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KnoWhy #581

¿Cómo se logra la unidad en una Sociedad de Sion?

octubre 22, 2020
KnoWhy #581
"4 Nephi" (4 Nefi) por Normandy Poulter y BYU Virtual Scriptures Group.
"4 Nephi" (4 Nefi) por Normandy Poulter y BYU Virtual Scriptures Group.
“No había ladrones, ni asesinos, ni lamanitas, ni ninguna especie de -itas, sino que eran uno, hijos de Cristo y herederos del reino de Dios”
4 Nefi 1:17

El conocimiento

Gran parte del mundo actual está marcado por una fuerte división en líneas raciales, nacionales, étnicas y socioeconómicas. Muchos han sentido dolorosamente que esas líneas divisorias se agudizan cada vez más en los últimos meses, a medida que las protestas y los disturbios han estallado como reacción a los trágicos actos de violencia. En un momento como este, leer en 4 Nefi sobre una sociedad de Sion, donde “[n]o había ladrones, ni asesinos, ni lamanitas, ni ninguna especie de -itas, sino que eran uno, hijos de Cristo y herederos del reino de Dios” (4 Nefi 1:17), infunde esperanza y el anhelo de una sociedad así en los corazones de la gente buena e íntegra de todo el mundo.

Afortunadamente, Mormón diligentemente registró “los pensamientos, comportamientos, y acciones de los nefitas” durante este tiempo, “para el beneficio de sus varias audiencias”1. John W. Welch revisó cuidadosamente los detalles de 4 Nefi 1:1–18, detectando las cosas que hicieron para crear una sociedad de Sion y proporcionó un esquema que podemos aplicar2.

Primero, las personas que “se arrepentían verdaderamente de sus pecados”, hicieron convenios a través del bautismo y recibieron el Espíritu Santo (4 Nefi 1:1)3. Luego, toda la gente “se convirtió al Señor” (4 Nefi 1:2). De esta manera, siguieron las enseñanzas del Señor y no tuvieron “contenciones ni disputas entre ellos” (4 Nefi 1:2; cf. 3 Nefi 11:28–29). También “obraban rectamente unos con otros” (4 Nefi 1:2). Welch señaló que obrar rectamente implica más que hacer lo mínimamente necesario para cumplir con la ley. La justicia y la equidad deben ser una prioridad para la comunidad en general y también “mirar más allá de las reglas de la situación o circunstancias individuales de cada persona”4.

Todo esto los llevó a tener “en común todas las cosas” (4 Nefi 1:3). No está claro cómo esto se practicó e implementó exactamente. “¿Llevaron sus cultivos a un almacén central y los redistribuyeron? Eso pudo haber sido muy poco práctico”, de acuerdo con Welch5. En lugar de esto, él propuso:

Tal vez ellos estaban dispuestos a compartir las cosas que estaban bajo su cuidado. Tal vez se veían a sí mismos manteniendo las cosas en custodia para el beneficio de otras personas. Tal vez reconocieron que todos los bienes pertenecían al Señor, estaban dedicados a Él, y por lo tanto podrían ser utilizados por el administrador en beneficio de los demás6.

Cualquiera que fuera el método, su voluntad de tener “en común todas las cosas”, dio como resultado que no se dividieron en “ricos ni pobres, esclavos ni libres, sino que todos fueron hechos libres, y participantes del don celestial” (4 Nefi 1:3). Los discípulos de Jesús utilizaron su sacerdocio para servir y bendecir a los más necesitados (4 Nefi 1:5). Se comprometieron a construir y mejorar la comunidad (4 Nefi 1:7–8). Alguien con autoridad realizaba los casamientos, hombre y mujer por igual “se daban en matrimonio, y fueron bendecidos de acuerdo con la multitud de las promesas que el Señor les había hecho” (4 Nefi 1:11)7. Adoraban al Señor con ayuno y oración, y “reuniéndose a menudo, tanto para orar como para escuchar la palabra del Señor” (4 Nefi 1:12).

Todos esto culminó en que “no había envidias, ni contiendas, ni tumultos, ni fornicaciones, ni mentiras, ni asesinatos, ni lascivias” y no había divisiones étnicas, ni “ninguna especie de -itas”. Mormón escribió: “ciertamente no podía haber un pueblo más dichoso entre todos los que habían sido creados por la mano de Dios” (4 Nefi 1:16–17).

