Este es el octavo de una serie de KnoWhys que analizan la pregunta de ¿Por qué palabras y frases del Nuevo Testamento están en el Libro de Mormón?
Los segmentos de esta serie, hasta este punto, se han enfocado en posibles fuentes antiguas del tipo de lenguaje del Nuevo Testamento que se encuentran en el Libro de Mormón, trabajando con el supuesto de que muchas de estas palabras y frases se habrían encontrado en las planchas que Mormón entregó a José Smith. Sin embargo, también es discutible que mucho de lo que se reconoce como el lenguaje del Nuevo Testamento se ingresó primero en el texto del Libro de Mormón a un nivel de la traducción en inglés.1
Si este fuera el caso, entonces surge la pregunta de exactamente cómo y por qué frases, versículos y, en ocasiones, pasajes enteros se encuentran en la traducción en inglés del texto nefita. ¿Fue el propio José responsable de agregar material del Nuevo Testamento más allá de lo que había en el texto original? ¿Tenía muchas partes memorizadas del Nuevo Testamento y pudo recordarlas textualmente mientras dictaba el texto o tenía una Biblia u otro manuscrito con él, del cual leía según le parecía apropiado?
Al dar respuesta a este tipo de preguntas, podría ser útil considerar cómo es que el proceso de traducción pudo haber funcionado con respecto al Libro de Mormón. Si bien José Smith nunca reveló públicamente acerca del proceso, en el prefacio de la edición de 1830 del Libro de Mormón, José Smith escribió: “Les comunico que traduje [el libro] por el don y el poder de Dios”; una frase que él repitió a menudo y consistentemente. Cuando se le preguntó sobre el proceso de traducción, una vez afirmó que “[n]o estaba previsto que se dieran a conocer al mundo todos los detalles de la salida a luz del Libro de Mormón”.2
Los eruditos que han observado esta situación han sugerido teorías que coinciden en dos campos: que el proceso divino involucrado en la traducción de las planchas de oro mantuvo un control sobre el resultado de la traducción del texto (1) “libre” o (2) “estricto”. Este KnoWhy (parte 8) se enfocará principalmente sobre la teoría de traducción de “control libre”, la cual ha sido descrita de la siguiente manera: “Las ideas fueron reveladas a José Smith y él puso esas ideas en su propio lenguaje”.3 Un KnoWhy subsecuente (parte 9) analizará el “control estricto” o “palabra por palabra” de la teoría de traducción.
En cualquier caso, es poco probable que José Smith y otras personas de su época, entendieran y utilizaran la palabra “traducción” de ciertas maneras que no son tan familiares para los lectores de ahora. El diccionario Webster de American Language incluyó varios posibles significados entre sus definiciones de la palabra “traducción”, a saber: “Interpretar”; [o] presentar en otros idiomas; [o] expresar el sentido de un lenguaje con las palabras de otro”. Entonces, la idea de traducir de un idioma a otro, en los días de José Smith podría permitir cierta libertad en el significado de “expresar el sentido” de un texto a un segundo idioma. Por lo que, el uso de José de la palabra “traducir” no necesariamente indica una traducción “literal” rígida, palabra por palabra de las planchas. Y si el proceso de traducción de José fue “estricto” o “libre” pudo haber resultado ya sea en una traducción “literal” o más “idiomática funcional” como se expresa en inglés el significado más apropiado de lo que había en las planchas, utilizando palabras en inglés y frases familiares para el propio José y también comprensibles para su público inmediato o posterior.
Y, por supuesto, es muy probable que el lenguaje ordinario de José Smith incluyera expresiones bíblicas que eran comunes a principios de la década de 1800. El lenguaje bíblico saturó el inglés norteamericano en ese momento. Por lo tanto, en la teoría de un “control libre” es posible que algunas de las frases bíblicas pudieran haber aparecido en la traducción por medio del lenguaje original de José, sin que él lo pensara conscientemente (y tal vez ni siquiera haberlo sabido) donde esas frases aparecen en el Nuevo Testamento (como tal vez fue el caso con Gálatas 5:1/Mosíah 23:13; Efesios 6:14/Enós 1:1/Filipenses 2:12/Mormón 9:27).
