Por el año de 1839, muchos de los primeros miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días habían sido expulsados por la fuerza de sus hogares, tanto en Ohio como en Misuri. Buscaron refugio primero en Quincy, Illinois y luego comenzaron a establecer su propio asentamiento en el área circundante de Commerce, Illinois (más tarde renombrada como Nauvoo). En ese momento, los santos sintieron que los funcionarios locales en Ohio y Misuri no habían protegido lo suficiente sus derechos, y de hecho, en algunos casos se habían coludido con sus perseguidores. Además, usaron a la milicia del condado para expulsarlos de sus hogares. Por lo tanto, cuando los santos comenzaron a edificar Nauvoo, quisieron tener la oportunidad de protegerse y gobernarse a sí mismos.
El historiador Milton V. Backman Jr. explicó: “En parte debido a esta persecución, los santos de los últimos días que se establecieron en Nauvoo desconfiaban de algunos líderes políticos, instituciones gubernamentales y milicias locales. Estaban muy interesados en gobernarse a sí mismos (sin interferencia externa) y en establecer una milicia que pudiera defender a sus miembros del populacho”1. Para lograr este objetivo, José Smith y otros líderes importantes se propusieron establecer una carta constitucional para la ciudad que les otorgara la capacidad de crear sus propias leyes locales y formar a su propia milicia para hacer cumplir esas leyes y proteger a los ciudadanos de Nauvoo2.
La carta constitucional propuesta fue rápidamente presentada ante la legislatura del estado de Illinois en diciembre de 1840, pasando su revisión final por el Consejo de Revisión el 17 de diciembre, porque los legisladores de Illinois deseaban promover el crecimiento y el asentamiento en el estado. Entró en vigor el 1 de febrero de 18413.
En muchos aspectos, la carta constitucional de la ciudad de Nauvoo reflejaba el lenguaje típico utilizado en este tipo de cartas en Illinois en la década de 1830 a 1840, especialmente después de la carta de 1837 de Springfield (la capital de Illinois)4. “Más del 80 por ciento de sus disposiciones cumplían detalladamente con las concesiones autorizadas por otras ciudades de Illinois”, observó Glen M. Leonard5. Sin embargo, esto no significaba que la carta no tuviera gran importancia para un pueblo al que se le habían negado muchos derechos básicos. Como explicó James L. Kimball:
La aprobación de la carta constitucional de Nauvoo le dio a la incipiente ciudad “un gobierno dentro de un gobierno”. Con esta carta, los santos poseyeron un gobierno local cuyos decretos… solo tenían que ser “no contrarios a la Constitución de los Estados Unidos o a [la constitución] de este estado [de Illinois]”. No se menciona ninguna necesidad de cumplir con otras leyes estatales o reglamentos del condado6.
Otras cartas constitucionales de ciudades de Illinois tenían un lenguaje similar, lo que significaba, como explicó Leonard, que “estos ayuntamientos podían aprobar decretos que contradijeran la ley estatal, siempre y cuando no entraran en conflicto con la constitución estatal o nacional”7. Así, como dijo recientemente un historiador, “para los lectores ocasionales, la carta reflejaba sobre todo el modelo de gobierno local; para los mormones, les concedía la soberanía política que habían deseado durante mucho tiempo”8.
En particular, la carta de la ciudad de Nauvoo otorgaba a la ciudad derechos y poderes tales como el de formar su propia milicia independiente, financiar una universidad, reducir las conductas consideradas un perjuicio público, formar un sistema de tribunales municipales con poder para conceder órdenes de hábeas corpus y aprobar leyes locales sobre el matrimonio. Si bien se había sentado un precedente para la mayoría de estos poderes en otras cartas municipales, la de Nauvoo era la más sólida y completa de las concedidas por el estado de Illinois. Todos estos poderes, y muchos otros, resultaron útiles para los santos al hacer de la ciudad de Nauvoo un lugar seguro para la autonomía, el culto religioso y el autogobierno.
Al revisar las disposiciones de la carta constitucional, no es difícil ver por qué los Santos de los Últimos Días la interpretaron y aplicaron con entusiasmo como un medio para protegerse a sí mismos y a los demás de nuevos abusos. Varios de los derechos otorgados en la carta eran los mismos derechos que habían sido pisoteados cuando los santos fueron expulsados de Misuri.
Por ejemplo, la sección 3 de la carta garantizaba que “los habitantes de dicha ciudad … tendrán la facultad para … comprar, captar y conservar propiedades”, así como “vender, arrendar, traspasar o disponer de propiedades” y “mejorar y proteger dichas propiedades”. La misma sección otorgaba a los ciudadanos de Nauvoo los derechos de “demandar y ser demandados, alegar y ser alegados, defender y ser defendidos, en todos los tribunales de justicia y de equidad”9. Tras ser despojados de sus propiedades, expulsados de sus hogares y privados de recurrir a la justicia en Misuri10, con tales disposiciones, los santos probablemente se sintieron especialmente tranquilos.
