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KnoWhy #218

¿Por qué dio Jesús a los nefitas las profecías de Malaquías?

octubre 3, 2017
KnoWhy #218
Basílica de San Lorenzo: vitral de Malaquías, por Wolfgang Sauber
“Y sucedió que les mandó escribir las palabras que el Padre había dado a Malaquías, las cuales él les diría”
3 Nefi 24:1

El Conocimiento

Como se registró en 3 Nefi 24-25, Jesucristo proveyó a la gente del Libro de Mormón el contenido de Malaquías 3-4, diciendo a los nefitas que lo escribieran (3 Nefi 24:1) porque: “Estas Escrituras que no habíais tenido con vosotros, el Padre mandó que yo os las diera; porque en su sabiduría dispuso que se dieran a las generaciones futuras” (3 Nefi 26:2).

Las palabras de Malaquías, uno de los últimos profetas del Antiguo Testamento,1 eran lo suficientemente importantes para que el Padre ordenara a Jesús que les diera a los nefitas estas palabras. La razón probable de esto es porque las palabras de Malaquías dicen “sobre aquellos que serán destruidos en la Segunda Venida y aquellos que sobrevivirán la Segunda Venida. Así que el texto encaja… muy profundamente en el contexto general y en el mensaje entero de [Jesús]”2 en esta sección de 3 Nefi.

Después de proporcionar milagrosamente el pan y el vino al administrar el sacramento a la multitud, Jesús comenzó, en 3 Nefi 20 (y continuando en los siguientes capítulos), a explicar lo que sucedería a la casa de Israel en los últimos días, conforme a las palabras de los profetas.

En 3 Nefi 21, Jesús entonces dio la señal del comienzo de la última dispensación de la obra del Señor (es decir, el surgimiento del Libro de Mormón). En 3 Nefi 22, citó a Isaías 54 para otorgar las promesas del Señor en los últimos días—el cumplimiento de los convenios que había hecho con Israel.3

Después de que Jesús describió los últimos días y las bendiciones que se darían a los fieles, quedó la pregunta: “¿Y quién podrá soportar el día de su venida? ¿Y quién podrá estar en pie cuando él aparezca?” (3 Nefi 24:2, Malaquías 3:2). Malaquías 3-4 (3 Nefi 24-25) proporcionan respuestas a esta pregunta. Estos capítulos indican que no serán:

  • Aquellos que son “hechiceros”, “adúlteros”, “los que juran en falso”, “los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano”, o “agravian al extranjero” o aquellos que no temen al Señor (3 Nefi 24:5)
  • Los que se “[han] apartado de mis ordenanzas y no las [han] guardado” (v. 7)
  • Los que han robado a Dios (en los “diezmos y en las ofrendas”) (vv. 8-9)
  • Aquellos que han “hablado en contra de Dios” (v. 13)

3 Nefi 24:18 (cf. Malaquías 3:18) revela la respuesta positiva: Aquellos que “[disciernen] entre los justos y los malos; entre el que sirve a Dios y el que no le sirve”. Como observó Kent P. Jackson: “La revelación de Malaquías atrajo un marcado contraste entre los que son humildes y receptivos a la voluntad del Señor y los que no lo son”.4

El Porqué

Así como Jesús había mandado al pueblo que “escudriñara” diligentemente las palabras de Isaías (3 Nefi 23:1) para saber de las cosas que habrían de venir, Jesús también deseó que los pueblos del Libro de Mormón, así como los futuros lectores del libro, tuvieran las palabras de Malaquías.

El Presidente Ezra Taft Benson ha recordado a los Santos de los Últimos Días que los eventos que condujeron a la visita del Salvador en 3 Nefi revelan el patrón que se seguirá antes de la segunda venida del Salvador.5  Kent P. Jackson concuerda con que, “[l]a visita del Salvador a las Américas provee un patrón que será seguido a escala mundial en su segunda venida. … Al igual que en la América antigua, el tiempo previo a la venida de Cristo se caracterizará por la maldad, las guerras y el caos social”.6

Se ha reconocido comúnmente que esto da a 3 Nefi y a los acontecimientos sagrados registrados ahí mayor significado y relevancia para los lectores de hoy. Una implicación paralela, aunque a menudo no reconocida, es que hizo profecías acerca de la segunda venida significativa para los nefitas. Como Aaron P. Schade y David Rolph Seely señalaron: “Las palabras de Malaquías dadas a los nefitas en 3 Nefi eran tan relevantes para ellos como lo son para nosotros hoy”.7

Por lo tanto, cuando el Salvador dio el libro de Malaquías a los nefitas, no fue solo para las generaciones futuras (3 Nefi 26:2). Jackson explicó:

La relevancia de esta sección de Malaquías a la audiencia de Jesús parece clara. Aquellos que no confiaban en los anuncios proféticos de su venida—y por lo tanto no se prepararon—fueron desechados. Sin embargo, aquellos que eran fieles gozaban de la presencia del Salvador, incluso en aquella época. … Como predijo Malaquías, el día de la venida del Señor es uno de destrucción para los inicuos, mientras que para los justos será un día de bendiciones inimaginables. … ¿Qué podría describir mejor lo que los nefitas habían pasado y experimentado en aquel entonces? 8

Las palabras de Malaquías, por supuesto, son importantes para los lectores de hoy, pero también ya están disponibles en el Antiguo Testamento. Tenerlos yuxtapuestos con la experiencia de los nefitas en 3 Nefi respalda a la severa advertencia de Malaquías. La cita del Salvador de Malaquías está precedida de un relato que deja poca duda de cuán terrible será el día del Señor para los inicuos (3 Nefi 25:5; Malaquías 4:5). También acentúa la majestad y el esplendor que gozan los justos cuando “repentinamente vendrá a su templo el Señor a quien buscáis” (3 Nefi 24:1, Malaquías 3:1).

