Cuando Nefi planeaba y preparaba la construcción de un barco, sus hermanos empezaron a murmurar en contra de él, diciendo que era un loco porque pensaba que podía “construir un barco [… y que podía] atravesar [las] grandes aguas” (1 Nefi 17:17). En respuesta, Nefi les recordó a sus hermanos, varios milagros que el Señor había hecho durante el éxodo de Israel de Egipto (véase 1 Nefi 17:23-42), incluyendo el enviar “serpientes ardientes voladoras entre ellos” y luego, después de que se arrepintieran, “dispuso un medio para que sanaran” (1 Nefi 17:41). Es posible que los lectores modernos no puedan apreciar facilmente la relevancia de esta historia para Lehi y las circunstancias particulares de ese momento para su propia familia.
El encuentro de “serpientes ardientes” ocurrió en la región que se encuentra alrededor del Golfo de Áqaba, un brazo del Mar Rojo (Números 21:4-9) 1. Más tarde, Isaías caracterizó a la “serpiente ardiente que vuela” como una de las “bestias del sur”, la palabra “sur” (negev en hebreo) hace referencia a la región desierta del sur de Judá (Isaías 30:6)2.
Los textos bíblicos no son las únicas fuentes en describir a esta región infestada de serpientes voladoras. Un relato del rey asirio Asarhaddón (ca. 680–669 a. C.) describe el paso de “serpientes amarillas que desplegaban alas” en esta misma región3. El historiador griego Heródoto (ca. 484–425 a. C.) también menciona haber escuchado historias acerca de “serpientes voladoras” que viven en el desierto del Sinaí/árabe e incluso afirma haber visto restos de algunos esqueletos4.
Todas estas fuentes indican que las regiones desiertas al sur de Jerusalén era el hábitat principal de las serpientes ardientes y/o voladoras5. Esta es la misma región donde Lehi y su familia pasaron cuando huían de Jerusalén, dirigiendose “por los contornos cerca de las riberas del mar Rojo” y se asentaron por largo tiempo en un campamento a lo largo de la orilla del Golfo de Áqaba (1 Nefi 2:5)6.
Después, Nefi y sus hermanos volvieron a pasar por esta región varias veces mientras viajaban dos veces hacia y desde Jerusalén (1 Nefi 3–5, 7). La familia permaneció cerca de esta área, en el lugar al que llamaron Valle de Lemuel, hasta que el Señor le mandó a Lehi partir (1 Nefi 16:9–11). De esta manera, Neal Rappleye señaló: “La mayor parte de la narración en 1 Nefi sucede en esta región entre Jerusalén y el Mar Rojo, en medio del hábitat tradicional asociado con los serafines-serpientes aladas”7.
Basado en las fuentes bíblicas, históricas y arqueológicas, el erudito bíblico israelí Nissim Amzallag argumentó que las “serpientes ardientes voladoras” deberían ser identificadas con las víboras de escamas de sierra (Echis colaratus), una víbora venenosa cuyo hábitat todavía hoy incluye la mayor parte de arabia occidental8. Si esta correlación es correcta, entonces Lehi y su familia probablemente habrían continuado encontrando “serpientes ardientes voladoras” (la víbora de escamas de sierra) incluso cuando viajaron más al sur en el desierto de Arabia9.
Nefi hizo referencia a las serpientes ardientes voladoras cuando su familia estaba en la tierra de Abundancia (1 Nefi 17:41), que muy probablemente se encontraba en la región productora de incienso de Dhofar en Omán10. Según Heródoto, en esta zona “un gran número de serpientes aladas… vigilan cuidadosamente cada árbol [de incienso]”11. Otras fuentes griegas clásicas también mencionan estas serpientes12. Basándose en los detalles de estos relatos, Amzallag ha argumentado que también se refieren a la víbora de escamas de sierra, que se sabe que vive tanto en Yemen como en Dhofar13.
Las culturas del sur de Arabia que controlaban el comercio del incienso tenían símbolos y tradiciones relacionados con las serpientes similares a los encontrados en Israel, incluida la producción de artefactos de bronce con forma de serpiente que recuerdan a la serpiente de bronce de Moisés14. Por lo tanto, mientras estaba en la tierra de Abundancia, la familia de Lehi todavía estaba dentro del hábitat de—y entre las culturas influenciadas por—las serpientes ardientes voladoras.
Los eruditos han observado durante mucho tiempo la presencia de motivos del Éxodo en el relato de Nefi sobre el viaje de su familia por el desierto15. Reconocer cómo el entorno por el que viajaron se superponía y era similar al del Éxodo israelita—incluyendo la misma fauna, como la víbora de escamas de sierra—hace que cobre vida lo palpablemente parecido al Éxodo que debió parecer el viaje de la familia al grupo de viajeros israelitas. Se enfrentaron a los mismos peligros y también tuvieron que confiar en el Señor para su protección. Esto es especialmente evidente al considerar la historia de las serpientes ardientes (voladoras)16.
