el Libro de Mormón es una fuente invaluable para comprender el evangelio de Jesucristo. Los lectores pueden y deben volver a estos principios básicos una y otra vez. El Libro de Mormón ayuda a iluminar estos principios aparentemente simples, lo que permite al lector comprenderlos más plenamente. Como dijo Reynolds, el libro puede ayudar a las personas a “entender el evangelio de Jesucristo de manera más correcta y más completa de lo que ha sido posible sobre la base de otras escrituras o tradiciones”.12
Noel B. Reynolds, “The Gospel According to Mormon,” Scottish Journal of Theology 68, no. 2 (2015): 218–234.
Andrew C. Skinner, “Jesus’s Gospel-Defining Discourse in 3 Nephi 27:13–21: Doctrinal Apex of His New World Visit,” en Third Nephi: An Incomparable Scripture, ed. Andrew C. Skinner y Gaye Strathearn (Provo, UT: Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2012), 281–308.
Robert L. Millet, “This Is My Gospel,” en 3 Nephi 9–30, This Is My Gospel, ed. Monte S. Nyman y Charles D. Tate Jr., Book of Mormon Symposium Series, Volume 8 (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1993), 1–24.
1. “Church History”, Times and Seasons 3, no. 9 (1 de marzo de 1842): 706-710.
2. Véase también Book of Mormon Central en Español, “¿De dónde obtuvo José Smith sus ideas doctrinales sobre Cristo? (Mosíah 4:7)”, KnoWhy 261 (diciembre 1, 2017).
3. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Qué es la doctrina de Cristo? (2 Nefi 31:21)”, KnoWhy 58 (Marzo 13, 2017).
4. DyC 18 y 20 hablan de los primeros principios del Evangelio, y DyC 49:12-14 los expone muy sucintamente: “Creed en el nombre del Señor Jesús … arrepentíos y sed bautizados en el nombre de Jesucristo, según el santo mandamiento, para la remisión de pecados; y el que hiciere esto recibirá el don del Espíritu Santo“.
5. Debe notarse que “evangelio” y “doctrina” a menudo se usan indistintamente en el Libro de Mormón. Véase por ejemplo, Jacob 7:6.
6. Noel B. Reynolds, “The True Points of My Doctrine,” Journal of Book of Mormon Studies 5, no. 2 (1996): 49–54.
7. Véase también 2 Nefi 9:23-24: “Y él manda a todos los hombres que se arrepientan y se bauticen en su nombre, teniendo perfecta fe en el Santo de Israel, o no pueden ser salvos en el reino de Dios”. Y también 2 Nefi 31:14-16.
8. Reynolds, “The True Points of My Doctrine,” 56.
9. Véase por ejemplo, Mosíah 11; 26; Alma 5:13; 9; 12; 42; Helamán 7; 13; 3 Nefi 30:2.
10. Véase, por ejemplo, Mosíah 18:17, “Y fueron llamados la iglesia de Dios, o la iglesia de Cristo, desde ese tiempo en adelante. Y aconteció que quienquiera que era bautizado por el poder y autoridad de Dios, era agregado a su iglesia”.
11. Véase por ejemplo, Mosíah 18:7–10 y 2 Nefi 31:13–21.
12. Noel B. Reynolds, “The Gospel According to Nephi: An Essay on 2 Nephi 31,” Religious Educator 16, no. 2 (2015): 72–73.
Traducido por Central del Libro de Mormón
Construimos una fe duradera en Jesucristo al hacer que el Libro de Mormón sea accesible, comprensible y defendible para todo el mundo.
Copyright 2017-2022 Book of Mormon Central: A Non-Profit Organization. All Rights reserved. Registeres 501(c)(3).EIN:20-5294264