Otra disposición importante estaba en la sección 25, que autorizaba al ayuntamiento de Nauvoo organizar una milicia, llamada la “Legión de Nauvoo”11. Esta disposición era algo inusual, ya que las compañías de milicianos voluntarios “generalmente se organizaban a nivel de condado y no de ciudad”12. Sin embargo, no carecía totalmente de precedentes, ya que la legislatura del estado de Illinois había concedido previamente una carta a la ciudad de Fairfield para organizar una compañía de milicia independiente, llamada los “Dragones Invencibles”13. Por lo tanto, según Kimball, “la sección de la [Legión de Nauvoo] en la carta constitucional no era para nada mormona, sino que tenía su origen en una ley aprobada antes de que los santos emigraran a Illinois”14.
En Misuri, varias milicias del condado fallaron en proteger los derechos de los santos, incluso después de que se les prometiera la ayuda de las milicias. A menudo, el populacho que expulsaba a los santos de sus hogares estaba compuesto por miembros de la milicia local. Por lo tanto, no es sorprendente que los santos quisieran este derecho inusual, aunque no totalmente inédito, de defenderse con su propia milicia. En efecto, la carta permitía a los ciudadanos de Nauvoo crear un “cuerpo militar [que] estaba libre de la jurisdicción estatal”15, lo que aseguraba a los santos el derecho a defenderse.
Las secciones 16 y 17 de la carta constitucional de Nauvoo permitían además que la ciudad formara un tribunal municipal, con funcionarios municipales elegidos que actuaran como jueces de paz16. Es importante destacar que la carta otorgaba a este tribunal municipal “la facultad de conceder órdenes de hábeas corpus en todos los casos que surgieran bajo las ordenanzas del ayuntamiento de la ciudad”17. Una vez más, existía un precedente de estas disposiciones en anteriores cartas constitucionales18, pero eso no remarca la importancia que tuvo para los santos. Después de los abusos del procedimiento legal y el fracaso de los tribunales para proteger sus derechos, incluyendo la negación del hábeas corpus, en Misuri, estas disposiciones de la carta de Nauvoo permitieron a los santos “buscar acción en los tribunales que simpatizaban con la causa de Sion”19.
En general, los santos entendían la carta como “un muro infranqueable que defendía los derechos de Sion”20. James L. Kimball Jr. explicó: “Las extensas disposiciones de la carta de Nauvoo tenían por objeto permitir a los mormones establecer un santuario pacífico, libre de los tipos de violencia y acoso que habían sufrido a manos de los funcionarios de Misuri”21.
James L. Kimball Jr., “Protecting Nauvoo by Illinois Charter in 1840“, en Sustaining the Law: Joseph Smith’s Legal Encounters, ed. Gordon A. Madsen, Jeffrey N. Walker y John W. Welch (Provo, UT: BYU Studies, 2014), 297–307.
Glen M. Leonard, Nauvoo: A Place of Peace, a People of Promise (Salt Lake City, UT: Deseret Book; Provo, UT: BYU Press, 2002), 91–119.
1. Milton V. Backman Jr., People and Power of Nauvoo (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2002), 3.
2. Véase James L. Kimball Jr., “Protecting Nauvoo by Illinois Charter in 1840“, en Sustaining the Law: Joseph Smith’s Legal Encounters, ed. Gordon A. Madsen, Jeffrey N. Walker y John W. Welch (Provo, UT: BYU Studies, 2014), 297–307; Glen M. Leonard, Nauvoo: A Place of Peace, a People of Promise (Salt Lake City, UT: Deseret Book; Provo, UT: BYU Press, 2002), 91–119.
3. Véase Kimball, “Protecting Nauvoo“, 299–300.
4. Véase James L. Kimball Jr., “The Nauvoo Charter: A Reinterpretation”, Journal of the Illinois State Historical Society 64, no. 1 (1971): 66–78.
5. Leonard, Nauvoo, 104–105.
6. Kimball, “Protecting Nauvoo“, 301. Kimball está citando la sección 11 de la carta constitucional. Véase también Kimball, “Nauvoo Charter”, 67.
7. Leonard, Nauvoo, 101–103.
8. Benjamin E. Park, Kingdom of Nauvoo: The Rise and Fall of a Religious Empire on the American Frontier (New York, NY: Liveright Publishing, 2020), 55.
9. Secciones seleccionadas de la carta constitucional de Nauvoo sec. 3, en Kimball, “Protecting Nauvoo“, 303.
10. Véase Central del Libro de Mormón, “¿Por qué los santos fueron expulsados de Misuri en el otoño de 1838? (Doctrina y Convenios 121:6)”, KnoWhy 620 (octubre 14, 2021).
11. Secciones seleccionadas de la carta de Nauvoo, sec. 25, en Kimball, “Protecting Nauvoo“, 307.
12. Kimball, “Nauvoo Charter”, 76. Véase también Leonard, Nauvoo, 1.
13. Kimball, “Nauvoo Charter”, 77.
14. Kimball, “Nauvoo Charter”, 77.
15. Kimball, “Nauvoo Charter”, 77.
16. Secciones seleccionadas de la carta de Nauvoo, sec. 16 y 17, en Kimball, “Protecting Nauvoo“, 306.
17. Secciones seleccionadas de la carta de Nauvoo, sec. 17, en Kimball, “Protecting Nauvoo“, 306.
18. Véase Kimball, “Nauvoo Charter”, 73–75.
19. Kimball, “Nauvoo Charter”, 75.
20. Kimball, “Protecting Nauvoo“, 302.
21. Kimball, “Protecting Nauvoo“, 302.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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