Emma Smith fue una de las lideresas más importantes en los inicios de la iglesia. Cuando tenía menos de un año de casada, estuvo presente en el Cerro Cumorah cuando José Smith recibió las planchas de oro del ángel Moroni el 22 de septiembre de 1827. Fue una de las primeras escribas de la traducción del Libro de Mormón y dejó un importante registro histórico que amplía nuestra comprensión de cómo y cuándo ocurrió la traducción del Libro de Mormón.
Consagrada a su esposo y a su fe, Emma fue expulsada de la casa de su niñez en Pensilvania y llevada a vivir a Nueva York, Ohio, Misuri e Illinois. Durante las persecuciones de Misuri de 1838–1839, Emma se vio obligada a huir de ese estado con sus hijos mientras José Smith languidecía en la cárcel de Liberty. Lucy Mack Smith, la madre del Profeta, registró este tributo a Emma:
Jamás en mi vida he visto a una mujer que soporte todo tipo de fatigas y de dificultades, mes tras mes y año tras año, con esa valentía, ese fervor y esa paciencia inquebrantables, como siempre lo ha hecho ella; … ha sido zarandeada en el océano de la incertidumbre; hizo frente a las dificultades de la persecución y resistió el embate de la furia de hombres y diablos, lo que hubiera vencido a casi cualquier otra mujer1.
Después de la muerte de José Smith en 1844, Emma permaneció en Nauvoo por el resto de su vida en lugar de viajar con los santos y por varios años no se asoció con ningún grupo vinculado con la restauración. ¿Por qué Emma se quedó en Nauvoo después de la muerte de José?
Emma quedó devastada por la muerte del profeta. Según un testigo, cuando vio el cuerpo de José, le habló en voz baja y le dijo: “¡Oh, José, José! ¡Mi esposo, mi esposo! ¡Te han alejado de mí finalmente!”2. En el momento de la muerte de José, Emma estaba embarazada de su último hijo y se quedó sola a cargo de cuatro niños pequeños. Ir a cualquier lugar habría sido extremadamente difícil. También se quedó sin apoyo financiero y estaba preocupada acerca de cómo podría sostener a su familia (aunque en Nauvoo tenía una casa valiosa y extensas propiedades). Los reclamos legales sobre la herencia de José y los derechos legales de Emma como viuda del Profeta quedaban por resolverse, un proceso que tomaría más de ocho años en completarse3.
Emma también se mantuvo al margen de la pregunta sobre quién debería ocupar el lugar de José como líder de la iglesia4. Sin embargo, pronto comenzarían a aumentar las tensiones entre Emma y el liderazgo sobre la titularidad de las propiedades de la iglesia, especialmente de los artículos como los manuscritos de la nueva traducción de la Biblia y los papiros egipcios de José Smith. Emma sintió una responsabilidad especial sobre los nuevos documentos traducidos, diciendo que “habían sido puestos a su cargo”5.
Al principio Emma se negó a unirse a cualquier grupo que disputara el liderazgo de la iglesia. En los meses que siguieron al martirio del Profeta, Brigham Young y el Cuórum de los Doce emergieron como los líderes más prominentes de la iglesia, especialmente porque José había conferido la autoridad del liderazgo a los Doce tres meses antes de su muerte6. Sin embargo, surgieron tensiones entre Emma y Brigham Young. La historiadora Jenny Reeder relata: “Tanto Emma como Brigham Young se consagraron implacablemente a José Smith por diferentes razones: él estaba comprometido a ver el futuro éxito de la iglesia, mientras que ella estaba dedicada a proteger a su familia sin padre”7. Emma además no aceptaba del todo el matrimonio plural. Las fuentes indican que Emma asistió a varios matrimonios plurales, pero más tarde en su vida pareció negar su participación o consentimiento con la práctica8.
