Cuando Nefi le preguntó al Espíritu del Señor el significado del árbol que su padre había visto en un sueño (1 Nefi 11:11), el Espíritu aparentemente cambió de tema y llama la atención de Nefi hacia una “virgen”. Hablando de ella, Nefi dijo que “era sumamente hermosa y blanca”, y “más hermosa y pura que toda otra virgen” (1 Nefi 11:13, 15).
Conforme la visión continúa, Nefi ve a esta mujer “llevando un niño en sus brazos” (1 Nefi 11:20), y el ángel que escoltaba a Nefi le dijo que ella es “la madre de Dios, según la carne”, que se encuentra en el texto original. 1 Por medio de esta visión, Nefi llega a comprender de alguna manera el significado del árbol de la vida (1 Nefi 11:21-22).
En 1998, Daniel C. Peterson observó una conexión fundamental entre el árbol y la virgen. Los adjetivos que describen a la virgen (“más hermosa”, “sumamente hermosa”, “blanca”) en comparación con aquellos que describen el árbol (“sobrepujaba a toda otra belleza”, y “excedía a la blancura de la nieve misma”), son sinónimos (1 Nefi 11:8).
De la misma manera que el árbol llevaba su fruto, la Virgen llevaba a un niño (1 Nefi 11:7, 20). “Claramente”, señaló Peterson, “la visión que tuvo Nefi de la madre virgen con su hijo es la respuesta a su pregunta sobre el significado del árbol. De hecho, es evidente que, en cierto sentido, la Virgen es el árbol“.2
Peterson continúa explicando que recientemente eruditos han llegado a aceptar que en la antigua religión israelita existía la creencia en una diosa madre divina llamada Asera, que era representada por el árbol de la vida. El simbolismo es un concepto general de todo el antiguo Cercano Oriente y puede verse asociado con diversas diosas de diversas culturas.
En 2011, el egiptólogo John S. Thompson exploró conexiones adicionales entre diferentes diosas egipcias y árboles sagrados. Thompson señala que mientras que la mayoría de antiguas culturas del Cercano Oriente habían sexualizado la diosa del árbol, los egipcios destacaron el papel maternal, a menudo representando a diosas del árbol amamantando a un hijo.3 Además, la Asera israelita estaba más centrada en la madre lactante y menos sexualizada—ella era la “madre de los dioses” y también se consideraba como la madre de los reyes davídicos.4
Nada es más importante en la adoración cristiana que reconocer a Jesucristo como el Hijo de Dios, nacido de una virgen, que vino en la carne tomando la imagen misma de su padre (Juan 17:3; Hebreos 1:1–3). El Libro de Mormón, como otro testigo y convenio de Dios, atestigua “que Jesús es el Cristo, el Eterno Dios” y “que se manifiesta a sí mismo a todas las naciones” (Portada del Libro de Mormón). El antiguo compilador Mormón testificó que él había escrito este libro “con el fin de que creáis” en la Biblia, y para que la gente moderna pueda conocer las maravillosas y milagrosas obras que se han hecho “entre ellos por el poder de Dios” (Mormón 7:9).
La idea de una diosa madre divina resuena fuertemente con la creencia de una Madre Celestial entre los Santos de los Últimos Días.5 Mientras que María no se identifica como la Madre Celestial, el contexto de las antiguas culturas israelitas y egipcias ilumina tanto la visión de Nefi y como también la manera que él les daba sentido a las imágenes que vio.
Tal como las religiones israelitas y egipcias sabían asociar un árbol sagrado con una madre de dioses y reyes, de esa misma manera el ángel guía de Nefi vincula la idea del árbol de la vida con la “madre de Dios, según la carne”, cuyo hijo era el Mesías, el verdadero rey davídico.
