Hablando sobre el tiempo de paz y prosperidad creciente, Mormón registró que tanto los nefitas y lamanitas “iban a cualquier parte de la tierra que querían” y “tenían intercambio libre los unos con los otros” (Helamán 6:7-8). El libre intercambio naturalmente los llevó hacia la riqueza (vv. 11-13), lo cual pronto dio paso al orgullo (v. 17). Luego el orgullo los guió a una declinación moral y después a “secretos asesinatos y combinaciones” (v. 38).
Es en este contexto que Nefi da su bien conocido lamento profético. Aunque aparentemente ordinario, cuando Mormón menciona que Nefi estaba “en una torre que se hallaba en el jardín de Nefi, jardín que estaba cerca del camino real que conducía al mercado principal” es relevante para la historia e históricamente bien acreditado (Helamán 7:10).
Wallace Hunt explicó: “Si nos fijamos en Mesoamérica… podemos encontrar que con respecto al comercio (mercados) no es solamente apropiado, sino crucial para la descripción de Mormón sobre la oración de Nefi y su efecto en las personas”.1 Según Eric Thompson: “Los mercados de ahora en día de las tierras altas de Guatemala son fascinantes, vívidos y provocadores, pero son sombras pálidas de los mercados de la época precolombina”.2 Morely y Brainerd concluyeron que “la institución económica más importante de los antiguos mayas era el mercado centralizado”.3
Aparte de un mercado central o principal, las antiguas ciudades mesoamericanas también tenían mercados subsidiarios que, junto con el mercado principal, funcionaban como una red comercial organizada.4 Estos sistemas de mercado estaban típicamente coordinados de modo que en cierto día (o días) de la semana, los comerciantes de las áreas periféricas compraban y vendían sus mercancías en el mercado central. Después de esto ellos intercambiaban estos bienes con otros comerciantes en mercados vecinos, que a su vez transportaban los bienes a asentamientos periféricos.5
También es bien sabido que una extensa red de carreteras atravesó la antigua América,6 y algunos sitios propuestos para los mercados mesoamericanos, como el mercado Maax Na en Belice, de hecho tenían un camino principal o una calzada que llevaba a una plaza del mercado central.7 Además, en algunas ciudades mesoamericanas “las áreas de jardines eran cultivadas inmediatamente adyacentes a complejos de habitaciones individuales”,8 y las torres de pirámides bajas estaban cerradas dentro de instalaciones familiares privadas.9 La convergencia de estas características en la antigua Mesoamérica proporciona un contexto del mundo real muy creíble para la declaración pública de Nefi.
Los profetas del antiguo Israel a menudo representaban una escena creativa donde actuaban o representaban simbólicamente un componente central de su mensaje profético. Por ejemplo, como lo explicó John W. Welch:
Cuando Jeremías quería impresionar al pueblo de Jerusalén con su profecía de que ellos serían unidos en servidumbre por los babilonios, se cubrió con coyundas y yugos y así salió proclamando su mensaje de condenación (véase Jeremías 27:2-11). Otros actos simbólicos o parabólicos similares realizados como oráculos proféticos se encuentran en Jeremías 13:1-11 (escondiendo un cinto), Jeremías 19:1-13 (rompiendo una vasija), 1 Reyes 11:29-39 (rasgando una capa en doce pedazos), 2 Reyes 13:15-19 (tirando una flecha), e Isaías 20:2-6 (andando desnudo).10
Welch sugirió ocho razones para ver de manera similar el lamento profético de Nefi como una especie de sermón funerario montado.11 Como muchas personas podrían haberse preguntado en este caso quien había muerto, Nefi les preguntó: “¿Por qué deseáis morir?” (Helamán 7:17). Él entonces públicamente los reprendió por sus iniquidades y luego les profetizó concerniente al juez superior (Helamán 8:27). Por lo que en respuesta tanto a la muerte física y espiritual, Nefi notablemente representó un triste lamento funerario.
Si este evento fue de hecho montado, entonces la decisión de Nefi de llorar públicamente en una torre privada cerca del camino real tiene mucho sentido. Todo su propósito habría sido hacer una escena, y la multitud de personas en su camino al mercado principal (tal vez en un determinado día de mercado) hubiera proveído una audiencia considerable.
Cuando “vino la gente en multitudes” (Helamán 7:11), Nefi fue capaz de entregar la clave de su mensaje cuando declaró de manera valiente: “Y habéis puesto vuestros corazones en las riquezas y en las cosas vanas de este mundo, por las cuales asesináis, y robáis, y hurtáis, y levantáis falso testimonio contra vuestro prójimo, y cometéis toda clase de iniquidades” (v. 21).
La ironía de este reproche habría sido punzante, ya que las personas—en ese preciso momento—estaban probablemente en su camino para comprar y vender las riquezas sobre las que ellos habían puesto sus corazones y las que estaban buscando para “obtener el lucro a fin de elevarse unos sobre otros” (Helamán 6:17).
La noticia de una profecía extraña y maravillosa podría seguramente haber viajado a lo largo de la misma red comercial que estaba de otra manera distribuyendo los recursos y riquezas que los estaban dirigiendo a las iniquidades.
Nefi no tenía un moderno centro de conferencias con un podio elevado y un micrófono. No tenía Internet, televisión o radio para transmitir el mensaje a su pueblo. En cambio, tenía una torre junto a un camino que conducía a un mercado. Y aunque el mensaje de Nefi inicialmente estaba destinado para una audiencia antigua, no puede haber duda de que su grito de advertencia fue incluido para nuestros días.
