Cuando Nefi estaba por terminar su registro, enfáticamente enseñó lo que llamó “la doctrina de Cristo” (2 Nefi 31:21; 32:6), definido, en esencia como fe, arrepentimiento, bautismo, recibir el don del Espíritu Santo y perseverar hasta el fin para recibir la vida eterna (2 Nefi 31:13–15).1 Nefi enseñó el evangelio con “claridad” explícita (2 Nefi 31:2; 32:7, y sin embargo, por lo menos algunas personas de su pueblo batallaron para entender lo que él enseñó (2 Nefi 32:1–4).
Un método que los profetas nefitas usaban repetidamente para enseñar con claridad al pueblo acerca de Cristo era recurrir a simbolismos y rituales de adoración del templo israelita. Un claro ejemplo de esto es el discurso del rey Benjamín, en el que reunió al pueblo en el Templo y les enseñó acerca de la sangre expiatoria de Cristo, probablemente en relación con los rituales del Día de la Expiación y otras fiestas de otoño israelitas (Mosíah 2–5).2 Jacob, el hermano menor de Nefi, también enseñó acerca del plan de salvación en el templo nuevo durante lo que probablemente fue una de las fiestas de otoño (2 Nefi 6-10). 3
De acuerdo con Shon D. Hopkin, profesor de escritura antigua de BYU, Nefi hizo lo mismo en 2 Nefi 31–32. “Al enseñar estos conceptos sobre la doctrina de Cristo que pueden haber sido nuevos para los nefitas… él proveyó un contexto familiar al describirlos en términos provistos por el templo de Salomón”. 4 Como otro erudito ha observado: “Los últimos tres capítulos de segunda de Nefi están saturados con el tema del velo del [Templo]”. 5
En el antiguo Israel, el sumo sacerdote era el único que podía atravesar el velo y entrar en el Lugar Santísimo, y únicamente se podía hacer en un día específico: el Día de la Expiación. En el proceso de realizar varios rituales, el sumo sacerdote pasaba por el altar del sacrificio y el Mar de Bronce y atravesaba la puerta del templo. Allí, en el “Lugar Sagrado”, estaba la menorá (una lámpara de siete brazos), la mesa del pan de la proposición y el altar de incienso. El sumo sacerdote pasaba por cada uno de estos emblemas mientras realizaba sus deberes y se acercaba al velo del Lugar Santísimo. Hopkin explica que en el Día de la Expiación, “al sumo sacerdote se le permitía cruzar los querubines, que estaban bordados sobre el velo, para entrar a la presencia simbólica de Dios desplegada por su trono… en el Lugar Santísimo”. 6
Hopkin argumentaba que la presentación de Nefi de la doctrina de Cristo estaba relacionada con “las representaciones de la divina ascensión del sumo sacerdote” desarrollada el Día de la Expiación, cuando el sumo sacerdote iba “desde el extremo este del templo (en el altar del sacrificio) al extremo oeste (en el Lugar Santísimo)”.7 En la doctrina de Cristo, Hopkin compara el arrepentimiento y el bautismo con el pasar de manera simbólica por el altar del sacrificio (arrepentimiento) y el mar de Bronce (bautismo) mientras entraba por la “puerta” del Templo al “Lugar Santo”.8
Una vez que entraban por la puerta del Templo, “el sacerdote podía recibir el bautismo de fuego y ver a través de la luz del Espíritu Santo, simbolizada por la menorá o lámpara encendida”. 9 De allí, deben “seguir adelante” al “[deleitarse] en las palabras de Cristo” (2 Nefi 31:20; 32:3), invocando el simbolismo del pan de proposición. 10
En este punto, Nefi “no pued[e] decir más” (2 Nefi 32:7). “El sacerdote se quedaba en el velo, buscando hablar la lengua de ángeles al confiar en la palabra de Dios y el don del Espíritu Santo”.11 Para seguir adelante, Nefi nos invita a orar (2 Nefi 32:8-9), la función simbólica del altar del incienso (véase Salmo 141:2 ; Apocalipsis 8:3-4), pero él mismo ya no podía divulgarlo. 12 Estando de pie junto al velo, el sacerdote debía preguntar y llamar por sí mismo, para “hablar con la lengua de ángeles” (2 Nefi 32:2) con el propósito de pasar a través de los querubines quienes cuidaban el camino al Lugar Santísimo, donde Jehová se “manifieste en la carne” (2 Nefi 32:6).13
