En algunas partes del Antiguo Testamento, Dios se puede ver enojado. Por ejemplo, solo en el Libro de Éxodo, Él mató a los primogénitos de los egipcios (Éxodo 12:12), juró librar una guerra perpetua en contra de los amalecitas (17:16) y trajo una plaga sobre Su pueblo cuando le desobedecieron (32:35). Versículos como estos pueden hacer parecer que Jehová siempre está enojado. Pero el Libro de Mormón nos recuerda que es una simplificación excesiva. Nefi, por ejemplo, testificó que Dios “ama a sus hijos” (1 Nefi 11:17).1 Él también testificó que Dios “no hace nada a menos que sea para el beneficio del mundo; porque él ama al mundo, al grado de dar su propia vida para traer a todos los hombres a él” (2 Nefi 26:24).
Sin embargo, si el Antiguo Testamento, que eran las escrituras de Nefi, representa a un Jehová tan enojado, uno podría preguntarse cómo Nefi pudo haber visto a un Dios amoroso.2 Considerando esta pregunta, Jonathon Riley ha señalado que las planchas de bronce habrían contenido “más acerca del amor de Dios que el Antiguo Testamento, como lo tenemos el día de hoy. También es posible que Nefi simplemente conociera acerca del amor de Dios por medio de la revelación”.3 Sin embargo, el punto de vista de Nefi sobre Dios sugiere la posibilidad de que el Antiguo Testamento realmente represente a un Jehová amoroso y que “muchos cristianos simplemente no han leído el Antiguo Testamento muy cuidadosamente y han perdido los… versículos del Antiguo Testamento que muestran el amor de Jehová para la humanidad”.4
Según Riley, el Antiguo Testamento contiene 5871 versículos que muestran el amor de Dios por sus hijos de un total de 23.145 versículos.5 Por lo tanto, aproximadamente uno de cada cuatro versículos en el Antiguo Testamento trata sobre el amor de Dios. Como un punto de comparación, el Nuevo Testamento tiene 7.957 versículos. Como lo observó Riley: “Esto significa que si los versículos acerca del amor de Dios en el Antiguo Testamento fueron compilados en un libro, ese libro serían los ¾ de largo del Nuevo Testamento”.6
Esta información sugiere que parte de la razón por la que las personas ven a un Dios enojado en el Antiguo Testamento es simplemente porque no han notado todos los versículos que muestran su amor. Sin embargo, el Libro de Mormón deja claro por qué Dios en ocasiones parece enojado en el Antiguo Testamento y por qué en ocasiones suceden cosas terribles a los nefitas.7
Lehi dijo a sus hijos, que si ellos “guard[a]n sus mandamientos, serán bendecidos sobre la superficie de la tierra; y… habitarán seguros para siempre” (2 Nefi 1:9). Sin embargo, él también les dijo que “si llega el día en que rechacen al… … Mesías… los juicios del que es justo descenderán sobre ellos” (vv. 10-11). En el Antiguo Testamento, como en el Libro de Mormón, las personas en ocasiones experimentaron cosas terribles cuando se apartaban de Dios. Pero Dios fue misericordioso para todos aquellos que se arrepintieron.8
El Antiguo Testamento contiene declaraciones poderosas acerca del amor de Jehová por Sus hijos. En él, Jehová nos consuela al decirnos: “Y andaré entre vosotros y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo. … y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con el rostro erguido” (Levítico 26:12–13). Él nos asegura que “[su] presencia irá [con nosotros] y [nos dará] descanso” (Éxodo 33:14). El Antiguo Testamento nos recuerda: “Ezforzaos y cobrad ánimo; no temáis ni tengáis miedo… porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará” (Deuteronomio 31:6).
