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KnoWhy #95

¿Por qué razón habrán hablado los profetas de eventos del futuro como si ya hubiesen acontecido?

abril 28, 2017
KnoWhy #95
Abinadí ante el rey Noé, por Minerva Teichert
“Y ahora, si Cristo no hubiese venido al mundo, hablando de cosas venideras como si ya hubiesen venido, no habría habido redención.”
Mosíah 16:6

El conocimiento

Hablando de la venida de Cristo, Abinadí usó verbos en tiempo pasado,1 y luego explicó su manera de hablar al añadir que él estaba “hablando de cosas futuras como si ya hubiesen acontecido” (Mosíah 16:6, énfasis añadido). El uso de los verbos o participios en tiempo pasado para hablar de algo que pasará en el futuro puede parecer inusual para los lectores modernos, pero en realidad es una característica reconocida de la antigua profecía hebrea.  El uso gramatical de Abinadí no es único en el Libro de Mormón. Puede encontrarse en varios pasajes de la Biblia.

El Profesor de BYU, Donald Parry, ha señalado: “Los profetas del Antiguo Testamento profetizaron usando estas formas (verbos en tiempo pasado, participio pasado) ‘para expresar hechos que son indudablemente inminentes, y por lo tanto, ya cumplidos en la mente del orador’”.2 Siguiendo las designaciones de tiempos verbales como el “presente perfecto” o el “pretérito perfecto”, Parry y otros se refieren a este uso como “el profético perfecto”.

Él cita un ejemplo del uso del profético perfecto en la profecía de Isaías del sufrimiento expiatorio del Salvador en Isaías 53.  Isaías usa el tiempo pasado y perfecto para describir una serie de eventos que pasarían más de 700 años en el futuro.3

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, y nosotros le tuvimos por azotado, herido por Dios y afligido. Mas él herido fue por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por sus heridas fuimos nosotros sanados. Todos nosotros nos hemos descarriado como ovejas; cada cual se ha apartado por su propio camino; mas Jehová cargó en él la iniquidad de todos nosotros. Fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores enmudeció, así no abrió su boca (Isaías 53:4-7, citado en Mosíah 14:4-7).4

Los profetas del Libro de Mormón estaban, sin duda alguna, muy bien versados en este estilo profético de Isaías y otros profetas del Antiguo Testamento. De hecho, apenas Abinadí había terminado de citar a Isaías 53 cuando les habló a los sacerdotes del rey Noé de la misma manera (Mosíah 14).  Su interjección explicativa, “hablando de cosas futuras como si ya hubiesen acontecido“, fue más probablemente para el beneficio de los sacerdotes que aparentemente habían descuidado su estudio de las escrituras y tal vez carecían de muchas copias para estudiar. También refuerza el testimonio de Abinadí que las palabras del profeta en Isaías 52 y 53 aún se cumplirían en el futuro, no que ya se hubieran cumplido como los sacerdotes de Noé lo creían.

Lehi y Nefi que cronológicamente estaban más cerca de Isaías, también usaron el profético perfecto. Como Parry señala, Lehi declaró: “[H]e obtenido una tierra de promisión” (1 Nefi 5:5, énfasis agregado), mucho antes de que llegara a la tierra prometida. Nefi dijo lo siguiente sobre el bautismo de Jesús cientos de años antes del evento: “Por tanto, después que fue bautizado con agua, el Espíritu Santo descendió sobre él en forma de paloma” (2 Nefi 31:8, énfasis añadido).

Muchos ejemplos más de este estilo de discursos de la antigua profecía hebrea ocurren en la Biblia y el Libro de Mormón.5

El porqué

Reconocer la presencia del profético perfecto en el Libro de Mormón explica por qué los profetas nefitas hablaban de esa manera. También ayuda a establecer su veracidad y confiabilidad como un antiguo texto religioso escrito por profetas que vinieron del antiguo ambiente profético israelita que se encuentra en el Antiguo Testamento. El hecho de que Lehi, Nefi y otros profetas del Libro de Mormón hablaron en tiempo pasado o perfecto de eventos que ellos vieron en visiones automáticamente los vincula con las tradiciones proféticas israelitas.

Aunque no se sabe exactamente por qué los profetas hablaron de esta manera, puede haber sido porque ellos habían visto estos eventos en visiones. Por lo que, era natural para ellos informar lo que habían visto usando verbos en tiempo pasado para hablar de lo que ya habían presenciado.

Sabiendo que su uso de los verbos en tiempo pasado puede ser confuso para algunos, uno de los primeros autores del Libro de Mormón, Jarom, se tomó el tiempo para explicar que el uso del profético perfecto era una práctica lingüística nefita que hacían conscientemente. Alentó a los lectores fieles a mirar hacia el futuro y al mismo tiempo creer en el pasado preordenado por Dios. Jarom afirma:

Por tanto, los profetas y los sacerdotes y los maestros trabajaron diligentemente, exhortando con toda longanimidad al pueblo a la diligencia, enseñando la ley de Moisés y el objeto para el cual fue dada, persuadiéndolos a mirar adelante hacia el Mesías y a creer en su venida como si ya se hubiese verificado. Y fue de esta manera como les enseñaron (Jarom 1:11; énfasis añadido).

