El Libro de Mormón fue preparado y preservado divinamente para una futura dispensación del evangelio. El presidente Ezra Taft Benson declaró: “Los nefitas nunca tuvieron el libro, ni tampoco los lamanitas de la antigüedad. Fue escrito para nosotros”.1 Es importante destacar que los principales colaboradores del libro no solo anticiparon y profetizaron sobre una restauración futura de las verdades divinas, sino que predijeron que su registro sagrado desempeñaría un papel fundamental en esa restauración.
Nefi contempló que, después de que Jesucristo y Sus apóstoles predicaran la plenitud del Evangelio, se formaría una “iglesia grande y abominable” que despojaría del “evangelio del Cordero de muchas partes que son claras y sumamente preciosas, y también [quitaría] muchos de los convenios del Señor” (1 Nefi 13:26).2 En un discurso posterior, Lehi reveló que estas verdades se restaurarían cuando el Libro de Mormón y la Biblia crecieran “juntamente para confundir las falsas doctrinas, y poner fin a las contenciones, y establecer la paz” (2 Nefi 3:12).3
Nefi vio que los gentiles y los judíos estarían en un “espíritu de un sueño profundo” porque la gente había “rechazado a los profetas” (2 Nefi 27:5). De manera similar, Moroni previó que una apostasía arrolladora afectaría al mundo (véase Mormón 8:26-41). Sin embargo, ellos vieron que las “palabras del libro” (2 Nefi 27:29) despertarían el mundo y traerían una “restauración al conocimiento de Cristo… de acuerdo con las oraciones de todos los santos que han morado en la tierra” (Mormón 9:36).
Lo más importante es que Jesucristo mismo profetizó acerca de la importancia de la aparición del Libro de Mormón. Él enseñó que el Señor revelaría este registro para “[mostrar] su poder a los gentiles” (3 Nefi 21:6) y que sería “por señal” de que el convenio del Señor estaba a punto de cumplirse (v. 7).4
El Libro de Mormón contiene patrones de apostasía y restauración.5 Proporciona un relato verdadero del ministerio de Cristo después de un período de gran agitación y destrucción.6 Y describe con precisión las atribuciones de autoridad de Cristo al entregar una nueva dispensación del evangelio a los nefitas.7 ¿Qué mejor señal de la Restauración podría darse que la aparición milagrosa de un texto antiguo, que muestra claramente por qué era necesaria una restauración y cómo se lograría?8
Debido a su verdadera doctrina y sus revelaciones acerca de las ordenanzas y los convenios sagrados, el Libro de Mormón naturalmente facilita la revelación personal. El presidente Hinckley declaró: “[H]e aquí algo que el hombre podía tener en sus manos, que podía ‘sopesar’, por así decirlo; podía leerlo, podía orar en cuanto a él, ya que contenía una promesa de que el Espíritu Santo declararía su veracidad si ese testimonio se buscaba por medio de la oración”.9 En este sentido, el Libro de Mormón actúa como una señal de la Restauración para cada individuo que sinceramente busca un testimonio de su veracidad.10
El Libro de Mormón también demuestra lo que la Restauración finalmente producirá—un pueblo de Sion, cuyos corazones están llenos del “amor de Dios” (4 Nefi 1:15). 4 Nefi proporciona una visión preliminar de la paz y la prosperidad que se desplegarán cuando el Salvador mismo reine entre su pueblo: “[N]o había envidias, ni contiendas, ni tumultos, ni fornicaciones, ni mentiras, ni asesinatos, ni lascivias de ninguna especie; y ciertamente no podía haber un pueblo más dichoso” (v. 16). Este auténtico registro histórico muestra que la verdadera paz y la felicidad pueden ser restauradas a la humanidad, incluso mientras vivimos en un mundo mortal y caído.
Con ese fin en mente, debería ser evidente que la Restauración de la verdad y las bendiciones aún se está desarrollando. El presidente Dieter F. Uchtdorf enseñó: “A veces consideramos la restauración del Evangelio como algo que está completo, que ya dejamos atrás: José Smith tradujo el Libro de Mormón, recibió las llaves del sacerdocio, se organizó la Iglesia. En realidad, la Restauración es un proceso en pleno desarrollo; la estamos viviendo ahora mismo”.11
El Libro de Mormón revela importantes eventos futuros en este milagro en curso. Por ejemplo, el élder Neal A. Maxwell ha enseñado: “Entre los tesoros que no han aparecido aún hay libros perdidos … Ni siquiera sabríamos del tercer testamento de Cristo si no fuera por el valioso Libro de Mormón, el segundo testamento de Cristo. Cuando aparezca este tercer conjunto de registros sagrados, completará una triada de la verdad”. El élder Maxwell concluyó que estos registros combinados ayudarían a llevar a cabo “en una ‘unión entera’ de todas las dispensaciones cristianas de la historia humana”.12
Hasta ese momento, sin embargo, el Libro de Mormón continuará funcionando como la principal señal y evidencia de la Restauración. El presidente Ezra Taft Benson lo llamó el “gran cernedor”.13 El élder Joseph B. Wirthlin lo llamó el “corazón del proselitismo misionero”.14 Y Richard D. Rust describió que fue “hecho a la medida para la Restauración”.15 Aquellos que se conviertan a través de sus mensajes poderosos y convenios sempiternos se convertirán a Jesucristo, a la plenitud de su Evangelio y al “llamado profético y divino del profeta José Smith”.16
President Gordon B. Hinckley, “El maravilloso fundamento de nuestra fe,” Liahona , noviembre 2002, en línea en lds.org.
