Rebecca Swain Williams se unió a la iglesia cuando los primeros misioneros llegaron a Ohio en octubre de 1830 1. Su esposo, Frederick G. Williams, se unió poco después y posteriormente fue llamado por Oliver Cowdery para unirse a los misioneros mientras continuaban hacia Misuri. A pesar de llevar solo tres semanas como miembro, Frederick con gusto aceptó el llamado sabiendo que requeriría un gran sacrificio tanto para él como para su familia ya que dejó a su esposa, a sus cuatro hijos y su trabajo como médico para obedecer la voluntad del Señor 2.
Posteriormente, Frederick fue llamado como un miembro de la Primera Presidencia (DyC 81), haciendo que muchas de sus contribuciones a la Iglesia primitiva fueran muy notables para los demás, incluidos los historiadores de hoy 3. Al mismo tiempo, Rebecca “continuó fiel y sirvió de buena manera” por su cuenta. En ocasiones ella “brindó una ayuda invaluable al profeta” José Smith 4.
Rebecca buscó diligentemente compartir el evangelio con su familia, pero desafortunadamente, no fueron tan receptivos como ella y su esposo esperaban. Su padre amenazó con repudiarla y atacó activamente a la iglesia en las cartas que le enviaba 5. En una carta de 1834, su padre atacó el Libro de Mormón utilizando, aparentemente, los escritos de crítica de Ezra Booth, un miembro inconforme de la iglesia 6.
Booth se había unido a la iglesia en junio de 1831 casi por capricho después de presenciar con sus propios ojos cuando José Smith realizó un milagro7. Esperando constantes milagros a partir de ese momento, no estaba preparado para el verdadero trabajo duro que se requería para edificar la iglesia. Para el final del verano, había dejado la iglesia y estaba escribiendo una serie de cartas criticándola que fueron publicadas poco después 8.
Durante los pocos meses que estuvo en la iglesia, Booth tuvo la oportunidad de escuchar “en presencia de grandes congregaciones” a los tres testigos “testificar que un ángel apareció ante ellos y les presentó las planchas de oro y la voz de Dios declaró que era un registro sagrado” 9. Booth entendió que su testimonio abierto era que “ellos habían visto y oído, tan cierto como que [él veía] a un hombre y escuch[aba] su voz” 10. Sin embargo, cuando a Booth se le dio la oportunidad de mirar la primera copia manuscrita de la revelación que prometía que tres testigos verían las planchas (ahora publicada como DyC 17), vio esta promesa: “[P]or vuestra fe que se os concederá verlas” (DyC 17:2; cursiva añadida). En la mente de Booth, esto era una contradicción, que él tomó para indicar que los testigos habían visto las planchas solamente “por fe o imaginación11.
El argumento de Booth no convenció a Rebecca. Ella también había escuchado personalmente el testimonio de los Tres Testigos. En su respuesta a su padre, ella explicó:
En cuanto al origen del Libro de Mormón, no hay incongruencia en el libro entre el autor y los testigos. El libro muestra claramente por sí mismo las [páginas] 547 y 548 que “por el poder de Dios se mostrarán a tres” [Éter 5:3]. No hay con[tra]dicción. Las planchas fueron encontradas de la misma manera en que el autor dice. … He escuchado la misma historia de varios miembros de la familia y de los propios tres testigos. Los escuché declarar en reuniones públicas que ellos vieron a un ángel santo bajar del cielo y traer las planchas y ponerlas ante sus ojos y decirles que aquellas eran las planchas de las que José Smith estaba traduciendo el Libro de Mormón. Son hombres de buen carácter y se cree en su palabra concerniente a cualquier cosa excepto cuando declaran a esta generación incrédula que han visto a un ángel de Dios y conversaron con él 12.
Rebecca había escuchado por sí misma a los tres testigos testificar que habían visto a un ángel y las planchas “ante sus ojos” y, por lo tanto, no necesitaba confiar en la malinterpretación de Booth sobre sus testimonios. Tal como Janiece Johnson señala, Rebecca también estaba “familiarizada con su copia de la primera edición del Libro de Mormón y las profecías del Libro de Éter” 13. La edición original del Libro de Mormón no tenía el formato de capítulos y versículos que hace que los pasajes sean fácilmente localizables para los lectores de hoy en día, por lo que el hecho de que Rebecca pudiera identificar y citar un pasaje del libro demuestra un alto y valioso grado de familiaridad con el texto.
Gracias a su estudio del libro de Éter, Rebecca también habría entendido mejor que Booth lo que significa ver “por la fe”. En lo que ahora es Éter 12, ella pudo haber leído acerca de las grandes cosas que se pueden lograr “por la fe” y los antiguos profetas “que no se les pudo impedir penetrar el velo, sino que realmente vieron con sus propios ojos las cosas que habían visto con el ojo de la fe; y se regocijaron” (Éter 12:19). Entendió así que el hecho de que vieran las planchas por la fe no significaba que los tres testigos no hubieran visto realmente con sus ojos.
Rebecca luego dio su propio testimonio de la restauración y alentó a su padre a escuchar a los misioneros de la Iglesia que viajaban por su zona. Concluyó su carta diciendo: “Tenga la seguridad que nos sentimos firmes en la causa sabiendo que el Señor está a la cabeza”14.
El padre de Rebecca nunca se unió a la iglesia, pero su servicio misional entre su familia no fue en vano: su hermana Sarah y sus cinco hijas finalmente se unieron a la iglesia15. Gracias a su carta, su firmeza en el evangelio y su poderoso testimonio todavía pueden ser apreciados, admirados y emulados en la actualidad.
