Los lectores que no están familiarizados con el Libro de Mormón algunas veces se sorprenden al encontrar lo mucho, de principio a fin, que el libro trata acerca de Jesucristo.1 Es un antiguo registro cuyo propósito declarado es convencer a todas las personas “que Jesús es el Cristo, el Eterno Dios, que se manifiesta a sí mismo a todas las naciones” (Portada). Además, sus escritos proféticos fueron comisionados por Jesucristo mismo para enseñar Su verdadera doctrina y testificar de Su realidad, divinidad y misión mesiánica salvadora.
Jesús mandó: “[Escribid] estas palabras” (3 Nefi 16:4); “escuchad mis palabras; escribid las cosas que os he dicho” (3 Nefi 23:4); “[e]scribid las cosas que habéis visto y oído” (3 Nefi 27:23). El Libro de Mormón se enfoca intensamente en Cristo para cumplir estos mandamientos específicos y este propósito subyacente. Se logra todo esto en varios niveles diferentes. Considere los siguientes tres:
El Libro de Mormón es una colección de registros antiguos creados, compilados y compendiados por santos profetas.2 En lugar de simplemente hablar acerca de experiencias pasadas de sus pueblos, estos inspirados profetas siempre seleccionaron y presentaron cuidadosamente material histórico de una manera que edificara la fe en el Señor Jesucristo.
Por ejemplo, con respecto al propósito general de su registro, el profeta Nefi explicó: “[N]o escribo nada sobre planchas a no ser que yo lo considere sagrado” (1 Nefi 19:6). En otra ocasión, Nefi declaró: “Y hablamos de Cristo, nos regocijamos en Cristo, predicamos de Cristo, profetizamos de Cristo y escribimos según nuestras profecías, para que nuestros hijos sepan a qué fuente han de acudir para la remisión de sus pecados” (2 Nefi 25:26).
Mormón, el principal editor y compilador del libro, de manera similar escogió ciertos registros porque contenían “las profecías de la venida de Cristo” (Palabras de Mormón 1:4). Ya sea que mencione sobre guerras, hambrunas, migraciones, disturbios políticos, épocas de paz, disensiones, conflictos religiosos y cualquier otro tema, Mormón siempre ayuda a los lectores a aprender lecciones de estos eventos relacionadas al verdadero evangelio de Cristo.3
Mientras que el Libro de Mormón es principalmente un registro histórico, no es simplemente una colección de hechos secos. En cambio, junto con su presentación sobre la historia, menciona relatos acerca de profetas y sus ministerios entre el pueblo. Al igual que la Biblia, los eventos y detalles de estas historias están llenas de simbolismo espiritual.4 Por ejemplo, la historia de conversión de Alma hijo tipifica el proceso espiritual de nacer de nuevo por medio de la expiación de Cristo.5
Otras historias, como los relatos de anticristos como Nehor y Korihor demuestran las terribles consecuencias de rechazar a Jesucristo.6
Al final del libro, los lectores pueden ver claramente el contraste entre aquellos que siguen las enseñanzas de Cristo y aquellos que no lo hacen. Las personas, las familias y las sociedades que abandonan a Cristo, distorsionan sus enseñanzas o se rebelan directamente contra Dios, ciertamente cosecharán repetidamente las consecuencias de la confusión espiritual, el dolor y la destrucción. Por otro lado, aquellos que siguen a Cristo encuentran paz y felicidad, incluso en las circunstancias más difíciles.7
Los discursos doctrinales de varios profetas con frecuencia se entremezclan a lo largo de las historias narrativas del Libro de Mormón. Estas enseñanzas a menudo también se centran en Jesucristo y Su expiación. En muchos casos, está claro que la selección inspirada de contenido histórico tenía la intención de agregar contexto y significado a estos sermones centrados en Cristo.8 Estos discursos proporcionan las complejidades que explican quién es realmente Jesucristo y qué significa tener una fe auténtica en Él. También establecen los matices de la verdadera doctrina de Cristo y aclaran la naturaleza y propósito de Sus mandamientos.
