Nota del editor: El año pasado se celebraron los 50 Años del descubrimiento del quiasmo en el Libro de Mormón el 16 de agosto de 1967. Para celebrar este 50 aniversario, en julio y agosto Book of Mormon Central publicó un KnoWhy cada semana que discute los quiasmos, su significado y valor para entender la Biblia, el Libro de Mormón y otras literaturas antiguas. Asegúrese de consultar nuestros otros KnoWhy sobre quiasmos y el sitio Chiasmus Resources para más información.
El quiasmo es un tipo de escritura que presenta una serie de palabras clave o frases y luego las repite en un orden inverso. Aunque esta forma literaria aparece tanto en textos antiguos como modernos escritos en “griego, latín, inglés y otras lenguas, la forma fue mucho más desarrollada en hebreo y data de las secciones más antiguas de la Biblia hebrea y más allá”.1
En agosto de 1967, John Welch notó la presencia de un quiasmo en el Libro de Mormón mientras servía como misionero en Alemania.2 Desde ese momento, se ha dedicado una gran cantidad de investigaciones para identificar y comprender su uso e importancia en el Libro de Mormón.3 Ahora hay cientos de quiasmos propuestos en el texto,4 desde patrones sencillos como A-B-B-A, hasta usos más elaborados, como el famoso quiasmo largo en Alma 36.5
Muchas personas han visto el uso distintivo y repetido de los quiasmos en el Libro de Mormón como una evidencia de que fue escrito por diferentes autores antiguos entrenados en la tradición literaria hebrea.6 Otros, sin embargo, se han preguntado si José Smith pudo haber aprendido acerca de los quiasmos por medio de investigaciones bíblicas disponibles en su tiempo.
Es cierto que el quiasmo no era completamente desconocido antes de 1829 cuando el Libro de Mormón fue presentado por José Smith. En 1742 el erudito alemán D. Johannes Albertus Bengel fue probablemente el primero en aplicar el término quiasmo a un tipo de paralelismo literario donde las palabras y las frases en una línea de escritura corresponden a las de otra línea.7 Sin embargo, la influencia de Bengel en otros escritores fue mínima.8 Los cursos de Robert Lowths sobre la poesía hebrea en 1753 en Oxford recibieron mucha atención,9 pero, de acuerdo con Welch y otros, Lowth aparentemente “nunca estuvo consciente del fenómeno llamado quiasmo”.10
Basándose en el trabajo de Lowth, John Jebb en 1820 fue el primero en identificar el quiasmo como “un tipo distinto de paralelismo prevalente en el Antiguo y el Nuevo Testamento”,11 llamándolo epánodos.12 El reverendo Thomas Boys, que conocía la investigación de Jebb, publicó dos obras notables en 1824 y 1825,13 que discutieron y aplicaron el concepto de quiasmos más ampliamente.14
Aunque estas obras estuvieron potencialmente disponibles para José Smith, se publicaron en Londres, y la probabilidad de que los haya encontrado antes de dictar el texto del Libro de Mormón, o alguna vez en su vida, parece muy baja. En su investigación sobre este tema a través de los años, Welch ha encontrado que “no hay evidencia de que las obras de 1820, 1824 o 1825 de Jebb o Boys hayan llegado a los Estados Unidos, mucho menos a Palmyra o Harmony en la década de 1820”.15
Lo más cercano que se pudo encontrar es un breve resumen de la obra de Jebb de 1820, que fue incluida en la segunda edición de 1825 en la introducción masiva de Thomas Hartwell Hornes, para el estudio crítico de la Biblia, que fue impreso en Londres y Filadelfia.16 En su capítulo de 28 páginas sobre la poesía hebrea, hay tres ejemplos cortos de “líneas paralelas introvertidas” en el Antiguo Testamento y dos ejemplos de A-B-B-A en el Nuevo Testamento.17 Como Welch también ha observado, “el trabajo de Horne es enormemente intimidante … [y] menciona virtualmente todo lo conocido en el mundo de la erudición bíblica. Simplemente localizar la discusión de quiasmos, epánodos o paralelismo introvertido en esta gran variedad es difícil, incluso cuando uno sabe qué buscar”.18
Estas fuentes indican que había algún conocimiento de quiasmos y paralelismos en la Biblia antes de la traducción del Libro de Mormón en 1829. Sin embargo, a pesar del potencial acceso de José Smith a estas fuentes, no hay evidencia directa de que alguna vez haya escuchado sobre el quiasmo o haya tenido contacto con las obras de Jebb o Boys antes de traducir el Libro de Mormón. El propio José Smith nunca describió ni mencionó el quiasmo durante su vida,19 a pesar de que haya adquirido una copia de Horne de Introduction to the Critical Studies of the Scriptures en Kirtland, Ohio, en 1835. Aún así, para entonces, el Libro de Mormón había estado impreso durante cinco años.20
Esta falta de cualquier indicio de conocimiento de su parte plantea un problema para la idea de que José Smith usó la investigación anterior de 1829 sobre el quiasmo para ayudarlo a crear el Libro de Mormón. ¿Es realmente probable que cualquier falsificador dedique el tiempo a investigar esta compleja forma literaria, perfeccionar su dominio de ella, usarla en docenas de casos en sus escrituras fabricadas, y nunca mencionar su presencia o llevar a nadie a su descubrimiento? Tal escenario parece altamente improbable.
