Después de su conversión, el pueblo de Anti-Nefi-Lehi fue despreciado por sus amigos lamanita que tenían antes, cuyo “odio contra ellos llegó a ser sumamente intenso” (Alma 24:2).1 Después de sufrir una masacre a manos de los lamanitas (Alma 24:20-30), el Señor ordenó a Ammón que moviera al pueblo de Anti-Nefi-Lehi más cerca de la política nefita a fin de protegerlos de una agresión mayor (Alma 27).
Finalmente, la “voz del pueblo [llegó] diciendo: He aquí, cederemos la tierra de Jersón, que se halla al este junto al mar, y colinda con la tierra de Abundancia, y queda al sur de la tierra de Abundancia; y esta tierra de Jersón es la que daremos a nuestros hermanos por herencia” (Alma 27:22). No solo eso, sino que los ejércitos nefitas debían establecerse “entre la tierra de Jersón y la tierra de Nefi”, para proteger a los anti-nefi-lehitas de ataques futuros (v. 23). El texto reitera por segunda vez que los anti-nefi-lehitas fueron reubicados “para que hered[aran] la tierra de Jersón” (v. 24).
Con la decisión tomada, Ammón “regresó al pueblo de Anti-Nefi-Lehi” (Alma 27:25) y con ellos “descendieron a la tierra de Jersón, y tomaron posesión de esa tierra; y los nefitas los llamaron el pueblo de Ammón; por tanto, se distinguieron por ese nombre de allí en adelante” (v. 26).
Según lo explicado por los eruditos Santos de los Últimos Días Stephen D. Ricks y Matthew L. Bowen, el nombre Jersón y el detalle de que era una tierra de “herencia” para los anti-nefi-lehitas es un juego de palabras en hebreo bastante obvio.2 El verbo hebreo yrsh (pronunciado yarash) significa “tomar posesión de” o “heredar”.3 La forma nominal (morashah/morash, “posesión”) de esta raíz se utiliza específicamente para describir la tierra de la promesa: “Y os llevaré a la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad [morasha]: Yo Jehová” (RV 2009 Éxodo 6:8).4
La letra hebrea yod (y) se traduce típicamente en español con una J, como en los nombres Jehová (YHVH o Yahveh) y Jerusalén (yerushalaim). Combinando yrsh con el elemento -on (que en la toponimia hebrea puede designar un lugar o ubicación5 fácilmente podría traducirse como Jersón: “lugar de posesión/herencia”. Literalmente, entonces, Alma 27 representa a los anti-nefi-lehitas “heredando” o “tomando posesión” del “lugar de posesión/herencia”.
De acuerdo con la ley bíblica, los recién formados anti-nefi-lehitas habrían requerido tierras para vivir la ley de Moisés o estar sujetos a reglas de herencia y otras leyes de propiedad.6 En un nivel más práctico, ellos requerían protección contra la agresión lamanita y amlicita, la cual habrían recibido más fácilmente después de haber sido colocados en su propia tierra.7 Los anti-nefi-lehitas eran, esencialmente, refugiados desplazados por conflictos religiosos y políticos que necesitaban protección y apoyo. Siguiendo las instrucciones anteriores de Benjamín y Alma, los nefitas impartieron su sustancia a los anti-nefi-lehitas según su necesidad (Mosíah 4:17-19, 18:29).
Con este gesto, los nefitas también estaban ayudando a cumplir las promesas del Señor en Alma 3 que los lamanitas arrepentidos podrían ser nuevamente contados entre la semilla de Nefi. “He aquí, he maldecido a los lamanitas, y pondré sobre ellos una señal para que ellos y su posteridad queden separados de ti y de tu posteridad, desde hoy en adelante y para siempre, salvo que se arrepientan de su iniquidad y se vuelvan a mí, para que yo tenga misericordia de ellos” (Alma 3:14).8 Los anti-nefi-lehitas aceptaron la invitación del Señor de arrepentirse y “la maldición de Dios no los siguió más” (Alma 23:18). Como resultado de su arrepentimiento, fueron contados como nefitas (Alma 27:26).
