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KnoWhy #153

¿Cómo el buscar un rey puede impedir sostener a un profeta?

julio 5, 2017
KnoWhy #153
"Helamán", por James Fullmer con "Paisaje de montañas rocosas", por Albert Bierstadt
"Helamán", por James Fullmer con "Paisaje de montañas rocosas", por Albert Bierstadt
“Y sucedió que después que Helamán y sus hermanos hubieron nombrado sacerdotes y maestros en las iglesias, surgió una disensión entre ellos, y no quisieron hacer caso de las palabras de Helamán y sus hermanos”
Alma 45:23

El conocimiento

Al comienzo de Alma 45, Mormón proporcionó un resumen con encabezado especial,1 a veces referido como un colofón,2 que dice: “La historia del pueblo de Nefi y sus guerras y disensiones en los días de Helamán, según los anales que Helamán escribió en sus días” (Alma 45, encabezado del capítulo). Aunque todavía está en el libro de Alma, el útil resumen de Mormón revela que él ha cambiado de texto fuente y enfatiza que Helamán, desafortunadamente, tendrá que enfrentarse a guerras y disensiones durante su ministerio.

Después de preparar a Helamán como su sucesor, Alma misteriosamente desapareció mientras viajaba hacia la tierra de Melek (Alma 45:18-19).3 Mientras que Mormón no revela cómo se sentía Helamán sobre esta repentina pérdida de su padre o su nueva carga de responsabilidad, el texto informa inmediatamente que Helamán salió al pueblo para “declararle la palabra” y “establecer la iglesia de nuevo en toda la tierra” (vv. 20, 22).

Desafortunadamente, los diligentes esfuerzos de Helamán fueron rápidamente rechazados por un segmento sustancial del pueblo:

Y sucedió que después que Helamán y sus hermanos hubieron nombrado sacerdotes y maestros en las iglesias, surgió una disensión entre ellos, y no quisieron hacer caso de las palabras de Helamán y sus hermanos; sino que se volvieron orgullosos, envaneciéndose su corazón por motivo de sus enormes riquezas; por tanto, se hicieron ricos a sus propios ojos, y no quisieron hacer caso de las palabras de ellos, para andar rectamente ante Dios. (Alma 45:23-24)

Cuando Helamán trató de predicar el evangelio, fue rechazado de corazón. Moctezuma en Chapultepec por Daniel del Valle
Cuando Helamán trató de predicar el evangelio, fue rechazado de corazón. Moctezuma en Chapultepec por Daniel del Valle

La animosidad hacia las reformas espirituales de Helamán fue tan fuerte que estos disidentes se reunieron y estaban “resueltos a quitarles la vida” a él ya sus hermanos (Alma 46:1-2). El responsable detrás de este movimiento era un “hombre grande y fuerte” llamado Amalickíah, quien, a través de la adulación, había convencido a muchos “jueces menores del país” a que lo “apoya[ran] y lo institu[yeran] como su rey” (vv. 3-5). No solo era popular entre la sociedad en general, sino que “hubo muchos en la iglesia que creyeron en las lisonjeras palabras de Amalickíah” (Alma 46:7).

Para aquellos nefitas familiarizados con su propia historia, este tipo de situaciones habrían parecido “sumamente inestables y peligros[a]s” (Alma 45:7). Menos de veinte años antes,4 el rey Mosíah, en alusión al rey Noé, les había recordado: “¡[C]uánta iniquidad un rey malo hace cometer; sí, y cuán grande destrucción!” (Mosíah 29:17). En el pasado más lejano, los primeros israelitas intentaron presionar a Samuel para que ungiera un rey que “juzgue, como tienen todas las naciones” (1 Samuel 8:5).5 Samuel también trató de advertir al pueblo acerca de los excesos y abusos de poder a los que a menudo sucumbían los monarcas (véase 1 Samuel 8:11-18).6

También puede ser notable que durante el período aproximado del ministerio de Helamán, un cambio político fundamental ocurrió entre los antiguos mayas. “Aunque la importancia de la división Preclásico-Clásico puede ser exagerada, la distinción parece reflejar una transformación de un orden social y político a otro… Elementos de este sistema se arraigaron en varias partes de Mesoamérica entre el año 100 a. C. y el año 100 d. C.”. 7

Durante esta transición, la “relación entre la realeza y el cosmos fue rearticulada, incluso reconcebida”.8 Esto sugiere, quizás, que los nefitas que apoyaban a Amalickíah eran, como los israelitas en los días de Samuel, influenciados por los movimientos políticos de las naciones circundantes.

El porqué

Mormon Abridging the Plates (Mormón compendiando las planchas) por Tom Lovell
Mormon Abridging the Plates (Mormón compendiando las planchas) por Tom Lovell

En los casos de Samuel y el rey Mosíah, la moral no era necesariamente que la realeza era o sea inherentemente mala.9 Más bien, esas historias muestran que cuando el pueblo no aceptaba el consejo del Señor, su deseo de monarcas mundanos condujo fácilmente a la tristeza y a la destrucción. En ambas narraciones, el Señor, a través de un profeta designado, aconsejó al pueblo a adoptar o mantener un sistema político específico—en estos casos, un sistema de jueces.

