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KnoWhy #231

¿Cómo pudieron morir tantas personas en la batalla de Cumorah?

octubre 20, 2017
KnoWhy #231
Siege of the Stripling Sons (Asedio de los dos mil jóvenes guerreros) por Brian Hailes
“Y había caído Lámah… y Gilgal… y Límhah… y Jeneum… y habían caído Cumeníah, y Moroníah, y Antiónum, y Shiblom, y Shem, y Josh, cada uno con sus diez mil”
Mormón 6:14

El Conocimiento

En la batalla final en el Cerro Cumorah, los lamanitas diezmaron completamente a los nefitas. Mormón dijo que los lamanitas mataron a aproximadamente 230.000 de su pueblo.1 Sin embargo, este número al principio puede parecer imposiblemente grande. Uno se puede preguntar cómo un ejército de 230.000 personas podría haber existido durante un tiempo en que la población entera del mundo era probablemente de solo unos 206 millones.2 Es imposible saber exactamente por qué estos números son tan altos, pero hay algunas sugerencias.

1. Mormón pudo haber exagerado

La primer cosa a considerar es que los textos antiguos a menudo exageraban el tamaño de la población.3 En el Antiguo Testamento, por ejemplo, se dice que 600.000 hombres israelitas habían salido de Egipto (Éxodo 12:37).4 Cuando se considera a las mujeres y los niños que salieron al mismo tiempo, esto significaría que 2.5 millones de israelitas probablemente salieron de Egipto al mismo tiempo. Viendo que toda la población de Egipto en ese momento era probable de solo 2.8 millones, estos números parecen ser claramente exagerados.5 Por lo tanto, es posible que Mormón, al igual que otros historiadores antiguos, simplemente exageraron al hablar de números tan grandes.6

2. Es posible que un millar no signifique realmente mil

También es posible que “diez mil” represente una unidad militar y no un número exacto de soldados. En hebreo, la palabra eleph puede significar el número literal 1000, pero también puede significar un escuadrón militar.7 Si este es el caso, cada comandante militar podría simplemente haber estado a cargo de 10 “escuadras” de números desconocidos, poniendo el número de víctimas mucho más bajo de lo que podrían parecer al principio.8

3. El ejército realmente pudo haber sido muy grande

Si bien es importante estar al tanto de estas posibles diferencias, alguna evidencia sugiere que estas cifras son precisas. La población de la América precolombina era mucho más grande de lo que muchos suponen. De hecho, durante muchos períodos, las Américas eran más pobladas que Europa.9 Por lo que 230.000 bajas podrían haber sido una cifra razonable en los tiempos de Mormón. Los datos de la población del Libro de Mormón son consistentes con esta cifra. Cuando uno examina las ocasiones en que el tamaño de la población se menciona a través del Libro de Mormón, y asume el crecimiento normal de la población, 230.000 muertes en la batalla final en Cumorah tendría sentido.10

Uno ve esto desde el tamaño actual de los ejércitos en la América precolombina. En Mesoamérica, por ejemplo, incluso después de redondear significativamente para explicar la tendencia de los autores a exagerar, los aztecas reunieron a más de 300.000 personas para una guerra contra un reino vecino, y esto no se observó como un hecho notable. Los Quiché, de manera similar, pudieron poner un ejército de 232.000 hombres en el campo, aunque muchos se negaron a pelear.11 Esto demuestra que las cifras de víctimas en Mormón son al menos factibles.

4. 230.000 podrían representar a toda la población

Una posibilidad inquietante presentada por Mormón 6 es que la mayoría de la población nefita, incluyendo mujeres y niños, pelearon en esta batalla y fueron asesinados.12

Mormón declara:

[M]i pueblo, con sus esposas y sus hijos, vieron a los ejércitos de los lamanitas que marchaban hacia ellos; y con ese horrible temor a la muerte que llena el pecho de todos los inicuos, esperaron que llegaran (Mormón 6:7, énfasis añadido).

