Después de llegar a la tierra prometida, Nefi registra que su padre, Lehi, instruyó y bendijo a su posteridad poco antes de morir (2 Nefi 1:1 – 4:12). La literatura temprana de los judíos está llena de muchos ejemplos de lo que a veces se denomina literatura testamentaria. Generalmente datan del 200 a. C. al 500 d. C., estos “testamentos” siguen el modelo de la última bendición y maldición que Jacob dio a sus hijos en Génesis 49.
Según James H. Charlesworth: “Los autores de los testamentos no se apegaron a ningún género literario, pero uno puede discernir un formato parecido entre ellos”. En ese formato:
La figura principal se enfrenta a la muerte y [1] hace que sus parientes y amigos íntimos rodeen su cama. Él ocasionalmente les informa de su error fatal y [2] los exhorta a evitar ciertas tentaciones; él normalmente [3] les instruye sobre el camino de la rectitud y [4] pronuncia las bendiciones y maldiciones. A menudo, expone sus palabras —como el vidente apocalíptico del fin apocalíptico— con [5] descripciones del futuro tal como le han sido reveladas en un sueño o visión.1
Este formato puede demostrarse fácilmente en varios de los Testamentos de los Doce Patriarcas, que se encuentran entre los primeros ejemplos de literatura testamentaria.2
Por ejemplo, tenemos el Testamento de José, atribuido a uno de los doce patriarcas de Israel.
Estos puntos pueden ser vistos, aunque a veces de manera sutil, en Génesis 49.4 El mismo formato también se puede encontrar en el testamento de Lehi.
1. Reúne a familiares y amigos cercanos poco antes de su muerte. Nefi dice que Lehi “habló muchas cosas” a su familia y a los miembros de su grupo. Esto incluyó a Lamán, Lemuel y su posteridad, Sam, los hijos de Ismael, Zoram, Nefi, Jacob y José (2 Nefi 1:1, 28; 2:1; 3:1; 4:1, 3, 9–11).
Se entiende claramente en sus discursos que él está a punto de morir, ya que frecuentemente habla de que pronto tendrá que entregarse “a la fría y silenciosa tumba” (2 Nefi 1:14; cf. 1:21; 2:30; 4:5). Nefi confirma: “después que mi padre, Lehi, hubo hablado a todos los de su casa… envejeció. Y… murió y fue sepultado” (2 Nefi 4:12).
2. Los exhorta a evitar las tentaciones. Lehi les enseña a sus hijos mayores sobre “sus rebeliones sobre las aguas” (2 Nefi 1:2). Él los invita diciéndoles que se despierten “y [se sacuden] de las espantosas cadenas que [los] tienen atados” (2 Nefi 1:13) al “observar los estatutos y los juicios del Señor” (2 Nefi 1:16). Él les advierte de las consecuencias si no cumplen con los mandamientos (2 Nefi 1:20; 4:4). Aconseja a toda su posteridad a que no escojan “la muerte eterna según el deseo de la carne” (2 Nefi 2:29).
3.Les instruye en los caminos de la justicia. Lehi habla del Señor, diciendo que: “sus vías son para siempre justas” (2 Nefi 1:19) y anima a sus hijos a “[ceñirse] con la armadura de la rectitud” (2 Nefi 1:23). Él les enseña el plan de salvación (2 Nefi 2) y les enseña diciendo: “[Q]uisiera que confiaseis en el gran Mediador y que escuchaseis sus grandes mandamientos; y sed fieles a sus palabras y escoged la vida eterna, según la voluntad de su Santo Espíritu” (2 Nefi 2:28).
4. Pronuncia las bendiciones y maldiciones. Lehi habla de las bendiciones y maldiciones a lo largo de su discurso. Advierte a Lamán y Lemuel de las maldiciones que les sucederán si no guardan los mandamientos (2 Nefi 1:18, 22) y les deja una bendición condicional (2 Nefi 1:28–29). También bendice Zoram (2 Nefi 1:30–31), Jacob (2 Nefi 2:3-4) y José (2 Nefi 3:3,25). A los hijos de Lamán y Lemuel, pronuncia una bendición sobre ellos mientras que maldice a sus padres (2 Nefi 4:5–9).
5. Descripciones del futuro de acuerdo con la revelación de un sueño o visión. Lehi comienza diciendo: “[H]e visto una visión, por la cual yo sé que Jerusalén está destruida” (2 Nefi 1:4). Entonces Lehi profetiza acerca del futuro de la tierra prometida (2 Nefi 1:6–12). También comparte una extensa profecía dicha por José de Egipto que describe muchos eventos futuros (2 Nefi 3). De acuerdo con Lehi:
José realmente vio nuestro día. Y recibió del Señor la promesa de que del fruto de sus lomos el Señor Dios levantaría una rama justa a la casa de Israel; no el Mesías, sino una rama que iba a ser desgajada, mas no obstante, sería recordada en los convenios del Señor de que el Mesías sería manifestado a ellos en los últimos días, con el espíritu de poder, para sacarlos de las tinieblas a la luz; sí, de la obscuridad oculta y del cautiverio a la libertad. (2 Nefi 3:5 énfasis agregado)
Lehi también dice que José profetizó sobre la restauración de la casa de Israel (2 Nefi 3:13, 24).
