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KnoWhy #34

¿Por qué habrá escogido Jacob el símbolo de un “monstruo” para describir la muerte y el infierno?

febrero 11, 2017
KnoWhy #34
Jonás y la ballena por Pieter Lastman
¡Oh cuán grande es la bondad de nuestro Dios, que prepara un medio para que escapemos de las garras de este terrible monstruo; sí, ese monstruo, muerte e infierno, que llamo la muerte del cuerpo, y también la muerte del espíritu!
2 Nefi 9:10

El conocimiento

Jacob, el hermano menor de Nefi, en su épico discurso registrado en 2 Nefi capítulo 6 al 10, usó algunos símbolos poderosos para describir los formidables obstáculos que los mortales enfrentan en su camino a la vida eterna. En 2 Nefi 9:10, 19 y 26, él repetidamente usa la imagen de un “terrible monstruo” para referirse a la muerte e infierno, o más directamente, la muerte del cuerpo y la muerte espiritual.

Aunque el uso del término “monstruo” no es común en la Biblia, Daniel Belnap, profesor de escritura antigua en BYU, declaró: “La personificación de la muerte como una entidad monstruosa no es única en el Libro de Mormón, sino que se encuentra en la Biblia”.1 Jacob recitó simbolismo similar usado por Isaías para representar la victoria de Dios sobre “Rahab”, el “dragon”, y el mar Rojo, “las aguas del gran abismo”, con el fin de demostrar el poder del Señor para redimir a su pueblo, encontrado en  Isaías 51:9-10 (2 Nefi 8:9-10).

Isaías utiliza términos similares en otros lugares para también representar el futuro triunfo de Jehová al liberrar a Israel de las fuerzas del mal. Isaías 27:1 dice:

En aquel día Jehová castigará con su espada dura, grande y fuerte a Leviatán, la serpiente escurridiza, a Leviatán, la serpiente tortuosa; y matará al dragón que está en el mar.

Otro conmovedor ejemplo esta en Salmos 89:8-10:

Oh Jehová Dios de los ejércitos, ¿quién como Tú? Poderoso eres, Jehová, y tu fidelidad te rodea.
Tú tienes dominio sobre la braveza del mar; cuando se levantan sus olas, tú las calmas.
Tú quebrantaste a Rahab como a un herido de muerte; con el brazo de tu poder esparciste a tus enemigos.

En el Salmo 18, el salmista compara “los lazos” de la muerte e infierno a ahogarse en “caudalosas aguas”. Él relata que solamente el Señor puede salvarlo.

Los lazos de la muerte me envolvieron, y los torrentes de la iniquidad me atemorizaron.
Las ligaduras del Seol me rodearon; los lazos de la muerte me confrontaron.
En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.

Envió desde lo alto y me tomó;
me sacó de las caudalosas aguas (Salmos 18:4-6, 16).

La palabra del Señor registrada en Oseas 13:14, uno de los primeros textos israelitas, se acerca al lenguaje que utilizó Jacob con respecto a lo que el “terrible monstruo” representa:

De manos del Seol los rescataré, los redimiré de la muerte (heb. “infierno”) ¿Dónde están, oh muerte, tus plagas? ¿Dónde está, oh Seol, tu destrucción?…

Estos símbolos de Rahab, el dragón (del mar), Leviatán (monstruo del mar), las furiosas olas del mar, y otros símbolos similares se encuentran no solamente en el Antiguo Testamento sino también en la literatura del antiguo Cercano Oriente en general.2 Juntos, simbolizaban los poderes del caos, o las fuerzas que ponen en peligro la vida de los seres mortales y son personificaciones o símbolos de muerte y el infierno.

Una versión de un mito del antiguo Cercano Oriente de un combate divino conocido como el ciclo canaanita de Baal (o ciclo canónico), registrado en los escritos de las tablillas encontradas en Ugarit (ahora Ras Shamra en Siria), representa el Mot (muerte) y Yam (mar) como los demonios enemigos de Baal, el rey de los dioses. Aunque en un punto de la historia Baal es tragado por la muerte, su última victoria sobre la muerte y el mar asegura su reinado como rey.3

Finalmente, también se puede notar que hay similitudes en Mesoamérica a la idea del “monstruo del caos”. John Sorenson ha explicado detalladamente el hecho de que antiguos mitos mayas y aztecas representan “un monstruo y las aguas en las cuales existe” que “simboliza caos”. Él notó que la “criatura monstruosa ahí se había peleado, derrotado y domado por una divinidad benéfica cuando la tierra fue creada”. Sorenson comparó este “monstruo terrestre” mesoamericano al simbolismo similar encontrado en el antiguo Cercano Oriente.4

El porqué

Así que, ¿por qué escogió Jacob un “monstruo” como símbolo de muerte e infierno, y por qué es importante que los lectores modernos lo contemplen?

