A lo largo del Libro de Mormón, a menudo se utiliza una serie de sinónimos (o sinonimia referencial) de términos legales para enfatizar la rectitud u obediencia de grupos o individuos. Por ejemplo, cuando Nefi y su pueblo se separaron de los lamanitas y comenzaron a establecer su propia ciudad, Nefi dijo: “Y nos afanamos por cumplir con los juicios, y los estatutos y mandamientos del Señor en todas las cosas, según la ley de Moisés” (2 Nefi 5:10, énfasis añadido). De manera similar, durante un periodo justo de paz después de que se frustraran los ataques lamanitas, “el pueblo se esforzaba en guardar los mandamientos del Señor; y obedecía estrictamente las ordenanzas de Dios, según la ley de Moisés” (Alma 30:3; énfasis añadido). Listas similares aparecen en todo el Libro de Mormón1.
El erudito en leyes Santos de los Últimos Días John W. Welch, ha explicado que esta repetición aparentemente redundante es lo que se conoce como una “lista pleonástica”, y es similar a la lista de términos legales casi equivalentes a los que se encuentran en la Biblia hebrea2. De acuerdo con J. van der Ploeg: “Con el propósito de expresar la idea de lo que es ‘correcto’ o la ley, el lenguaje hebreo utiliza varios sinónimos de los cuales los principales son tôrāh, mispât, jōq, juqqāh, ‘êdût“, además de otros como miṣvah3. Varios de estos términos aparecen juntos en la lista pleonástica que el rey David utilizó cuando le encargó a su hijo Salomón que observara los “estatutos [juqqāh] y sus mandamientos [miṣváh], y sus decretos [mispât] y sus testimonios [êdût] [de Jehová], de la manera que está escrito en la ley [tôrāh] de Moisés” (1 Reyes 2:3).
Naturalmente, cada uno de estos términos legales hebreos “expresan diferentes aspectos semánticos y matices sutiles de nuestra palabra ley“4. Al estudiar las listas pleonásticas del Libro de Mormón y el uso de los términos legales individualmente, Welch encontró que las traducciones al inglés correspondían bien a los matices de sus equivalentes hebreos más cercanos.
Torāh se usa en referencia a la “ley de Moisés”, pero también significa más que solo “ley”. Welch explicó que la palabra torāh está relacionada con la palabra hebrea enseñanza o instrucción. Por lo tanto, la expresión “ley de Moisés” en hebreo se entiende como “las enseñanzas de Moisés”, de manera similar a como los Santos de los Últimos Días han llegado hablar reverentemente de “las enseñanzas del profeta José Smith” o “las enseñanzas del presidente Russell M. Nelson”. Por lo tanto, torāh en realidad “plasma todas instrucciones que Dios da a su pueblo, implementadas y enseñadas a través de sus sacerdotes” y encaja con “la función sacerdotal de enseñar, la cual es frecuentemente mencionada en el Libro de Mormón”5.
Mispât generalmente se traduce al inglés como “judgement” (juicio o decreto), que normalmente significa juicios o decisiones de procedimientos legales, pero también puede significar actos de juicio divino o justicia eterna. Este término también “abarca en general la mayoría de las fases de un juicio legal”6, incluyendo los veredictos o decretos que llegaron a tener el poder de ley positiva7. En el Libro de Mormón, Welch señaló que “el término juicios aparece… en el contexto de los jueces quienes dictaban ‘juicios justos’ (Mosíah 29:29,43), o se refiere al resultado del procedimiento judicial (véase Alma 30:57) o a los juicios de Dios sobre su pueblo”8.
Miṣvah generalmente significa un mandamiento o precepto y se utiliza con frecuencia, especialmente en Deuteronomio, haciendo referencia a órdenes, requerimientos o mandamientos dados por Dios. “De manera similar”, Welch observó, “el uso de la palabra mandamientos en relación a Dios es generalizado en el Libro de Mormón”9.
‘Edut normalmente se refiere a testimonios o testigos. De acuerdo con Welch, “especialmente en el período bíblico temprano, la ley fue considerada como un testimonio o un testigo que Dios había establecido. … En el Libro de Mormón, se han encontrado ideas similares, por ejemplo, en el discurso de despedida del rey Benjamín (véase Mosíah 3:23–24) y en las palabras de Moroni que concluyen el monumental registro nefita (véase Moroni 10:27)”10, donde el rey Benjamín y Moroni dicen que las personas serán juzgadas por sus palabras en el juicio final.
Jōq/juqqāh: Finalmente, estos dos términos en realidad son la forma masculina (jōq) y femenina (juqqāh) de la misma raíz, por lo que en realidad no hay diferencia de significado entre ellos. En términos generales, esta palabra hebrea significa algo como una costumbre, orden, decreto o límite11. Normalmente se traduce al inglés como statute (estatuto) u ordinance (ordenanza)12, por lo general en el sentido de una orden o decreto de un órgano de gobierno, de la misma manera que hablamos de una “ordenanza de la ciudad” o un “estatuto del estado”.
