Latter-day Saint Charities, el brazo humanitario de la Iglesia, recientemente realizó una donación de grandes cargamentos de pruebas, suministros de equipo médico y equipo de protección personal en los países:
Fiyi, se entregaron contenedores de equipo de protección personal al Ministerio de Salud en Fiyi, informó la Sala de Prensa de la Iglesia en el Pacífico (en inglés). Entre los suministros se encuentran mascarillas, guantes, batas, gafas y protectores para los ojos para ayudar a proteger a los trabajadores de la salud que se enfrentan a enfermedades infecciosas.
El ministro de Salud y Servicios Médicos, el doctor Ifereimi Waqainabete, agradeció a la Iglesia por su continuo apoyo en la lucha contra el COVID-19.
“Es importante reconocer que una parte importante del éxito del Ministerio en la contención del virus se debió a la generosidad de los donantes, amigos y socios para el desarrollo”, dijo. “También reconocemos su asistencia en el suministro de sillas de ruedas y equipos de dispensario para provincias remotas”.
El élder Paul B. Whippy, Setenta de Área en Fiyi, dijo, “Estamos agradecidos por las sólidas asociaciones con los gobiernos, las organizaciones internacionales y la gran cantidad de personas de todo el mundo que contribuyen a las soluciones. También agradecemos a los trabajadores del Ministerio de Salud por el maravilloso trabajo que realizan las 24 horas al responder a la pandemia”, y agregó: “ofrecemos nuestro agradecimiento a las miles de personas cuyas donaciones apoyan el trabajo de Latter-day Saint Charities. Estas donaciones nos permiten responder de inmediato sin demora, y estamos agradecidos por la generosidad y la confianza de todos los que apoyan estos esfuerzos”.
En tanto que en Polinesia Francesa se notaron interrupciones en la cadena de suministro mundial así como problemas de envío , lo que provocó largas demoras en la entrega de equipos suficientes a las islas; ello no interrumpió el esfuerzo de la Iglesia, y un contenedor con equipo de protección personal llegó recientemente a Papeete, informó la Sala de Prensa de la Iglesia en Nueva Zelanda (en inglés).
El presidente de la Estaca Arue Tahití, Manea L. Tuahu, quien también es director de ayuda humanitaria de la Iglesia en la Polinesia Francesa, explicó: “Latter-day Saint Charities tiene una asociación humanitaria de larga data con Project Hope. Trabajando juntos, pudimos proporcionar 88 000 mascarillas quirúrgicas, 44 000 mascarillas de protección respiratoria, 66 000 guantes, 11 000 batas protectoras, 11 000 visores protectores y 1 980 anteojos protectores”.
Las autoridades locales de salud dijeron que los suministros les permitirán reabastecer hospitales y centros de atención para cualquier necesidad futura.
La jefa de gabinete del Ministerio de Salud, Linda Tematua, expresó su gratitud ante esta ayuda humanitaria de la Iglesia: “Podremos utilizar todo este equipo en nuestro servicio de salud en todo nuestro territorio. Agradecemos esta iniciativa y su compromiso para hacerla realidad. Si hubiera otra palabra por encima de “gracias”, la habría usado, ¡así que gracias, gracias!”.
El élder Frédéric Riemer, Setenta de Área en la Polinesia Francesa, dijo: “Para nosotros, la ayuda humanitaria tiene dos aspectos: una parte temporal que consiste, como hoy, en brindar apoyo de recursos y equipos para brindar comodidad. Y una parte espiritual donde Dios nos pide amarlo a Él y amar a nuestro prójimo. Y cuando vemos personas en necesidad tenemos esta misión de intervenir y poder, dentro de nuestras posibilidades, aliviar y ayudar a los que sufren. Esto es lo que nos esforzamos por hacer”.
En Papúa Nueva Guinea, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y sus socios donaron cuatro contenedores de kits de pruebas de COVID-19 y otros equipos médicos este mes a las autoridades sanitarias de Port Moresby y Morobe, informó la Sala de Prensa de la Iglesia en Papúa Nueva Guinea (en inglés). La donación incluye 7 500 pruebas de COVID-19, 40 000 botellas de desinfectante y equipo de protección personal. La donación de botellas de desinfectante surgió de una asociación con el Club Rotario de Boroko y Acco Brands en Sydney, Australia, mientras que la donación del equipo de protección personal fue el resultado de una asociación con Project Hope, con sede en EE. UU.
“Estamos muy agradecidos por la labor realizada por el gobierno, el personal del hospital y muchos otros, para salvar vidas y bendecir a las comunidades”, dijo Moasope C. McCarthy, presidente de la Estaca de Port Moresby, Papúa Nueva Guinea. “Estamos juntos en esto y si seguimos las enseñanzas de Jesucristo de amarnos unos a otros y ayudarnos mutuamente, podemos superar esta temporada desafiante”.
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