Contextualmente, Jacob sabía que las personas en su audiencia inmediata entenderían esta analogía porque era un simbolismo común entre los israelitas y en la cultura del antiguo Cercano Oriente, de donde la familia de Lehi había llegado poco antes.

Culturalmente, es notable que simbolismos similares también se encuentran en Mesoamérica. El uso generalizado de estos simbolismos en el viejo y nuevo mundo enfatiza un punto de continuidad entre el simbolismo usado por los profetas bíblicos como Isaías y Oseas y el nuevo entorno del pueblo de Lehi en su tierra prometida.

Normalmente con el tiempo, el uso de estos simbolismos en varias civilizaciones tiende a subir y bajar en aceptación. Después de haber sobrevivido los torrentes furiosos del “gran abismo” como un joven impresionado, Jacob mismo habría sido atraído emocionalmente a la inquietante amenaza del caos, la destrucción y la muerte. Aunque en algún momento comunes, estos símbolos parecen haberse desvanecido un poco cuando los nefitas se establecieron en su nueva tierra, ya que este lenguaje no vuelve a aparecer en el Libro de Mormón.

Distintivamente, aunque no común en la Biblia y el antiguo mundo, lo que sí es único del uso de este simbolismo en el Libro de Mormón es la claridad con la que Jacob explica la manera en que estos símbolos se aplican a la experiencia humana mortal. Jacob no deja duda cuando enfatiza el significado de la analogía al explicar que estos símbolos representaban tanto la muerte física como la espiritual – dos obstáculos universales que cada persona debe enfrentar y superar en el camino a la vida eterna.  Además, Jacob luego llegó a considerar equivalente el monstruo con el diablo y con el tormento sin fin de los impíos (2 Nefi 9:19).

Agradecido y optimista, Jacob también describe la realidad de la victoria de Jehová sobre el monstruo. Él exclamó: “¡Oh, la grandeza de la misericordia de nuestro Dios, el Santo de Israel! Pues él libra a sus santos”, a través de la expiación y la resurrección, liberando al género humano del poder de la muerte y el infierno, haciendo posible para todos superar estas desastrosas barreras.

Entender la manera en que Jacob usó este simbolismo del monstruo del caos aumenta credibilidad a la doctrina y la historicidad del Libro de Mormón. Los lectores modernos pueden apreciar bien esta representación potente de la manera en que Cristo, nuestro Redentor y Salvador, nos ayuda a conquistar y superar nuestros mayores desafíos y cada obstáculo para nuestra salvación eterna.

Otras lecturas

Allan D. Rau, “Cheer Up Your Hearts: Jacob’s Message of Hope in Christ,” Religious Educator 14 no. 3 (2013): 49–63.

Daniel Belnap, “‘I Will Contend with Them That Contendeth with Thee’: The Divine Warrior in Jacob’s Speech of 2 Nephi 6–10,” Journal of the Book of Mormon and Restoration Scripture 17, no. 1–2 (2008): 20–39.

David E. Bokovoy and John A. Tvedtnes, Testaments: Links between the Book of Mormon and the Hebrew Bible (Tooele, UT: Heritage Press, 2003), 79–87.

Alonzo L. Gaskill, The Lost Language of Symbolism (Salt Lake City: Deseret Book, 2003).

Donald W. Parry, Jay A. Parry, and Tina M. Peterson, Understanding Isaiah (Salt Lake City: Deseret Book, 1998), 241, 453–54.

Robert L. Millet, “Redemption through the Holy Messiah (2 Nephi 6–10),” in Studies in Scripture, vol. 7: 1 Nephi to Alma 29, ed. Kent P. Jackson (Salt Lake City: Deseret Book, 1987), 119.

 

1. Daniel Belnap, “‘I Will Contend with Them That Contendeth with Thee’: The Divine Warrior in Jacob’s Speech of 2 Nephi 6–10,” Journal of the Book of Mormon and Restoration Scripture 17/1–2 (2008): 30.
2. Othmar Keel, The Symbolism of the Biblical World: Ancient Near Eastern Iconography and the Book of Psalms (London: SPCK, 1972), 47–75.
3. Véase Belnap, “I Will Contend,” 30-31. También David E. Bokovoy and John A. Tvedtnes, Testaments: vínculos entre el Libro de Mormón y la Biblia hebrea (Tooele, UT: Heritage Press, 2003), 79-87; traducciones al inglés de las tablillas Ugarit pueden encontrarse en Simon B. Parker, ed., Ugaritic Narrative Poetry (Atlanta: Scholars Press, 1994).
4. John L. Sorenson, Mormon’s Codex: An Ancient American Book (Salt Lake City: Deseret Book and NAMI, 2013), 455-458. Véase también ídem., An Ancient American Setting for the Book of Mormon (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and FARMS, 1985), 187–188.

Traducido por Central del Libro de Mormón