Cuando Lehi predicó al pueblo de Jerusalén, la mayoría, incluyendo los miembros de su propia familia, rechazaron su mensaje. Sin embargo, su hijo Nefi quería saber si lo que su padre había dicho era verdadero. Por lo que preguntó a Dios y recibió una respuesta, de modo que “cre[yó] todas las palabras que [su] padre [profético] había hablado” (1 Nefi 2:16). Al describir esta experiencia, Nefi dijo que él quería “conocer los misterios de Dios” (v. 16). Pero ¿qué quiso decir con esto? Cuando la palabra “misterios” se estudia en su contexto antiguo, parece probable que Nefi quería conocer específicamente la información celestial que su padre había aprendido directamente del Señor en 1 Nefi 1.1
En 1 Nefi 1:8, Lehi declaró que él “creyó ver a Dios sentado en su trono, rodeado de innumerables concursos de ángeles” (1 Nefi 1:8).2 De acuerdo con John W. Welch, se ha comprendido bien que en los tiempos de Lehi una visión como esta significa que el profeta se le había permitido entrar al consejo divino, donde él recibiría su llamado y aprendería lo que necesitaría decir al pueblo.3 Uno puede ver esto en 1 Reyes 22:19–23 y en Jeremías 23:18, así como también en muchos otros textos del antiguo Cercano Oriente, donde Dios presidía sobre Su consejo divino.4 El propósito principal de este consejo era enseñar los decretos de Dios, decretos dados a los profetas que deberían, en su momento, entregar al pueblo.5
Por lo que, como Welch señaló, estos profetas fueron admitidos en el consejo por medio de una visión, permitiéndoles presenciar las deliberaciones del consejo y luego fueron enviados a declarar al pueblo las decisiones que se tomaron en este.6 En hebreo, el consejo divino y sus decretos se describe con la palabra sod que significa “oculto y/o consejo”.7 Debido a que el sod no estaba disponible para todos, los decretos del sod se enseñaban que eran confidenciales, similares a lo que uno podría revelar a un amigo cercano.8 Por causa de esto, sod se entendía como los misterios de Dios. La palabra sod incluso se tradujo al griego como mysterion.9
Welch explicó que el deseo de Nefi de “conocer los misterios de Dios” fue mencionado poco después de que Lehi tuvo su experiencia en el consejo divino.10 Esto sugiere que Nefi deseaba conocer las cosas que habían sido declaradas en dicho consejo: los misterios de Dios.11 Por lo tanto, cuando el Señor visitó a Nefi y le ayudó a creer todas las palabras de su padre, el Señor probablemente le estaba diciendo también lo que había discutido y decretado en dicho consejo.12 Debido a que el mensaje del consejo concordaba con las palabras pronunciadas por Lehi, Nefi sabía que su padre era un profeta verdadero y que había informado al pueblo con exactitud los misterios decretados en el consejo divino.13
Cuando algunas personas piensan en los “misterios de Dios” pueden estar pensando acerca de acertijos doctrinales o códigos secretos. Sin embargo, como John W. Welch lo señaló, a pesar de que las decisiones del sod fueran “información confidencial y privilegiada (y que en este sentido pueden ser llamadas un misterio), no son acertijos o información encriptada”.14 Dios reveló sus misterios a Lehi en el consejo divino con el entendimiento de que Lehi compartiría esa información con el mundo. Por lo tanto, a pesar de que las palabras originales del consejo están ocultas, una función de los profetas es tomar estos misterios, aprendidos de Dios, y compartirlos con las personas.
Aunque en ciertos casos Dios desea que guardemos algunas cosas de manera confidencial, en este caso en particular está claro que Dios deseaba que Sus profetas compartieran estos misterios con la sociedad y no quedárselos ellos mismos. Y debido a que a los profetas se les había mandado compartir estas verdades, la mejor manera para aprender los misterios de Dios es escucharlos a ellos, ya que tienen la solemne responsabilidad de compartir estas verdades con todos.
Además, el entendimiento de los misterios de Dios debe ayudarnos a mantenernos alejados de caminos extraños en busca de misterios. Tal como Welch lo declaró, “mientras todos son invitados a buscar y se nos ha prometido conocimiento (1 Nefi 15:8, Mateo 7:7; Moroni 10:4-5), esta no es una invitación abierta para todos los hombres y mujeres para buscar los “misterios” más allá de las palabras declaradas por los profetas”.15 Al contrario, debemos de escuchar las palabras que Dios les comunica a los profetas, lo que Nefi interpretó como los “misterios de Dios”.
Afortunadamente, Nefi nos enseña cómo podemos comprender los misterios de Dios una vez que los profetas nos los han enseñado. Tal como Nefi oró acerca de las palabras de su padre y recibió una confirmación y aclaración con respecto a su veracidad, Welch ha mencionado que “de una manera comparable, el Señor dará a conocer a todos sus hijos la veracidad de las palabras de sus mensajeros, los profetas”.16
John W. Welch, “The Calling of Lehi as a Prophet in the World of Jerusalem“, en Glimpses of Lehi’s Jerusalem, ed. John W. Welch, David Rolph Seely y Jo Ann H. Seely (Provo: FARMS, 2004), 421–448.
John W. Welch, “Lehi’s Council Vision and the Mysteries of God“, en Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1992), 24–25.
John W. Welch, “The Calling of a Prophet“, en First Nephi, The Doctrinal Foundation, ed. Monte S. Nyman y Charles D. Tate Jr., Book of Mormon Symposium Series, Volume 2 (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1988), 35–54.
1. Para conocer un pequeño resumen de esto, véase John W. Welch, “Lehi’s Council Vision and the Mysteries of God“, en Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1992), 24–25.
2. Para conocer más información sobre este evento, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Cómo llamaba Dios a profetas en la antigüedad? (1 Nefi 15:8)“, KnoWhy 17, (20 de enero de 2017).
3. John W. Welch, “The Calling of Lehi as a Prophet in the World of Jerusalem“, en Glimpses of Lehi’s Jerusalem, ed. John W. Welch, David Rolph Seely y Jo Ann H. Seely (Provo, UT: FARMS, 2004), 427.
4. Welch, “The Calling of Lehi as a Prophet“, 427–429.
5. Welch, “The Calling of Lehi as a Prophet“, 427.
6. Welch, “The Calling of Lehi as a Prophet“, 428.
7. Welch, “The Calling of Lehi as a Prophet“, 428.
8. Welch, “The Calling of Lehi as a Prophet“, 435.
9. Welch, “The Calling of Lehi as a Prophet“, 435, 428. Por ejemplo, véase el manuscrito sinaítico septuaginta suppletor de Sirach 3:19.
10. Welch, “The Calling of Lehi as a Prophet“, 436.
11. Welch, “The Calling of Lehi as a Prophet“, 435.
12. Welch, “The Calling of Lehi as a Prophet“, 436.
13. Para conocer más sobre esto, véase John W. Welch, “The Calling of a Prophet“, en First Nephi, The Doctrinal Foundation, Book of Mormon Symposium Series, Volume 2, ed. Monte S. Nyman y Charles D. Tate Jr. (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1988), 35–54.
14. Welch, “The Calling of Lehi as a Prophet“, 436.
15. Welch, “The Calling of Lehi as a Prophet“, 435.
16. Welch, “The Calling of Lehi as a Prophet“, 435.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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