Después de su extensiva citación de Isaías 2-14 (2 Nefi 12-24), Nefi no solamente interpretó estos capítulos (2 Nefi 25-30), sino que también proporcionó cinco claves para ayudar a sus lectores a entender mejor y deleitarse en las palabras del profeta de Judá. Nefi era consciente de que “Isaías habló muchas cosas que a muchos de los de [su] pueblo les fue difícil comprender”, pero principalmente porque no entendían “la manera de profetizar entre los judíos” (2 Nefi 25:1). Él deseaba que cada persona pudiera ser bendecida con el espíritu de la profecía.
Nefi empezó reconociendo que “no hay ningún otro pueblo que entienda, como ellos, las cosas que fueron pronunciadas a los judíos [por Isaías]. . . salvo que sean instruidos conforme a la manera de las cosas de los judíos” (2 Nefi 25:5). Para ayudar a sus lectores a entender mejor los escritos de Isaías “con claridad”, Nefi proporcionó cinco “claves” que beneficiarían a los que de otra manera podrían estar confundidos. Donald W. Parry resumió estas claves de la siguiente manera:
Esta lista incluye factores tanto intelectuales, así como también espirituales. Por ejemplo, Parry explicó que para entender la manera de profetizar entre los judíos (v. 1) incluye la comprensión de cómo los autores del Antiguo Testamento emplearon técnicas como el simbolismo, las metáforas, los recursos poéticos y los patrones del habla profético (clave 1).2 Comprender a Isaías y otros antiguos profetas de esta manera, requiere mucho ejercicio mental, incluyendo una lectura cuidadosa y perceptiva del texto y, siempre que sea posible, siendo conscientes del lenguaje original así como también el contexto histórico y literario de su composición.
Asimismo, llegar a familiarizarse con la geografía del antiguo Israel (clave 4) es principalmente una tarea que requiere del estudio. Mientras aquellos que tienen el don de vidente pueden en ocasiones vislumbrar tierras lejanas (en tiempo y ubicación), la mayoría de los lectores de la Biblia obtendrán conocimiento de las regiones circunvecinas de Jerusalén al leer comentarios, consultar atlas o visitar la tierra santa.
Al mismo tiempo, Nefi incluyó la preparación espiritual como la clave central (clave 3) para entender las profecías de Isaías. Él anima a los lectores a buscar el don del espíritu de profecía, “el mismo espíritu de profecía que proporcionó o impulsó las palabras de revelación a Isaías”.3 Para acoger este don espiritual, los lectores deben vivir dignamente para la compañía del Espíritu de Dios y deben evitar las malas obras de oscuridad y todas las prácticas impías e impuras (clave 2).
Mientras que el esfuerzo intelectual puede ayudar a algunos a acercarse al espíritu, en última instancia el espíritu de profecía viene a aquellos que ejercitan la fe en Jesucristo. “Los individuos que poseen el espíritu de profecía, o el testimonio de Jesús, son, en cierto sentido, profetas… en términos de poseer un testimonio personal, revelado de Jesucristo”.4 Para Nefi, entonces, no es suficiente comprender la gramática o el vocabulario básico de Isaías. Uno debe estar en sintonía con el espíritu de Dios, “para que conozcan los juicios de Dios” y los otros mensajes espirituales “según la palabra que [Isaías] ha declarado” (v. 3).
Por último, leer a Isaías con la mira puesta en la identificación del cumplimiento de sus profecías es también una clave para entender lo que Isaías estaba diciendo (clave 5). Nefi concluyó mencionando que ayuda el vivir en los días en que se cumplen las profecías. Mientras que los discípulos de Jesús caminaban y hablaban con el Señor resucitado en el camino a Emaús, sus ojos fueron abiertos porque pudieron ver cómo las palabras de Isaías y los antiguos profetas se habían cumplido (Lucas 24:32). De manera similar, si abrimos nuestros ojos al mundo que nos rodea, así también podemos ver cómo se aplican las profecías de Isaías a nuestras propias vidas.