El porqué

Welch concluyó:

“Mormón proporcionó una descripción detallada de los nefitas quienes crearon una sociedad pacífica y justa por sus creencias y la forma en que se comportaban y vivían. Tal vez si se aplicara esta lista de estilos de vida en una comunidad como la de Cristo, llevaría a los santos modernos a ser tan deleitables y felices como los nefitas en esa época. Mormón había imaginado nuestros días. Sin duda, registró las ideas que sintió serían más valiosas para su futura audiencia”8.

Hay que admitir que, como se mencionó anteriormente, “la cultura americana de hoy en día es diferente a esta sociedad de Sion”9. En medio de la discordia y la aspereza típicas de la actualidad, una sociedad de Sion a menudo puede parecer irremediablemente inalcanzable. Sin embargo, poco antes de que Cristo llegara en gloria entre los nefitas y lamanitas, ellos también habían experimentado su propia división como nunca antes se había visto.

Aunque se habían unido para sobrevivir a una guerra generalizada con los ladrones de Gadiantón que duró casi una década (3 Nefi 2:11–4:30), el pueblo comenzó a dividirse después de solo unos pocos años de prosperidad y recuperación económica después de la guerra. En el año veintinueve, algunos se ensalzaban hasta el orgullo, y empezaron a “distinguirse por clases, según sus riquezas y sus oportunidades para instruirse” (3 Nefi 6:12). Había “una gran desigualdad en toda la tierra”, e incluso “empezó a deshacerse la iglesia” (3 Nefi 6:14). Con el tiempo, el gobierno central se extinguió, y el pueblo volvió a una sociedad dividida en tribus (3 Nefi 7:1–14).

Esa era la situación de la sociedad del Libro de Mormón cuando ocurrieron los eventos destructivos que señalaban que la muerte de Cristo ocurrió (3 Nefi 8–11). Los sobrevivientes de esos eventos traumáticos obviamente sabían lo que era vivir en una época de confusión, discordia y aspereza. Ellos son los que, después de convertirse en testigos oculares del Señor en su gloria resucitada y ser instruidos en el Evangelio por el propio Maestro, fueron capaces de construir una sociedad de Sion duradera. Como señaló Welch: “Estos nefitas tenían un conjunto de prioridades diferentes a las que tenían antes de la visita de Cristo. Ya no ponían tanto énfasis en las cosas materiales y en el estatus personal, sobre quién tenía más dinero, o quién era el rey, o el mejor soldado”10.

Por lo tanto, incluso en tiempos de confusión, violencia, contención y conflicto sin precedentes, la posibilidad de ser como Sion nunca está completamente fuera de nuestro alcance. Por supuesto, esta dramática transformación de la sociedad nefita fue posible principalmente a través del ministerio de Jesucristo, quien es “el camino, y la verdad y la vida” (Juan 14:6). Además, como Welch observó, fundamentalmente “se necesita un templo, una iglesia de Dios y el sacerdocio para tener una sociedad como esta”. Y más allá de eso, también se necesita “que todos los miembros de dicha sociedad estén dispuestos a trabajar armoniosamente en todas esas cosas y a esforzarse sinceramente por hacer realidad estas hermosas y alegres bendiciones”. Y aunque la utopía no es una meta alcanzable, como resultado de sus esfuerzos bondadosos y coordinados, esas personas abrieron el camino y “fueron bendecidos y nunca ha habido un pueblo más feliz”11.

Otras lecturas

John W. Welch, John W. Welch Notes (Springville, UT: Book of Mormon Central, 2020), 1028–1033.

 

1. John W. Welch, John W. Welch Notes (Springville, UT: Book of Mormon Central, 2020), 1028.
2. Véase Welch, John W. Welch Notes, 1028–1033.
3. Para conocer la importancia del verdadero arrepentimiento, véase Welch, John W. Welch Notes, 1028–1029.
4. Welch, John W. Welch Notes, 1029–1030.
5. Welch, John W. Welch Notes, 1030.
6. Welch, John W. Welch Notes, 1030.
7. Véase Welch, John W. Welch Notes, 1031.
8. Welch, John W. Welch Notes, 1032.
9. Welch, John W. Welch Notes, 1032.
10. Welch, John W. Welch Notes, 1030.
11. Welch, John W. Welch Notes, 1032.

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Traducido por Central del Libro de Mormón