Alma 5 registra una de los grandes discursos del Libro de Mormón, en donde Alma hijo, el sumo sacerdote nefita, planteó un total de cincuenta preguntas a los miembros de la iglesia en Zarahemla.1 Estas cincuenta preguntas son a menudo retóricas y tienen como propósito ayudar a las personas de la iglesia a evaluar su progreso espiritual y ser capaces de determinar claramente cuál de los “dos caminos” están siguiendo: el camino de la vida eterna o el camino de la condenación eterna.2
El objetivo de Alma con este discurso era, aparentemente, renovar el convenio que fue establecido no solamente por su padre, Alma, en las Aguas de Mormón, sino también por el rey Benjamín en la gran reunión nefita a la que convocó en Zarahemla. Por ejemplo, algunas de las palabras que se repiten o ideas entre los discursos de Alma y Benjamín incluyen el experimentar un ” potente cambio” de corazón (Alma 5:14, compárese con Mosíah 5:2) y nacer espiritualmente de Dios (Alma 5:14 compárese con Mosíah 5:7).3
Cuando Alma preguntó “¿Podréis mirar a Dios en aquel día con un corazón puro y manos limpias?” (Alma 5:19), él estaba citando el Salmo 24:4.4 El Salmo 24 es el salmo de la entrada al templo que presenta a los adoradores que desean pasar a través de las puertas del templo como siendo presentados con requisitos morales para entrar.5 Los adoradores preguntan a los guardianes de las puertas estas dos preguntas: “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?” La respuesta es entonces dada: “[e]l limpio de manos y puro de corazón, el que no ha elevado su alma a la vanidad ni jurado con engaño.” (Salmo 24:3-4).
El erudito bíblico Sigmund Mowinckel explicó que en los antiguos templos tenían “sus propios leges sacrae o ‘leyes del santuario’, sus reglas especiales y demandas especiales de las cualificaciones de aquellos que son admitidos”.6 Él señala que el Salmo 15, es otro salmo de entrada al templo similar al Salmo 24, donde lista diez requisitos para ser admitido. El creyó que en cierto punto estos requisitos para entrar llegaron a combinarse con los diez mandamientos del monte de Sinaí, de modo que la entrada al templo implicaba el cumplir con esos mandamientos también.7 Así, “la instrucción sobre las condiciones para la admisión llegaron a juntarse [con]… una renovación del convenio y una conmemoración de las grandes obras de Dios y de sus mandamientos.”8
Mowinckel creía que estos diez mandamientos del convenio se habrían escuchado, en la forma de preguntas y respuestas, en la entrada de las puertas del templo y después en el clímax del festival de peregrinaje, en la renovación del pacto.9 Más adelante describió esta tradición como un tipo de “catecismo moral”.10 El erudito en Salmos Craig C. Broyles dedujo que la instrucción dada en este ritual fue para ayudar a que los participantes determinarán a cual de los “dos caminos” ellos se alinearán—para continuar siguiendo a Jehová y ser identificados con “los justos” o unirse a las fuerzas “inicuas” que se oponen a él.11
Los antiguos israelitas fueron dirigidos a renovar los convenios cada siete años (año sabático) en la Fiesta de los Tabernáculos, cuando ellos escucharían la ley leída a ellos y comprometerse a observarla fielmente (Deuteronomio 31:10-13).
Esta información ayuda a explicar por qué Alma hace cincuenta preguntas en Alma 5. Es razonable que el poderoso discurso de Alma a la iglesia en Zarahemla fue dado en conexión con la observación del año sabático, como se pide bajo la tradición israelita. Como tal, Alma presentó su serie de preguntas introspectivas como parte de la ceremonia de renovación del convenio, involucrando posiblemente la admisión en el recinto del templo.12 El discurso de Alma vino en el noveno año del gobierno de los jueces, 42 años después del discurso de renovación del convenio del rey Benjamín, o en el sexto año sabático desde entonces.13 Eso habría sido el año sabático final antes de la celebración nefita del año jubilar, el año cincuenta después del discurso del rey Benjamín.14 Esto es posiblemente por lo que Alma estaba dispuesto a citar y mencionar a Benjamín en su discurso, y esto también puede explicar porqué había exactamente cincuenta preguntas – como un medio de preparación espiritual para el jubileo.
