Una vez a la semana, los Santos de los Últimos Días participan de la Santa Cena, demostrando una antigua práctica cristiana destinada a “[anunciar] la muerte del Señor […] hasta que él venga” (1 Corintios 11:26). Además, a los miembros de la Iglesia restaurada de Cristo se les ha aconsejado tomar “la Santa Cena con la mano derecha, cuando sea posible”1.
Aunque este acto puede parecer trivial, tiene raíces antiguas muy importantes que, por desgracia, la mayoría de las personas en la actualidad han pasado por alto. Brent J. Schmidt ha mencionado que la mano derecha se utilizaba a menudo en contextos antiguos cuando se hacían convenios, demostrando cómo en algunas culturas dedicaban la mano derecha a diferentes deidades cuando se levantaba2. De igual manera, Hugh Nibley se refirió con frecuencia en sus escritos a estos antiguos gestos de convenio, que a menudo implicaban levantar la mano derecha en el aire, así como extenderla en rituales con el saludo de mano3.
Este simbolismo se encuentra en toda la Biblia. Por ejemplo, al hacer convenio de “no tomar nada injustamente” del rey de Sodoma 4, Abram levantó su mano derecha y dijo: “He alzado mi mano jurando a Jehová Dios Altísimo, poseedor de los cielos y de la tierra” (Génesis 14:22). Mediante esta acción pactada, tanto Abram como el rey pudieron llegar a un acuerdo y crear “una atmósfera de paz”5.
Recíprocamente, la diestra del Señor también aparece varias veces en los salmos con respecto a la liberación y la salvación. En el Salmo 17:7 se alaba al Señor como el que “salva con tu diestra a los que en ti confían”. El Salmo 118:16 declara: “La diestra de Jehová es exaltada; la diestra de Jehová hace proezas”. Por ello, se ofrecen promesas de vida y salvación a quienes alaban y sirven al Señor (véase Salmo 118:17-21). Otros salmos describen al suplicante aferrándose a la diestra del Señor para ser llevado a Su presencia y llegar a ser como Él6.
El Nuevo Testamento menciona la diestra en contextos de convenios similares relacionados con la salvación. El propio Jesús declaró que estará “sentado a la diestra del poder de Dios” tras su crucifixión y resurrección (Mateo 26:64). Testigo del cumplimiento de esta profecía antes de su martirio, Esteban vio a “Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: ¡He aquí, veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios!” (Hechos 7:55-56).
No solo se describe en varias ocasiones a Jesús como sentado a la diestra de Dios, sino que también se ofrece esta bendición a todos los que le siguen: “Entonces el Rey dirá a los que estén a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (Mateo 25:34). Al final, Schmidt observa que “hay 166 usos de la mano derecha en la Biblia para demostrar fidelidad, fuerza y poder”. Estos casos “son similares al significado de convenio de la mano derecha y de los saludos que conceden bendiciones” en otras culturas7.
El simbolismo de la mano derecha en contextos de alianza llegó a estar tan arraigado en el mundo grecorromano que, en latín, la palabra derecha tenía connotaciones favorables, mientras que la palabra izquierda evocaba lo que está mal, lo perverso, desfavorable o siniestro8. Estas connotaciones negativas de la mano izquierda aún se aprecian en algunas lenguas modernas, como el inglés y el francés. Otras culturas, como los antiguos mayas, también veían la mano izquierda de forma negativa en contextos rituales, ya que la relacionaban con la insensatez9. Así pues, la conveniencia de utilizar la mano derecha, especialmente en contextos de convenio o contrato, tiene un largo historial en muchas culturas de todo el mundo.
La Santa Cena es una ordenanza sagrada instituida por el Señor Jesucristo. Está llena de significado simbólico destinado a recordar en nuestras mentes el sacrificio expiatorio del Señor y a los convenios que hemos hecho voluntariamente para seguirle. El uso de la mano derecha evoca e invoca el significado de alianza de esta sagrada ordenanza.
En concreto, hacemos convenio que “están dispuestos a tomar sobre [nosotros] el nombre de tu Hijo, y a recordarle siempre, y a guardar sus mandamientos que él [nos] ha dado”. A continuación, se nos promete que, al cumplir este convenio, tendremos el Espíritu Santo con nosotros10. En Su Última Cena, Jesús invitó a Sus Apóstoles a “[t]omad, comed” (Mateo 26:26; Marcos 14:22). Al tomar y participar del pan y del agua con nuestras manos derechas, aceptamos simbólicamente la invitación personal del Señor para que voluntariamente entremos o renovemos nuestro convenio de lealtad y obediencia fiel a nuestro Padre Celestial a través de la bondad de Jesucristo.