El élder Jeffrey R. Holland, tomando el ejemplo de 2 Nefi 11:1-3, dijo que el testimonio de Jacob (2 Nefi 6–10), Isaías (2 Nefi 12–24), y el mismo Nefi (2 Nefi 31–33) estaban “como centinelas ante la puerta del libro” siempre listos para admitirnos “en la presencia del Señor en las Escrituras”. 14 De hecho, estar en la cúspide de la presencia del Señor es exactamente donde deja a los lectores la culminación de sus testimonios al final de 2 Nefi. Dejando una serie de pistas literarias que vienen en 2 Nefi 33, Nefi demuestra que él mismo, de hecho, pasó el velo y estará allí cuando estemos frente al Señor (2 Nefi 33:11–15).15
¿Por qué habrá utilizado Nefi un modelo mental del Templo para terminar su libro de profecía y enseñanza sagrada? Nefi y Jacob amaban el templo que habían sacrificado para construir como prioridad en su nueva ciudad en la tierra de Nefi. Habiendo guiado magistralmente la construcción de ese Templo a la manera del templo de Salomón, Nefi evidentemente utilizó la distribución representativa e implementos sagrados al estructurar literalmente su sagrada bendición final.
En el antiguo templo israelita, “la procesión del sumo sacerdote refleja el viaje de Israel más allá del querubín colocado al este del Edén y de regreso a la presencia de Dios, revirtiendo los efectos de la caída de Adán y Eva”. 16 Una de las consecuencias de la caída es la muerte (Génesis 2:17; 2 Nefi 2:18-27; Alma 42:9) y se prometió que el Mesías vendría en la plenitud de los tiempos para “redimir a los hijos de los hombres de la caída” (2 Nefi 2:26). Pero con el propósito de recibir, el hombre debe apropiadamente “escoger la libertad y la vida eterna” (2 Nefi 2:27). De la misma manera, si los procedimientos apropiados realizados por el sumo sacerdote no fueron apropiados al acercarse al Lugar Santísimo, “entrar en la presencia del Dios conllevaba el riesgo de muerte”.17
Al utilizar este ascenso del sumo sacerdote como un modelo para explicar la doctrina de Cristo, Nefi deseaba que todo el género humano comprendiera que, gracias a Jesucristo, todos, y no solo el sumo sacerdote, podrían escoger seguir a Cristo y el sagrado camino que lleva de regreso a la presencia de Dios. Cristo es el Gran Sumo Sacerdote, que venció la muerte y la caída de una vez por todas (Romanos 5:14-15;1 Corintios 15:21-26; Hebreos 10:10,21). Por lo tanto, aquellos que siguen la doctrina de Cristo revertirán los efectos de la caída en sus propias vidas, y después de seguir adelante con firmeza en Cristo, entrarán en la presencia de Dios, no con el riesgo de muerte, sino con la promesa de vida eterna (2 Nefi 31:18,20).
Shon D. Hopkin, “Representing the Divine Ascent: The Day of Atonement in Christian and Nephite Scripture and Practice”, en The Temple: Ancient and Restored, ed. Stephen D. Ricks y Donald W. Parry (Salt Lake y Orem, UT: Eborn Books and Interpreter Foundation, 2016), 337–360.
Neal Rappleye, “‘With the Tongue of Angels’: Angelic Speech as a Form of Deification”, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 21 (2016): 303–323.
1. Book of Mormon Central en Español, “¿Qué es la doctrina de Cristo? (2 Nefi 31:21)”, KnoWhy 58 (13 de marzo de 2017). Esto se ha presentado más ampliamente en los escritos de Noel Reynolds. Véase Noel B. Reynolds, “The Gospel of Jesus Christ as Taught by the Nephite Prophets”, BYU Studies 31, no. 3 (1991): 31–50; Noel B. Reynolds, “The True Points of My Doctrine”, Journal of Book of Mormon Studies 5, no. 2 (1996): 36–56; Noel B. Reynolds, “This Is the Way”, Religious Educator 14, no. 3 (2013): 79–91; Noel B. Reynolds, “The Gospel According to Nephi: An Essay on 2 Nephi 31”, Religious Educator 16, no. 2 (2015): 51–75.
2. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué los nefitas permanecieron en sus tiendas durante el discurso del rey Benjamín? (Mosíah 2:6), ” KnoWhy 80 (11 de abril de 2017); Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué el rey Benjamín se enfocó tanto en la sangre de Cristo? (Mosíah 4:2) ”, KnoWhy 82 (13 de abril de 2017). Para una discusión más detallada de estos puntos, véase Terrence L. Szink y John W. Welch, “King Benjamin’s Speech in the Context of Ancient Israelite Festivals,” en King Benjamin’s Speech: “That Ye May Learn Wisdom”, ed. John W. Welch y Stephen D. Ricks (Provo, UT: FARMS, 1998), 147–223; John A. Tvedtnes, “King Benjamin and the Feast of Tabernacles”, en By Study and Also by Faith: Essays in Honor of Hugh W. Nibley, 2 vols., ed. John M. Lundquist y Stephen D. Ricks (Salt Lake City and Prove, UT: Deseret Book y FARMS, 1990), 2:197–237.
3. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Se refirió Jacob a las fiestas de otoño de Israel? (2 Nefi 6: 4)”, KnoWhy 32 (9 de febrero de 2017). Para obtener más información, véase John S. Thompson, “Isaiah 50–51, the Israelite Autumn Festivals, and the Covenant Speech of Jacob in 2 Nephi 6–10”, en Isaiah in the Book of Mormon, ed. Donald W. Parry y John W. Welch (Provo, UT: FARMS, 1998), 123–150.
4. Shon D. Hopkin, “Representing the Divine Ascent: The Day of Atonement in Christian and Nephite Scripture and Practice”, en The Temple: Ancient and Restored, ed. Stephen D. Ricks y Donald W. Parry (Salt Lake y Orem, UT: Eborn Books e Interpreter Foundation, 2016), 347.
5. Joseph M. Spencer, An Other Testament: On Typology, 2nd ed. (Provo, UT: Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2016), 46. Véanse las pp. 46–49 para conocer los comentarios completos de Spencer sobre 2 Nefi 31–33 a la luz del velo del templo/Lugar Santísimo.
6. Hopkin, “Representing the Divine Ascent”, 341. Véanse las pp. 339–341 para conocer el resumen completo de Hopkin sobre el Día de la Expiación.
7. Hopkin, “Representing the Divine Ascent”, 348.
8. Hopkin, “Representing the Divine Ascent”, 349.
9. Hopkin, “Representing the Divine Ascent”, 349.
10. Hopkin, “Representing the Divine Ascent”, 350–351.
11. Hopkin, “Representing the Divine Ascent”, 351.
12. En el altar del incienso, los sacerdotes israelitas ofrecerían una oración mientras quemaban el incienso, cuyo humo ascendía simbólicamente al cielo llevando las oraciones a Dios. Véase Hopkin, “Representing the Divine Ascent”, 351.
13. Hopkin, “Representing the Divine Ascent”, 351–352.
14. Jeffrey R. Holland, Cristo y el Nuevo Convenio. El mensaje mesiánico del Libro de Mormón (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1997), 94.
15. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Qué significa hablar con lengua de ángeles? (2 Nefi 32:2)”, KnoWhy 60 (Marzo 15, 2017). Para logar un conocimiento más profundo, véase Neal Rappleye, “‘With the Tongue of Angels’: Angelic Speech as a Form of Deification”, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 21 (2016): 303–323.
16. Hopkin, “Representing the Divine Ascent”, 341. Para conocer más información sobre la relación entre el jardín de Edén y la adoración en el templo israelita, véase Donald W. Parry, “Garden of Eden: Prototype Sanctuary”, en Temples of the Ancient World, ed. Donald W. Parry (Salt Lake City y Provo, UT: FARMS, 1994), 126–151. Véase también John H. Walton, The Lost World of Adam and Eve: Genesis 2–3 and the Human Origins Debate (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2015), 116–127.
17. Hopkin, “Representing the Divine Ascent”, 341.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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