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KnoWhy #217

¿Por qué Jesús llamaría a las palabras de Isaías “grandes”?

octubre 2, 2017
KnoWhy #217
Ventana de Isaías en la iglesia Luterana de St. Matthews en Charleston, SC
“Sí, un mandamiento os doy de que escudriñéis estas cosas diligentemente, porque grandes son las palabras de Isaías”
3 Nefi 23:1

El conocimiento

Aun los lectores casuales del Libro de Mormón de seguro notan que: “Los profetas del Libro de Mormón… citan demasiado a Isaías”.1 Esta tradición comenzó con el primer profeta escritor, Nefi, quien, de todos los profetas del Libro de Mormón, citó a Isaías más frecuentemente. Cuando Nefi leyó las palabras de Isaías, pudo haber desarrollado una afinidad personal con Isaías, de quien Nefi dijo que “vio a [su] Redentor, tal como [él] lo [había] visto” (2 Nefi 11:2). Nefi vio en Isaías un profeta agradable quien había visto mucho de lo que él mismo había visto en su propia visión (1 Nefi 11-14).2

Abinadí, también, parece haberse identificado personalmente con algunos escritos de Isaías, experimentando él mismo lo que es ser “[d]espreciado y rechazado de los hombres” (Mosíah 14:3, Isaías 53:3).3 Además de aquellos que citaron a Isaías extensivamente, muchos otros profetas del Libro de Mormón parecen haber citado sutilmente, parafraseado y aludido a las palabras de Isaías.4

Cuando el Salvador resucitado ministró a los nefitas, Él también citó a Isaías.5 El Señor resucitado entonces hizo un respaldo sin precedentes: “Grandes son las palabras de Isaías” (3 Nefi 23:1; cf. 20:11).6

Grande puede significar una variedad de cosas. En hebreo, gadol (“grande”) “se refiere a cosas que son largas en tamaño, peso o número,… a cosas de gran significado o influencia; a extraordinarios eventos; y a Dios”.7

Las palabras de Isaías podrían de esta manera llamarse grandes porque es el libro más largo en el Antiguo Testamento, porque sus profecías son las más extensas y de mayor alcance, o porque son las más profundas, sublimes y exaltadas. Acorde con esta posibilidad, el Salvador explicó que Isaías “habló en lo que respecta a todas las cosas concernientes a mi pueblo” (3 Nefi 23:2, énfasis añadido).

Como Nefi y Abinadí, el Salvador pudo haber tenido una razón más personal para llamar a Isaías grande. Los eruditos bíblicos encontraron que Isaías “representa la mayoría de las citas del [Antiguo Testamento] y alusiones en el [Nuevo Testamento]”.8 Adicionalmente, “más de la mitad de las citas del [Antiguo Testamento] atribuidas al mismo Jesús son de Isaías, sugiriendo que Él se había identificado estrechamente con el libro y posiblemente también con el mismo profeta”.9

Aunque parezcan muy diferente en español, los mismos nombres Isaías y Jesús “son similares en forma y significado”.10 Los nombres hebreos son Yesha’yahu (Isaías), que significa “salvación/liberación de Yahweh [Jehová]”, y Yeshua (Jesús), que significa “el Señor es salvación, liberación, ayuda”.11 Finalmente, mientras el tema continúa siendo debatido en algunos círculos, muchos eruditos están de acuerdo que “el siervo de Isaías era importante para el entendimiento de Jesús”.12

Esta cercanía y autocomprensión puede ser una evidencia en 3 Nefi, donde inmediatamente después de mandar a los nefitas a “escudriñar” las grandes palabras de Isaías, las cuales “han sido y serán” cumplidas, el Salvador entonces mandó: “Por tanto, escuchad mis palabras” (3 Nefi 23:1-4, énfasis añadido). Como una erudito Santo de los Últimos Días señaló: “Jesús posicionó sus enseñanzas a los nefitas como similares a las de Isaías”.13

El porqué

Los escritos de Isaías continúan teniendo un gran impacto en los judíos, cristianos y Santos de los Últimos Días en todo el mundo. Terry B. Ball señaló:

Con sus profecías preservadas no solamente en el Antiguo Testamento, sino también en el Nuevo Testamento, el Libro de Mormón y Doctrina y Convenios, el ministerio de Isaías continúa bendiciendo e instruyendo a los estudiantes de las escrituras.14

La presencia dominante de sus palabras en todas las obras de referencia es un testimonio de su “valor eterno a todas las personas” de todas las edades.15 De hecho, las palabras de Isaías son grandes en términos de impacto e influencia.