El testimonio de Rebecca contrasta fuertemente con el de Ezra Booth, a quien su padre aparentemente creía. Booth había escuchado testificar personalmente a los testigos del Libro de Mormón, pero se negó a tomarles la palabra. En cambio, hizo sus propias conclusiones acerca de la naturaleza de su experiencia. La historia de Booth ilustra las deficiencias de ver milagros con los propios ojos pero sin el ojo de la fe. Su visión nunca se enfocó en la gloria de Dios, así que en lugar de ver todo lo que la fe puede revelar, se desilusionó.
Por el contrario, Rebecca había escuchado personalmente testificar a los testigos del Libro de Mormón, pero tal como lo señala Johnson: “Ella no solamente se basó en el testimonio de los testigos… para defender a la iglesia de los ataques de su padre”16. Rebecca no era una “aprendiz perezosa” o “discípula negligente”17. “Una afinidad por el Libro [de Mormón] y una compresión general de sus mayores patrones narrativos, profecías y enseñanzas no se formaron de una manera en un instante, sino que se desarrollaron con el paso del tiempo a través de la experiencia y la práctica”18.
Habiendo escuchado los testimonios por sí misma y estudiado el Libro de Mormón cuidadosamente, Rebecca “recibió la certeza divina de que los testigos decían la verdad. Su propia experiencia reforzó la capacidad profética del libro y ella continuaría confiando en sus promesas” 19.
Este patrón básico de conversión todavía opera con fuerza y verdad hasta el día de hoy. Todos aquellos que siguen el ejemplo de Rebecca pueden unirse a ella para sentirse “firmes en la causa porque sabemos que el Señor está a la cabeza”.
Janiece Johnson, “Becoming a People of the Books: Toward an Understanding of Early Mormon Converts and the New Word of the Lord”, Journal of Book of Mormon Studies 27 (2018): 26–27.
Janiece Lyn Johnson, “Rebecca Swain Williams: Constante e inmutable”, Liahona, abril de 2011, 28–31.
Frederick G. Williams, The Life of Dr. Frederick G. Williams: Counselor to the Prophet Joseph Smith (Provo, UT: BYU Studies, 2012), 262–265.
1. Janiece Lyn Johnson, “Rebecca Swain Williams: Constante e inmutable”, Liahona, abril de 2011, 28. Para conocer más sobre la primera misión a Ohio, véase Richard Lloyd Anderson, “The Impact of the First Preaching in Ohio”, BYU Studies 11, no. 4 (1971): 474–496; Mark Lyman Staker, Hearken, O Ye People: The Historical Setting of Joseph Smith’s Ohio Revelations (Salt Lake City, UT: Greg Kofford Books, 2009), 49–69; Richard Dilworth Rust, “Una misión a los lamanitas”, en Revelaciones en contexto: Las historias detrás de las secciones de Doctrina y Convenios, ed. Matthew McBride y James Goldberg (Salt Lake City, UT: The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, 2016), 45–49.2. Véase Frederick G. Williams, The Life of Dr. Frederick G. Williams: Counselor to the Prophet Joseph Smith (Provo, UT: BYU Studies, 2012), 92–107.
3. Véase Williams, Life of Dr. Williams, para conocer un estudio detallado de su vida y sus aportaciones a la restauración.
4. Johnson, “Rebecca Swain Williams”, 40.
5. Johnson, “Rebecca Swain Williams”, 40.
6. La carta de su padre no existe, pero se tiene una idea de su contenido por alusiones a ella en las respuestas de Rebecca. Véase Janiece Johnson, “Becoming a People of the Books: Toward an Understanding of Early Mormon Converts and the New Word of the Lord”, Journal of Book of Mormon Studies 27 (2018): 26–27. Véase también Williams, Life of Dr. Williams, 263.
7. Para conocer los antecedentes de Booth, véase Robert John Woodford, “Booth, Ezra”, en Doctrine and Covenants Reference Companion, ed. Dennis L. Largey y Larry E. Dahl (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2012), 63–65.
8. Sobre la desilusión de Booth, véase Matthew McBride, “Ezra Booth and Isaac Morley”, en Revelations in Context, 130–136; Staker, Hearken, 296–302.
9. Ezra Booth to Ira Eddy, October 24, 1831, en A Documentary History of the Book of Mormon, ed. Larry E. Morris (New York, NY: Oxford University Press, 2019), 389.
10. Booth to Eddy, October 24, 1831, en Documentary History, 389.
11. Booth to Eddy, October 24, 1831, en Documentary History, 389; cursiva añadida.
12. Rebecca Swain Williams to Isaac Swain, June 4, 1834, LDS Church Archives, MS 7741. La ortografía, la puntuación y la gramática se actualizaron. Los puntos suspensivos entre corchetes representan una rotura en la carta que ha hecho que esa parte sea ilegible. Se han añadido otros corchetes para mayor claridad.
13. Johnson, “Becoming a People of the Books”, 27.
14. Williams to Swain, June 4, 1834.
15. Williams, Life of Dr. Williams, 203–204.
16. Johnson, “Becoming a People of the Books”, 27.
17. Véase presidente Russell M. Nelson, “Cristo ha resucitado; la fe en Él moverá montes”, Conferencia General, abril de 2021.
18. Johnson, “Becoming a People of the Books”, 27.
19. Johnson, “Becoming a People of the Books”, 27.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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