Más tarde, Mormón se lamentó: “¡Oh bellos hijos e hijas, vosotros, padres y madres, vosotros, esposos y esposas, pueblo bello, cómo pudisteis haber caído!” (Mormón 6:19, énfasis añadido). Aunque es imposible decir con certeza, estos versículos implican fuertemente que toda la población luchó contra los lamanitas, y que la cifra de 230.000 representa eso.13

El Porqué

Hay dos enfoques generales que uno puede tomar al leer el Libro de Mormón. Uno es asumir que el libro es falso, afirmando que cada elemento confuso en el libro demuestra que es un fraude. El otro es tener fe, darle al libro el beneficio de la duda, mirarlo a través de una lente antigua, y darse cuenta de que los textos antiguos rara vez son tan claros como los lectores modernos preferirían. Este segundo enfoque significa que los lectores del Libro de Mormón necesitan leerlo de la misma manera en que ellos leen otros textos sagrados antiguos. Necesitan ser pacientes con el libro, considerarlo cuidadosamente, y no desestimar detalles que parecen extraños como señal de que el libro no es auténtico.14

A medida que se examinan las posibles respuestas a la cuestión de cifras tan altas de víctimas, surgen implicaciones interesantes:

  1. Si los números son exagerados, esto es un recordatorio para el lector de que el Libro de Mormón fue escrito como muchos otros textos antiguos.
  2. Si la palabra “mil” realmente representa unidades militares, esto le da al lector una nueva visión de la traducción del Libro de Mormón.
  3. Si los números son exactos, esto demuestra la atención a la exactitud de los detalles que es excepcional en un texto antiguo.
  4. Si el número realmente representa a toda la población, esto recuerda al lector de la naturaleza trágica de esta batalla final del Libro de Mormón.

Explorar las dificultades y las posibles soluciones disponibles—en lugar de desecharlas por completo—crea oportunidades para aprender, descubrir, crecer y, finalmente, aumentar la fe.15 Si algo acerca del Libro de Mormón parece confuso, fuera de lugar o inesperado, esto es lo que uno habría de esperar. Esto simplemente significa que el Libro de Mormón se une a la Biblia como un libro que necesita ser ponderado y considerado cuidadosamente si uno quiere entender las aparentes rarezas en el texto.

Independientemente de si hubo 23.000 muertos o 230.000 muertos, la destrucción fue una tragedia absoluta, y un horror del que Mormón y Moroni fueron testigos. Este es el terrible clímax de acción de toda la narrativa del Libro de Mormón. Un pueblo que fue bendecido y justo por tanto tiempo, finalmente se destruyeron a sí mismos en actos de violencia y carnicería sin sentido.

En un día en que los actos de violencia sin sentido frecuentemente ofenden a las naciones modernas, es fácil imaginar el efecto emocional en los nefitas. De manera similar, las guerras que atraviesa la tierra hoy en día, matan a millones de personas. Si el lector moderno siente compasión y angustia por las víctimas y familias de guerras y tiroteos que experimenta la gente de todo el mundo, ¿cuánto más debería sentir el lector compasión y angustia por la destrucción de los nefitas elegidos y benditos? Sin embargo, si el lector se siente conmovido hacia los nefitas, ¿cuánto más debería dirigirse con compasión hacia los que sufren los estragos de la guerra y la violencia de hoy? Y si el lector está lleno de compasión por los que sufren hoy, considere cuánto más llora Dios y tiene el corazón desconsolado por la destrucción de Sus hijos (Moisés 7:29, 32).

Otras lecturas

Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué se mencionan caballos en el Libro de Mormón? (Enos 1:21)“, KnoWhy 75 (Abril 5, 2017).

James E. Smith, “How Many Nephites?: The Book of Mormon at the Bar of Demography,” en Book of Mormon Authorship Revisited, ed. Noel B. Reynolds (Provo, UT: FARMS, 1997), 255-293.

James E. Smith, “Nephi’s Descendants? Historical Demography and the Book of MormonReview of Books on the Book of Mormon 6, no. 1 (1994): 284–294.