El pueblo de Jarom, tal como los sacerdotes de Noé a quienes se dirigió Abinadí, había crecido lejos de las costumbres verbales de sus ancestros. Así, él sintió la necesidad de aclarar ese uso para que sus significados no fueran malinterpretados.

Desde una perspectiva eterna y profética, todas las cosas están presentes para Dios, ya sean pasadas, presentes o futuras. La expiación infinita en el meridiano de los tiempos alcanza para redimir a todos los que han caído por causa de la transgresión de Adan (Mosíah 3:11), y funciona hacia el futuro para todo aquel que “ha existido desde la caída de Adán, o que existe, o que existirá jamás hasta el fin del mundo” (Mosíah 4:7).

Por todas estas razones, los autores del Libro de Mormón hablaron de eventos futuros como si ya hubieran ocurrido. Los profetas de la antigüedad tenían una inquebrantable fe en la venida del Mesías, y hablaron de ello en ciertos términos. Nosotros, de la misma manera, podemos ver atrás hacia la expiación y adelante hacia el futuro, con la misma fe y seguridad en las promesas de Dios a sus hijos. Aun cuando la expiación de Jesucristo está ahora a cientos de años en el pasado, creer en el poder expiatorio de Jesucristo aún requiere una fe inquebrantable para llevarnos a través de los desafíos de la vida. Al mirar hacia adelante, hacia nuestro propio futuro desconocido, podemos aferrarnos a nuestra fe en el Salvador y saber que Dios nos cuidará en los tiempos de necesidad.

Otras lecturas

Donald W. Parry, “Hebraisms and Other Ancient Peculiarities in the Book of Mormon,” in Echoes and Evidences of the Book of Mormon, eds. Donald W. Parry, Daniel C. Peterson, and John W. Welch (Provo, UT: FARMS, 2002), 155-189.

Stephen D. Ricks, “I Have a Question,” Ensign, August 1998, 27-28.

 

1. Existe una excepción en inglés de este uso de tiempo pasado en Mosíah 16:6–7 que se encuentra en el versículo 7, donde el texto dice: “or have broken the bands of death” (énfasis añadido). En inglés la palabra have es de tiempo presente mientras que todo el versículo tiene had del tiempo pasado. Royal Skousen ha argumentado que esta peculiaridad puede deberse a una corrección errónea hecha después por Oliver Cowdery. Skousen señaló: “El uso del tiempo presente have parece fuera de lugar con respecto a la forma del tiempo pasado subjuntivo usado de otra manera en este pasaje (had, should, and could)“, y sugiere que el texto probablemente debería decir [en inglés]: “And if Christ had not risen from the dead, or broken the bands of death…” (“Y si Cristo no hubiese resucitado de los muertos, o roto las ligaduras de la muerte…”). Esta interpretación propuesta apoyaría aún más la noción de que Abinadí estaba usando a propósito el estilo de “pasado profético” Royal Skousen, Analysis of Textual Variants of the Book of Mormon, Part Two: 2 Nephi 11–Mosiah 16 (Provo, UT: FARMS, 2005), 1350–1352.
2. Donald W. Parry, “Hebraisms and Other Ancient Peculiarities in the Book of Mormon,” in Echoes and Evidences of the Book of Mormon, eds. Donald W. Parry, Daniel C. Peterson, and John W. Welch (Provo, UT: FARMS, 2002), 164. Parry cita aquí de Friedrich Heinrich Wilhelm Gesenius, Gesenius’ Hebrew Grammar (Oxford: Clarendon, 1970), 312-313.
3. Véase también Isaías 5:13; 10:28; 19:7; Job 5:20; 2 Crónicas 20:37. También se reconoce que este capítulo de Isaías tiene doble significado que pudo haberse aplicado contextualmente al siervo que era el mismo pueblo de Israel (Isaías 41:8-9; 43:10; 44:2, 21; 48:20; 49:3).
4. Skousen ha notado que la cita de Abinadí de Isaías 53:7 usa más consistentemente el tiempo pasado que el que hace la versión King James de la Biblia (KJV, por las siglas en inglés), la que tenía José Smith. En la traducción de la KJV en inglés, la segunda incidencia del verbo abrir se presenta en tiempo presente “openeth not his mouth” (no abre su boca) en vez del tiempo pasado “opened not his mouth” (no abrió su boca) como se presenta al principio del versículo. Mosíah 14:7 presenta consistentemente los verbos en tiempo pasado (“no abrió su boca”). La versión del Libro de Mormón presenta el verbo hebreo subyacente de Isaías 53:7 más correctamente que el del KJV. De nuevo, esta observación puede ser vista para apoyar la tesis de este ensayo. Skousen, Analysis of Textual Variants, Part Two, 1321–1322.
5. Véase por ejemplo, 2 Nefi 33:6 que se menciona en Book of Mormon Central en Español, ¿Por qué Nefi terminó su registro con su testimonio del Redentor? (2 Nefi 33:6), KnoWhy 61, (16 de marzo 2017);Jarom 1:11; Mosíah 3:13; Mormón 8:35.

Traducido por Central del Libro de Mormón