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KnoWhy #69

¿Por qué ciertas “palabras atesoradas” se repiten tanto en los discursos de la conferencia general?

marzo 27, 2017
KnoWhy #69
Elder Russell M. Nelson
“Y hablamos de Cristo, nos regocijamos en Cristo, predicamos de Cristo, profetizamos de Cristo y escribimos según nuestras profecías”.
2 Nefi 25:26; citado 55 veces en la Conferencia General

El conocimiento

Aquellos que escuchan atentamente los discursos de la Conferencia General a menudo reconocen palabras y frases que suenan familiares o que claramente han sido citadas de otras fuentes, como las escrituras, himnos o las palabras de otro líder moderno de la iglesia. El lenguaje que escuchamos en ese inspirado ambiente a menudo está saturado con expresiones sagradas. Algunas de esas palabras o frases parecen repetirse frecuentemente, llegando a ser “palabras atesoradas” en el vocabulario de la iglesia. Algunos ejemplos recientes que se pueden reconocer son los siguientes:

  • “tiernas misericordias” (1 Nefi 1:20; 8:8; referenciado 24 veces)
  • “el plan de salvación / felicidad” (Jarom 1:2; Alma 42:8; referenciado 597 veces)
  • “una obra maravillosa y un prodigio” (2 Nefi 25:17; referenciado 56 veces)
  • “comed, bebed y divertíos” (2 Nefi 28:7; referenciado 39 veces)
  • “claras y preciosas” (1 Nefi 13:40; referenciada 29 veces)
  • “el campo blanco está ya para la siega” (DyC 4:4; referenciada 25 veces)
  • “buscad palabras de sabiduría de los mejores libros” (DyC 88:118; referenciado 58 veces)
  • “buscad conocimiento, tanto por el estudio como por la fe” (DyC 88:118; referenciado 52 veces)
  • “el valor de las almas es grande” (DyC 18:10; referenciado 77 veces)

Para dar un ejemplo, el siguiente párrafo de un discurso de la conferencia por el fallecido apóstol élder Neal A. Maxwell contiene muchas citas sin referencias o alusiones de las Santas Escrituras:

Uno no puede tener una fe adecuada en un Cristo al que no conozca bien, “extraño para él, y… lejos de los pensamientos y de las intenciones de su corazón” (Mosíah 5:13). En realidad, si nos despojamos de “todo peso y pecado que nos rodea” (Hebreos 12:1) fijando los ojos en Jesús y disfrutando de sus palabras, podremos seguir adelante con vigor mental y espiritual (2 Nefi 31:20). Si no lo hacemos, como dijo Pablo, nuestro ánimo puede cansarse y desmayar (Hebreos 12:3). Si comprendemos lo que se reveló a Adán, “[e]ste es el plan de salvación para todos los hombres” (Moisés 6:62) entonces estos principios se aplican a las pruebas o tentaciones que pasaremos mañana o a la lástima que podamos sentir por nosotros mismos. Después de todo, la reprobación y la prueba de nuestra fe son parte del plan (Mosíah 23:21).1

Esta práctica de entrelazar con maestría las prosas hoy en día con palabras atesoradas del pasado no se limita a ningún orador particular ya que es una práctica común que puede ser vista en muchos discursos de las Conferencias Generales y en otros lugares. Los que están interesados pueden ir a los sitios de internet como scriptures.byu.edu, donde pueden buscar palabras o frases de las escrituras (en inglés) y descubrir dónde se han utilizado en mensajes de las Conferencias Generales y discursos de las autoridades generales y otros líderes de la iglesia desde 1830 al día de hoy. Por ejemplo, una búsqueda de la frase “tender mercies” (“tiernas misericordias”) nos da 30 ejemplos, y “plan of salvation” (“plan de salvación”) aparece 590 veces.

El porqué

La práctica de citar y aludir a las antiguas escrituras, aun usándolas sin referenciar como parte de un vocabulario propio cuando se habla, era una práctica común entre los escritores y discursantes en los tiempos antiguos también.2 Cientos de ejemplos de esta práctica se pueden encontrar en la Biblia y el Libro de Mormón.

Cuando Jesús preguntó a su padre, “¿por qué me has desamparado?” (Mateo 27:46; Lucas 15:34), Él está usando una frase del Salmo 22:1 que se habría conocido bien en ese momento.

Lehi, en 1 Nefi 8:8, declara: “[E]mpecé a implorarle al Señor que tuviera misericordia de mí, de acuerdo con la multitud de sus tiernas misericordias”. Es casi seguro que Él tenía en mente Salmo 51:1, que dice: “Ten piedad de mí, oh Dios… conforme a la multitud de tus tiernas misericordias”, aunque no dice que está citando la escritura. Es posible que conociera la escritura tan bien que simplemente incluyó ese lenguaje en sus propios pensamientos, o pudo haber esperado que su audiencia reconociera la referencia y fuera inspirada por su alusión a ese texto sagrado.

Los maestros del evangelio de Cristo en nuestros días, de manera similar incorporan las antiguas palabras de los siervos del Señor en su propio vocabulario. Al hacerlo, ellos renuevan la vida de palabras inspiradas y las hacen relevantes para nuestros días. Consideren las siguientes palabras del finado élder Bruce R. McConkie:

Para hablar de estas cosas maravillosas, usaré mis propias palabras, aunque quizás crean que son de las Escrituras, palabras pronunciadas por otros apóstoles y profetas.

Es cierto que otros las pronunciaron antes, pero ahora son mías, pues el Santo Espíritu de Dios me ha testificado que son verdaderas, y ahora es como si el Señor me las hubiera revelado a mí en primera instancia.3

Esta práctica no solamente viene naturalmente de aquellos que conocen y aman las escrituras, sino que el Señor y sus siervos también quieren que lo hagamos. A través de Moisés, el Señor había amonestado a Sus hijos a poner “estas, [sus] palabras, en vuestro corazón y en vuestra alma” (Deuteronomio 11:18). Nefi invitó a todos a “deleitar[se] en las palabras de Cristo” (2 Nefi 32:3), y Alma enseñó a su pueblo que si ellos plantaban la palabra de Dios en sus corazones y lo nutrían ahí, “echará raíz; y he aquí, será un árbol que brotará para vida sempiterna” (Alma 32:41), llevando nuevo fruto y bendiciendo a las nuevas generaciones de oyentes y seguidores.

Otras lecturas

Book of Mormon Central en Español, “¿A quién citó Nefi en 1 Nefi 22? KnoWhy 25 (30 de enero 2017).

Book of Mormon Central en Español, “¿El salmo de Nefi es en verdad un salmo? KnoWhy 30 (7 de febrero 2017).

El enseñar en base a las Escrituras”, La Enseñanza: El llamamiento más importante. Guía de consulta para la enseñanza del Evangelio.

 

1. Élder Neal A. Maxwell, “Llamados y preparados desde la fundación del mundo,” Conferencia General, abril 1986, énfasis añadido.
2. Esta práctica es parte de un fenómeno que se conoce como la “intertextualidad”. La presencia de la intertextualidad en el Libro de Mormón ha sido comentado en varios de los KnoWhy. Algunos de estos están incluidos en la sección “Otras lecturas” más adelante.
3. Élder Bruce R. McConkie, “El poder purificador de Getsemaní“, Liahona, abril de 2011.

Traducido por Central del Libro de Mormón