Mientras que aquellos que tienen muchas tradiciones de fe han reconocido el gran valor de los escritos de Isaías, los lectores del Libro de Mormón no solo tienen el respaldo del Salvador a Isaías sino además la cita y comentario del mismo Salvador en 3 Nefi 20-22.

Los Santos de los Últimos Días también se benefician de las citas de Nefi, Jacob y Abinadí, comparando y comentando a Isaías, junto con las de José Smith y otros profetas de los últimos días.16 El Libro de Mormón también provee un testimonio adicional de que el Salvador siente una conexión personal con Isaías y sus escritos.

Es importante reconocer, sin embargo, que después de respaldar específicamente a Isaías, el Señor extendió el mandamiento a todos los profetas: “Escudriñad los profetas, porque muchos son los que testifican de estas cosas” (3 Nefi 23:5). De esta manera, el gran Isaías puede ser un representante categórico de los profetas—todos los cuales son importantes y deben ser escudriñados.

En este sentido, es interesante que tanto en el Nuevo Testamento como en el Libro de Mormón, el siguiente libro más citado del Antiguo Testamento después de Isaías es Deuteronomio (de la Ley) y los Salmos (de los Escritos). Deuteronomio, Isaías y los Salmos pueden representar la Ley, los Profetas y los Escritos—todo el conjunto del Antiguo Testamento. Por lo que mientras que el Señor destacó a Isaías como escritura particularmente importante, todas las escrituras deben ser escudriñadas, ponderadas y aplicadas en las vidas de los discípulos de Cristo en todas partes (véase Juan 5:39; 2 Timoteo 3:16).

Otras lecturas

Garold N. Davis, “Pattern and Purpose of the Isaiah Commentaries in the Book of Mormon,” in Mormons, Scripture, and the Ancient World: Studies in Honor of John L. Sorenson, ed. Davis Bitton (Provo, UT: FARMS, 1998), 277–303.

Kent P. Jackson, “Teaching from the Words of the Prophets (3 Nephi 23–26),” in Book of Mormon, Part 2: Alma 30 to Moroni, Studies in the Scriptures, Volume 8, ed. Kent P. Jackson (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1988), 196–207.

 

