Mientras Moroni se preparaba para sellar el registro en el que él y su padre habían trabajado tan diligentemente en compilarlo, compendiarlo y preservarlo, pensó que era importante agregar “unas palabras por vía de exhortación” a las futuras generaciones de lamanitas y finalmente a todo el mundo (Moroni 10:2). Luego procedió a utilizar el verbo “exhortar” ocho veces, realizando una petición específica en cada una de ellas. Como James E. Faulconer ha explicado: “Exhortar es instar fuertemente, hacer una petición urgente, a menudo incluyendo una advertencia y consejo”. Por lo tanto, “Moroni concluye su obra con una petición urgente, con un consejo y advertencias a sus hermanos que también eran sus enemigos, y para el resto del mundo”1.
Estas ocho peticiones pueden ser agrupadas para un mayor provecho en cuatro pares de exhortaciones conexas, que pueden estudiarse mejor cuando se juntan. De esa manera, como John W. Welch puntualizó: “Cada exhortación dada por Moroni… puede estudiarse provechosamente al seguir sus temas a medida que se lee el Libro de Mormón”2. Las perspectivas de los dos comentaristas (Faulconer y Welch, ambos profesores de la Universidad Brigham Young) coinciden perfectamente en elucidar cómo y por qué Moroni escribió su capítulo de despedida en torno a estas ocho exhortaciones.
Las dos primeras exhortaciones de Moroni son también las más famosas. Primero, él escribió: “[Q]uisiera exhortaros a que, cuando leáis estas cosas… recordéis cuán misericordioso ha sido el Señor con los hijos de los hombres… y que lo meditéis en vuestros corazones” (Moroni 10:3). Como Faulconer señaló, el Libro de Mormón comienza con Lehi leyendo un libro, alabando la “misericordia” de Dios y Nefi prometiendo mostrar “las tiernas misericordias del Señor” (1 Nefi 1:14,20). “El Libro de Mormón comienza con el tema de la misericordia y termina con el mismo tema”3. John W. Welch de manera similar señaló: “El tema de recordar cuán misericordioso ha sido el Señor se presenta a lo largo de todo el Libro de Mormón”4. Recordar la misericordia de Dios es un primer paso importante para relacionarse con Él.
En su siguiente comentario, Moroni dijo: “[Q]uisiera exhortaros a que preguntéis a Dios el Eterno Padre, en el nombre de Cristo, si no son verdaderas estas cosas” (Moroni 10:4). Faulconer señaló que esta exhortación está precedida por la exhortación a recordar y meditar en la misericordia de Dios, comentada anteriormente. “Él no solo nos exhorta a orar, nos insta a recordar, meditar y luego a orar”5.
Al vincular esto con la primera exhortación, Moroni parece estar diciendo que “si recordamos que Dios ha sido misericordioso en el pasado, podemos contar con que Él será misericordioso ahora y nos dirá si el registro es verdadero”6. De hecho, Moroni prometió que si los lectores siguen ambas exhortaciones, si ellos leen, recuerdan y meditan en la bondad de Dios y luego oran con fe en Cristo y verdadera intención, Dios les “manifestará la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo” (Moroni 10:4).
En el siguiente par de exhortaciones de Moroni, primero dice: “[Q]uisiera exhortaros a que no neguéis el poder de Dios” (Moroni 10:7). “Si negamos ese poder, entonces no podemos conocer a Cristo”, explicó Faulconer, ya que “nuestra fe revela su poder”7. Es decir, como Welch de la misma manera señaló: “Debemos tener fe en Jesucristo antes de que el poder de Dios pueda revelar la verdad”8.
Y junto a eso, Moroni inmediatamente dijo: “[O]s exhorto, hermanos míos, a que no neguéis los dones de Dios, porque son muchos, y vienen del mismo Dios” (Moroni 10:8). Luego, Moroni enumeró varios de los dones divinos que Dios otorga como bendiciones sobre sus hijos (Moroni 10:8–17). Faulconer remarcó que estas dos exhortaciones están “estrechamente conectadas”. La primera “exhorta a los lamanitas a no negar el poder de Dios… para revelar al Hijo” y la segunda “los exhorta a no negar los dones de Dios”, agregando que, “dado que su mayor dádiva, Su Hijo, es la máxima manifestación de Su misericordia, estas dos exhortaciones son una [sola] pieza”9.
Después de enumerar varios de los dones del Espíritu, Moroni emitió su quinta exhortación: “Y quisiera exhortaros… a que tengáis presente que toda buena dádiva viene de Cristo” (Moroni 10:18).Dado que solo las buenas dádivas vienen de Cristo, esto debería recordarnos que hay “dones malos” de los que debemos estar cansados y tratar de evitar (Moroni 10:30)10.