La brecha entre Emma y los Doce se hizo más grande cuando se casó con Lewis Bidamon el 23 de diciembre de 1847, el cumpleaños de José. Bidamon era alcohólico y jugador, además de no estar interesado en la religión organizada, pero también era atractivo, afectuoso y protector con Emma9. La mayoría de los santos habían abandonado Nauvoo en el momento del matrimonio, pero Almon Babbitt, un líder de la iglesia que se quedó en Nauvoo para supervisar los intereses de la iglesia, se enfrentó a Emma, acosándola por su decisión de casarse fuera de la fe10. Emma y Lewis nunca tuvieron hijos juntos, pero él actuó como padre sustituto de los niños Smith. Este y otros muchos factores continuaron ampliando la brecha en los años siguientes.
Con el paso de los años, Emma y su hijo mayor, Joseph III, aceptaron roles de liderazgo en la Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (hoy llamada la Comunidad de Cristo), y Joseph Smith III sirvió como presidente de esa organización desde 1860 hasta 191411. Unos días antes de su muerte, Emma fue entrevistada por Joseph III, recordando muchos detalles vitales sobre la iglesia primitiva, pero también negando la práctica del matrimonio plural12. Murió en Nauvoo el 30 de abril de 1879, a la edad de setenta y seis años.
Hay varias razones por las que Emma se quedó en Nauvoo después de la muerte de José Smith, pero destacan algunas en particular. En primer lugar, Emma estaba muy preocupada por la protección de los cuerpos de José y Hyrum. Ante las amenazas de que los cuerpos fueran robados o profanados, se utilizaron ataúdes llenos de sacos de arena en el funeral público de los dos mártires. Los ataúdes que contenían los cuerpos reales de José y Hyrum fueron enterrados temporalmente en el sótano de la Casa de Nauvoo que aún no estaba terminada. Unos meses más tarde, bajo la dirección de Emma, un pequeño grupo de amigos cercanos trasladó los cuerpos a un lugar de entierro secreto cerca de una de las casas en las que José y Emma habían vivido durante su estancia en Nauvoo. Por razones que se desconocen, Emma no notificó a Mary Fielding Smith, la viuda de Hyrum, que los cuerpos habían sido trasladados, ampliando aún más el distanciamiento entre las dos cuñadas. Las tumbas no estaban marcadas, aunque Emma le mostró la ubicación a su nieto Frederick Alexander Smith13.
Emma permaneció cerca del cuerpo de José por el resto de su vida. Jenny Reeder ha sugerido que Emma podría haber interpretado la orden del Señor: “[A]compañarás [a José] cuando salga” (DyC 25:6; itálicas añadidas) como una orden de permanecer cerca del cuerpo de José14. Como es lógico, Emma fue sepultada más tarde cerca del lugar de entierro secreto de José y Hyrum. En 1927, la preocupación por la subida de las aguas del río Misisipi hizo que los tres cuerpos fueran enterrados nuevamente junto a la cabaña original de José Smith en la orilla del Misisipi en Nauvoo15.
Otra razón de peso para que Emma se quedara en Nauvoo era su deseo de cuidar de Lucy Mack Smith, su suegra. Por invitación de Brigham, Lucy habló en una conferencia general de la iglesia en octubre de 1845 y expresó su deseo de viajar al Oeste, pero dijo que su salud no le permitía ir16. Con mala salud y lisiada por la artritis, Lucy dependía del apoyo de Emma y de sus propias hijas Katherine, Sophronia y Lucy, que también permanecieron en la zona durante el resto de sus vidas17. Más tarde, Lucy se refirió con ternura a los cuidados que Emma le brindaba, señalando que en una ocasión “durante cinco noches Emma no [la] dejó, sino que permaneció junto a [su] cama toda la noche”18.
Finalmente, Emma había soportado terribles pruebas y consideraba a Nauvoo como un refugio seguro para su familia después de la muerte de José. En una ocasión le escribió a Joseph III diciéndole sobre Nauvoo: “Es mi hogar, y el de mis hijos, y no dejaré de orar para que todos vivan para disfrutarlo”19. Emma recibió varias visitas de miembros de la iglesia de Utah. Durante una de esas visitas, dijo a sus visitantes: “Quizá piensen que no fui una buena santa al no ir al Oeste, pero tenía un hogar aquí y no sabía lo que debía hacer allá”20.