Como una conclusión poderosamente adecuada a Su Sermón del Convenio, Jesús no pudo haber elegido un texto más acertado que Malaquías 3-4 con el cual terminar su segundo día de instrucción entre los nefitas. Lo que quedó, lógica y escatológicamente, en ese día fue que Jesús “explicó todas las cosas, aun desde el principio hasta la época en que él viniera en su gloria. … hasta que los elementos se derritieran con calor abrasador, y la tierra se plegara como un rollo, y pasaran los cielos y la tierra”, cuando todas las personas sean juzgadas por Dios y por consiguiente salgan a la luz en la resurrección (3 Nefi 26: 3), abarcando así precisamente desde donde Malaquías había partido.

Otras Lecturas

Aaron P. Schade and David Rolph Seely, “The Writings of Malachi in 3 Nephi: A Foundation for Zion in the Past and Present,” in Third Nephi: An Incomparable Scripture, ed. Gaye Strathearn and Andrew C. Skinner (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2012), 261–278.

Kent P. Jackson, “Teachings from the Words of the Prophets,” in Book of Mormon, Part 2: Alma 30 to Moroni, Studies in Scripture: Volume 8, ed. Kent P. Jackson, (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1988), 196–207.

 

1. La identidad de Malaquías y la composición de su libro tal como está en la Biblia ha sido debatida por los estudiosos bíblicos. Es interesante notar que Jesús sólo citó a Malaquías 3-4. Hay algunos indicios de que el libro de Malaquías tal como lo tenemos ahora puede ser una obra compuesta, o pudo haber sido redactado por un editor posterior que modificó los libros de Ageo y Zacarías para ajustarse a un mensaje específico y ser una conclusión a los libros de los doce profetas “menores”. Algunos han llamado a Malaquías un producto literario, una interpretación escrita de tradiciones antiguas. Un número de fuentes antiguas (por ejemplo, Tárgum Jonatán, Megillah 15a del Talmud, Jerónimo) sugirió que partes o todo Malaquías fueron escritos por Esdras el escriba, Mardoqueo u otros. Por consiguiente, podemos especular sobre la posibilidad de que parte de la información en los capítulos iniciales de Malaquías ya fuera conocida por los escribas nefitas (quizás incluso estaba incluida en las planchas de bronce) o que Jesús consideraba que solo los dos últimos capítulos eran auténticos y/o relevantes. Véase, por ejemplo, JD Nogalski, Literary Precursors to the Book of the Twelve (Berlin: de Gruyter, 1993), 53; J.D. Nogalski, Redactional Processes in the Book of the Twelve (Berlin: de Gruyter, 1993), 191; J.D. Nogalski, “Intertextuality in the Twelve”, in Forming Prophetic Literature: Essays on Isaiah and the Twelve in Honor of John D.W. Watts , ed. J.W. Watts (Sheffield: Sheffield Academic Press, 1996), 102 – 124; P.L. Redditt, “The Book of Malachi in Its Social Setting”, Catholic Biblical Quarterly 56 (1994): 241; Karl W. Weyde, Prophecy and Teaching: Prophetic Authority, Form Problems, and the Use of Traditions in the Book of Malachi (Berlin: de Gruyter, 2000), 43-45; David L. Petersen, Zechariah 9-14 and Malachi (Louisville, KY: Westminster / John Knox, 1995), 2-3.
2. John W. Welch,”Understanding the Sermon at the Temple: Zion Society (3 Nefi 19-4 Nefi 1)“, en Hugh Nibley, Teachings of the Book of Mormon, 4 vols. (American Fork and Provo, UT: Covenant Communications and FARMS, 2004), 168.
3. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Jesús combinó citas de Miqueas e Isaías? (3 Nefi 20:25)“, KnoWhy 214, (27 de septiembre de 2017) y “¿Quién es el siervo del que habló Cristo? (3 Nefi 21:10)”, KnoWhy 215, (28 de septiembre, 2017).
4. Kent P. Jackson, “Teachings from the Words of the Prophets”, in Book of Mormon, Part 2: Alma 30 to Moroni , Studies in Scripture, Volume 8, ed. Kent P. Jackson (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1988), 200.
5. Ezra Taft Benson, A Witness and a Warning: A Modern-day Prophet Testifies of the Book of Mormon (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1988), 37, cf. p. 20.
6. Jackson, “Teachings from the Words of the Prophets”, 201, 206.
7. Aaron P. Schade and David Rolph Seely, “The Writings of Malachi in 3 Nephi: A Foundation for Zion in the Past and Present“, in Third Nephi: An Incomparable Scripture , ed. Gaye Strathearn and Andrew C. Skinner (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2012), 278. También hacen el punto tradicional: “La visita de Cristo al nuevo mundo fue una representación de la segunda venida. Podemos aprender mucho al estudiar esta visita” (p. 261).
8. Jackson, “Teachings from the Words of the Prophets”, 200-201.

Traducido por Central del Libro de Mormón