El Libro de Mormón dice mucho sobre Jesucristo por muchas razones. En primer lugar y lo más importante, sus primeros autores experimentaron sueños, visiones y revelaciones que les enseñaron acerca de la identidad, carácter e importancia de Jesucristo. Ellos comprendieron cosas claras y preciosas que se ocultaron o se perdieron en los textos bíblicos sobrevivientes. Estos profetas conocían al Señor por más de setenta nombres y títulos: Mesías, Redentor, Santo de Israel, Jehová, Salvador, Pastor, Hijo, el Señor de los Ejércitos, el Señor Dios Omnipotente y muchos más.9.
Los autores posteriores del Libro de Mormón sabían del cumplimiento de las promesas y profecías de las primeras generaciones de profetas nefitas. Sabiendo especialmente cómo el Señor resucitado apareció entre los nefitas, Mormón y Moroni pudieron seleccionar y darle forma al texto final del Libro de Mormón para enfatizar correctamente a Jesús como su figura principal. Mejor que cualquier otro libro, el Libro de Mormón demuestra cómo la expiación infinita de Jesucristo tiene una función importante en el plan de redención de Dios. Tal como el profeta Jacob lo declaró: “[P]ues, ¿por qué no hablar de la expiación de Cristo, y lograr un perfecto conocimiento de él, así como el conocimiento de una resurrección y del mundo venidero?” (Jacob 4:12).
El Libro de Mormón también nos ayuda a comprender que no es suficiente aprender simplemente acerca de Jesucristo. En cambio, también se nos manda: “[V]enid a Cristo, y perfeccionaos en él” (Moroni 10:32). En otras palabras, necesitamos edificar una relación con Él al guardar sus mandamientos y al esforzarnos por seguir su ejemplo. Las muchas historias llenas de fe del Libro de Mormón acerca de personas reales y los detalles históricos de sus vidas, nos ayudan a ver cómo debemos poner en práctica el evangelio.
En cierta manera, el enfoque constante y consistente del Libro de Mormón sobre Jesucristo es la esencia de su propio mensaje distintivo. El mundo está lleno de infinitas distracciones. Somos bombardeados constantemente por información y mensajes que nos pueden llevar lejos de la verdad y la felicidad. Sin embargo, cuando abrimos el Libro de Mormón, casi en cualquier lugar, sus páginas inmediatamente nos reorientan hacia pensamientos y acciones centrados en Cristo. Ayuda a cualquier alma dispuesta a guardar los convenios sagrados y a “que siempre se acuerd[e]n de él, para que puedan tener su Espíritu consigo” (Moroni 5:2).
Cuando permitimos que el mensaje temático del libro acerca de Jesús resuene dentro de nosotros, se convierte en un conducto personal de revelación y poder espiritual. “Cuando pienso en el Libro de Mormón”, enseñó el presidente Russell M. Nelson, “pienso en la palabra poder. Las verdades del Libro de Mormón tienen el poder para sanar, reconfortar, restaurar, socorrer, fortalecer, consolar y animar nuestra alma”.10 Este poder finalmente viene del mismo Jesucristo, porque Mormón enseñó que “toda cosa que invita a hacer lo bueno, y persuade a creer en Cristo, es enviada por el poder y el don de Cristo” (Moroni 7:16).
Con todas estas consideraciones en mente, no es de extrañarse que el Libro de Mormón se trate de Cristo. Es solo a través de Cristo que podemos ser salvos y exaltados. Es solo por medio de Cristo que podemos ser resucitados. Es solo por medio de Cristo que podemos tener paz y felicidad verdadera en este mundo y en el mundo venidero. Su vida y misión son fundamentales para los propósitos de Dios para todos y cada uno de Sus hijos. A medida que “beban profundamente y con frecuencia” de las páginas del Libro de Mormón, podrán reconocer y apreciar la función principal de Cristo en el plan de Dios.11 Llegaremos a comprender lo que debemos hacer para seguirlo. Y encontraremos gran fortaleza espiritual para hacerlo.
Russell M. Nelson, “Un testimonio del Libro de Mormón“, Liahona, noviembre de 1999, en línea en lds.org.
Robert J. Matthews, “What the Book of Mormon Tells Us about Jesus Christ” en The Keystone Scripture, Book of Mormon Symposium Series, Volume 1, ed. Paul R. Cheesman (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1988), 21–43.
Gilbert W. Scharffs, “Unique Insights on Christ from the Book of Mormon“, Ensign, 1988, 8–12, en línea en lds.org.