Además, Welch ha argumentado que “incluso si José Smith hubiera leído a Horne o Jebb, aún habría sabido poco sobre la estructura del quiasmo”.21 Muchos de los quiasmos en el Libro de Mormón son altamente sofisticados, y de varias maneras su uso del quiasmo en realidad varía o se desvía de lo que decían los primeros pioneros en el campo.22
El uso general del quiasmo en el Libro de Mormón fue realmente adelantado a su época. O, tal vez por decirlo de la mejor manera, estaba muy por detrás de su tiempo —miles de años atrás. Solo investigaciones recientes han comenzado a descubrir lo que nadie vio en sus páginas durante más de 130 años después de su publicación: la presencia de sus estructuras quiásticas y su estrecha relación con el quiasmo del mundo antiguo.23
La complejidad general del Libro de Mormón y la naturaleza milagrosa de su traducción también deben considerarse.24 Incluso si José Smith hubiera conocido sobre los quiasmos, todavía se le habría “presentado la formidable tarea de escribir, o más bien, dictar, extensos textos en este estilo”.25 “Imaginen al joven profeta”, dijo Welch, hablando en un “estilo que no era natural para su mundo, mientras que al mismo tiempo mantenía muchos otros hilos, líneas y conceptos fluyendo sin confusión en su dictado”.26 De manera sorprendente, logró esto sin depender de notas de trabajo o material de referencia de cualquier tipo, de acuerdo con los testigos que estuvieron cerca del proceso.27
Con estos factores adicionales en mente, es especialmente difícil suponer que los muchos quiasmos sofisticados en el Libro de Mormón fueron simplemente derivados de la investigación disponible en 1829. Por otro lado, su presencia se explica fácilmente si el Libro de Mormón fue verdaderamente escrito por profetas antiguos que heredaron la tradición literaria de sus ancestros y luego cuidaron de “preserv[ar] para [sus] hijos el idioma de [sus] padres” (1 Nefi 3:19).28
John W. Welch, “The Discovery of Chiasmus in the Book of Mormon: Forty Years Later“, Journal of Book of Mormon Studies 16, no. 2 (2007): 74–87, 99.
John W. Welch, “How Much Was Known about Chiasmus in 1829 When the Book of Mormon Was Translated?” FARMS Review 15, no. 1 (2003): 47–80.
John W. Welch, “What Does Chiasmus in the Book of Mormon Prove?” in Book of Mormon Authorship: New Light on Ancient Origins, ed. Noel B. Reynolds (Provo, UT: FARMS, 1996), 199–224.
1. John W. Welch, “Chiasmus in the Book of Mormon“, en Book of Mormon Authorship: New Light on Ancient Origins, ed. Noel B. Reynolds (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1982; reimpreso por FARMS, 1996), 34.
2. Véase John W. Welch, “The Discovery of Chiasmus in the Book of Mormon: Forty Years Later”, Journal of Book of Mormon Studies 16, no. 2 (2007): 74–87, 99.
3. Véase Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué es significativa la presencia de quiasmos en el Libro de Mormón? (Mosíah 5:10-12)“, KnoWhy 166 (21 de julio de 2017).