A esto le sigue inmediatamente su sexta exhortación: “Y quisiera exhortaros… a que recordéis que él es el mismo ayer, hoy y para siempre” (Moroni 10:19). Juntas, estas dos exhortaciones se combinan para enseñar una verdad importante del evangelio: “Cristo es el mismo para siempre, por lo que, si Él dio dones en el pasado, continúa dando esos dones ahora y lo seguirá haciendo en el futuro”11.
Después de emitir ese tercer par de exhortaciones, Moroni repitió brevemente importantes enseñanzas del sermón de su padre (véase Moroni 7) sobre la necesidad de la fe, la esperanza y la caridad para ser salvado. Continuó explicando que si el poder y los dones de Dios han cesado en los últimos días, se debe a la incredulidad, y no a una falta real del poder de Dios (Moroni 10:19–24). Después de advertir a los lectores sobre esta terrible circunstancia, Moroni emitió sus dos exhortaciones finales. Primero, “os exhorto a que recordéis estas cosas” (Moroni 10:27). “El tema de ‘recordar’ se extiende por el Libro de Mormón”, señaló Welch12. Esta es en realidad la cuarta ocasión en que Moroni exhorta a los lectores a “recordar”. Como Welch explicó:
Las tres primeras peticiones de Moroni a recordar, estaban dirigidas al lector para que tuviera presente un rasgo particular bueno, amoroso o divino del Padre y de Cristo, incluyendo el consejo de recordar que no cambiarán (versículos 3, 18 y 19). El cuarto fue un mandato a recordar lo que Moroni había dicho: actuar, obedecer y aceptar a Cristo13.
Todo esto culmina con la exhortación final de Moroni: “Y otra vez quisiera exhortaros a que vinieseis a Cristo” (Moroni 10:30). Venir a Cristo “y perfeccionaos en él” (Moroni 10:32) es el objetivo final de todas las exhortaciones de Moroni y el propósito principal de todo el Libro de Mormón. Es una conclusión adecuada para la historia épica, aunque trágica, de los nefitas.
Para el momento en que Moroni escribió su despedida final, había pasado décadas reflexionando particularmente sobre la historia y el destino de su pueblo. Con tanto tiempo y reflexión, Moroni sin duda escogió sus palabras finales cuidadosa y reflexivamente, considerando cuáles eran los tesoros de conocimiento más importantes que él podía transmitir a las futuras generaciones. Al hacerlo, Moroni enfatizó y ejemplificó la caridad, el amor puro de Cristo. Como explicó Faulconer:
Moroni mostró caridad desde el principio hasta el final de su mensaje, exhortando amorosamente a sus enemigos mortales a arrepentirse y a buscar los dones de Dios, y aconsejando a venir a Cristo, incluso a aquellos a quienes no podría conocer. Su testimonio final es un testimonio del amor de Dios por nosotros y la esperanza que ese amor ha dado a Moroni. Habiendo exhortado a sus lectores a venir a Cristo y reconocer los dones y el amor del Señor, Moroni selló su registro con su testimonio de lo que esa misericordia y ese amor significan para él14.
A medida que los lectores llegan al final del libro, ellos podrían preguntarse con justa razón: “¿Y ahora qué?” En las exhortaciones de Moroni, reciben su respuesta: (1) recordar y meditar lo que leen; (2) orar para saber si es verdad; (3) no negar el poder de Dios; (4) no negar los dones de Dios; (5) recordar que las buenas dádivas vienen de Cristo; (6) recordar que él es el mismo para siempre; (7) recordar todas estas enseñanzas; y (8) venir a Cristo. Estas ocho exhortaciones trazan un camino lógico hacia el futuro para el lector que acaba de experimentar el torbellino de una aventura que produce la lectura del Libro de Mormón.
John W. Welch, John W. Welch Notes (Springville, UT: Book of Mormon Central, 2020), 1193–1227.
James E. Faulconer, “Sealings and Mercies: Moroni’s Final Exhortations in Moroni 10”, Journal of Book of Mormon Studies 22, no. 1 (2013): 4–19.
1. James E. Faulconer, “Sealings and Mercies: Moroni’s Final Exhortations in Moroni 10”, Journal of Book of Mormon Studies 22, no. 1 (2013): 7.
2. John W. Welch, John W. Welch Notes (Springville, UT: Book of Mormon Central, 2020), 1199.
3. Faulconer, “Sealings and Mercies,” 8.
4. Welch, John W. Welch Notes, 1200–1202.
5. Faulconer, “Sealings and Mercies,” 9.
6. Faulconer, “ Sealings and Mercies”, 11.
7. Faulconer, “Sealings and Mercies,” 13.
8. Welch, John W. Welch Notes, 1206.
9. Faulconer, “Sealings and Mercies”, 13.
10. Véase Welch, John W. Welch Notes, 1209.
11. Faulconer, “Sealings and Mercies”, 15.
12. Welch, John W. Welch Notes, 1211.
13. Welch, John W. Welch Notes, 1211.
14. Faulconer, “Sealings and Mercies”, 19.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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