Dado que estas dos formas de esta palabra (jōq/juqqāh) son virtualmente idénticas, es comprensible que nunca aparezcan juntas en ninguna lista pleonástica hebrea13. “Por lo tanto, encuentro bastante relevante”, consideró Welch, “que las palabras en inglés ordinance (ordenanza) y statute (estatuto) nunca aparezcan como compañeras en las listas pleonásticas del Libro de Mormón. De hecho, son los dos únicos equivalentes en inglés de [cualquiera de] los términos hebreos para ‘ley’ que nunca aparecen en el Libro de Mormón en combinación uno con el otro”14.
Este rico vocabulario recuerda a los lectores lo importante que era la ley para los nefitas y para todos los pueblos antiguos. La ley antigua expresaba la voluntad divina, el orden necesario de la vida, los más altos ideales de la civilización y el fundamento de la justicia. La gente moderna difícilmente puede comprender el grado en que los pueblos en la antigüedad veneraban y respetaban la ley. Las culturas antiguas dejaban de existir si su lenguaje, normas y reglas no se transmitían con éxito de una generación a otra, como sucedió en muchos casos15. Ninguna persona de la antigüedad dudaría que un pueblo sin ley menguaría y perecería en la incredulidad y el desorden (véase 1 Nefi 4:13). Lo mismo ocurre en el mundo moderno, aunque muchos tienden a dar por sentada la estabilidad de la ley. La civilización puede ser peligrosamente frágil, incluso en los tiempos modernos.
No es de extrañar que Lehi razonara que si “no hay ley… no hay Dios” (2 Nefi 2:13), y en última instancia, como dice Alma, sin justicia “Dios dejaría de ser Dios” (Alma 42:25). La plena sabiduría de la ley implementó el edicto divino y definió el orden social. Comprender y vivir los objetivos íntegros de la ley proporciona a todas las personas valiosos beneficios. La sabiduría convencional del antiguo Israel sostenía que la “enseñanza del sabio es manantial de vida” (Proverbios 13:14), e Israel recibió el mandamiento de “poner por obra todas las palabras de esta ley…. pues son vuestra vida” (Deuteronomio 32:46-47). La ley escrita proporcionó la base para la formación ética y el comportamiento responsable16.
El Salmo 19, un salmo de entronización real17, coloca a la ley en un lugar prominente en el panorama eterno de la creación de Dios, y ensalza las virtudes de la ley en términos magníficos. Todos los términos principales que se encuentran en las listas de la ley pleonástica están incluidos aquí:
La ley (torāh ) de Jehová es perfecta: convierte el alma; el testimonio (‘edut) de Jehová es fiel: hace sabio al sencillo. Los preceptos (j uqqot) de Jehová son rectos: alegran el corazón. El mandamiento (miṣvot) de Jehová es puro: alumbra los ojos. … [L]os decretos (mišpatim) de Jehová son verdaderos: todos justos (Salmo 19:7–9)18.
Los matices de estos diferentes términos hebreos para “ley” aclaran el por qué tales términos como estatutos, decretos, mandamientos, ordenanzas y leyes aparecen tan prominentemente en el Libro de Mormón. Estas diferentes palabras en inglés se usan efectivamente a lo largo del Libro de Mormón para transmitir el rango de significado y matices de sus equivalentes hebreos más cercanos. Por lo tanto, cuando se trata de estos términos, la traducción del Libro de Mormón parece ser precisa y exacta, tanto que los dos términos en inglés (statute (estatuto) y ordinance (ordenanza)) que típicamente representan equivalentes exactos en hebreo (jōq y juqqāh) nunca aparecen juntos en ninguna lista pleonástica.
Aunque estos términos son sinónimos referenciales, su uso en conjunto en las listas pleonásticas del Libro de Mormón y la Biblia tiene un efecto contundente y acumulativo, lo que pone de manifiesto la importancia de la obediencia absoluta a todas las leyes, reglas, normas y mandamientos de Dios. Como señaló Welch: “Los redactores jurídicos modernos a veces hacen lo mismo, multiplicando las palabras en las listas pleonásticas para abarcar todas las bases (es decir, ‘derechos, títulos e intereses’)”19. Esto asegura que no haya lagunas: los términos del convenio son amplios y completos.
Y cuando los discípulos de la verdad y la justicia de Cristo se comprometen a vivir todas las sabias leyes, ordenanzas y gentiles mandamientos del Señor con todo su corazón, alma, mente y fuerza (DyC 4:2; 59:5), otra lista de las Escrituras destinada a transmitir la necesidad de un compromiso total y completo, el Señor los bendice y los hace prosperar en una abundancia desbordante (Helamán 3:20).