Finalmente, el juego de palabras con el nombre Jersón (“lugar de herencia”), con el detalle de que fue “heredado” por los anti-nefi-lehitas, refuerza la sofisticación literaria del Libro de Mormón. Los cronistas nefitas eran expertos en emplear las sutilezas de las convenciones literarias del hebreo de la Biblia, incluyendo el uso de juegos de palabras y lo hicieron efectivamente comunicando los importantes temas narrativos y puntos doctrinales.
Matthew L. Bowen, “‘They Were Moved with Compassion’ (Alma 27:4; 53:13): Toponymic Wordplay on Zarahemla and Jershon,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 18 (2016): 233–253.
Stephen D. Ricks, “A Nickname and a Slam Dunk: Notes on the Book of Mormon Names Zeezrom and Jershon,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 8 (2014): 191–194.
Stephen D. Ricks and John A. Tvedtnes, “Notes and Communications: The Hebrew Origin of Some Book of Mormon Place Names,” Journal of Book of Mormon Studies 6, no. 2 (1997): 255–59.
1. Sobre el origen y nombre de los Anti-Nefi-Lehitas, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué los Lamanitas convertidos se llaman anti-nefi-lehitas?(Alma 23:17)”, KnoWhy 131 (9 de junio,2017).
2. Stephen D. Ricks, “A Nickname and a Slam Dunk: Notes on the Book of Mormon Names Zeezrom and Jershon,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 8 (2014): 191–194; Matthew L. Bowen, “‘They Were Moved with Compassion’ (Alma 27:4; 53:13): Toponymic Wordplay on Zarahemla and Jershon,” Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 18 (2016): 233–253.
3. Francis Brown, S. R. Driver, and Charles A. Briggs, A Hebrew and English Lexicon of the Old Testament, rep. ed. (Oxford: Claredon Press, 1953), 439; Ludwig Koehler and Walter Baumgartner, The Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament (Leiden: Brill, 2001), 441.
4. Compare Isaías 14:22-23, donde el Señor jura que Babilonia se convertirá en “posesión [morash] de erizos”. Véase también Deuteronomio 33:4; Ezequiel 11:15; 25:10; 33:24; 36:2, 5.
5. Por ejemplo, Ascalón (Josué 13:3; Jueces 1:18; 14:19; 1 Samuel 6:17), Ecrón (Josué 13:3; 15:11, 45–46; Jueces 1:18; 1 Samuel 5:10), Gabaón (Josué 9:3, 17; 10:1–5; 2 Samuel 2:12; 1 Reyes 9:2), Hebrón (Génesis 13:18; 23:2, 19; Números 13:22; Josué 10:3, 5), Líbano (Deuteronomio 1:7; 3:25; Josué 1:4; 1 Reyes 4:33; 5:6), Hesbón(Números 21:25–28; 32:3; Deuteronomio 1:4; 2:26, 30) y Sarón(1 Crónicas 5:16; 27:29; Cantar de los Cantares 2:1; Isaías 33:9; 35:2).Al igual que Jersón, muchos de estos nombres derivan de una raíz verbal con el anexo elemento –on que denota un lugar. Así Hebrón = “lugar de asociación” (del verbo chabar = “asociar”), Líbano = “lugar de testigos” (del verbo laban = “ser blanco”), Hesbón = “lugar de juicio” (del verbo chashab = “contar, conspirar”), y Sharon = “llano, lugar de nivel” (del verbo yashar = “hacer el bien, enderezar, emparejar”, etc.)
6. Ze’ev W. Falk, Hebrew Law in Biblical Times (Provo, UT and Winona Lake, IN: Brigham Young University Press and Eisenbrauns, 2001), 83–87.
7. Véase también el comentario por John W. Welch explicando como la excepción militar aún requería que los ammonitas proveyeran suministros a las tropas nefitas era consistente con la interpretación judía de las excepciones bajo Deuteronomio 20. John W. Welch, “Exemption from Military Duty,” in Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and FARMS, 1992), 189–192.
8. Para más información sobre la maldición lamanita, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Qué significa ser un pueblo blanco y deleitable? (2 Nefi 30:6)”, KnoWhy 57 (11 de marzo, 2017); “¿Por qué los profetas del Libro de Mormón desalentaron los matrimonios entre los nefitas y lamanitas? (Alma 3:8)”, KnoWhy 110 (16 de mayo, 2017).
Traducido por Central del Libro de Mormón
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