Cuando Alma se dirigió al pueblo de Ammoníah, les recordó de “la tradición de [sus] padres”, que incluía la promesa: “Si guardáis mis mandamientos, prosperaréis en la tierra… Y además se ha dicho: Si no guardáis mis mandamientos, seréis separados de la presencia del Señor” (Alma 9:8,13). Esta promesa se extiende por todo el Libro de Mormón y sirve como un mensaje impulsor del registro de Mormón.
La primera y más detallada expresión de esta promesa se encuentra en 1 Nefi 2:20-24, donde el Señor le dio esta promesa a Nefi. Al bendecir a su posteridad, Lehi confirmó que esta promesa también se le había dado a él. “Porque el Señor Dios ha dicho que: Al grado que guardéis mis mandamientos, prosperaréis en el país; y si no guardáis mis mandamientos, seréis desechados de mi presencia” (2 Nefi 4:4; 1:20).
La mayoría de las expresiones de esta promesa a lo largo del Libro de Mormón coinciden mejor con la simple declaración de Lehi, en lugar de la descripción más completa que Nefi da de la promesa. 1 Esto sugiere que Lehi es la fuente de la cual los nefitas posteriores la obtuvieron y la tradición nefita rastrearon la promesa hacia él. De hecho, Alma llamó al pueblo de Ammoníah a recordar “las palabras que [el Señor] habló a Lehi” (Alma 9:13, énfasis añadido).2
Mientras que la prosperidad es comúnmente asociada con las riquezas en el mundo de hoy, como en ocasiones lo es en el Libro de Mormón (Mosíah 27:7, Alma 1:30-31) y la Biblia (Salmos 73:12), esto no es lo que se quiere decir por “prospera[r] en la tierra”. La promesa se estructura como un paralelismo antitético en el que dos frases similares expresan significados opuestos.3 Por lo tanto, comparar las dos condiciones una al lado de otra proporciona una pista importante de lo que Lehi quiso decir con la palabra “prosperar”:
Al grado que guardéis mis mandamientos,
prosperaréis en el país;
y si no guardáis mis mandamientos,
seréis desechados de mi presencia.
Las expresiones paralelas “prosperaréis en el país” y ser “desechados” de la presencia del Señor, están claramente establecidas como opuestas entre sí. Esto indica que prosperar en el país equivale a tener la presencia del Señor. Que los encargados de los registros nefitas comprendieron esta equivalencia, se muestra por la forma en que Amarón sustituye “seréis desechados de mi presencia” con “no prosperaréis en la tierra” (Omni 1:6).
Aunque algunos comentaristas lo han llamado el “Lehitic covenant” (convenio lehítico),4 la esencia de la promesa del convenio es la misma que les dio a todo Israel. Las variaciones de la promesa, “para que prosperéis en todo lo que hagáis”, se encuentran frecuentemente en el convenio de Dios con el pueblo de Israel, sobre todo en Deuteronomio.5 Proverbios 14:34 dice: “La justicia engrandece a la nación, pero el pecado es afrenta de los pueblos”.
Las bendiciones de “prosperidad” están destinadas a pertenecer a todos los que mantienen los compromisos con sus convenios. Hace sesenta años, el profesor Eldin Ricks dijo: “La idea no era nueva para Nefi. Los profetas hebreos habían enseñado esta verdad a sus oyentes por muchas generaciones. … Es particularmente prominente en los escritos de los profetas de los siglos VII y VIII”.6 Así, la promesa de prosperidad a los fieles se extiende a los hijos del Señor en todas las edades.
La formulación específica del Libro de Mormón de esta promesa aclara que prosperar es ser bendecido con la presencia de fortalecimiento y apoyo del Señor, no simplemente para enriquecerse o tener éxito. Aunque la riqueza y el éxito pueden ser subproductos de la presencia próspera del Señor, no significa que estén equiparados con ella. En su núcleo, la palabra en español “prosperar” proviene del latín pro spere, que significa literalmente “de acuerdo a la esperanza de uno” o “aceptable a los deseos de uno”, que significa “afortunado” más que “rico”.7
De hecho, detrás de la palabra en español “prosperar” en la Biblia Reina Valera, usualmente se encuentra una de las dos palabras hebreas, ya sea tsalach o sakal, que significan empujar hacia adelante, superar, tener éxito, o avanzar o ser hábil, sabio, prudente o próspero. Por lo tanto, asumiendo que cualquiera de estas palabras hebreas estaba detrás del concepto de Alma para su palabra “prosperar”, por varias razones los lectores deberían ver una gama más amplia de significados detrás de esa palabra que solamente la adquisición de riqueza.
Uno puede ser afortunado en muchas maneras. La riqueza y el éxito no son la única manera en que el Señor prospera a su pueblo, ni son exclusivamente el producto de la bendición del Señor. Es erróneo, por lo tanto, pensar que cualquiera y todos los que son ricos o exitosos son bendecidos por la mano del Señor, mientras que los pobres y marginados son separados de su presencia.
En el sentido de las escrituras, tal vez con mayor claridad en el Libro de Mormón, el pueblo elegido del Señor es conocido por su fidelidad y diligencia a los mandamientos del Señor y a los convenios que hacen de servir a los que están a su alrededor.8
David M. Whitchurch, “Book of Mormon, selected themes of, obedience,” in Book of Mormon Reference Companion, ed. Dennis L. Largey (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2003), 152–154.
K. Douglas Bassett, “Prosper, prosperity,” in Book of Mormon Reference Companion, ed. Dennis L. Largey (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2003), 664.
1. Véase Jarom 1:9; Omni 1:6; Mosíah 1:7,17; 2:22,31; Alma 9:13; 36:1,30; 37:13; 38:1; 50:20;
2. Brant A. Gardner, Second Witness: Analytical and Contextual Commentary on the Book of Mormon, 6 vols. (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2007), 2:27, especuló: “Esta promesa se cita al menos trece veces más en el Libro de Mormón, pero quienes lo citaron probablemente se refiere al libro de Lehi como la fuente”. Gardner también señaló: “Alma claramente esperaba que los ammonitas reconocieran esta referencia, que nos dice que estaban culturalmente impregnados de estas “tradiciones de los padres” (4:157).
3. Véase Donald W. Parry, Poetic Parallelisms in the Book of Mormon: The Complete Text Reformatted (Provo, UT: Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2007), xlv, con una completa explicación en pp. xxxi–xxxiii.
4. Para el uso de este término, véase Joseph M. Spencer, An Other Testament: On Typology, 2nd edition (Provo, UT: Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2016), 84, 88, 89, and 90.
5. Véase Deuteronomio 5:33; 8:1; 28:15,29,45,63; 29:7,9; 30:8-10; 1 Reyes 2:3; Isaías 53:10.
6. Eldin Ricks, Book of Mormon Commentary, Volume 1: Comprising the Complete Text of The First Book of Nephi with Explanatory Notes (Salt Lake City, UT: Deseret News Press, 1953), 49.
7. Véase el Etymology Dictionary en inglés en línea, s.v. “prosper”: https://www.etymonline.com/index.php?term=prosper.
8. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿De qué hacemos convenio al bautizarse? (Mosíah 18:10),” KnoWhy 97 (1 de Mayo 2017).
Traducido por Central del Libro de Mormón
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