1. Victor L. Ludlow, “Isaiah, purposes for quoting,” in Book of Mormon Reference Companion, ed. Dennis L. Largey (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2003), 341. Para una compilación más extensiva de estudio de Isaías en el Libro de Mormón hasta la fecha, véase Donald W. Parry and John W. Welch, eds., Isaiah in the Book of Mormon (Provo, UT: FARMS, 1998). Véase también Garold N. Davis, “Pattern and Purpose of the Isaiah Commentaries in the Book of Mormon,” in Mormons, Scripture, and the Ancient World: Studies in Honor of John L. Sorenson, ed. Davis Bitton (Provo, UT: FARMS, 1998), 277–303. Para discusiones previas de KnoWhys sobre Isaías en el Libro de Mormón, véase https://www.bookofmormoncentral.es/etiquetas/Isaías
2. Véase John W. Welch, “Getting Through Isaiah with the Help of the Nephite Prophetic View,” in Isaiah in the Book of Mormon, ed. Donald W. Parry and John W. Welch (Provo, UT: FARMS, 1998), 19–45; Book of Mormon Central en Español, “¿De qué manera entendió Nefi que Isaías era un testigo de la venida de Cristo? (2 Nefi 17:4, Isaías 7:14)”, KnoWhy 40 (18 de Febrero 2017); Book of Mormon Central en Español, “¿Qué dijeron Nefi e Isaías sobre el fin de los tiempos? (2 Nefi 23:6; Isaías 13:6)”, KnoWhy 46 (27 de Febrero 2017). Nefi también afirmó una habilidad personal para entender las palabras de Isaías, en parte porque vivió en la gran ciudad de Jerusalén (2 Nefi 25:5), donde Isaías había trabajado y muerto el siglo pasado. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Cuáles son las claves que Nefi da para entender a Isaías? (2 Nefi 25:4)”, KnoWhy 47 (28 de Febrero 2017).
3. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué habló Abinadí del Mesías sufriente? (Mosíah 14:4; Isaías 53:4)”, KnoWhy 91 (24 de Abril 2017).
4. Para una lista de todas las citas y parafraseos de Isaías en el Libro de Mormón, véase Victor L. Ludlow, “Isaiah in the Book of Mormon,” in Book of Mormon Reference Companion, 344.
5. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Jesús combinó citas de Miqueas e Isaías? (3 Nefi 20:25)”, KnoWhy 214 (27 de Septiembre 2017); Book of Mormon Central en Español, “¿Quién es el siervo del que habló Cristo? (3 Nefi 21:10)”, KnoWhy 215 (28 de septiembre, 2017); Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Jesús cita a Isaías 54? (3 Nefi 22:5; Isaías 54:5)”, KnoWhy 216 (29 de septiembre, 2017).
6. Kent P. Jackson, “Teaching From the Words of the Prophets (3 Nephi 23–26),” in Book of Mormon, Part 2: Alma 30 to Moroni, Studies in the Scriptures, Volume 8, ed. Kent P. Jackson (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1988), 196, también describe esta declaración como un “respaldo sin precedentes”. Joseph Fielding McConkie, Robert L. Millet, and Brent L. Top, Doctrinal Commentary on the Book of Mormon, 4 vols. (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1987–1992), 4:157, compartieron un sentimiento similar: “Una cosa es para los profetas o para los Santos citar al Señor—eso es apropiado y necesario. ¡Otra cosa muy distinta es que el Señor cite a alguien y luego mande a los Santos a buscar los escritos de los profetas! ¿Qué gran recomendación podríamos tener para nosotros para empezar toda una vida de búsqueda y estudio de Isaías? Véase también Monte S. Nyman, Book of Mormon Commentary, 6 vols. (Orem, UT: Granite, 2003), 5: 349: “Isaías es el único libro de los 66 libros de la Biblia que ha sido señalado con un mandamiento de que lo escudriñemos”.
7. Dana M. Pike, “‘The Great and Dreadful Day of the Lord’: The Anatomy of an Expression,” BYU Studies 41, no. 2 (2002): 150.
8. Margaret Barker, “Isaiah,” in Eerdmans Commentary on the Bible (Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans, 2003), 490. Un solo capítulo de Isaías (53) se hace referencia 36 veces en 11 libros diferentes en el Nuevo Testamento. Véase la tabla en John H. Walton and Craig S. Keener, eds., Cultural Backgrounds Study Bible: Bringing to Life the Ancient World of Scripture (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2016), 1203. Para un análisis de Isaías 53 en el Nuevo Testamento y el cristianismo primitivo, véase Peter Stuhlmacher, “Isaiah 53 in the Gospels and Acts,” in The Suffering Servant: Isaiah 53 in Jewish and Christian Sources, ed. Bernd Janowski, and