Personas en todo el mundo pueden apreciar la hermosa fuerza y efecto de la revelación de Nefi. Samuel Zinner, un erudito no SUD de estudios sobre Enoc, ha comentado que el simbolismo en la visión de Nefi “implica una continuidad teológica… entre el árbol de la vida, la señora Jerusalén, la señora Nazaret y la Virgen María. Todas estas son, en última instancia, especializaciones o refracciones de Asera”.6 Margaret Barker, otra erudita no-SUD del Antiguo Testamento, se ha maravillado que en la visión de Nefi “la madre celestial [es] representada por el árbol de la vida y después [se ven] María y su hijo en la tierra. Esta revelación a José Smith fue el simbolismo de la sabiduría antigua, intacto y casi seguramente tal como era conocido en el año 600 a. C.”7
Gospel Topics,“Madre Celestial”, en línea en lds.org
David L. Paulsen and Martin Pulido, “‘A Mother There’: A Survey of Historical Teachings about Mother in Heaven,” BYU Studies 50, no. 1 (2011): 70–97.
Samuel Zinner, “‘Zion’ and ‘Jerusalem’ as Lady Wisdom in Moses 7 and Nephi’s Tree of Life Vision,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 12 (2014): 281–323.
John S. Thompson, “The Lady at the Horizon: Egyptian Tree Goddess Iconography and Sacred Trees in Israelite Scripture and Temple Theology,” in Ancient Temple Worship: Proceedings of The Expound Symposium, 14 May 2011, ed. Matthew B. Brown, Jeffrey M. Bradshaw, Stephen D. Ricks, and John S. Thompson (Orem, Utah: Interpreter Foundation and Eborn Books, 2014), 217–241.
Daniel C. Peterson, “A Divine Mother in the Book of Mormon?” in Mormonism and the Temple: Examining an Ancient Religious Tradition, ed. Gary N. Anderson (Logan, Utah: Academy for Temple Studies/USU Religious Studies, 2013), 109–124.
Margaret Barker, “The Fragrant Tree,” in The Tree of Life: From Eden to Eternity, ed. John W. Welch and Donald W. Parry (Salt Lake City, Utah: Deseret Book and Neal A. Maxwell Institute, 2011), 55–79.
Margaret Barker, “Joseph Smith and Preexilic Israelite Religion,” in The Worlds of Joseph Smith, ed. John W. Welch (Provo, UT: Brigham Young University Press, 2005), 69–82.
Daniel C. Peterson, “Nephi and His Asherah,” Journal of Book of Mormon Studies 9/2 (2000): 16–25.
Daniel C. Peterson, “Nephi and His Asherah: A Note on 1 Nephi 11:8–23,” in Mormons, Scripture, and the Ancient World: Studies in Honor of John L. Sorenson (Provo, Utah: FARMS, 1998), 191–243.
1. Royal Skousen, ed., The Book of Mormon: The Earliest Text (New Haven, CT: Yale University Press, 2009), 29. Con el fin de aclarar, se agregaron las palabras “hijo de” que ahora se encuentra en este versículo del Libro de Mormón.
2. Daniel C. Peterson, “Nephi and His Asherah: A Note on 1 Nephi 11:8–23,” in Mormons, Scripture, and the Ancient World, ed. Davis Bitton (Provo, UT: FARMS, 1998), 194.
3. John S. Thompson, “The Lady at the Horizon: Egyptian Tree Goddess Iconography and Sacred Trees in Israelite Scripture and Temple Theology,” in Ancient Temple Worship: Proceedings of The Expound Symposium, 14 May 2011, ed. Matthew B. Brown, Jeffrey M. Bradshaw, Stephen D. Ricks, and John S. Thompson (Orem, Utah: Interpreter Foundation and Eborn Books, 2014), 225–226.
4. Peterson, “Nephi and His Asherah,” 196–198.
5. Véase “Madre Celestial” en línea en lds.org,consultado el 28 de octubre de 2015.
6. Samuel Zinner, “‘Zion’ and ‘Jerusalem’ as Lady Wisdom in Moses 7 and Nephi’s Tree of Life Vision,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 12 (2014): 313.
7. Margaret Barker, “Joseph Smith and Preexilic Israelite Religion,” in The Worlds of Joseph Smith, ed. John W. Welch (Provo, UT: Brigham Young University Press, 2005), 76.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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