Curiosamente, en la versión armenia del Testamento de José, José presuntamente dijo que había profetizado que una parte de Israel “clamó al Señor, y el Señor los llevó a un lugar fértil y bien regado. Los llevó de las tinieblas a la luz” (19:3). Desde allí, el patriarca ve el recogimiento de Israel (19:4–7). Al igual que el registro de Lehi, la versión griega del Testamento de José indica que José sabía de la venida del Mesías y que el Mesías no sería de su propia posteridad, sino de Judá (19:8).
Esta comparación es interesante por varias razones. En primer lugar, muestra que en algunas antiguas tradiciones judías, era normal y se esperaba que el patriarca se reuniera con su familia para bendecir, instruir, exhortar y profetizarles antes de morir. En este sentido, Lehi obró tal como se esperaba de él.5
En segundo lugar, presenta a Lehi como el patriarca de una nueva rama de Israel. Aunque no todos, muchos de los personajes de la literatura testamentaria son figuras patriarcales del pasado de Israel. Al representar a Lehi en esta función, Nefi está solidificando a los lehitas como una rama independiente de Israel. Esto fue un legado duradero entre los pueblos del Libro de Mormón. John W. Welch ha explicado:
Ver a Lehi en la tradición patriarcal proviene por el hecho de que Lehi fue recordado por los nefitas de principio a fin como “el padre Lehi”… Ya que Lehi es la única persona en el Libro de Mormón llamado “nuestro padre”, esta designación parece ser una referencia única a la posición patriarcal de Lehi a la cabeza de la civilización, sociedad y religión nefita.6
En tercer lugar, es interesante que tanto en el discurso de Lehi y como en el Testamento de José, José parece profetizar que parte de Israel sería separada y llevada a una tierra de promisión, el recogimiento de Israel y que el Mesías vendría de la tribu de Judá. La profecía no puede ser remontada a la época de Lehi, y mucho menos a la de José de Egipto. Sin embargo, esta comparación muestra que algunas tradiciones antiguas documentadas están en consonancia con el Libro de Mormón.
Por último, proporciona un ejemplo para padres y patriarcas de hoy. La tradición, inicial pero brevemente presente en Génesis 49 no fue mantenida y desarrollada solo por los judíos después de su regreso a Jerusalén en el Periodo del Segundo Templo, sino que fue pronunciado amplia y efectivamente por Lehi en el siglo VI a.C. Empezando con esto, profetas del Libro de Mormón posteriores al tiempo de Lehi siguieron su ejemplo, como Alma lo hizo en Alma 36-42 y Helamán en Helamán 5:5-13. Los padres Santos de los Últimos Días también siguen estos ejemplos patriarcales cuando bendicen, instruyen, exhortan y testifican a sus hijos y nietos.
John W. Welch, “Lehi’s Last Will and Testament: A Legal Approach,” in Second Nephi, The Doctrinal Structure, ed. Monte S. Nyman and Charles D. Tate Jr. (Provo, UT: BYU Religious Studies Center, 1989), 61–82.
1. James H. Charlesworth, Introduction to Testaments Section, in The Old Testament Pseudepigrapha, 2 vols., ed. James H. Charlesworth (Peabody, Mass.: Henrickson Publishers, 1983), 1:773, corchetes agregados.
2. Para información y traducción al inglés de los Testaments of the Twelve Patriarchs, véase H.C. Kee, “Testaments of the Twelve Patriarchs: A New Translation and Introduction,” in The Old Testament Pseudepigrapha, 1:775–828. Toda cita será de esta edición y traducida al español por BMC.
3. Todas las referencias de capítulo y versículo vienen del Testamento de José.
4. En Génesis, Jacob (1) “llamó… a sus hijos” para que se reunieran (49:1-2); (2) sus palabras a Rubén advierten contra la inestabilidad (49:4), y sus palabras a Simeón y Leví condenan la “violencia”, asesinato, furor e ira (49:5–7); (3) habla de esperar la salvación del Señor (49:18) y sus palabras a José ilustran las bendiciones de apoyarse en la fuerza “del Fuerte de Jacob” y la “Roca de Israel” (49:24); (4) la mayor parte del capítulo contiene bendiciones (49:8–13, 19–26, 28) y maldiciones (49:4, 7, 15); (5) todas las palabras a sus hijos se tratan de “lo que os ha de acontecer en los postreros días” (49:1), pero las bendiciones a ambos Judá (49:8–12) y José (49:22–26) son particularmente proféticas.
5. Mientras que la literatura testamentaria es de un período posterior a los días de Lehi, a final de cuentas su raíz proviene de Génesis 49 lo cual podría haber estado en las planchas de bronce. Tanto los nefitas como más adelante los judíos pudieron haber desarrollado tradiciones de “testamentos” basadas independientemente tomando Génesis 49 como modelo.
6. John W. Welch, “Lehi’s Last Will and Testament: A Legal Approach,” in Second Nephi, The Doctrinal Structure, ed. Monte S. Nyman and Charles D. Tate Jr. (Provo, UT: BYU Religious Studies Center, 1989), 69–70.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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