Como varios eruditos han señalado anteriormente, en Números 21:4-9, las serpientes ardientes actúan como agentes del Señor, enviadas por Él para afligir a Israel y llevarle al arrepentimiento17. Según algunos eruditos, los matices del hebreo implican que las serpientes fueron liberadas o soltadas por Jehová, dando a entender que eran un peligro presente que Jehová tenía para proteger a Israel, pero que fueron liberadas debido a la desobediencia de Israel18.
Como antiguos israelitas, Lehi y su familia habrían compartido esta creencia de que las ardientes serpientes voladoras que encontraron en su viaje eran agentes de Jehová. Esto hizo que la referencia de Nefi a esa historia fuera un recordatorio especialmente potente de los peligros reales a los que la familia podía enfrentarse si no hacían caso al consejo del Señor. Como Rappleye ha señalado:
Cuando Nefi recordó a sus hermanos de las “serpientes ardientes voladoras” enviadas por el Señor para castigar a los hijos de Israel por sus murmuraciones (1 Nefi 17:41), habría tenido una relevancia que a menudo se pierde en los lectores de hoy: ellos, también, estaban viajando y acampando en las regiones que se cree que están infestadas por serpientes voladoras, y si no fueran fieles, el Señor podría castigarlos fácilmente desatando esas peligrosas serpientes19.
Sin embargo, esto también vino acompañado de un recordatorio de la gracia del Señor: así como el Señor había “dispuso un medio para que [los israelitas] sanaran” al mirar a la serpiente de bronce (1 Nefi 17:41; véase Números 21:6-9), también Lamán y Lemuel y el resto de la familia de Lehi podrían ser sanados y protegidos si tan solo se arrepentían y miraban al Señor (véase Alma 33:19-22; 37:38-47). Esta misma bendición de curación y protección a través de la expiación de Jesucristo sigue estando disponible para todos los que hoy miran al Señor y le siguen.
Neal Rappleye, “Serpents of Fire and Brass: A Contextual Study of the Brazen Serpent Tradition in the Book of Mormon“, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scholarship 50 (2022): 217–298.
S. Kent Brown, “Fiery Flying Serpents”, en Book of Mormon Reference Companion, ed. Dennis L. Largey (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2003), 270.
Terrence L. Szink, “Nephi and the Exodus“, en Rediscovering the Book of Mormon: Insights You May Have Missed Before, ed. John L. Sorenson y Melvin J. Thorne (Salt Lake City, UT: Deseret Book; Provo, UT: FARMS, 1991), 38–91.
1. Véase Anson F. Rainey y R. Steven Notley, The Sacred Bridge: Carta’s Atlas of the Biblical World (Jerusalem, Israel: Carta, 2006), 121.
2. Véase Joel F. Drinkard Jr., “Negev”, en HarperCollins Bible Dictionary, rev. ed., ed. Mark Allan Powell (New York, NY: HarperOne, 2011), 694–695; Lynn Tatum, “Negeb”, en Eerdmans Dictionary of the Bible, ed. David Noel Freedman (Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans, 2000), 955.
3. Traducción en Karen Radner, “Esarhaddon’s Expedition from Palestine to Egypt in 671 BCE: A Trek through Negev and Sinai”, en Fundstellen: Gesammelte Schriften zur Archäologie und Geschichte Altvorderasiens ad honorem Hartmut Kühne, ed. Dominik Bonatz, Rainer M. Czichon y F. Janoscha Kreppner (Wiesbaden, Germany: Harrassowitz, 2008), 307, rev. lines 5–7.
4. Robert B. Strassler, ed., The Landmark Herodotus: The Histories, trans. Andrea L. Purvis (New York, NY: Anchor Books, 2007), 151.
5. Véase Robert Rollinger, “Herodot (II 75f, III 107–109), Asarhaddon, Jesaja und die fliegenden Schlangen Arabiens”, en Ad Fontes! Festschrift für Gerhard Dobesch zum fünfundsechzigsten Geburtstag am 15. Septiembre de 2004, ed. Herbert Heftner y Kurt Tomaschitz (Vienna, Austria: Vienna Humanistic Society, 2004), 927–944.
6. Sobre la ruta de Lehi desde Jerusalén y la ubicación del Valle de Lemuel, véase Warren P. Aston, “Into Arabia: Lehi and Sariah’s Escape from Jerusalem“, BYU Studies Quarterly 58, no. 4 (2019): 99–126. Véase también S. Kent Brown, “Jerusalem Connections to Arabia“, en Glimpses of Lehi’s Jerusalem, ed. John W. Welch, David Rolph Seely y Jo Ann H. Seely (Provo, UT: FARMS, 2004), 626–629; George D. Potter, “A New Candidate in Arabia for the Valley of Lemuel“, Journal of Book of Mormon Studies 8, no. 1 (1999): 54–63.