 

1. James E. Smith, “How Many Nephites?: The Book of Mormon at the Bar of Demography,” en Book of Mormon Authorship Revisited, ed. Noel B. Reynolds (Provo, UT: FARMS, 1997), 255-293.
2. K. Klein Goldewijk and G. van Drecht, “HYDE 3.1: Current and historical population and land cover”, en Eds. A. F. Bouwman, T. Kram, y K. Klein Goldewijk, “Integrated modelling of global environmental change. An overview of IMAGE 2.4”, Netherlands Environmental Assessment Agency (MNP), Bilthoven, The Netherlands.
3. “En contraste con los textos de las culturas del antiguo Cercano Oriente, las cuales típicamente proporcionaban poca información acerca del tamaño de sus ejércitos, la Biblia incluía una gran cantidad de información acerca del número de las tropas israelitas. Desafortunadamente, mucha de esta información es problemática…  Los números parecen bastante altos, considerando especialmente el aparente tamaño del otro ejército, mejor establecido que las naciones contemporáneas…  Esta dificultad ha guiado a muchos a muchos a descartar por completo los números bíblicos, o a considerarlos como exageraciones intencionales. Claramente, la Biblia sí incluye exageraciones… Aunque algunos argumentan que los números bíblicos a menudo también exageran para dejar claros ciertos puntos, como el glorificar al Dios de Israel”. Boyd Seevers, Warfare in the Old Testament: The Organization, Weapons, and Tactics of Ancient Near Eastern Armies (Grand Rapids, MI: Kregel Academic, 2013), 53. Herodoto, el antiguo autor griego, es similarmente conocido por su tendencia a no dejar que la exactitud histórica se interponga en el camino de una buena historia. Véase Lee L. Brice, Greek Warfare: From the Battle of Marathon to the Conquests of Alexander the Great (Santa Barbara, CA: ABC-CLIO, 2012), 74.
4. La cuenta de Éxodo da un número que podría leerse de manera diferente (véase el siguiente párrafo de este KnoWhy), pero las cifras en Números son mucho menos ambiguas y muestran una clara exageración. Véase Kenneth A. Kitchen, On the Reliability of the Old Testament (Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans, 2003), 264; James K. Hoffmeier, Ancient Israel in Sinai: The Evidence for the Authenticity of the Wilderness Tradition (New York, NY: Oxford University Press, 2005), 153–159.
5. Carol A. Redmount, “Bitter Lives: Israel In and Out of Egypt,” en The Oxford History of the Biblical World, ed. Michael D. Coogan (Nueva York, NY: Oxford University Press, 1998), 70.
6. William J. Hamblin, “The Importance of Warfare in Book of Mormon Studies,” en Warfare in the Book of Mormon, ed. Stephen D. Ricks y William J. Hamblin (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and FARMS, 1990), 495–496.
7. Kitchen, On the Reliability of the Old Testament, 264; Hoffmeier, Ancient Israel in Sinai, 153–159.
8. Otras culturas antiguas usaban términos como este también. La unidad militar romana “centuria” era también la palabra para 100, pero estas unidades a menudo no tenían 100 personas en ellos. Véase Smith, “How Many Nephites?” 286.
9. Charles C. Mann, 1491: New Revelations of the Americas Before Columbus (New York, NY: Alfred A. Knopf, 2005), 94.
10. James E. Smith, “Nephi’s Descendants? Historical Demography and the Book of MormonReview of Books on the Book of Mormon 6, no. 1 (1994): 284–294.
11. John L. Sorenson, Mormon’s Codex: An Ancient American Book (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book y el Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2013), 397–398.
12. Smith, “How Many Nephites?”, 286.
13. Sorenson, Mormon’s Codex, 286.
14. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué se mencionan en el Libro de Mormón vino, viñas y lagares? (Mosíah 11:15), ” KnoWhy 88 (Abril 20, 2017).
15. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué se mencionan caballos en el Libro de Mormón? (Enós 1:21), ” KnoWhy 75 (Abril 5, 2017).

Traducido por Central del Libro de Mormón