Para los lectores modernos, Moroni emotivamente mencionó:
“He aquí, os hablo como si os hallaseis presentes, y sin embargo, no lo estáis. Pero he aquí, Jesucristo me os ha mostrado, y conozco vuestras obras. Y sé que andáis según el orgullo de vuestros corazones… Porque he aquí, amáis el dinero, y vuestros bienes, y vuestros costosos vestidos, y el adorno de vuestras iglesias, más de lo que amáis a los pobres y los necesitados, los enfermos y los afligidos” (Mormón 8:35-37).
Para un mundo moderno preocupado en gran medida con preocupaciones sobre la riqueza y el materialismo, el lamento profético de Nefi permanece como una advertencia instructiva y emotiva en contra del orgullo, la avaricia y la indiferencia espiritual.
Donald W. Parry, “Symbolic Action as Prophecy in the Old Testament,” in Sperry Symposium Classics: The Old Testament, ed. Paul Y. Hoskisson (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book, Religious Studies Center, and Brigham Young University, 2005), 337–355.
Wallace E. Hunt Jr., “The Marketplace,” in Pressing Forward with the Book of Mormon: The FARMS Updates of the 1990s, ed. John W. Welch and Melvin J. Thorne (Provo UT: FARMS, 1999), 196–200.
John L. Sorenson, “Nephi’s Garden and Chief Market,” in Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and FARMS, 1992) 236–238.
John W. Welch, “Was Helaman 7–8 an Allegorical Funeral Sermon?” in Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and FARMS, 1992) 239–241.
1. Wallace E. Hunt Jr., “The Marketplace,” in Pressing Forward with the Book of Mormon: The FARMS Updates of the 1990s, ed. John W. Welch and Melvin J. Thorne (Provo UT: FARMS, 1999), 197.
2. J. Eric S. Thompson, The Rise and Fall of Maya Civilization, 2nd ed. (Norman, OK: University of Oklahoma Press, 1966), 222, tal como se cita Hunt, “The Marketplace,” 97. Aunque los expertos sobre Mesoamérica ven el surgimiento de un sistema de mercados más organizados tomando lugar después del periodo del Libro de Mormón, el asunto permanece incierto. Véase Eleanor M. King and Leslie C. Shaw, “Introduction: Research on Maya Markets,” in The Ancient Maya Marketplace: The Archaeology of Transient Space, ed. Eleanor M. King (Tuscon, AZ: The University of Arizona Press, 2015), 27: “Sin embargo, la cuestión necesita más investigación. Hasta ahora, los eruditos se han sorprendido por cuánto tiempo atrás aparecieron las estructuras sociopolíticas mayas, que antes se pensaba datar principalmente al periodo Clásico. Sabemos, también, que la organización económica llegó a ser compleja antes, entre el periodo preclásico medio y el tardío.
3. Sylvanus G. Morley and George W. Brainerd, The Ancient Maya, 4th ed. (Stanford, CA: Stanford University Press, 1983), 249 como se cita en Hunt, “The Marketplace,” 97. Para más información con respecto a los mercados de la antigua América, véase John L. Sorenson, “Nephi’s Garden and Chief Market,” in Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and FARMS, 1992) 236–238.
4. Sorenson, “Nephi’s Garden and Chief Market,” 237.
5. Mark Alan Wright, arqueólogo mesoamericano, comunicó personalmente los detalles de este sistema de mercado al personal del equipo de Book of Mormon Central (5 de agosto de 2016). Véase también, Deborah L. Nichols, “The Merchant’s World: Commercial Diversity and the Economics of Interregional Exchange in Highland Mesoamerica,” in Merchants, Markets, and Exchange in the Pre-Columbian World, ed. Kenneth G. Hirth and Joanne Pillsbury (Washington, D.C.: Dumbarton Oaks Research Library and Collections, 2013), 104; Leslie C. Shaw and Eleanor M. King, “The Maya Marketplace at Maax Na, Belize,” in The Ancient Maya Marketplace, 178.
6. Véase John L. Sorenson, Mormon’s Codex: An Ancient American Book (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book and Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2013), 356–357.
7. Shaw and King, “Market Place at Maax Na,” 177–181.
8. Sorenson, “Nephi’s Garden and Chief Market,” 236–237.
9. Para más información con respecto a las torres, véase Sorenson, Mormon’s Codex, 323–325; Kerry Hull, “War Banners: A Mesoamerican Context for the Title of Liberty,” Journal of Book of Mormon Studies 24 (2015): 106–108. Véase también Brant A. Gardner, Second Witness: Analytic and Contextual Commentary on the Book of Mormon, 6 vols, (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2007) 5:121:”La torre de Nefi era casi seguramente una de las muchas estructuras piramidales bajas que los arqueólogos han encontrado en la mayoría de los sitios mesoamericanos desde los tiempos del Libro de Mormón. Aquellas vinculadas a las instalaciones privadas eran más bajas que las pirámides escalonadas en las plazas públicas usadas para rituales públicos, sin embargo fueron construidas de manera similar, sino casi más altos. La torre de Nefi era lo suficientemente baja como para permitir una fácil conversación con la multitud (Helamán 7:12-13). En un complejo familiar, tales torres habrían sido adecuadas para la adoración y la comunión con Dios”.
10. John W. Welch, “Was Helaman 7–8 an Allegorical Funeral Sermon?” in Reexploring the Book of Mormon, 239.
11. Welch, “Allegorical Funeral Sermon,” 240–241. Véase también, Donald W. Parry, “Symbolic Action as Prophecy in the Old Testament,” in Sperry Symposium Classics: The Old Testament, ed. Paul Y. Hoskisson (Salt Lake City and Provo, UT: Deseret Book, Religious Studies Center, and Brigham Young University, 2005), 337–355; Menahem Haran, “From Early to Classical Prophecy: Continuity and Change,” Vetus Testamentum 27, Fasc. 4 (1977): 358–397.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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