Peter Stuhlmacher, trans. Daniel P. Bailey (Grand Rapids, MI: Wm. Eerdmans, 2004), 147–162; Otfried Hofius, “The Fourth Servant Song in the New Testament Letters,” in Suffering Servant, 163–188; Christopher Markschies, “Jesus Christ as a Man before God: Two Interpretive Models for Isaiah 53 in the Patristic Literature and Their Development,” in Suffering Servant, 225–320; Daniel P. Bailey, “Isaiah 53 in the Codex A Text and 1 Clement 16:3–14,” in Suffering Servant, 321–323; Daniel P. Bailey, “‘Our Suffering and Crucified Messiah (Dial. 111.2): Las alusiones de Justino Mártir a Isaías 53 en su Diálogo con Trifón con referencia especial a la nueva edición de M. Marcovich,” in Suffering Servant, 324–417; Roy F. Melugin, “On Reading Isaiah 53 as Christian Scripture,” in Jesus and the Suffering Servant: Isaiah 53 and Christian Origins, ed. William H. Bellinger Jr. and William R. Farmer (Eugene, OR: Wipf and Stock, 1998), 55–69; Mikeal C. Parsons, “Isaiah 53 in Acts 8: A Reply to Professor Morna Hooker,” in Jesus and the Suffering Servant, 104–119; Rikki E. Watts, “Jesus’ Death, Isaiah 53, and Mark 10:45: A Crux Revisited,” in Jesus and the Suffering Servant, 125–151; Adrian M. Leske, “Isaiah and Matthew: The Prophetic Influence in the First Gospel,” in Jesus and the Suffering Servant, 152–169; David A. Sapp, “The LXX, 1QIsa, and MT Versions of Isaiah 53 and the Christian Doctrine of the Atonement,” in Jesus and the Suffering Servant, 170–192; J. Ross Wagner, “The Heralds of Isaiah and the Mission of Paul: An Investigation of Paul’s Use of Isaiah 51–55,” in Jesus and the Suffering Servant, 193–222; William R. Farmer, “Reflections on Isaiah 53 and Christian Origins,” in Jesus and the Suffering Servant, 260–280; Richard E. Averbeck, “Christian Interpretations of Isaiah 53,” in The Gospel According to Isaiah 53: Encountering the Suffering Servant in Jewish and Christian Theology, ed. Darrell L. Bock and Mitch Glaser (Grand Rapids, MI: Kregel Academic, 2012), 33–60; Michael J. Wilkins, “Isaiah 53 and the Message of Salvation in the Gospels,” in Gospel According to Isaiah 53, 109–132; Darrell Bock, “Isaiah 53 in Acts 8,” in Gospel According to Isaiah 53, 133–144; Craig A. Evans, “Isaiah 53 in the Letters of Peter, Paul, Hebrews, and John,” in Gospel According to Isaiah 53, 145–170.
9. Barker, “Isaiah,” 490.
10. Barker, “Isaiah,” 490.
11. Yesha’yahu se compone de yesha, que significa “ayuda, liberación, salvación”, y luego el yahu teofórico, que significa Yahvé. Yeshua es otra forma del nombre Yehoshua (Josué) y también deriva de yasha.  Véase Ludwig Koehler and Walter Baumgartner, The Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament, trans. M.E.J. Richardson, 2 vols. (Leiden: Brill, 2001), 1:446, 449. Véase también “Isaías“, “Jesús” y “Josué“, en Book of Mormon Onomasticon, ed. Paul Y. Hoskisson, en línea en onoma.lib.byu.edu; definiciones citadas en el texto vienen de esta fuente.
12. Barker, “Isaiah,” 490. Para un análisis acerca de Jesús y el siervo de Isaías, véase Stuhlmacher, “Isaiah 53 in the Gospels and Acts,” 147–162; Watts, “Jesus’ Death, Isaiah 53, and Mark 10:45,” 125–151; Leske, “Isaiah and Matthew,” 152–169; Wilkins, “Isaiah 53 and the Message of Salvation,” 109–132; Otto Betz, “Jesus and Isaiah 53,” in Jesus and the Suffering Servant, 70–87; N. T. Wright, “The Servant and Jesus,” in Jesus and the Suffering Servant, 281–297. Como se mencionó, este tema aún es debatido por algunos eruditos. Para un ejemplo de la alternativa—de que Jesús no se identifica personalmente con el siervo, véase Morna D. Hooker, “Did the Use of Isaiah 53 to Interpret His Mission Begin with Jesus?” in Jesus and the Suffering Servant, 88–103.
13. Brant A. Gardner, Second Witness: Analytical and Contextual Commentary on the Book of Mormon, 6 vols. (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2007), 5:552.
14. Terry B. Ball, “Isaiah, life and ministry,” in Book of Mormon Reference Companion, 341.
15. McConkie, Millet, and Top, Doctrinal Commentary, 4:158.
16. Véase Ann Madsen, “Joseph Smith and the Words of Isaiah,” in Isaiah in the Book of Mormon, 353–367; John S. Thompson and Eric Smith, “Isaiah and the Latter-day Saints: A Bibliographic Survey,” in Isaiah in the Book of Mormon, 445–509.

Traducido por Central del Libro de Mormón