4. Donald W. Parry, Poetic Parallelisms in the Book of Mormon: The Complete Text Reformatted (Provo, UT: Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship, 2007), 565. Véase también “Chiasmus Index, Book of Mormon”, en Chiasmus Resources, en línea en chiasmusresources.org.
5. Véase John W. Welch, “Criteria for Identifying and Evaluating the Presence of Chiasmus”, Journal of Book of Mormon Studies 4, no. 2 (1995): 1–14; Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué se convirtió Alma? (Alma 36:21)“, KnoWhy 144 (Junio 24, 2017); John W. Welch, “A Masterpiece: Alma 36”, en Rediscovering the Book of Mormon: Insights You May Have Missed Before, ed. John L. Sorenson y Melvin J. Thorne (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1991), 114–131; John W. Welch, “Chiasmus in Alma 36”, FARMS Preliminary Report (1989).
6. La presencia de quiasmos en el Libro de Mormón también se ha visto como una evidencia de su afirmación del entorno en la América antigua. Véase Allen J. Christenson, “Chiasmus in Mesoamerican Texts“, en Reexploring the Book of Mormon: A Decade of New Research, ed. John W. Welch (Salt Lake City y Provo, UT: Deseret Book y FARMS, 1992), 233–235. Véase también, “Mesoamerican Architecture and Texts” en Chiasmus Resources, en línea en chiasmusresources.org. Para un estudio general de los quiasmos en el Libro de Mormón como evidencia, véase John W. Welch, “What Does Chiasmus in the Book of Mormon Prove?” en Book of Mormon Authorship Revisited: The Evidence for Ancient Origins (Provo, UT: FARMS, 1997), 199–224.
7. Véase John W. Welch, “How Much Was Known about Chiasmus in 1829 When the Book of Mormon Was Translated?” FARMS Review 15, no. 1 (2003): 53.
8. Welch, “How Much Was Known about Chiasmus in 1829?” 54. Bengel era un erudito alemán en Wüttemberg; sus principales libros fueron escritos en latín.
9. Robert Lowth, Lectures on the Sacred Poetry of the Hebrews, trans. G. Gregory (London, UK: Johnson, 1787), como se cita en Welch, “How Much Was Known about Chiasmus in 1829?” 53.
10. Welch, “How Much Was Known about Chiasmus in 1829?” 53. El trabajo principal de Lowth sobre el paralelismo en general se menciona en la primera publicación de Welch sobre el quiasmo, en John W. Welch, “Chiasmus in the Book of Mormon“, BYU Studies 10, no. 1 (1969): 72 n. 2.
11. Welch, “How Much Was Known about Chiasmus in 1829?” 55.
12. Véase John Jebb, Sacred Literature (London, UK: Cadell y Davies, 1820), 335–362. Epánodos se refiere a una forma de paralelismo muy similar al quiasmo y se utiliza a menudo en lugar del quiasmo en esta literatura temprana.
13. Véase Thomas Boys, Tactica Sacra (London, UK: Seely, 1824) y Key to the Book of Psalms (London, UK: Seely, 1825).
14. Véase Welch, “How Much Was Known about Chiasmus in 1829?” 61–63.
15. Welch, “How Much Was Known about Chiasmus in 1829?” 76.
16. En 1825, Horne publicó la 4ª edición de los tres tomos de Introduction to the Critical Study and Knowledge of the Holy Scriptures (Philadelphia, PA: Littell, 1825). Parece haber sido la primera publicación estadounidense en mencionar el trabajo de Jebb sobre el quiasmo. La 6ª edición de esta enciclopedia bíblica se publicó en 1828, con cambios principalmente en su composición tipográfica. En 1827, Horne publicó la 2ª edición de una versión condensada de su enciclopedia, llamada Compendious Introduction to the Study of the Bible (New York, NW: Arthur), y en 1829, publicó la 3ª edición. Estas obras contenían una mención aún más breve de las escrituras relacionadas con el quiasmo de Jebb (página 191 en la edición de 1827 y página 144 en la edición de 1829). Estos volúmenes enciclopédicos nunca discutieron la investigación de Boys sobre el quiasmo en los Salmos y en el Nuevo Testamento, y parece que solo la edición de 1825 de Horne fue publicada en América. Esta información corrige y expande lo que se conocía en las décadas de 1960 y 1970 sobre estas fuentes oscuras. Véase Welch, “How Much Was Known about Chiasmus in 1829?” 63–68.
