El 25 de agosto de 1829, un próspero terrateniente llamado Martin Harris y un joven editor llamado Egbert B. Grandin firmaron un contrato. Por $ 3.000 (alrededor de $ 70.000 hoy1) Grandin acordó imprimir 5.000 ejemplares del Libro de Mormón.2 Al sentir la gran preocupación de Harris por poner su vida en riesgo (el granjero tendría que hipotecar su propiedad a Grandin con el fin de asegurar los fondos necesarios para pagar la impresión), el profeta José Smith recibió una firme y amorosa revelación para su amigo y benefactor en el verano de 1829. “[N]o codiciar tus propios bienes, sino dar liberalmente de ellos para imprimir el Libro de Mormón, el cual contiene la verdad y la palabra de Dios” (DyC 19:26).3 La venta del Libro de Mormón fue anunciada el viernes 26 de marzo de 1830, en el periódico de Grandin The Wayne Sentinel.4
Con la importante excepción de un número de conversos, las primeras reacciones al Libro de Mormón fueron casi universalmente negativas, especialmente por la prensa. Un periódico contemporáneo desestimó al Libro de Mormón llamándolo “una producción torpe y estúpida”. El autor se burló: “No tenemos ninguna duda en decir que todo el sistema es erróneo… No hay ninguna característica redentora en todo el esquema; nada que recomendar para una mente pensante”.5
Hoy en día uno encuentra una actitud muy diferente hacia el Libro de Mormón por la mayoría de los lectores. Ahora es ampliamente reconocido como una obra “clásica” con un valor religioso, histórico y literario. Pero ¿qué es exactamente un clásico? Si bien es cierto que la respuesta a esta pregunta es objeto de debate, comúnmente un clásico es definido como cualquier obra de literatura, música, drama o arte que tiene un atractivo duradero y universal, calidad creativa o estética de primera clase, conocimiento profundo para lo más profundo de la condición humana, y que de alguna manera genera una profunda reflexión a través de las vidas de aquellos que interactúan con la obra en cuestión.
Uno podría clasificar al Libro de Mormón como una obra clásica al ver la cantidad de imprentas respetables que han publicado el libro. Esto incluye la imprenta de Yale University,6 University of Illinois Press,7 Doubleday,8 y Penguin Books.9
La última es especialmente notable, ya que “por más de 65 años, Penguin ha sido el editor principal de literatura clásica en el mundo de habla inglesa, proveyendo a los lectores una biblioteca mundial de las mejores obras a lo largo de la historia y a través de todo género y disciplina”. El valor e importancia de los títulos publicados bajo la impresión de Penguin “es incalculable, y su pérdida y destrucción nos disminuiría a todos”.10
Laurie F. Maffly-Kipp comenzó la edición de Penguin, al afirmar: “De cualquier manera que uno decida pensar sobre este libro, es una fascinante historia que bien vale la pena leer por varias razones”.11 Y el eminente físico y matemático Freeman Dyson relató que personalmente “atesora” el Libro de Mormón por su “historia dramática en un fino estilo bíblico”.12
Como un clásico, el multifacético Libro de Mormón puede ser leído no solamente por sus valiosas enseñanzas religiosas o por su impacto en la historia religiosa americana, sino también por su alta calidad literaria y su narrativa llamativa.13 Esto fue reconocido por David Noel Freedman, un respetado erudito bíblico no mormón, que según informes comentó: “Los mormones son muy afortunados. Su libro es muy bonito”.14
El Libro de Mormón puede ser estudiado académicamente también. De hecho, sigue atrayendo una atención considerable en el mundo académico, con eruditos mormones y no mormones analizando el texto de distintas perspectivas.15 Resumiendo este trabajo, Grant Hardy acertadamente concluyó que cualquiera que sea la manera que José Smith lo haya sacado a la luz: “El Libro de Mormón es un texto sobresaliente, uno que es digno de estudiar seriamente”.16
La influencia del Libro de Mormón tiene tanto alcance como libro clásico que ha sido clasificado entre las obras más influyentes en la literatura americana por nada menos que la Biblioteca del Congreso de los EE.UU.17 Comentando este logro, el erudito de la religión americana no mormón Stephen Prothero llamó al Libro de Mormón “la escritura americana de más influencia”,18 un sentimiento compartido por otros, incluyendo al historiador Daniel Walker Howe, quien simplemente recalcó: “El Libro de Mormón debería clasificarse entre los grandes logros de la literatura americana”.19
¿Por qué merece el Libro de Mormón ser llamado un libro clásico? A pesar de los ataques de los primeros y contemporáneos antagonistas, el Libro de Mormón continúa siendo leído, estudiado y apreciado por millones de creyentes y no creyentes alrededor del mundo. Más de 150 millones de copias del Libro de Mormón en 110 idiomas han sido impresas desde los primeros 5,000 ejemplares en 1830.20 Terryl Givens observó que incluso aquellos que consideran a José Smith como el autor del Libro de Mormón deben reconocer que “él escribió el libro más influyente, ampliamente publicado y leído escrito por un norteamericano”.21
Este libro ha emergido como una escritura única con un atractivo duradero. Atrae a las personas de culturas de todo el mundo. Mientras que contiene secciones que son narrativas sencillas, también presenta pasajes que han sido elogiados por su calidad creativa y estética de primera clase. Sus mensajes éticos y religiosos ofrecen una exhaustiva percepción de la profunda realidad de la condición humana, y genera una atenta reflexión de toda la vida de aquellos que analizan el texto con verdadera intención, buscando con oración.