7. Neal Rappleye, “Serpents of Fire and Brass: A Contextual Study of the Brazen Serpent Tradition in the Book of Mormon“, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scholarship 50 (2022): 225. El término serafín utilizado por Rappleye es la palabra hebrea utilizada para “serpiente ardiente” (págs. 219-220).8. Nissim Amzallag, “The Origin and Evolution of the Saraph Symbol”, Antiguo Oriente 13 (2015): 99–126. Alternativamente, Philippe Provençal, “Regarding the Noun שרף in the Hebrew Bible”, Journal for the Study of the Old Testament 29, no. 3 (2005): 371-379, ha argumentado que debería identificarse con la cobra roja escupidora (Naja pallida), de la que solo se sabe que habita en la parte norte de Arabia, pero que podría haber habitado la región más al sur en la antigüedad. Richard Lederman, “What Is the Biblical Flying Serpent?” (¿Qué es la serpiente voladora bíblica?), TheTorah.com, 1 de enero de 2015, argumentó que “es probable que Saraph no sea una especie específica, sino que se refiera a las cobras en general”, incluyendo la cobra egipcia (Naja haje) y la cobra árabe (Naja arabica), de las que se sabe que habitan en regiones de toda la península arábiga, incluyendo Yemen y el Dhofar (en el suroeste de Omán).9. See Rappleye, “Serpents of Fire and Brass“, 224–227, que documenta conexiones adicionales con la narrativa de la serpiente de bronce/fuego y el viaje de Lehi.
10. Para las dos principales propuestas sobre la ubicación de la tierra de Abundancia—ambas en la región de Dhofar— véase Warren P. Aston, “The Arabian Bountiful Discovered? Evidence for Nephi’s Bountiful “, Journal of Book of Mormon Studies 7, no. 1 (1998): 4-11, 70; George D. Potter, “ Khor Rori: A Maritime Resources-Based Candidate for Nephi’s Harbor“, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scholarship 51 (2022): 253-294. Para una visión general de cada lugar, véase Evidence Central, “Book of Mormon Evidence: Bountiful“, Evidence #0164, 9 de marzo de 2021, en línea en evidencecentral.org.11. Strassler, Landmark Herodotus, 258–259.
12. Véase Nigel Groom, Frankincense and Myrrh: A Study of the Arabian Frankincense Trade (Harlow, UK: Longman, 1981), 59–60, 66, 70, 242n9.
13. Amzallag, “Origin and Evolution”, 107.
14. Véase, por ejemplo, la serpiente de bronce encontrada en al-Ḥadāʾ y datada a principios del primer milenio a. C. en Alessia Prioletta, Inscriptions form the Southern Highlands of Yemen (Roma, Italia: L’erma di Bretschneider, 2013), 303-304. Para más información sobre el simbolismo de la serpiente y los artefactos de Yemen y Omán, véase Tracey Cian, “Snake Cults in Iron Age Southeastern Arabia: A Consideration on Autochthonous Developments and Possible Connections with Middle Eastern Traditions” (tesis de maestría, University College London Qatar, 2015), 46-87.
15. Véase Terrence L. Szink, “Nephi and the Exodus“, en Rediscovering the Book of Mormon: Insights You May Have Missed Before, ed. John L. Sorenson y Melvin J. Thorne (Salt Lake City, UT: Deseret Book; Provo, UT: FARMS, 1991), 38–91; Mark J. Johnson, “The Exodus of Lehi Revisited“, Journal of Book of Mormon Studies 3, no. 2 (1994): 123–126; Don Bradley, “A Passover Setting for Lehi’s Exodus“, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith and Scholarship 34 (2020): 119–142. Rappleye, “Serpents of Fire and Brass“, 249n2, cita otros estudios.
16. Sobre la equivalencia de las “serpientes ardientes” y las “serpientes voladoras ardientes”, véase Central del Libro de Mormón, “¿Por qué Nefi dijo que las serpientes podían volar? (1 Nefi 17:41)”, KnoWhy 316 (febreo 20, 2018).
17. Sobre las serpientes como agentes de Jehová en Números 21 y otros contextos bíblicos y del antiguo Cercano Oriente, véase Rappleye, “Serpents of Fire and Brass“, 237-238.
18. Véase Amy Birkan, “The Bronze Serpent, a Perplexing Remedy: An Analysis of Numbers 21:4-9 in the Light of Near Eastern Serpent Emblems, Archaeology and Inner Biblical Exegesis” (tesis de maestría, Universidad McGill, 2005), 65-67. Douglas W. Ullmann, “Moses’s Bronze Serpent (Numbers 21:4–9) in Early Jewish and Christian Exegesis” (PhD diss., Dallas Theological Seminary, 1995), 29–30, Sin embargo, esta interpretación no es válida.19. Rappleye, “Serpents of Fire and Brass“, 226–227, Las mayúsculas se alteraron discretamente.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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