Nefi dio sus cinco claves porque quería que la gente fuera capaz de experimentar las palabras de los profetas por sí mismos. El presidente Brigham Young una vez comentó que los santos tienen el “privilegio” de comprender las escrituras con claridad íntima y personal:
¿Leen ustedes, mis hermanos y hermanas, las Escrituras como si ustedes las hubiesen escrito hace mil, dos mil o cinco mil años? ¿Las leen como si ustedes mismos hubiesen estado en el lugar de aquellos que las escribieron? Si no lo sienten así, tienen el privilegio de hacerlo a fin de que puedan familiarizarse tanto con el espíritu y el significado de la palabra escrita de Dios como lo están con sus responsabilidades cotidianas.5
Nefi sabía por su propia experiencia que debemos adorar y servir a Dios con todo nuestro corazón, alma y fuerza (Deut. 6:5). Por lo tanto, él sabía que entender “todo el espíritu y significado de la palabra escrita de Dios” requeriría de todas nuestras facultades, tanto las intelectuales como las fieles, trabajando en armonía. Una de las revelaciones del profeta José Smith amonesta a los santos a “busca[r] conocimiento, tanto por el estudio como por la fe” (DyC 88:118; cf. vv. 78-80).
Nefi enseñó a su pueblo estas cinco claves porque sabía que realmente funcionaban. Él sabía la manera en la que su padre Lehi y muchos profetas del Señor hablaban. Había visto cómo la dureza de corazón y “obras de tinieblas” de muchos en Jerusalén les había prevenido para comprender y creer las profecías de los profetas de ese momento. Él se entristeció de que sus propios hermanos no se arrepentirían, no dejarían las injusticias y no llegarían a entender. Él mismo había experimentado el espíritu de la profecía, había crecido en las regiones alrededor de Jerusalén y había vivido para ver muchas de las profecías de Isaías cumplidas se aplicaban a su propia vida y al tiempo de su propio pueblo. Por supuesto, ayuda poder vivir en el tiempo cuando estas profecías son cumplidas, pero aún así, muchas personas viven en esos tiempos y no buscan, no toman cuenta, ni aprecian las palabras de los profetas del Señor.
Este proceso de obtener entendimiento funciona tanto para los escritos de Isaías como para los de cualquier otro profeta antiguo o moderno. Todos los que utilizan estas claves pueden efectivamente, como Nefi y Brigham Young habían invitado, deleitarse en la claridad de las palabras de Isaías (2 Nefi 25:4-5). Las palabras del gran vidente, en lugar de ser un obstáculo confuso, pueden subsecuentemente inculcar fe profunda y permanente en el Santo de Israel.
Donald W. Parry, “Nephi’s Keys to Understanding Isaiah (2 Nephi 25:1–8),” in Isaiah in the Book of Mormon, ed. Donald W. Parry and John W. Welch (Provo, UT: FARMS, 1998), 47–65.
Avraham Gileadi, “Isaiah–––Key to the Book of Mormon,” in Rediscovering the Book of Mormon, ed. John L. Sorenson and Melvin J. Thorne (Provo, UT: FARMS, 1991), 197–206.
1. Donald W. Parry, “Nephi’s Keys to Understanding Isaiah (2 Nephi 25:1–8),” in Isaiah in the Book of Mormon, ed. Donald W. Parry and John W. Welch (Provo, UT: FARMS, 1998), 47.
2. Parry, “Nephi’s Keys to Understanding Isaiah (2 Nephi 25:1–8),” 48–55.
3. Parry, “Nephi’s Keys to Understanding Isaiah (2 Nephi 25:1–8),” 56.
4. Parry, “Nephi’s Keys to Understanding Isaiah (2 Nephi 25:1–8),” 57.
5. Brigham Young, “Progress in Knowledge, &c.,” in Journal of Discourses, 7:33.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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