Jeffrey R. Holland, Cristo y el Nuevo Convenio: El mensaje mesiánico del Libro de Mormón (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2002).
Élder Dallin H. Oaks, “La Apostasía y Restauración“, Liahona, Julio de 1995.
President Gordon B. Hinckley, “The Power of the Book of Mormon,” Ensign, June 1988, en línea en lds.org. Véase también el capítulo 16 de “Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Gordon B. Hinckley“.
1. Presidente Ezra Taft Benson, “El Libro de Mormón: La [piedra] clave de nuestra religión,” Liahona, octubre 1986, en línea en lds.org.
2. Para más información acerca de la gran apostasía, véase Noel B. Reynolds, ed., Early Christians in Disarray: Contemporary LDS Perspectives on the Christian Apostasy (Provo, UT: BYU Press and FARMS, 2005).
3. Lehi citaba aquí a José, el que fue vendido a Egipto. Para más información sobre la relación entre estos dos registros, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué hay necesidad del testimonio de dos naciones? (2 Nefi 29:8)”, KnoWhy 56 (Marzo 10, 2017).
4. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Quién es el siervo del que habló Cristo? (3 Nefi 21:10)”, KnoWhy 215 (Septiembre 28, 2017).
5. El Libro de Mormón muestra cambios dramáticos y cíclicos hacia y lejos de la rectitud. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Cómo se hicieron débiles los nefitas en tan corto tiempo? (Helamán 4:25)”, KnoWhy 175 (Agosto 3, 2017); Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué el ‘ciclo del orgullo’ destruyó a la nación nefita? (3 Nefi 6:10)”, KnoWhy 195 (Agosto 31, 2017).
6. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué ha sido llamado 3 Nefi ‘el punto central’ del Libro de Mormón? (3 Nefi 11:10)”, KnoWhy 201 (Septiembre 8, 2017); Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué 3 Nefi es a veces llamado el ‘Quinto Evangelio’? (3 Nefi 27:21)”, KnoWhy 222 (Octubre 9, 2017).
7. Véase Jeffrey R. Holland, Cristo y el Nuevo Convenio: El mensaje mesiánico del Libro de Mormón (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2002), 268: “Aunque estos nefitas tenían la autoridad para bautizar en la antigua dispensación mosaica, Cristo invitó a Nefi a reafirmar su autoridad del sacerdocio para bautizar en la nueva dispensación del Evangelio, y puede que para al mismo tiempo ordenarle al apostolado”.
8. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué surgió el Libro de Mormón como un milagro? (2 Nefi 27:23)”, KnoWhy 273 (Diciembre 19, 2017).
9. President Gordon B. Hinckley, “El maravilloso fundamento de nuestra fe,” Liahona, noviembre 2002, en línea en lds.org.
10. Veáse Book of Mormon Central en Español, “¿Cómo Dios manifestará la verdad del Libro de Mormón? (Moroni 10:4)”, KnoWhy 254 (Noviembre 22, 2017).
11. Presidente Dieter F. Uchtdorf, ” ¿Están durmiendo durante la Restauración?” Conferencia General, mayo 2004, en línea en lds.org.
12. Elder Neal A. Maxwell, “‘God will yet reveal’”, Ensign, January 1987.
13. Presidente Ezra Taft Benson, “Jesus Christ—Gifts and Expectations,” Ensign, December 1988, en línea en lds.org.
14. Élder Joseph B. Wirthlin, “The Book of Mormon: The Heart of Missionary Proselyting,” Ensign, September 2002, en línea en lds.org.
15. Richard Dilworth Rust, “‘I Know Your Doing’: The Book of Mormon Speaks to Our Times,” Ensign, December 1988, en línea en lds.org.
16. Élder Wirthlin, “The Book of Mormon: The Heart of Missionary Proselyting,” en línea en lds.org.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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