Por otra parte, el Salmo 15, como se discutió, presenta diez normas de “dignidad”, que se expresan tanto en condiciones positivas (vv. 2,4) y negativas (vv. 3,5). Los eruditos de los salmos Peter C. Craigie y Marvin E. Tate explican el propósito de esto: “Tanto las [condiciones] positivas como las negativas son importantes, porque la persona que entraría en la presencia de Dios debe tener una vida caracterizada no solo por la bondad activa, sino también por la ausencia del mal”.15 Como dijo Craig Broyles, la naturaleza de estas preguntas, o estándares, es ayudar al seguidor a definir cuál de los “dos caminos” seguirá. El erudito SUD Mack Stirling ha afirmado lo mismo para Alma 5.16 Además, la mayoría de las cincuenta preguntas de Alma piden una respuesta fuertemente positiva o una decisiva determinación negativa.
Las cincuenta preguntas de Alma fueron a la vez oportunas e intemporales. Ellos hicieron que los miembros de la iglesia en Zarahemla reflexionaran sobre la bondad de Dios en el pasado, con el efecto deseado de ayudarlos a tener fe en las promesas de Dios y el deseo de ser fieles a sus convenios. También hicieron que la gente reflexionara sobre su actual condición espiritual y les ayudara a mirar hacia el día en que ellos estarían ante Dios para ser juzgados por Él. ¿Cómo sería ese día para ellos? ¿Cómo se comparaba el estado actual de su fidelidad con su deseado destino eterno? Estas poderosas y apremiantes preguntas podrían aplicarse fácilmente a cualquier renovación subsiguiente de convenios, y también pueden aplicarse a los lectores de las palabras de Alma en la actualidad.
John W. Welch and J. Gregory Welch, Charting the Book of Mormon: Visual Aids for Personal Study and Teaching (Provo, UT: FARMS, 1999), charts 61–65.
1. Estas preguntas se agrupan en ocho temas: preguntas 1-5, acerca de recordar los actos de Dios para el beneficio de su pueblo; 6-12 en conocer la lógica esencia del evangelio; 13-17, probando la conversión personal; 18-29, en imaginar el día del juicio; 30-36, evaluar la condición espiritual de uno; 37-38, identificarse con un rebaño; 38-40, obteniendo conocimiento espiritual; y 41-50, contrarrestando la negativa a arrepentirse. Véase los gráficos 61-65 in John W. and J. Gregory Welch, Charting the Book of Mormon (Provo: FARMS, 1999).
2. Véase Mack C. Stirling, “The Way of Life and the Way of Death in the Book of Mormon,” Journal of Book of Mormon Studies 6, no. 2 (1997): 152–204; Book of Mormon Central en Español, “¿Hay realmente solo dos iglesias? (1 Nefi 14:10),” KnoWhy 16 (19 de enero 2017).
3. Para una discusión sobre estas similitudes, véase John W. Welch, “Benjamin, the Man: His Place in Nephite History,” in King Benjamin’s Speech: “That Ye May Learn Wisdom,” ed. John W. Welch and Stephen D. Ricks (Provo, UT: FARMS, 1998), 44; Grant Hardy, Understanding the Book of Mormon: A Reader’s Guide (New York, NY: Oxford University Press, 2010), 133.
4. Se debe notar que Alma citó el orden de la frase “limpio de manos y puro de corazón” al revés. Esto es probablemente deliberado y en realidad un gran indicador de que él está de hecho citando de la escritura. Eruditos han reconocido que “cuando citan de una fuente anterior, autores bíblicos a menudo invierten la secuencia”. Este fenómeno es conocido como “la ley Seidel” Véase David E. Bokovoy and John A. Tvedtnes, Testaments: Links between the Book of Mormon and the Hebrew Bible (Tooele, UT: Heritage, 2003), 56–58.
