Algunos lectores del Libro de Mormón se han preguntado acerca de la posible presencia de los que han sido identificados como “otros” en el texto (es decir, los habitantes del nuevo mundo que no eran de linaje lehíta, mulekita o jaredita). ¿Describe el Libro de Mormón al nuevo mundo esencialmente vacío y carente de otras personas en el tiempo en que Nefi llegó? O ¿hay pistas textuales de que los lehitas interactuaron con y estaban conscientes de otros pueblos?
Eruditos Santos de los Últimos Días han mantenido por algún tiempo que el Libro de Mormón en verdad reconoce la presencia de otros pueblos en el nuevo mundo. Además de la inmensa evidencia arqueológica e histórica de pueblos que no se mencionan en el Libro de Mormón que habitaron las Américas antes y después de llegar aun los jareditas, pasajes del Libro de Mormón pueden fácilmente ser interpretados dando a entender que había “otros” pueblos.1
Por ejemplo, después de nombrar a todos en el grupo original de Lehi que lo acompañaron, Nefi dijo que también lo siguieron “todos los que quisieran acompañar[lo]”, y que eran “aquellos que creían en las amonestaciones y revelaciones de Dios” (2 Nefi 5:5-6). Estas palabras tienen más sentido si este último grupo de individuos fue esencialmente de conversos no lehítas, ya que Nefi había catalogado a todos los demás de su familia que ya se habían unido o separado de él.
Hay otras pistas en el texto indicando la presencia de “otros” pueblos en el nuevo mundo que han sido pasados por alto, tal como han señalado John Gee y Matthew Roper, que se pueden encontrar en la selección de citas que Nefi hace de Isaías. “Las palabras de Isaías inscritas y repasadas por Nefi y Jacob habrían sido específicamente significativas para la audiencia de Nefi de la antigua América si es que había otros pueblos no lehitas y no israelitas en la tierra prometida cuando ellos llegaron”.2
Por ejemplo, Gee y Roper señalaron que Nefi citó Isaías 14 en 2 Nefi 24, lo cual dice: “Porque el Señor tendrá piedad de Jacob, y todavía escogerá a Israel, y lo establecerá en su propia tierra; y extranjeros se juntarán con ellos y se unirán a la casa de Jacob”. Debido a que esta cita viene después del discurso de Jacob sobre el convenio que se trata de la relación entre el Israel disperso y los gentiles (2 Nefi 6-10), la referencia de Isaías a “los extraños” que se unirán con el pueblo de Dios puede ser importante para entender que había “otros” pueblos en las tierras nefitas también.
“Si estuviéramos en la audiencia de Nefi y Jacob,” Gee y Roper especularon, “¿cómo podríamos comparar esta escritura a nuestra propia situación tal como se les había invitado hacer?” Ellos responden al señalar: “La profecía de Isaías podría… sugerir a los antiguos [nefitas] que había ‘extraños’ en la tierra que se habían unido o que se unirían a ellos al aceptar las enseñanzas de Nefi y que podrían ser contados con la casa de Jacob”.3
Otra sugerencia viene de la cita de Nefi de Isaías 2, que contiene la famosa profecía de la casa del Señor que sería establecida en la parte superior de la montaña: “Y acontecerá en los postreros días, que el monte de la casa del Señor será establecido como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y todas las naciones correrán hacia él. Y vendrán muchos pueblos y dirán: Venid, y subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará acerca de sus caminos, y caminaremos por sus sendas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del Señor”. (2 Nefi 12:2-3; Isaías 2:2-3).
Este pasaje fue citado poco después de que los primeros nefitas construyeron su propio templo en la tierra de Nefi.
El lugar llamado Nefi estaba localizado en una elevación más alta que Zarahemla y era uno de los puntos más altos en toda la tierra (al menos no se menciona que ningún otro fuera más alto). Así que estos “muchos pueblos” de los que Isaías profetizó tendrían que “su[bir] al monte del Señor”. Era un lugar donde muchas personas vinieron, no solamente aquellos que Nefi describe como “mis hijos y aquellos que eran llamados mi pueblo” y “los del pueblo que ahora se llamaban lamanitas” (2 Nefi 5:14), sino también aquellos como Sherem quien “vino entre el pueblo de Nefi” (Jacob 7:1).4
En este caso, Nefi aplicó Isaías 2, y al hacerlo invitó a “muchos pueblos” y a “todas las naciones” (es decir, los habitantes lehítas y no lehítas del nuevo mundo) para hacer convenios con Dios en el templo recientemente construido en la tierra de Nefi.