1. Véase Russell M. Nelson, “Un testimonio del Libro de Mormón“, Liahona, noviembre de 1999, en línea en lds.org.
2. Véase John L. Sorenson, “Mormon’s Sources“, Journal of the Book of Mormon and Other Restoration Scripture 20, no. 2 (2011): 2–15.
3. Mormón hizo esto al insertar frecuentemente sus propios comentarios, a menudo comenzando con la frase, “y así vemos que”, para ayudar a explicar claramente la lección espiritual que él esperaba que los lectores aprendieran de la historia compendiada. Véase Alma 24:19; 28:13–14; 30:60. Para conocer un análisis adicional de los comentarios de Mormón, véase Grant Hardy, Understanding the Book of Mormon: A Reader’s Guide (New York, NY: Oxford University Press, 2010), 97. Véase también, Book of Mormon Central en Español, “¿Cuál fue el propósito de Mormón en escribir el Libro de Mormón? (Mormón 5:14)“, KnoWhy 230, (19 de octubre de 2017).
4. Véase Richard Dilworth Rust, “‘All Things Which Have Been Given of God . . . Are the Typifying of Him’: Typology in the Book of Mormon“, en Literature of Belief: Sacred Scripture and Religious Experience, ed. Neal E. Lambert (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1981), 233–244; Robert E. Clark, “The Type at the Border: An Inquiry into Book of Mormon Typology“, Journal of Book of Mormon Studies 2, no. 2 (1993): 63–77; S. Kent Brown, “The Exodus Pattern in the Book of Mormon“, en From Jerusalem to Zarahemla: Literary and Historical Studies of the Book of Mormon (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1998), 75–98; Noel B. Reynolds, “The Israelite Background of Moses Typology in the Book of Mormon“, BYU Studies 44, no. 2 (2005): 5–23.
5. Véase Alma 36:6–24; Mosíah 27:8–31. Véase también Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué se convirtió Alma? (Alma 36:21)“, KnoWhy 144, (24 de junio de 2017).
6. Véase John L. Clark, “Painting Out the Messiah: The Theologies of Dissidents“, Journal of Book of Mormon Studies 11, no. 1 (2002): 16–27, 107–108; John W. Welch, The Legal Cases in the Book of Mormon (Provo, UT: Brigham Young University Press y Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2008), 107–138, 211–236, 273–300; Gerald N. Lund, “An Anti-Christ in the Book of Mormon—The Face May Be Strange, but the Voice Is Familiar“, en The Book of Mormon: Alma, the Testimony of the Word, ed. Monte S. Nyman y Charles D. Tate Jr. (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1992), 107–128.
7. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Qué significa “prosperar en la tierra”? (Alma 9:13)“, KnoWhy 116, (23 de mayo de 2017); Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué consideró Mormón valiosas las planchas menores? (Palabras de Mormón 1:6)“, KnoWhy 383, (25 de junio de 2018); Book of Mormon Central en Español, “¿Cómo se hicieron débiles los nefitas en tan corto tiempo? (Helamán 4:25)“, KnoWhy 175, (3 de agosto de 2017); Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué el ‘ciclo del orgullo’ destruyó a la nación nefita? (3 Nefi 6:10)“, KnoWhy 195, (31 de agosto de 2017).
8. Por ejemplo, la información dada sobre pesas y medidas en Alma 11 proporciona un contexto importante para el debate de Amulek y Zeezrom sobre Jesucristo. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué intentaría Zeezrom sobornar a Amulek? (Alma 11:22)“, KnoWhy 118, (25 de mayo de 2017).
9. John W. Welch y Gregory J. Welch, Charting the Book of Mormon: Visual Aids for Personal Study (Provo, UT: FARMS, 1999), charts 44–47. Detrás de todos estos títulos se encuentra el único nombre y el único Dios a través de quien uno puede orar, adorar y venir al Padre: Jesucristo
10. Russell M. Nelson, “El Libro de Mormón: ¿Cómo sería su vida sin él?” Liahona, noviembre de 2017, en línea en lds.org.
11. Henry B. Eyring, “Un testigo“, Liahona, noviembre de 2011, en línea en lds.org.
Traducido por Central del Libro de Mormón
Construimos una fe duradera en Jesucristo al hacer que el Libro de Mormón sea accesible, comprensible y defendible para todo el mundo.
Copyright 2017-2022 Book of Mormon Central: A Non-Profit Organization. All Rights reserved. Registeres 501(c)(3).EIN:20-5294264