A quienes sufren económicamente, Jehová reveló a Ana: “Él levanta del polvo al pobre, y al menesteroso alza del muladar, para hacerlos sentar con los príncipes y heredar un trono de honor” (1 Samuel 2:8). Para aquellos que se sienten lejos de Dios, Él nos recuerda que “los montes se moverán y los collados serán quitados, mas no se quitará de ti mi bondad” (Isaías 54:10) y que “con amor eterno te he amado; por tanto, te he atraído con misericordia” (Jeremías 31:3). Para aquellos que están en problemas, Jehová promete que “har[á] con ellos un convenio de paz; será un convenio sempiterno con ellos” (Ezequiel 37:26).
Dios nos ha prometido que “te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, y en juicio, y en benignidad y en misericordia. Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová” (Oseas 2:19–20). Con versículos como estos en mente, de repente los comentarios del Libro de Mormón, tales como: “Y ama a los que lo aceptan como su Dios” (1 Nefi 17:40) y “él ama nuestras almas así como ama a nuestros hijos” (Alma 24:14), no parecen estar fuera de lugar.
También podemos leer el Antiguo Testamento de la manera en que los nefitas lo hicieron y notar los muchos versículos que describen el amor de Dios por nosotros.9 Al hacerlo, podremos ver de manera diferente el Antiguo Testamento y tal vez sentir también el amor de Dios en nuestras vidas.
Jonathon Riley, “Why the God of the Old Testament Is Not as Angry as You Thought”, at Bible Jon’s Musings, 21 de marzo de 2018.
Steven L. Olsen, “Prospering in the Land of Promise“, FARMS Review 22, no. 1 (2010): 229–232.
RoseAnn Benson y Stephen D. Ricks, “Treaties and Covenants: Ancient Near Eastern Legal Terminology in the Book of Mormon“, Journal of Book of Mormon Studies 14, no. 1 (2005): 48–61, 128–129.
David E. Bokovoy, “Love vs. Hate: An Analysis of Helaman 15: 1–4“, Insights: A Window on the Ancient World 22, no. 2 (2002): 2–3.
1. Para conocer más sobre el amor en el Libro de Mormón, véase RoseAnn Benson y Stephen D. Ricks, “Treaties and Covenants: Ancient Near Eastern Legal Terminology in the Book of Mormon“, Journal of Book of Mormon Studies 14, no. 1 (2005): 48–61, 128–129; David E. Bokovoy, “Love vs. Hate: An Analysis of Helaman 15:1–4“, Insights: A Window on the Ancient World22, no. 2 (2002): 2–3.
2. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Qué era lo que contenían las Planchas de Bronce? (1 Nefi 5:10)“, KnoWhy 410, (16 de agosto de 2018).
3. Jonathon Riley, “Why the God of the Old Testament Is Not as Angry as You Thought“, en Bible Jon’s Musings, 21 de marzo de 2018, en línea en biblejonsmusings.blogspot.com.
4. Riley, “Not as Angry as You Thought”.
5. Riley, “Not as Angry as You Thought”. Esto no incluye la traducción de José Smith de la Biblia, la cual pudiera cambiar este conteo de manera significativa. Si los versículos como Moisés 7:28, 32-33, 37, los cuales describen a Dios llorando por Sus hijos, fueran incluidos, uno podría tener un número aún mayor de versículos que describen el amor de Dios por la humanidad.
6. Riley, “Not as Angry as You Thought”.
7. Para conocer más sobre el amor de Dios en el Libro de Mormón y por qué algunas veces cosas malas les sucedían a ellos, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué dijo Samuel que el Señor había ‘aborrecido’ a los lamanitas? (Helamán 15:4)“, KnoWhy 186 (18 de agosto de 2017).
8. Steven L. Olsen, “Prospering in the Land of Promise“, FARMS Review 22, no. 1 (2010): 229–232.
9. Para conocer más sobre el amor de Dios en el Libro de Mormón, véase Larry E. Dahl, “Faith, Hope, Charity”, en The Book of Mormon: The Keystone Scripture, ed. Paul R. Cheesman (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1988), 137–150.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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