En sus citas seleccionadas de Isaías, Nefi mismo pudo haber visto referencias a la existencia de estos “otros” pueblos y su relación con su propio pueblo. Entendiendo que estos pasajes en el Libro de Mormón bien pueden hablar de “otros” pueblos en el nuevo mundo es útil de diferentes maneras.
En general, al ver estas pistas anima a los lectores del Libro de Mormón a prestar más atención a las cosas que de otra manera podrían ser fácilmente pasadas por alto. Reconociendo estos matices textuales, como las referencias de “extraños” u otros en el Libro de Mormón, nos ayuda a evitar la lectura superficial. Haciendo esto, se puede cuestionar ciertas interpretaciones asumidas o culturalmente heredadas, que a su vez mejorará la manera de entender el Libro de Mormón.
En particular, estas pistas toman en cuenta los datos arqueológicos y genéticos que indican la presencia de pueblos, que no son del Libro de Mormón, muchos miles de años antes de la llegada de Nefi y su familia.5 En lugar de describir un continente vacío, el Libro de Mormón es una historia de una rama pequeña de Israel dispersa en ocasiones interactuando con sus vecinos gentiles en la tierra.6
Por último, estas pistas ayudan a explicar por qué Nefi seleccionó ciertos pasajes de Isaías. Gee y Roper declararon:
Nefi y Jacob citaron los pasajes de Isaías que se encuentran en el Libro de Mormón que trataban de los gentiles, ya que encontraron que eran directamente relevantes a la situación en la que se encontraban ellos, teniendo que lidiar con los gentiles [es decir, los “otros” pueblos] que los rodeaban y por causa de su relación al convenio de Dios hecha con la casa de Israel… Al aplicar las escrituras a su pueblo, Nefi algunas veces volvía a aplicar los pasajes que Isaías ya había destinado para sus días. Nosotros, a su vez, seguimos el mismo patrón aplicando aquellas mismas escrituras a nuestros días.7
John Gee and Matthew Roper, “‘I Did Liken All Scriptures Unto Us’: Early Nephite Understandings of Isaiah and Implications for ‘Others’ in the Land,” in The Fulness of the Gospel: Foundational Teachings from the Book of Mormon (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2003), 51–65.
Matthew Roper, “Nephi’s Neighbors: Book of Mormon Peoples and Pre-Columbian Populations,” FARMS Review 15, no. 4.
John L. Sorenson, “When Lehi’s Party Arrived in the Land, Did They Find Others There?” Journal of Book of Mormon Studies 1, no. 1-34
1. Véase John Gee and Matthew Roper, “‘I Did Liken All Scriptures Unto Us’: Early Nephite Understandings of Isaiah and Implications for ‘Others’ in the Land,” in The Fulness of the Gospel: Foundational Teachings from the Book of Mormon (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2003), 52–55; John L. Sorenson, “When Lehi’s Party Arrived in the Land, Did They Find Others There?” Journal of Book of Mormon Studies 1, no. 1 (1992): 1–34; Brant A. Gardner, “The Other Stuff: Reading the Book of Mormon for Cultural Information,” FARMS Review of Books 13, no. 2 (2001): 21–52; Matthew Roper, “Nephi’s Neighbors: Book of Mormon Peoples and PreColumbian Populations,” FARMS Review 15, no. 2 (2003): 91–128; Brant Gardner, Second Witness: Analytical and Contextual Commentary on the Book of Mormon (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2007), 1:351–356; 2:6–13; Traditions of the Fathers: The Book of Mormon as History (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2015), 154–158.
2. Gee and Roper, “‘I Did Liken All Scriptures Unto Us’,” 52.
3. Gee and Roper, “‘I Did Liken All Scriptures Unto Us’,” 57–58.
4. Gee and Roper, “‘I Did Liken All Scriptures Unto Us’,” 58.
5. Sobre esto, véase “El Libro de Mormón y los estudios de ADN”, en línea en lds.org.
6. Hugh Nibley, Lehi in the Desert/The World of the Jaredites/There Were Jaredites, The Collected Works of Hugh Nibley: Volume 5 (Provo, UT: FARMS, 1988), 250; John L. Sorenson, Mormon’s Codex: An Ancient American Book (Provo, UT: Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2013), 104–108.
7. Gee and Roper, “‘I Did Liken All Scriptures Unto Us’,” 62.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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