17. Horne, Introduction to the Critical Study, 456–457, 467.
18. Véase Welch, “How Much Was Known about Chiasmus in 1829?” 78.
19. Welch, “How Much Was Known about Chiasmus in 1829?” 47.
20. Al examinar este libro en la Biblioteca de la Comunidad de Cristo en Independence, Missouri, Welch no encontró “ninguna evidencia en ninguna página que alguien haya leído esta copia de este libro”. El libro está completamente limpio: no hay notas, apuntes al margen, ni manchas, ni páginas arrugadas. Parece que José no estudió este tipo de material de referencia”. Welch, “How Much Was Known about Chiasmus in 1829?” 78.
21. Welch, “How Much Was Known about Chiasmus in 1829?” 78.
22. Welch, “How Much Was Known about Chiasmus in 1829?” 79.
23. Véase Welch, “Chiasmus in the Book of Mormon“, 43–51; Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué Nefi utilizó quiasmos para testificar de Cristo? (2 Nefi 11:3)“, KnoWhy 271 (Diciembre 15, 2017); Dennis Newton, “Nephi’s Use of Inverted Parallels“, Interpreter: A Journal of Mormon Scripture 22 (2016): 79–106; David E. Sloan, “Nephi’s Convincing of Christ through Chiasmus: Plain and Precious Persuading from a Prophet of God“, Journal of Book of Mormon Studies, 6, no. 2 (1997) 67–98; Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué el rey Benjamín usó paralelos poéticos tan extensivamente? (Mosíah 5:11)“, KnoWhy 83 (Abril 14, 2017); John W. Welch, “Parallelism and Chiasmus in Benjamin’s Speech“, en King Benjamin’s Speech: “That Ye May Learn Wisdom”, ed. John W. Welch y Stephen D. Ricks (Provo, UT: FARMS, 1998), 315–410; Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué se convirtió Alma? (Alma 36:21)“, KnoWhy 144 (Junio 24, 2017); Welch, “A Masterpiece: Alma 36“, 114–131; Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué se utilizaron los quiasmos en el registro nefita? (Helamán 6:10)“, KnoWhy 177 (Agosto 7, 2017); Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué y cómo explicó Alma el significado de la palabra ‘restauración’? (Alma 41:1)“, KnoWhy 149 (Junio 30, 2017).
24. Véase Melvin J. Thorne, “Complexity, Consistency, Ignorance, and Probabilities”, en Book of Mormon Authorship Revisited, 179–193; Book of Mormon Central en Español, “¿Por qué surgió el Libro de Mormón como un milagro? (2 Nefi 27:23)“, KnoWhy 273 (Diciembre 19, 2017).
25. Welch, “What Does Chiasmus in the Book of Mormon Prove?” 218.
26. Welch, “How Much Was Known about Chiasmus in 1829?” 80.
27. Véase Neal A. Maxwell, “‘By the Gift and Power of God’”, en Echoes and Evidences of the Book of Mormon, ed. Donald W. Parry, Daniel C. Peterson y John W. Welch (Provo, UT: FARMS, 2002), 9.
28. Para un estudio sobre los quiasmos en Mesoamérica, véase Book of Mormon Central en Español, “¿Se usaron los quiasmos en la antigua América? (Alma 29:4)”, KnoWhy 346 (Abril 17, 2018). Véase también Allen J. Christenson, “Chiasmus in Mesoamerica“, en Reexploring the Book of Mormon, 233–235; Allen J. Christenson, “Chiasmus in Mayan Texts“, Ensign, October 1988, en línea en lds.org; Robert F. Smith, “Assessing the Broad Impact of Jack Welch’s Discovery of Chiasmus in the Book of Mormon“, Journal of Book of Mormon Studies 16, no. 2 (2007): 69–71; Allen J. Christenson, “The Use of Chiasmus by the Ancient K’iche’ Maya”, en Parallel Worlds: Genre, Discourse, and Poetics in Contemporary, Colonial, and Classic Maya Literature, ed. Kerry M. Hull y Michael D. Carrasco (Boulder, CO: University Press of Colorado, 2012), 311–336.
Traducido por Central del Libro de Mormón
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