Debido al uso prominente de la mano derecha al hacer convenios sagrados y vivificantes a lo largo de la historia, el Presidente Russell M. Nelson comentó una vez que la “mano utilizada al participar del sacramento sería lógicamente la misma mano utilizada al hacer cualquier otro convenio sagrado. Para la mayoría de nosotros, sería la mano derecha”11. El Presidente Nelson continuó: “El sacramento fue instituido por [Jesucristo]. Por toda la humanidad, incluso por mí, ofreció su carne y su sangre y designó el pan y el agua como emblemas simbólicos. Puesto que tengo una mano derecha, la ofrezco al participar del sacramento como juramento de que siempre recordaré su sacrificio expiatorio, tomaré su nombre sobre mí y lo recordaré, y guardaré los mandamientos de Dios”12.
Es importante reconocer que, aunque se nos anima a participar de la Santa Cena con la mano derecha, esto no siempre es posible, y cualquier incapacidad en hacerlo—ya sea debido a una discapacidad física, falta de conciencia sobre el simbolismo, o alguna otra razón similar—no invalida la ordenanza13. En consecuencia, nadie debe preocuparse si él mismo u otra persona no puede utilizar la mano derecha en esta ordenanza o si, por el motivo que sea, no lo ha hecho en el pasado. Según el presidente Nelson, todos los convenios, incluidos la Santa Cena y los del templo, “pueden ser y son hechos por aquellos que han perdido el uso de la mano derecha, o que no tienen manos en absoluto”. Mucho más importante que la preocupación sobre qué mano se utiliza al participar del sacramento es que la Santa Cena se participe con una profunda comprensión del sacrificio expiatorio que esta representa”14. Así, en lugar de convertirse en una carga o en un motivo de preocupación o inquietud, el simbolismo de la mano derecha, allí donde pueda aplicarse u observarse, puede amplificar el significado y el sentido vinculante de la ordenanza en las mentes y los corazones de todos.
Brent J. Schmidt, Relational Faith: The Transformation and Restoration of Pistis as Knowledge, Trust, Confidence, and Covenantal Faithfulness (Provo, UT: BYU Studies, 2022), 87–118.
Hugh Nibley, The Message of the Joseph Smith Papyri: An Egyptian Endowment (Provo, UT: FARMS; Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2005), 427–457.
Hugh Nibley, “Apocryphal Writings and the Teachings of the Dead Sea Scrolls”, en Temple and Cosmos: Beyond this Ignorant Present (Provo, UT: FARMS; Salt Lake City, UT: Deseret Book, 1992), 264–335.
Russell M. Nelson, “Is It Necessary to Take the Sacrament with One’s Right Hand? Does It Really Make Any Difference Which Hand Is Used?”, Ensign, marzo de 1983.
1. Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 18.9.4. 2. Brent J. Schmidt, Relational Faith: The Transformation and Restoration of Pistis as Knowledge, Trust, Confidence, and Covenantal Faithfulness (Provo, UT: BYU Studies, 2022), 93–94.
3. Véase, por ejemplo, Hugh Nibley, “Apocryphal Writings and the Teachings of the Dead Sea Scrolls”, en Temple and Cosmos: Beyond this Ignorant Present (Provo, UT: FARMS; Salt Lake City: Deseret Book, 1992), 278, 296, 300–301, 304–305, 308–311, 315–317 (esta conferencia se pronunció originalmente en 1967); Hugh Nibley, The Message of the Joseph Smith Papyri: An Egyptian Endowment, 2da. ed. (Provo, UT: FARMS; Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2005), 427–436.
4. Schmidt, Relational Faith, 91.
5. Schmidt, Relational Faith, 91.
6. Véase Central del Libro de Mormón, “¿Por qué el salmista habla de tomar la mano de Dios? (Salmo 73:23–24)”, KnoWhy 642 (19 de agosto de 2022).7. Schmidt, Relational Faith, 106.
8. Conjugada, la palabra para “izquierda” en latín es siniestro (masculino), sinistra (femenino), sinestrum (neutro). Como se puede observar, la palabra inglesa sinister deriva de esta misma palabra.9. En Mopan Maya, la palabra para “tonto” (ajb ‘es) también se usa para “mano izquierda” (ajb’es k’a’). Véase Charles Andrew Hofling, Mopan Maya-Spanish-English Dictionary (Salt Lake City, UT: University of Utah Press, 2011), 79.
10. Véase 3 Nefi 18:7, 11; Moroni 4:3; 5:2; DyC 20:77, 79.11. Russell M. Nelson, “Is It Necessary to Take the Sacrament with One’s Right Hand? Does It Really Make Any Difference Which Hand Is Used? ”, Ensign, marzo de 1983.12. Nelson, “Is It Necessary to Take the Sacrament with One’s Right Hand?”
13. Se enfatizan las instrucciones sobre la dignidad de los cristianos en lugar de los pequeños asuntos administrativos, como con qué mano participar en la Santa Cena. Véase, por ejemplo, 1 Corintios 11:26–29; 3 Nefi 18:29; Mormón 9:29; Doctrina y Convenios 46:4.14. Nelson, “Is It Necessary to Take the Sacrament with One’s Right Hand?”
Traducido por Central del Libro de Mormón
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