Si uno cree que el Libro de Mormón es una escritura antigua o una literatura americana del siglo XIX, de todas maneras es un clásico que ha tenido un profundo efecto en millones de hombres y mujeres. Uno de los primeros lectores del Libro de Mormón, Parley P. Pratt, recordó su primer encuentro con el libro le dejó un impacto indeleble en su vida. “Lo abrí ansiosamente y leí la portada”, recordó:
Después leí el testimonio de varios testigos de la manera en que fue hallado y traducido. A continuación, comencé a leer el contenido. Leí todo el día; me parecía una molestia comer, pues no sentía deseos de alimentarme; y cuando llegó la noche, me resultaba una molestia acostarme, pues prefería seguir leyendo en lugar de dormir. A medida que leía, el Espíritu del Señor vino sobre mí, y supe y comprendí que el libro era verdadero con la misma claridad con que un hombre comprende y sabe que existe. Mi gozo era perfecto, o al menos así me pareció, y me regocijé de tal modo que mi gozo compensó todas las aflicciones, los sacrificios y sufrimientos de mi vida.22
Terryl L. Givens, By the Hand of Mormon: The American Scripture that Launched a New World Religion (New York: Oxford University Press, 2002).
Terryl L. Givens, The Book of Mormon: A Very Short Introduction (New York: Oxford University Press, 2009).
Paul C. Gutjahr, The Book of Mormon: A Biography (Princeton, NJ: Princeton University Press, 2012).
Grant Hardy, “The Book of Mormon,” in The Oxford Handbook of Mormonism, ed. Terryl L. Givens and Philip L. Barlow (New York, NY: Oxford University Press, 2015), 134–148.
1. Esta cantidad fue calculada al verificar en una calculadora de inflación en linea.
2. Susan Easton Black and Larry C. Porter, “‘For the Sum of Three Thousand Dollars’,” Journal of Book of Mormon Studies 14, no. 2 (2005): 4–11, 66–67; Michael Hubbard MacKay and Gerrit J. Dirkmaat, From Darkness unto Light: Joseph Smith’s Translation and Publication of the Book of Mormon (Provo, UT and Salt Lake City, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, and Deseret Book, 2015), 181–197.
3. Nuevas investigaciones del proyecto de los documentos de José Smith ahora fechan esta revelación cerca de agosto de 1829, no en marzo de 1830, como previamente se suponía. Véase el tema en MacKay and Dirkmaat, From Darkness unto Light, 190–193.
4. ” The Book of Mormon,” The Wayne Sentinel vol. 7, no. 29 (Palmyra, N. Y., Friday, March 26, 1830).
5. “The Mormons.,” The Episcopal Recorder vol. 18, no. 7 (Philadelphia, Saturday, April 9, 1840).
6. Royal Skousen, ed., The Book of Mormon: The Earliest Text (New Haven, CT: Yale University Press, 2009).
7. Grant Hardy, ed., The Book of Mormon: A Reader’s Edition (Urbana and Chicago, IL: University of Illinois Press, 2003).
8. Joseph Smith, Jr., trans., The Book of Mormon: Another Testament of Jesus Christ (New York, NY: Doubleday, 2004).
9. Joseph Smith, Jr., trans., The Book of Mormon (New York, NY: Penguin Books, 2008).
10. “About Penguin Classics,” véase en línea en https://www.penguin.com/static/pages/classics/about.php.
11. Laurie F. Maffly-Kipp, “Introduction,” in The Book of Mormon, viii.
12. Freeman Dyson: By the Book,” New York Times, April 16, 2015, en línea en https://www.nytimes.com/2015/04/19/books/review/19bkr-bythebook_dyson.t.html.