5. Véase, e.g., Craig C. Broyles, “Psalms Concerning the Liturgies of Temple Entry,” in The Book of Psalms: Composition and Reception, ed. Peter W. Flint and Patrick D. Miller, Jr. (Leiden; Boston: Brill, 2005), 252; Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué cita Nefi un salmo del templo al comentar sobre Isaías? (2 Nefi 25:16),” KnoWhy 51 (4 de Marzo 2017).
6. Sigmund Mowinckel, The Psalms in Israel’s Worship, trans. D.R. Ap-Thomas, 2 vols. (Oxford: Basil Blackwell, 1962), 1:177.
7. Mowinckel además, argumentó que la idea de que había diez mandamientos (un decálogo) en el Sinaí es probablemente derivado de esta antigua tradición de los requisitos para entrar al templo; los peregrinos del templo eran instruidos de una manera que ellos podrían recordar– una regla por cada dedo. Mowinckel, The Psalms, 1:179.
8. Mowinckel, The Psalms, 1:178.
9. Mowinckel, The Psalms, 1:180.
10. Mowinckel, The Psalms, 1:179–180. Tal catecismo, o series de preguntas y respuestas morales, era común en los rituales de conversión y ceremonias de renovación de convenios en el antiguo judaísmo y cristianismo. Véase John W. Welch, The Sermon on the Mount in the Light of the Temple (London: Ashgate, 2009), 193–197; En el texto de Qumrán 1QHa XII, el orador se refería a un grupo de personas que lo seguían, proclamando al Señor que ellos se habían “reunido para su convenio”, y que él los había “examinado” (línea 25). Esto se refiere evidentemente a un examen que se lleva a cabo en una ceremonia de renovación del convenio.
11. Broyles, “Salmos,” 286. Los otros salmos que Broyles usa en su argumento, e incluye una parte de la compleja entrada litúrgica del templo, son Salmos 5, 26, 28, 36 y 52. Los “justos” aparentemente entrarían en la puerta interior de la corte del templo llamada “las puertas de la justicia” (véase Salmos 118:19-20).
12. Como sugiere su cita del Salmo 24.
13. En la ocasión del discurso del rey Benjamín, su hijo Mosíah fue coronado rey. Mosíah reinó durante 33 años (Mosíah 29:46), y entonces comenzó el reinado de los jueces. Alma hijo, dejó su cargo de juez principal y fue a predicar el evangelio “a tiempo completo” en el noveno año del reinado de los jueces (Alma 4:20). Esto haría 42 años a partir del tiempo de la dirección de Benjamín.
14. Para la idea de que el discurso del rey Benjamín tuvo lugar durante el año sabático y el jubileo (y también la Fiesta de los Tabernáculos), véase Terrence L. Szink and John W. Welch, “King Benjamin’s Speech in the Context of Ancient Israelite Festivals,” in Welch and Ricks, King Benjamin’s Speech, 190–199. Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué los nefitas permanecieron en sus tiendas durante el discurso del rey Benjamín? (Mosíah 2:6), “KnoWhy 80 (11 de abril 2017).
15. Peter C. Craigie and Marvin E. Tate, Psalms 1–50, vol. 19 of Word Biblical Commentary (second edition; Nashville: Nelson, 2004), 151.
16. Véase Stirling, “The Way of Life and the Way of Death,” 171–173. Véase también Welch and Welch, Charting the Book of Mormon, chart 71. Alma identificó explícitamente los dos caminos: “[p]orque os digo que todo lo que es bueno viene de Dios; y todo lo que es malo, del diablo procede.” (Alma 5:40).
Traducido por Central del Libro de Mormón
Construimos una fe duradera en Jesucristo al hacer que el Libro de Mormón sea accesible, comprensible y defendible para todo el mundo.
Copyright 2017-2022 Book of Mormon Central: A Non-Profit Organization. All Rights reserved. Registeres 501(c)(3).EIN:20-5294264