Cuando Emma murió, estaba rodeada de su familia y amigos. Su hijo Alexander la oyó decir: “José, José, José”. Dijo que Emma se sentó entonces en su cama, extendió su brazo izquierdo y dijo: “Sí, ya voy”, antes de desplomarse de nuevo en su cama. Emma falleció el 30 de abril de 187921.
Jenny Reeder, First: The Life and Faith of Emma Smith (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2021).
Susan Easton Black, “Emma Hale Smith (1804–1879)“, Personajes de DyC, en línea en https://centraldyc.es/
1. Lucy Mack Smith, History, 1845, pág. 190, en línea en josephsmithpapers.org.
2. Reminiscencia de B.W. Richmond, citado en Linda King Newell y Valeen Tippetts Avery, Mormon Enigma: Emma Hale Smith (New York, NY: Doubleday, 1984), 197.
3. Algunas de estas disputas legales complicadas que persistieron después de la muerte de José se analizan en Gordon A. Madsen, Jeffrey N. Walker y John W. Welch, eds., Sustaining the Law: Joseph Smith’s Legal Encounters (Provo, UT: BYU Studies, 2014).
4. Newell y Avery, Mormon Enigma, 206.
5. Emma Smith to Joseph Smith III, February 2, 1866, citado en Newell y Avery, Mormon Enigma, 209.
6. Alexander L. Baugh y Richard Neitzel Holzapfel, “‘I Roll the Burthen and Responsibility of Leading This Church Off from My Shoulders on to Yours”: The 1844/1845 Declaration of the Quorum of the Twelve Regarding Apostolic Succession“, BYU Studies Quarterly 49, no. 3 (2010): 5–19. Esto se confirmó un año después (Council of Fifty, Minutes, March 1844–January 1846; Volume 1, 10 March 1844–1 March 1845, pág. 51, en línea en josephsmithpapers.org).
7. Jenny Reeder, First: The Life and Faith of Emma Smith (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2021), 163.
8. Véase Reeder, First, 163–164; Newell y Avery, Mormon Enigma, 97–101, 301–302.
9. Véase Linda King Newell and Valeen Tippets Avery, “Lewis C. Bidamon, Stepchild of Mormondom“, BYU Studies 19, no. 3 (1979): 375–388.
10. Reeder, First, 168.
11. Véase Roger D. Launius, Joseph Smith III: Pragmatic Prophet (Urbana, IL: University of Illinois Press, 1988).
12. Para leer esta entrevista, véase Ronald E. Romig, ed., Emma’s Nauvoo (Independence, MO: John Whitmer Books, 2007), 65–69. Dos de sus hijos, Alexander y David, fueron a Salt Lake City como misioneros de la iglesia RSUD en 1869 y se les mostraron declaraciones juradas relacionadas con el inicio de José de los sellamientos eternos de esposos, esposas e hijos, incluyendo los matrimonios plurales. En respuesta a la negación de Emma, esas declaraciones juradas se publicaron. Véase Brian C. Hales, Joseph Smith’s Polygamy: History and Theology, 3 vols. (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2013), 1:7–8.
13. Reeder, First, 161.
14. Véase Reeder, First, 164. véase también “Revelation, July 1830–C [D&C 25]“, pág. 34, en línea en josephsmithpapers.org. Emma cumplió, en efecto, todo lo que el Señor le había pedido personalmente que hiciera en la sección 25 de Doctrina y Convenios.
15. Romig, Emma’s Nauvoo, 88.
16. Jenny Reeder y Kate Holbrook, eds., At the Pulpit: 185 Years of Discourses by Latter-day Saint Women (Salt Lake City, UT: Church Historian’s Press, 2017), 26.
17. Newell y Avery, Mormon Enigma, 236. Véase también Kyle R. Walker, ed., United in Faith: The Joseph Sr. and Lucy Mack Smith Family (American Fork, UT: Covenant Communications, 2005).
18. Lucy Mack Smith, History, 1845, pág. 306, en línea en josephsmithpapers.org.
19. Emma Smith Bidamon to Joseph Smith III, December 27, 1868, citado en Reeder, First, 164.
20. Como se cita en Reeder, First, 165.
21. Reeder, First, 173. Cerrando una época, su muerte en Nauvoo se produjo menos de dos años después de la muerte de Brigham Young en Utah.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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