Al esforzarse por obedecer frecuente y sinceramente todas las leyes, ritos y ordenanzas del Evangelio, todas las personas pueden recibir las bendiciones que Dios ofrece a sus hijos a través de la plenitud de las bendiciones de su plan eterno de salvación y exaltación. De hecho, cuando amamos verdaderamente a Dios, le dedicamos todo nuestro ser: “Y amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con todas tus fuerzas” (Deuteronomio 6:5). Y por todas estas razones, es que nuestro amoroso Señor Jesucristo afirmó de manera similar que esta ley es el primero y el más grande de todos los mandamientos: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente” (Mateo 22:37).
John W. Welch, “Statutes, Judgments, Ordinances, and Commandments”, en Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1992), 62–65.
John W. Welch, “A Steady Stream of Significant Recognitions”, en Echoes and Evidences of the Book of Mormon, ed. Donald W. Parry, Daniel C. Peterson y John W. Welch (Provo, UT: FARMS, 2002), 353–356.
Central del Libro de Mormón, “¿Por qué son tan importantes las ordenanzas? (Alma 13:16)”, KnoWhy 296 (enero 23, 2018).
1. Véase 1 Nefi 17:22; Mosíah 6:6; Alma 8:17; Alma 58:40; Helamán 3:20; Helamán 15:5; 4 Nefi 1:12.
2. John W. Welch“Statutes, Judgments, Ordinances, and Commandments”, en Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1992), 62–65; John W. Welch, “A Steady Stream of Significant Recognitions“, en Echoes and Evidences of the Book of Mormon, ed. Donald W. Parry, Daniel C. Peterson y John W. Welch (Provo, UT: FARMS, 2002), 353–356.
3. J. van der Ploeg, “Studies in Hebrew Law”, Catholic Biblical Quarterly 12, no. 3 (1950): 248.
4. Welch, “Steady Stream“, 353. Van der Ploeg, “Studies in Hebrew Law”, 248 señala que mientras el uso de estos términos hebreos a menudo no se distingue, esto “no quiere decir que los significados sean completamente idénticos o que hayan sido de esa manera desde un principio”.
5. Welch, “Steady Stream”, 353. Véase también Van der Ploeg, “Studies in Hebrew Law”, 252–256. Para ejemplos en el Libro de Mormón, véase Jacob 1:17–19; Jarom 1:11; Mosíah 6:3; 12:25; Alma 8:24; Moroni 3:3.
6. Welch, “Steady Stream”, 354.
7. Van der Ploeg, “Studies in Hebrew Law”, 248–250.
8. Welch, “Steady Stream”, 354.
9. Welch, “Steady Stream”, 354. Véase también Van der Ploeg, “Studies in Hebrew Law”, 258. Por ejemplo, véase 1 Nefi 3:7; Jacob 1:12.
10. Welch, “Steady Stream”, 354. Véase también Van der Ploeg, “Studies in Hebrew Law”, 256–258.
11. Welch, “Steady Stream”, 354. Véase también Van der Ploeg, “Studies in Hebrew Law”, 250–252.
12. Tal como Welch lo señala en, “Steady Stream”, 354–355, la ordenanza en tales casos debe entenderse más en términos generales que referirse exclusivamente a los ritos, ceremonias o sacramentos del sacerdocio. Este uso más generalizado se refleja en el Libro de Mormón. Véase Central del Libro de Mormón, “¿Por qué son tan importantes las ordenanzas? (Alma 13:16)”,KnoWhy 296 (enero 23, 2018).
13. Cuando un estatuto y una ordenanza aparecen juntos en la VKJ, statute (estatuto) suele ser jōq o juqqāh, y ordinance (ordenanza) es mišpat. Véase Welch, “Steady Stream”, 355–356. Una excepción es Levítico 18:4-5 (en versión Rey Santiago), que no es una lista pleonástica sino un texto quiástico, donde los dos elementos centrales que coinciden se traducen [en inglés] como ordinances (estatutos) y statutes (estatutos)a pesar de ser la misma palabra hebrea subyacente (en ambos es juqqot). Véase Welch, “Steady Stream”, 384 n.30.
14. Welch, “Steady Stream”, 356.
15. Considere, por ejemplo, la repentina desaparición de las grandes ciudades antiguas de Ebla y Ugarit.
16. Bernard S. Jackson, “Ideas of Law and Legal Administration: A Semiotic Approach”, en The World of Ancient Israel: Sociological, Anthropological and Political Perspectives, ed. R. E. Clements (Cambridge: Cambridge University Press, 1989), 188.
17. Nicolas Wyatt, “The Liturgical Context of Psalm 19”, Ugarit Forschungen 27 (1995): 592.
18. Las ideas de los tres párrafos anteriores son adaptaciones y abreviaciones de John W. Welch, “Entering the Ancient Legal World”, en The Legal Cases in the Book of Mormon (Provo: Brigham Young University Press, 2008), 12–16.
19. Welch, “Statutes, Judgments, Ordinances, and Commandments“, 65.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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