13. Véase de manera general John W. Welch, “Chiasmus in the Book of Mormon,” in Chiasmus in Antiquity: Structures, Analyses, Exegesis, ed. John W. Welch (Hildesheim: Gerstenberg Verlag, 1981; reprint Provo, Utah: Research Press, 1999), 198–210; Richard Dilworth Rust, Feasting on the Word: The Literary Testimony of the Book of Mormon (Provo, UT: FARMS, 1997); James T. Duke, The Literary Masterpiece Called the Book of Mormon (Springville, UT: Cedar Fort, 2003); Donald W. Parry, Poetic Parallelisms in the Book of Mormon: The Complete Text Reformatted (Provo, UT: Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2007); Grant Hardy, Understanding the Book of Mormon: A Reader’s Guide (New York: Oxford University Press, 2010); Joseph Spencer, An Other Testament: On Typology, 2nd ed. (Provo, UT: Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2016).
14. David Noel Freedman, citado en John W. Welch, “What Does Chiasmus in the Book of Mormon Prove?” in Book of Mormon Authorship Revisited: The Evidence for Ancient Origins, ed. Noel B. Reynolds (Provo, UT: FARMS, 1997), 206.
15. Véase de manera general Richard Lyman Bushman, Joseph Smith and the Beginnings of Mormonism (Urbana and Chicago, IL: University of Illinois, 1984); Terryl L. Givens, By the Hand of Mormon: The American Scripture that Launched a New World Religion (New York, NY: Oxford University Press, 2002); Margaret Barker, “Joseph Smith and Preexilic Israelite Religion,” in The Worlds of Joseph Smith: A Bicentennial Conference at the Library of Congress, ed. John W. Welch (Provo, UT: BYU Press, 2006), 69–82; Terryl L. Givens, “‘Common-Sense’ Meets the Book of Mormon: Source, Substance, and Prophetic Disruption,” in Revisiting Thomas O’Dea’s The Mormons: Contemporary Perspectives, ed. Cardell K. Jacobson, John P. Hoffman, and Tim B. Heaton (Salt Lake City, UT: University of Utah Press, 2008), 79–98; The Book of Mormon: A Very Short Introduction (New York, NY: Oxford University Press, 2009); Margaret Barker and Kevin Christensen, “Seeking the Face of the Lord: Joseph Smith and the First Temple Tradition,” in Joseph Smith Jr.: Reappraisals after Two Centuries (New York, NY: Oxford University Press, 2009), 143–172; Paul C. Gutjahr, The Book of Mormon: A Biography (Princeton, NJ: Princeton University Press, 2012); John A. Tvedtnes, “Hebraisms in the Book of Mormon,” in Encyclopedia of Hebrew Language and Linguistics, 4 vols., ed. Geoffrey Khan (Leiden: Brill, 2013), 195–196; “Names of People: Book of Mormon,” in Encyclopedia of Hebrew Language and Linguistics, 787–788; Noel B. Reynolds, “The Gospel According to Mormon,” Scottish Journal of Theology 68, no. 2 (2015): 218–234; Grant Hardy, “The Book of Mormon,” in The Oxford Handbook of Mormonism, ed. Terryl L. Givens and Philip L. Barlow (New York, NY: Oxford University Press, 2015), 134–148.
16. Hardy, Understanding the Book of Mormon, 273.
17. “Books that Shaped America,” Library of Congress, en línea en https://www.loc.gov/bookfest/books-that-shaped-america/
18. Stephen Prothero, “My Take: Library of Congress’s ‘books that shaped America’ list plays down religion,” The CNN Belief Blog, June 3, 2012, en línea en https://religion.blogs.cnn.com/2012/07/03/my-take-library-of-congresss-books-that-shaped-america-list-plays-down-religion/.
19. Daniel Walker Howe, What Hath God Wrought: The Transformation of America, 1815–1848, The Oxford History of the United States (New York, NY: Oxford University Press, 2007), 314.
20. Ryan Kunz, “180 años más tarde, el Libro de Mormón se acerca a los 150 millones de ejemplares,” Liahona, Marzo 2010, 74–75; “El Libro de Mormón en 110 idiomas”, Liahona, Mayo 2015, 137.
21. Terryl Givens, The Latter-day Saint Experience in America (Westport, CT: Greenwood Press, 2004), 236.
22. Parley P. Pratt, The Autobiography of Parley Parker Pratt (Chicago, IL: Law, King & Law, 1888), 38.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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