También es concebible que José haya escuchado o aprendido por escuchar algunos pasajes del Nuevo Testamento populares, los cuales el Espíritu tomó de su mente mientras eran incorporados en la traducción debido a que tenían un buen sentido contextual, aunque no necesariamente literal. Por lo tanto, lo que tal vez, con una comparación cuidadosa, identificamos como un lenguaje del Nuevo Testamento, no apareció precisamente de esa manera en las planchas. En cambio, lo que los profetas y escribas registraron sobre las planchas fue lo suficientemente parecido a un pensamiento, dicho o enseñanza del Nuevo Testamento con la que José estaba familiarizado y que su parecido “preparó” su modo revelador de tal manera que el lenguaje del Nuevo Testamento apareció en la traducción.4
Si bien todo eso es posible, la gran cantidad de similitudes y la frecuencia con la que se combinan perfectamente con pasajes únicos o modificados de manera tan sofisticada, hace difícil de creer que José estuviera trabajando deliberadamente de memoria. Cuando se considera si José pudo haber producido de memoria todos los capítulos de Isaías en el Libro de Mormón, el experto miembro de la iglesia Kevin Barney ha argumentado: “Si bien esto es posible, memorizar tantos capítulos de Isaías de la VKJ [Biblia versión Rey Santiago, de aquí en adelante VKJ] casi literalmente, eso sería una grandiosa proeza”. 5
El apóstol fallecido, élder B. H. Roberts planteó la posibilidad de que José haya copiado de una Biblia cuando aparecían pasajes que él sabía eran similares a la escritura bíblica. En una ocasión postuló: “Cuando José Smith vio que el registro nefita estaba citando las profecías de Isaías, de Malaquías o las palabras del Salvador, tomó la Biblia en inglés y comparó estos pasajes en la medida en que eran similares y descubrió que en esencia, en pensamiento, eran iguales, él adaptó nuestra traducción al inglés”.6
Sin embargo, uno debe preguntarse, ¿Es posible que, cuando José encontró algo que parecía similar a un pasaje bíblico, haya tomado una copia de la Biblia VKJ, abrirla precisamente en la página correcta, y encontrar la expresión que estaba buscando y leerla a su escriba?7 Hay muchos problemas con la idea de que José Smith haya consultado la Biblia, localizara los versículos, y los leyera mientras avanzaba en el proceso de traducción. Es poco probable, por varias razones:
El erudito miembro de la iglesia Grant Hardy declaró de esta manera:
“Esta explicación [de José leyendo de una Biblia] no tiene en cuenta las irregularidades que vemos, algunas de las alteraciones aumentan el paralelismo o hacen comprender más fácil a Isaías, mientras que otros fragmentan el texto o lo hacen más obscuro… La situación es más complicada por el hecho de que la esposa de José, Emma, afirmó que él nunca trabajo de un libro o un manuscrito (el cual habría incluido la Biblia) y no hay informes de que José tuviera el tipo de memoria prodigiosa que le permitiera citar las escrituras por capítulos”.8
Después de la muerte de José, Emma le diría a su hijo José Smith III:
“El Libro de Mormón es de autenticidad divina, no tengo la menor duda. Estoy satisfecha de que ningún hombre haya dictado los escritos del manuscrito a menos que fuera inspirado, porque, cuando ayudaba como escriba, tu padre me dictaba hora tras hora; y al regresar de las comidas o después de interrupciones, comenzaba de inmediato donde lo había dejado, sin ver el manuscrito o tener alguna porción del manuscrito ni que le leyeran alguna parte”.9
Oliver Cowdery, quien sirvió a José como escriba la mayor parte de la traducción, de la misma manera observó el proceso como inspirador. Él declaró: “Esos fueron días inolvidables: ¡Estar sentado oyendo el son de una voz dictada por la inspiración del cielo!”10
Los testigos del proceso de traducción de José del Libro de Mormón concuerdan que fue inspirado y milagroso. No sabemos con certeza cómo funcionó el proceso de traducción, excepto que la obra fue hecha, tal como José Smith lo afirmó: “[P]or el don y el poder de Dios”. Aunque el Señor claramente utilizó a José Smith, con su fe e inteligencia, como un instrumento para lograr la traducción al inglés, la evidencia documental disponible sugiere fuertemente que las palabras de traducción fueron dadas a José por revelación y que él de alguna manera “leyó” (2 Nefi 27:20, 24)11 y luego dictaba esas palabras a sus escribas.
El KnoWhy siguiente en esta serie prestará mucha atención a la probabilidad de que frases y pasajes del Nuevo Testamento fueron introducidos en la traducción del Libro de Mormón a través de la revelación “estricta” o “palabra por palabra” del texto.
Continuará.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, “La traducción del Libro de Mormón“, Ensayos sobre Temas del Evangelio.
Brant Gardner, “The Gift and Power: Translating the Book of Mormon”, presentación dada en la conferencia FAIR 2011.
Royal Skousen, “How Joseph Smith Translated the Book of Mormon: Evidence from the Original Manuscript”, Journal of Book of Mormon Studies 7/1 (1998): 22–31.
1. Eso es, por supuesto, más allá de las enseñanzas del Nuevo Testamento que fueron enseñadas directamente o reveladas por Cristo, como las enseñanzas que son similares al Sermón del Monte en 3 Nefi 12-14 y otros ejemplos similares.
2. Minutes, Church conference, Orange, OH, Oct. 25–26, 1831, en Minute Book 2, Church History Library, Salt Lake City, disponible en josephsmithpapers.org; John W. Welch, “Miraculous Translation”, 121–129.
3. Royal Skousen, “How Joseph Smith Translated the Book of Mormon: Evidence from the Original Manuscript”, Journal of Book of Mormon Studies 7, no. 1 (1998): 24.
4. Véase Brant A. Gardner, The Gift and Power: Translating the Book of Mormon, (Greg Kofford Books, 2011), 307–308.
5. Kevin L. Barney, “A More Responsible Critique”, Review of Books on the Book of Mormon 1989–2011, Vol. 15: No. 1, Article 11: 143.
6. B. H. Roberts, Defense of the Faith and the Saints, 1:272.
7. Véase Gardner, The Gift and Power, 303.
8. Grant Hardy, Understanding the Book of Mormon, 67–68.
9. “Last Testimony of Sister Emma”, 289–90.
10. Oliver Cowdery, Latter-day Saints’ Messenger and Advocate 1:14 (1834).
11. En 2 Nefi 27:20, 24 el traductor “leerá” las palabras del libro. D y C 3:12 explica que el Señor dio a José Smith la “visión y el poder de Dios” para traducir. Mosíah 8:13 declara que un vidente “tiene algo con lo que puede mirar y traducir”. Estos pasajes justifican la idea de que había un aspecto visual del proceso de revelación de la traducción al inglés del Libro de Mormón.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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