En gran parte, entonces, parecería que Helamán fue rechazado porque el pueblo permitió que sus propias agendas políticas reemplazaran su fe en el consejo profético. Especialmente desde la perspectiva de Mormón, quien vio él mismo acontecimientos muy parecidos entre su propio pueblo, la pérdida de fidelidad leal y buen juicio fue trágica. Como en los días de Mormón, muchos miembros de la iglesia en los días de Helamán no eran inmunes a la adulación y a la deserción.

Mormón informó que el pueblo de Helamán “se separaron de la iglesia” (Alma 46:7). Sin embargo, como el Señor le dijo a Samuel en la antigüedad, “no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos” (1 Samuel 8:7). Este mismo sentimiento ciertamente puede aplicarse a Helamán y a sus hermanos que “a pesar del sumamente atento cuidado con que velaban por la iglesia”, no lograron persuadir al pueblo a que prestara atención al Señor (Alma 46:6).

El ascenso de Amalickíah y la realeza que lo apoyaron llevó a la civilización nefita a una década de intermitente pero constante guerra y destrucción.10 Este terrible curso de acontecimientos ayuda a demostrar la importancia de recordar al Señor en tiempos de prosperidad y paz, y advierte en contra de rechazar las enseñanzas proféticas en favor de las ideologías políticas populares. A raíz de estos acontecimientos, el lamento de Mormón proporciona una advertencia emotiva a los lectores modernos para que no repitan tales imprudencias: “Así vemos cuán rápidamente se olvidan del Señor su Dios los hijos de los hombres; sí, cuán prestos son para cometer iniquidad y dejarse llevar por el maligno” (Alma 46:8).

Otras lecturas

Joseph Fielding McConkie and Robert J. Millet, Doctrinal Commentary on the Book of Mormon, 4 vols. (Salt Lake City, UT: Bookcraft, 1987–1991) 3:321–327.

Jonathan Kaplan, “1 Samuel 8:11–18 as ‘A Mirror for Princes,’Journal of Biblical Literature 131, no. 4 (2012): 625–642.

John A. Tvedtnes, “King Mosiah and the Judgeship,” Insights 20, no. 11 (2000): 2.

 

 

1. En lugar de ser suministrado por editores modernos, este comentario editorial fue escrito por el propio Mormón y revela su comprensión sobre la próxima sección de la historia nefita. Para información relacionada con la introducción y revisión de encabezamientos de resumen, véase Bruce R. Satterfield, “Publication History of the Book of Mormon,” Church News, January 1, 2000, en linea en lds.org.
2. Véase Thomas W. Mackay, “Mormon as Editor: A Study in Colophons, Headers, and Source Indicators,” Journal of Book of Mormon Studies 2, no. 2 (1993): 90–109; John A. Tvedtnes, “Colophons in the Book of Mormon,” in Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City and Provo UT: Deseret Book and FARMS, 1992), 13–17; John A. Tvedtnes, “Colophons in the Book of Mormon,” in Rediscovering the Book of Mormon: Insights You May Have Missed Before, ed. John L. Sorenson and Melvin J. Thorne (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and FARMS, 1991), 32–37.
3. Alma 45:19 reporta que Alma “fue arrebatado por el Espíritu, o sepultado por la mano del Señor, así como lo fue Moisés”. Esto parece aludir a Deuteronomio 34:6 que dice que “él [Señor] lo sepultó en el valle, en la tierra de Moab… y ninguno conoce el lugar de su sepulcro hasta hoy”. Estas pistas sugieren la posibilidad de que Alma, al igual que Moisés, fue trasladado en lugar de sufrir la muerte mortal. Para información general acerca del concepto SUD de los seres trasladados, véase Mark L. McConkie, “Translated Beings,” Encyclopedia of Mormonism, 4 vols., ed. Daniel H. Ludlow (New York, NY: Macmillan Publishing Company, 1992), 4:1485–1486.
4. Esta es solo una estimación aproximada basada en la edición SUD 2013 del Libro de Mormón. El encabezamiento de la sección para Mosíah 29 estima un año del 92–91 a. C. El encabezado de la sección para Alma 45 estima 73 a. C.
5. Véase 1 Samuel 8:4-5 para un razonamiento más completo de su petición: “Entonces todos los ancianos de Israel se reunieron y fueron a Samuel en Ramá, y le dijeron: He aquí, tú has envejecido, y tus hijos no andan por tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones”.
6. Para evidencia de que la advertencia de Samuel probablemente se basó en un género de discurso contemporáneo que denunciaba el abuso monárquico, véase Jonathan Kaplan, “1 Samuel 8:11–18 as ‘A Mirror for Princes,’Journal of Biblical Literature 131, no. 4 (2012): 625–642.
7. Simon Martin and Nikolai Grube, Chronical of the Maya Kings and Queens: Deciphering the Dynasties of the Ancient Maya, 2nd edition (London, Eng.: Thames and Hudson, 2008), 17.
8. Martin and Grube, Chronical of Maya Kings and Queens, 17.
9. Véase Mosíah 29:13: “Por tanto, si fuese posible que tuvieseis por reyes a hombres justos… os digo que si tal fuese siempre el caso, entonces convendría que siempre tuvieseis reyes para que os gobernaran.” Véase también Jonathan Kaplan, ” Samuel 8 as Mirror for Princes,” 637.
10. Véase John W. Welch and J. Gregory Welch, Charting the Book of Mormon (Provo, UT: FARMS, 2007), chart 137, wars 7–8.

Traducido por Central del Libro de Mormón